8/29/2025

La Ruta a Las Tsagunas 40 Vistas desde el final del Ríu Las Fayonas 2

En primer término El Cotarrón de La Candanosa, detrás El Serrón del Níu L´Aigla, luego Sestu Gordu y al fondo el ramal de la sierra. 29 julio 2.017.

Tsombón es un aumentativo de tsombu, que procede de la palabra latina lumbus.

Como ocurre con muchas otras palabras, lumbus tenía varías acepciones o significados. Por un lado podía referirse a una parte anatómica de los animales cuadrúpedos, incluyendo también al ser humano, que antes de ser bípedo (dos pies o patas) lo había sido.

"Diesti col llombu na tierra

furo to pierna una bala".

Cantaba Nuberu en su inmortal Aida Lafuente.

Llombu en bable central es como tsombu en bable occidental y como lomo en castellano o lombo en gallego, haciendo alusión a la espalda.

El otro significado tiene más que ver con el relieve o con las formas del suelo. Loma en castellano, lomba en gallego y tsomba en bable occidental significan lo mismo: una altura alargada, donde su cima en vez de ser estrecha y escarpada, es ancha y llaneada. Una convexidad que se prolonga por suaves laderas.

Los dos significados tienen muchos elementos en común y es difícil discernir cual deriva de cual. Pensad en el lomo de un caballo. La parte más alta del animal, que se prolonga desde el rabo hasta el cuello, por una superficie llaneada y ancha.

Un tsombu es parecido a como decíamos que era un sesto, con la diferencia de que el primero al estar instalado en una sierra tiene una disposición horizontal y el sesto al ser un cerro, está mucho más inclinado de un lado. 

El tramo serrano desde el nacimiento de este ramal, en el Chanu Alforxacu, hasta El Cabrón, donde el Tsumbón ocupa su parte central, no es completamente llano. Oscilando entre los 1.400 m. de altitud de su punto más bajo (Veiga La Chunal) y los 1.495 m. del más alto (Chanu Alforxacu). 

Detalle del mapa del IGN de 1953 de la zona del Tsumbón y su entorno. Excelente el trazado de los caminos y la localización de las fontes.

Pero en la zona del Tsumbón, desde la Vaguada al Pico, los desniveles son aún menores, no superiores a los 40 m. Cuando lo recorrías andando apenas si notabas las pequeñas subidas y bajadas que tenía.

Esta cima alargada y casi llana era además ancha. Y más que eso en dos puntos, uno a cada lado de ella.

Del lado de Riumulín, entre sus dos cabeceras y en donde normalmente debería iniciarse un cerro, lo que había era una amplia zona muy poco pendiente y totalmente desarbolada, que en su tiempo sería una grandiosa campera: La Veiga Las Rundietsas, una braña de Pueblo de Rengos, cuyo ganáu podía saciar su sed en La Fonte Acidietsu o en La Fonte Tsumbón.

Del lado de Munietsus, del Pico La Crespona salía un teso: La Crespona, algo más pendiente que el anterior pero suave y muy ancho. También desarbolado y repleto de camperas que, en su tiempo, llegarían hasta el Rechanu Cutsáu y El Cutsáu, donde los papudos tenían algo de braña. 

No es pues de extrañar que a este gran tsombu le llamaran Tsumbón.

En toda la sierra que bordea el Monte Munietsus no hay ningún otro tramo con estas características, ya que predominan cimas con terrenos ariscos o escarpados.

Otro cantar es el primer tramo del Monte La Vilietsa por la Sierra del Rañadoiro, al lado del Tsumbón, con un terreno aún más llano y al que le viene como anillo al dedo el nombre que le pusieron: La Chana. Más llana pero menos alargada que el Tsumbón.

Terrenos, todos ellos, más que aptos para la ganadería, donde se juntaban a pastar vacas de los pueblos cercanos con brañas por todo el entorno (Mual, Moncóu, Pueblo y La Vilietsa) que tras llenarse la panza se tumbaban a sestear y a rumiar lo ingerido. Con vistas y sensaciones que quizás no entendían pero que les hacían sentirse como en la gloria.

La cima del Chanu Alforxacu, a la que se subía en apenas cinco minutos, para no ser menos que el Tsumbón o La Chana y haciendo también honor a su primer nombre, era rechoncha y llaneada. Moviéndose por sus bordes se desplegaba ante uno toda la grandeza y belleza de los bosques que aún perduran en este rincón de las Asturias. 

Repetimos la foto del 2.000 con los topónimos: 1-Teso de Sestu Rapáu. 2-El Cabrón. 3-Tesu´l Páxaru
. 4-La Veiga Vieja. 5-Vatse L´infierno. 6-La Crespa. 7-La Granda de Sestu Rapáu. 8-Tesu L´Armadina. 9-Vatse Penas Negras. 10-La Chunal. 11-La Fulgueirina. 12-Pico Tsuis. 13-La Vaguada di Tsumbón. 14-El Veladeiru y La Buqueta La Zreizal. 15-Pico La Crespona. 16-La Tseirona. 17-La Queiruela. 18-Lus Pozus de Tsumbón. 19-Vatse Las Varas. 20-Pico Las Varas. 21-Pico Acidietsu o Pico Tsumbón. 22-Tichabedul. 23-Vatse Tseirón. 24-Los Castros del Serrón. 25-Regueiro Samartino. 26-(pico) Chanu Alforxaco. 27-La Crespa Samartino. 28-Vatsina Fradalicos. 29-Sestu Gordu. 30-Teso Fradalicos. 31-La Regueirona. 32-Teso Los Ciervos. 33-Pico La Granda Fungudín (La Vilietsa). 34-La Grandina. 35-El Chanón (La Vilietsa). 36-Vatsina La Yerba. 37-Regueirona Sestu Gordu. 38-El Chanu Sestu Gordu. 39-Serrón del Níu L´Aigla. 40-Vatsina Los Fierros. 41-Pico Sestu Gordu. Línea azul-Valle del Ríu Tixeirúa. Línea verde-Valle del Ríu Refuexu. Línea amarilla-Valle del Ríu La Candanosa.

En la foto se sigue viendo algo de la sierra general, que yo seguiré llamando Sierra del Rañadoiro (a falta de otro mejor), que irá bordeando nuestro Monte y que de momento, como podéis ver, sigue siendo relativamente baja.

La penúltima y la última de las elevaciones que se ven de ella, no tienen nombre propio ni para los papudos ni para los del Ríu Rengos. Los que les he puesto no me los he inventado yo. Son como los llamaban los de La Vilietsa ya que su monte está al otro lado del tramo que vemos.

Al Pico La Granda Fungudín le llamaban así por La Granda Fungudín, una buena granda del Regueiro Fungudín. Y El Chanón creo que no hace falta decir el por qué.

Primero el Teso Los Ciervos y después Sestu Gordu tapan el resto de la sierra, que irá ascendiendo y volviéndose muy quebrada a partir del Pico La Gubia. Con grandes cortados, sobre todo del lado de Munietsus y muy pelada y agreste del otro lado.

Luego en el Pico Tixeirúa (Pico Riusecu) deslindan cuatro Montes (El Vilardecendias, El Curralín, La Vilietsa y Munietsus). Llegando después a la mayor altitud de toda la sierra: L´Estaca en la Bovia de Teleyerba (1.658 m.). Pero de todo esto nada vemos en la foto, lo pongo para contextualizar la sierra.

Pico Tsuis casi parece confundirse con el ramal de la sierra, entre La Fulgueirina y La Vaguada de Tsumbón. Pero en realidad está muy lejos de ella. Para llegar a esta hay que bajar primero a El Cutsáu (que no vemos desde donde se hizo la foto) y después subir por La Crespona, de la que vemos su tramo final, que corona en el Pico La Crespona.

Pico Tsuis es el único pico pronunciado (en torno a los 1.340 m. de altitud) con todas sus laderas dentro del Monte. El resto de picos importantes están todos en el ramal y en la sierra general (Sierra del Rañadoiro). Y ello es importante porque diversifica el relieve de nuestro Monte.

Una pena que ya no se pueda subir a él pues utilizaba el primer tramo de la Ruta larga, con un ramal que primero subía a El Cutsáu y luego al Pico. y, como ya sabéis esa Ruta ya no está permitida. Y supongo que una buena parte de ella ya estará tomada por el monte.

Es increíble el poco tiempo que necesita una senda, e incluso un camino, para hacerse impracticable. Sin rozarlo y repararlo periódicamente, el monte se lo acaba comiendo. Se llena de escobas, ganzos y si los hay cerca también de árboles. El terreno se corre sobre ella y la tapa. Solo los tramos hechos en zonas de buen arbolado aguantan algo más de tiempo, pero también acabarán desapareciendo. 

La antigua pista por la que se sacaban las rollas de Munietsus y que se mejoró en los años sesenta para que los camiones pesados pudieran adentrarse por el valle del Regueiro Bisnuevo a sacar la madera de la brutal matarrasa que sufrió una parte de la zona, está en la actualidad casi totalmente deshecha y tomada por la vegetación. 

Ramas, troncos caídos y corrimientos van acabando con la pista. 14 agosto 2.022.

En la parte que Pico Tsuis vierte directamente sobre el Ríu Munietsus, se ve perfectamente la doble cabecera del Vatse Penas Negras, en donde curiosamente hasta hay una zona algo allanada: El Chano Penas Negras.

Tras los cortados del Veladeiru y La Creizal (el final de Penas Negras) hay un teso que marca el inicio del valle del Ríu Tixeirúa. La zona y su continuación, pese a no tener cortados, tiene un sustrato rocoso muy a flor de piel. Ahí también se ven los efectos del estrés hídrico en la arboleda que lo está colonizando. 

Detalle del teso entre Penas Negras y La Tseirona. 2.000.

No lo tiene fácil la colonización natural porque la zona pese a estar en el avesíu general de Munietsus, está bastante soleada. 

Detalle de la zona 17 años más tarde. No hay estrés hídrico pero claro estamos a finales de julio y todavía queda verano por delante. 29 julio 2.017.

Con los avesíus ocurre como con los solanos, no todos son iguales. Este al estar en un saliente recibe mayor radiación que por ejemplo Penas Negras, donde curiosamente y pese a tener suelos aún peores, el estrés hídrico está menos presente . Seguramente por la mayor abundancia de sombra y por lo tanto de humedad.

Con tres líneas de diferentes colores he señalizado los tres valles más importantes de Munietsus (Tixeirúa, Refuexu y La Candanosa).

En Tixeirúa ya vemos algo más de La Tseirona. Destacaría mucho más si la viéramos desde enfrente, porque aquí aún la vemos bastante ladeada.

Fijaos el quiebro que pega la parte alta del Vatse Las Varas, orientando su ladera izquierda más hacia el Norte y que explica la presencia en él de un precioso faéu, que llega hasta Lus Pozus de Tsumbón.

Sobre la ladera izquierda del Vatse Tseirón de Las Varas y el teso de La Crespa Samartino se ve perfectamente la línea marcada por la corta a matarrasa que se dio en el entorno de las Veigas (Samartino y La folgueirosa) durante el curso forestal 1.968-69.

La línea la marca la diferencia de altura de la vegetación. Por debajo de ella la vegetación es claramente más baja que por encima de ella. Debido al avellanar mesofítico secundario que se desarrolló tras la tala.

Algo similar a lo que ya vimos aquí en el Ríu Las Fayonas, solo que debido a la poca perspectiva que teníamos andando por la senda de la Ruta, no lo podíamos ver con tanta claridad.

Solo recorriendo la Ruta larga, desde El Serrón del Níu L´Aigla y otros puntos se podía ver, también muy claramente, el de aquí. Solo sabiendo ver se puede interpretar el paisaje y eso lo puede hacer no solo los avispados botánicos que cartografiaron los avellanares, si no hasta un simple aficionado como es mi caso.

Claro que luego hay que visitarlos in situ para constatar que son los avellanos la vegetación dominante, algo que está al alcance de cualquiera que sepa algo de árboles y arbustos.

Entonces, cuando hice la foto, ya llevábamos 31 años de la tala y aún se notaban sus límites. Pero a día de hoy y aunque os fijéis a fondo os resultará muy difícil daros cuenta de ellos.

Dentro del avellanar los pocos y pequeños árboles existentes se han multiplicado y han crecido. Están en el avesíu y no muy lejos del Ríu Tixeirúa y sus afluentes, sobre suelos medianamente aceptables, libres de cualquier agresión.

Si lo visitáramos hoy aún veríamos que a la instalación del robledal todavía le quedan muchos huecos por cubrir y regenerarse. Pero desde la distancia el bosque ya parece haberse reinstalado plenamente.

Del colosal Sestu Gordu solo vemos el tramo entre La Queiruela y su Pico. Faltando el tramo que desde el Pico asciende hasta la sierra, donde culmina en La Cimeira Sestu Gordu, una de las zonas más altas de toda la sierra (sobre 1.670 m.), pero lo que vemos da fe de su envergadura.

Al verlo de perfil, resalta el escalón que forma su "Chanu", recortándose sobre el blanquecino cielo, que nace justo donde se inicia la Vatsina de La Regueirona Sestu Gordu, que ya vierte sobre el Ríu Las Gallegas del valle de Refuexu. Prolongándose por encima de la primera cabecera de otra gran vatsina de este Ríu: Vatsina Los Fierros.

El Serrón del Níu L´Aigla delimita el valle del medio (Riu Refuexu) del que sube a Las Tsagunas (Ríu La Candanosa), aunque solo vemos un pequeño tramo de su tortuoso recorrido, el situado por debajo de la Vatsina Curonzu. Tiempo habrá para ver su continuación en vistas más amplias o cuando sigamos recorriendo la Ruta.

Ya a simple vista vemos el marcado contraste entre él y Sestu Gordu, los dos cerros más importantes de nuestro Monte. Uno con unas cimas estrechas y rocosas (El Serrón) y otro teniéndolas más anchas y con mejor suelo (Sestu Gordu). No insistiré más en ello pues ya lo he hecho en otra parte y pese a que a veces me gusta repetirme (para aclarar las cosas) no voy a hacerlo en esta ocasión.

Para un historiador, como es mi caso, quizás lo más interesante de lo que vemos de El Serrón sea su parte más inferior: Los Castros de El Serrón, a los que nunca les dediqué una visita detallada.

La culpa de ello hay que achacársela a la Vatsina Los Castros, a la que le dediqué dos o tres minuciosas visitas, sin encontrar lo que esperaba hallar. Buscaba restos de explotaciones auríferas de época romana, pero no vi nada que se le pareciese.

Creo que fue la única ocasión en que la toponimia me había engañado, o por lo menos eso es lo que pensé entonces. Todos los topónimos que conocía con ese nombre tenían restos de la Edad Antigua o de la Protohistoria.

El supuesto fiasco me desanimó de cara a visitar otros lugares de Munietsus con topónimos parecidos. Además había tantos lugares dignos de visitar que lo fui dejando pasar. Quizás más adelante.

Los Castros de El Serrón tienen toda la pinta de ser un castro, un altozano perfectamente delimitado, tanto por arriba como por abajo y por los dos lados. Algo que se repite más arriba, precisamente en la Vatsina Los Castros, donde la senda larga utilizaba el supuesto foso superior de otro castro.

Dos pequeños castros situados en el mismo cerro y no muy distantes entre si no parece tener mucha lógica. Pero la lógica depende mucho de la época histórica a la que se le aplica.

Los pueblos de la época prerromana, los Ástures que vivían por aquí, también dependían (como nuestros abuelos) en buena medida de la ganadería y dentro de esta sería la trashumante o intermitente la más representativa.

Tal vez los dos castros estén relacionados con dicha actividad. Serían el equivalente al que en épocas históricas llamamos brañas. No serían poblados estables donde viviera una determinada comunidad. Eran avanzadillas de esa comunidad. Campos base desde donde se pudiese controlar el ganáu que se subía al monte en determinadas épocas del año.

Y elegir este cerro donde pudieran resguardarse, al menos los pastores, podemos relacionarlo con sus condiciones medioambientales. Al ser tan rocoso el arbolado no estaría tan desarrollado como por ejemplo en Sestu Gordu y las labores para delimitar un espacio serían mucho más sencillas.

Y viéndolo así, si que tiene lógica, aunque esto que os digo no deja de ser una mera suposición.

En la ladera del Serrón que vemos en la foto, la que vierte al Ríu La Candanosa, también se ven ejemplos de estrés hídrico. Lo mismo que en el tramo de Sestu Gordu cercano a La Queiruela, abajo del todo. Con suelos poco desarrollados donde la regeneración del bosque que se está produciendo va a ser inevitablemente lenta, aunque favorecida por su orientación más norteña.

Finalizaremos el tema de las vistas con varias de los cerros de Munietsus.

La primera que os muestro es la que más espacio abarca de todas ellas. No es de extrañar ya que en realidad se trata de una panorámica, tres fotos hechas desde el teso de la granda entre Furmigueiros y Los Tsagozos, con solo mover un poco la cámara para ir abarcando todo lo que se ve desde ahí. Luego Google tuvo la gentileza, sin yo pedírselo, de juntarlas en una sola. Tened en cuenta que los tamaños y las distancias están algo distorsionados, pero creo que merece la pena. 

Panorámica de los tres cerros, la sierra y su ramal. 29 julio 2.017

Se ven tres imponentes cerros de este Monte, un tramo del ramal de la Sierra del Rañadoiro e incluso varias porciones de esta sierra general (Rañadoiro) que va bordeando Munietsus. Aparte de algo de las laderas avesías que vemos desde aquí. ¡Casi nada!.

En primer término vemos una parte de El Cotarrón de La Candanosa y algo de su ladera que vierte contra Los Tsagozos. En la imagen El Cotarrón finaliza en el Pico La Pena La Candanosa, fácilmente reconocible porque está pelado de arboleda. Lo que continúa hacia abajo no es el cerro principal, es un ramal que vierte hacia el Ríu Las Fayonas, bordeando el inicio de la inmensa mole de La Pena Candanosa.

El teso principal del Cotarrón se desploma bruscamente, cresteando y luego cortando la Pena Candanosa. Pero eso ya no lo vemos desde aquí.

La ladera que vemos de Los Tsagozos es probablemente el mejor avesíu solano de Munietsus, si exceptuamos Decutsada, lo que posibilitará una pronta colonización arbórea. Pero de momento y a la espera de lo que ocurra en el futuro, el roble albar (la insignia de Munietsus) está en desventaja frente a árboles como el bedul.

Detrás de El Cotarrón es El Serrón del Níu L´Aigla el que se enseñorea del paisaje. viéndolo en toda su extensión, desde el Pico´l Serrón del Níu L´Aigla hasta Entramburríus di Murteiru. Un cerro delgado en toda su cresta y lleno de picuetos, entre los que sobresale el Pico Carril del Carro en su parte superior.

También vemos una gran parte de su ladera que vierte contra el Ríu La Candanosa, la cabecera de la Regueira Las Tsagunas, desde casi la primera tsaguna y un poco del Vatse La Candanosa.

Contra el cielo gris-blanquecino se aprecia la silueta de la sierra, desde un pelín antes del Orriu Valcárcel hasta algo después del Pico´l Serrón.

Detrás aparece el perfil del gran Sestu Gordu, empequeñecido en la panorámica, al que solo le falta el espolón de La Queiruela. En la imagen parece que el Pico Sestu Gordu forma parte de la sierra, pero no es así. La sierra va por donde está la Cimeira de Sestu Gordu, con dos tramos precediéndola del Ríu Refuexu.

Como la foto está hecha a media ladera, el gran sesto nos tapa la continuación de la sierra. Para que nadie se pierda del todo la Cimeira tiene un buen tseirón a sus pies, en la cabecera del Regueiro Pradallos.

Supongo que lo que se ve detrás del sesto os resulte más familiar ya que es una parte de la sierra y otra de su ramal del que tanto hemos hablado. 

Podría seguir comentando lo que se ve en esta grandiosa panorámica, pero prefiero no aburriros más y mostraros otras vistas más reducidas.

Aquí solo vemos parte de los tres cerros. Desde granda teso Furmigueiros- Los Tsagozos. 29 julio 2.017.


Curiosa toma, tres picos alineados. Desde primera vaguada de Furmigueiros antes de su cauce. 27 julio 2.018.


Desde Furmigueiros. 29 julio 2.017.


Desde el tesín entre las dos vaguadas de Los Tsagozos. El tiempo no permitía las vistas en profundidad. 26 julio 2.016.


Los días claros también se ve parte de la cabecera del Ríu La Candanosa por detrás del Cotarrón. 27 julio 2.018.

 La última que os mostraré es otra foto histórica. Hecha como la mayoría desde el gran balcón del teso con granda entre Furmigueiros y Los Tsagozos, aquel productivo día de septiembre del año 2.000. 

Cotarrón de La Candanosa, Serrón del Níu L´Aigla y Sestu Gordu. Desde granda en teso Furmigueiros-Los Tsagozos. 23 septiembre 2.000.


Resulta cuando menos chocante, que el colorido causado por el estrés hídrico contribuya a darle un toque de gran belleza a esta imagen.

Esos ocres y anaranjados que de cuando en cuando salpican las laderas del Cotarrón y de El Serrón parecen ser un adelanto del decadente y al mismo tiempo delicado otoño, del que Antonio Machado decía: "un tiempo dulce de melancolía". 

Por contra Sestu Gordu, la sierra de detrás y algunas partes de las anteriores laderas siguen dominadas por un verde absoluto y pujante. Vida y muerte hermanadas como siempre lo han estado, creando imágenes que nos llegan hasta el corazón.

Si hay alguien a quien no conmuevan imágenes como esta haría bien en visitar al cardiólogo, para saber que es lo que no funciona de su órgano más vital.









8/05/2025

La Ruta a Las Tsagunas 39 Estrés hídrico. Vistas desde el final del Ríu Las Fayonas.

 

Vistas desde granda en teso Furmigueiros-Los Tsagozos, desde la senda. 23 septiembre 2.000.

La estación meteorológica de Las Tablizas está a cuatro o cinco metros por encima del punto más bajo de todo el Monte Munietsus, ya que se encuentra en su entrada.

A uno de sus lados, por Bisnuevo, y sobre todo a sus espaldas quedan larguísimos valles que van ascendiendo hasta llegar en algunas cimas a altitudes próximas a los 1.700 m. (L´Alto d´Astaca de la Bovia de Teleyerba a 1685. Entorno del Pico Candanosa sobre 1.670).

Las altitudes mínimas y máximas del Monte Munietsus casi coinciden con el Piso Bioclimático Montano, dentro de los establecidos para la Región Eurosiberiana. Con presencia del Piso Bioclimático Subalpino en las cotas más altas. 

El color blanco de las curvas de nivel Muestra las cotas del piso bioclimático subalpino en el Monte Munietsus.

Si no conocéis esos Pisos Bioclimáticos os voy a resumir los que afectan a la Península Ibérica en el Norte de esta:

Piso Bioclimático Termocolino- Puntos de la franja costera entre Galicia y Vizcaya.

Piso Bioclimático Colino- Situado entre el 0 y los 600 m. de altitud.

Piso Bioclimático Montano- Entre los 600 y los 1.600 m.

Piso Bioclimático Subalpino- Entre los 1.600 y los 2.200 m.

Piso Bioclimático Alpino- Por encima de los 2.200/2.300 m.

Los pisos bioclimáticos tienen diferencias notables entre si, tanto en lo relativo a su clima como en la vegetación.

Los cambios en las precipitaciones no se dan de golpe. A medida que se asciende, aún dentro del mismo piso bioclimático, estas aumentan y es más que probable que aquí en Munietsus a partir del medio de este Piso Bioclimático Montano, el Ombroclima sea ya Ultrahiperhúmedo.

Yo he subido algunas veces en verano a Las Tsagunas estando el tiempo completamente seco en Las Tablizas y llegar a la primera de las charcas totalmente empapado en agua. Con un nublo tan denso que era como si lloviera. Por no hablar de las temperaturas, que sufrían un notable descenso llegando a hacer frío. 

En el repecho de la primera tsaguna con un grupo de montaña. El más novato parece ser el Guía, vestido con una simple camisa. En Las Tablizas hacía bueno pero aquí ya veis. 1987

Lo mismo ocurre con las tormentas, las nevadas o cuando simplemente llueve, que cargan más cuando más arriba subas.

Queda pues constatado que en Munietsus llueve o precipita mucho o muchísimo. Lo que propicia la existencia de un bosque planocaducifolio, de frondosas, donde bedules, fayas y sobre todo robles albares son los más apropiados para colonizarlo y medrar en él de forma natural.

Pero también tiene mucha importancia para ese arbolado el suelo sobre el que se asienta y que le suministra parte de los nutrientes que le son indispensables para poder vivir.

Los suelos de Munietsus son, en su mayoría, bastante pobres. Son suelos de herencia glaciar en los que el arbolado lleva trabajándolo y haciéndolo mejor no más de unos 12.000 años. Poco tiempo para pedir milagros.

Y luego está el impacto que causamos nosotros, los seres humanos. El pastoreo, las talas y los incendios, de los que ya hemos hablado, lo esquilmaron y le hicieron retroceder varios peldaños dentro de la dinámica forestal.

Esos débiles suelos es muy probable que estén detrás de la aparición de los cándanus, esos robles que se secan sin motivos aparentes. Y quizás también, o al menos en parte, de la ruina de los rebrotes, que ya hemos comentado en varios capítulos de El Monte y el Guía de Munietsus, y de otros robles.

Árboles todos ellos que no viven todo el tiempo que deberían.

Al ser suelos tan estrechos no aportan los nutrientes necesarios para mantener sanos a tantos comensales y es entonces cuando aparecen los achaques.

El agua es fuente de vida y uno de los nutrientes más importantes para los árboles. Viendo los ombroclimas, Hiperhúmedo y Ultrahiperhúmedo, de Munietsus, podríamos pensar que es más que suficiente para dar de beber abundantemente a quienes (animales y plantas) viven en él. Pero es una verdad a medias.

En Munietsus predominan los relieves pendientes sobre los llanos. El agua que cae o se posa suavemente sobre el suelo (caso este último del nublo), siempre tiende a ir hacia abajo.

Si el terreno fuera más llano el proceso de drenaje y evacuación sería más lento. La pendiente es la que le mete prisa al agua.

Si los suelos de Munietsus fueran gordos y mullidos, tendrían la capacidad para retener mucha agua, llevándola a sus capas inferiores, donde permanecería durante bastante tiempo.

Pero aquí, en nuestro Monte, esto no se da en muchos lugares. El agua tiene prisa y es poca la que se retiene. Los arroyos, regueiros y ríus la recogen y evacúan, experimentando grandes crecidas cuando llueve mucho. 

Mientras hay aportes continuos del líquido elemento no hay problemas en ese sentido. Pero ya vimos que durante el verano el volumen de precipitaciones se reducía bastante.

Observando la media que se da, no hay ningún mes seco. Pero hay algún que otro año en el que los veranos son más secos de lo normal, o sea de la media.

Supongo que todos y todas sabéis que los árboles transpiran. Utilizan el agua en muchas de sus funciones vitales, pero la mayor cantidad es la que utilizan en esta actividad.

Para realizar la fotosíntesis, las hojas de los árboles aparte de la luz del sol necesitan absorber de la atmósfera CO2 (dióxido de carbono) y para tomarlo abren los pequeños poros que poseen, que se llaman estomas.

Al abrir los estomas expulsan agua en forma de vapor. Produciéndose entonces la transpiración. Es increíble la cantidad de agua que transpira un árbol. En algún lado he leído que un roble grande puede transpirar hasta 1.600 litros al día. Una auténtica barbaridad.

Ese continuo bombeo de vapor a la atmósfera (solo durante el día, cuando hay luz, porque de noche los estomas se cierran) es lo que explica la frescura que sentimos dentro del bosque y los árboles también lo necesitan para enfriarse cuando el sol aprieta de lo lindo.

Cuando un árbol no obtiene la suficiente cantidad de agua para realizar sus funciones vitales padece lo que se llama estrés hídrico. Para al menos seguir vivo decide prescindir de sus hojas, cortando así la transpiración y esperar a un nuevo periodo de actividad vegetal. Deja de enviarles sabia bruta y agua y las hojas comienzan a secarse.

Y esto es precisamente lo que pasaba en algunos lugares de Munietsus a finales de aquel verano tan seco del año 2.000 y que aparecen reflejadas en varias fotos hechas durante esa época. Por eso decía, entre otras cosas, que eran fotos históricas.

Cuando volví a Munietsus, casi veinte años después, los suelos no parecían estar tan descarnados, aunque aún les faltaba mucho y además cuando lo hice estábamos todavía en pleno verano, a finales de julio.

En la foto de la portada del capítulo anterior se ve claramente los efectos del estrés hídrico. Fijaros en el color de las hojas de los árboles que había al lado de donde hice la foto. Se han secado repentinamente y por eso siguen pegadas a las ramas.

Ni en otoño avanzado, que es cuando de forma natural cesa el periodo de actividad vegetal, duran tanto tiempo asidas al árbol. Van cayendo poco a poco y acaban secándose del todo sobre el acogedor suelo. Pero aquí todavía estábamos a finales del verano y su ciclo biológico ya se había terminado.

En este caso ha sido el árbol mismo el que ha "asesinado" a sus hojas. Mejor perder las hojas que morir el mismo. No puede seguir traspirando tanta agua porque ya no puede acceder a ella.

Al matar a sus hojas, cerrándoles las vías de suministro, también ha matado el alimento que le proporcionaba la fotosíntesis. Tendrá que echar mano de sus reservas y administrar la poca agua que puedan extraer sus raíces y esperar estoicamente la llegada de un nuevo ciclo vegetativo, que se iniciará en la próxima primavera.

En estas condiciones es lógica la presencia en estos lugares de los robles más especializados en defenderse de la seca. Los enclenques y poco valorados orocantabricos. que no solo sacrifican sus hojas si no que en ocasiones a partes de su propio cuerpo. Para luego rebrotar y seguir tirando para adelante. Toda una lección de perseverancia digna de ser tenida en cuenta.

Os mostraré una ampliación del entorno de la Granda de Sestu Rapáu, hecha durante el mismo día en el que saqué la que os comentaba, pero desde otro sitio, desde la granda del teso entre Furmigueiros y Los Tsagozos. 

La foto completa es la que aparece en la portada de este capítulo. Se ve prácticamente lo mismo que en la otra, pero en esta aparece el rellano y las penas que de este lado tiene Fontuteiro, una de las brañas estivales de Mual.

La ampliación del entorno de la Granda nos muestra los colores producidos en las hojas por el estrés hídrico, afectando en este caso también a los propios albares. 

La Granda de Sestu Rapáu y su entorno, ampliada. 23 septiembre 2.000.

En los bordes de la calva, la presencia casi a flor del suelo del sustrato rocoso hace que la tierra sea una delgada capa, y eso cuando la hay ya que no siempre es así, incapaz de retener el agua suficiente.

Cuando aparece la seca, los albares reaccionan de la misma manera que los orocantabricos y el resto de vegetales con hojas: les cortan el suministro para que dejen de transpirar y si la seca dura mucho tiempo puede incluso que se seque el tronco. Teniendo más difícil, aunque no imposible, la posibilidad de rebrotar.

Y aunque sobreviva, el albar queda debilitado y más indefenso ante la entrada de patógenos. Seres también vivos que aprovechan la mínima para hacer acto de presencia y acortar la vida de los árboles. Siendo más virulentos cuanto más se repitan en el tiempo estas secas.

Pero a la larga, Incluso dándose la muerte de esos árboles, su labor no habrá sido en vano ya que sus despojos, aparte de la actividad que han tenido, contribuyen a mejorar el suelo, aumentándolo y haciéndolo más esponjoso.

Esta otro foto del mismo sitio es más reciente y está hecha a finales de julio. Se ve como el robledal vuelve a estar presente y que incluso ha avanzado algo. 

No se nota estrés hídrico en el entorno de la Granda de Sestu Rapáu, claro que la foto es de finales de julio. 27 julio 2.018.

Es un tira y afloja, una lucha despiadada en la que poco a poco el bosque va colonizando esas zonas descarnadas.

Cuando visitéis vosotros y vosotras Munietsus, fijaros en los tesos que son los lugares más propensos a padecer estrés hídrico. Espero que estén menos presentes.

Y como estábamos con las vistas que había desde aquí, en el tramo final del Ríu Las Fayonas, vayamos con ellas.

Os reproduzco la primera foto, la sacada desde el tseirón de Furmigueiros, con los topónimos de los lugares que se ven. 

Lo que se ve: 1-Teso de Sestu Rapáu. 2-El Cabrón. 3-Tesu´l Páxaru. 4-La Veiga Vieja. 5-Vatse L´Infierno. 6-La Crespa. 7-La Granda de Sestu Rapáu. 8-Tesu L´Armadina. 9-Vatse Penas Negras. 10-La Chunal. 11-La Fulgueirina. 12-Pico Tsuis. 13-La Vaguada di Tsumbón. 14-El Veladeiru y La Buqueta La Zreizal. 15-Pico La Crespona. 16-La Tseirona. 17-La Queiruela. 18-Lus Pozus di Tsumbón. 20-Pico Las Varas. 21-Pico Acidietsu o Pico Tsumbón. 22-Tichabedul. 23Vatse Tseirón. 24-Los Castros del Serrón. 25- Regueiro Samartino. 26-(Pico) Chanu Alforxacu. 27-La Crespa Samartino. 28-Vatsina Fradalicos. 29-Sestu Gordu. 30-Teso Fradalicos. 31-La Regueirona. 32-Teso Los Ciervos. 33-Pico La Granda´l Fungudín (La Vilietsa). 34-La Grandina. 35-El Chanón. 36-Vatsina La Yerba. 37-Regueirona Sestu Gordu. 38-El Chanu Sestu Gordu. 39-Serrón del Níu L´Aigla. 40-Vatsina Los Fierros. 41-Pico Sestu Gordu.  Línea azul-Valle del Ríu Tixeirúa.  Línea verde-Valle del Ríu Refuexu.  Línea amarilla-Valle del Ríu La Candanosa.

Esta vez me he esmerado más en su confección y he conseguido, gracias a las instrucciones de mi hijo mayor, que las líneas que los señalan sean líneas rectas con una flecha, aunque los números que las independizan he tenido que seguir haciéndolas a mano pues no supimos hacerlas de forma automática. Es lo que tiene ser un analfabeto en este campo de la informática.

La sierra que se ve al fondo, recortándose sobre el cielo, en realidad son dos sierras. En el Chanu Alforxacu (en el medio de la foto) nace un ramal de la Sierra del Rañadoiro, la sierra general que divide el Río Ibias y sus afluentes, del Río Narcea y los suyos y que luego continuará bordeando el resto de Munietsus hasta el Picu´l Counio.

Este ramal sirve de deslinde a las aguas que vierten, unas a Pueblo-Ríu Rengos y otras a Munietsus-Mual. Hasta que muere en La Venta (Ventanueva) donde las aguas se unen.

La cota más alta de este ramal es El Cabrón, a 1.471 m. de altitud. Una cota tan ancha y llaneada que no merecía el apelativo de pico precediéndolo en su nombre.

El llamado Pico del Cabrón que se menciona en el deslinde del Monte Muniellos ("Pico del Cabrón aguas vertientes, por cuya parte pega con términos de las aldeas de Moncó y El Pueblo") es un nombre ficticio que no se corresponde con la cota de El Cabrón.

Si seguís con la vista el perfil de la sierra, en dirección a Munietsus, al poco de la cima de El Cabrón , notaréis un pequeño picueto, situado a 1.452 m. de altitud y al que le pusieron ese nombre de Pico Cabrón.

La confusión estaba servida porque en el mapa del ICONA, tanto  la cota como el picueto aparecen con el nombre de Pico Cabrón. Dos lugares distintos con el mismo nombre. ¿A cuál de ellos se refería el deslinde del Monte Munietsus?.

Afortunadamente y tras consultar con los pueblos, el ICONA y posteriormente la Consejería admitieron el real, el del picueto. Yo no le he puesto topónimo alguno porque en los pueblos, al menos en Mual, nadie lo llamaba con ese u otro nombre.

Del picueto salía un delgado teso que luego se iría haciendo más notorio: Tesu´l Páxaru, por donde deslinda el Monte Mual con el Monte Munietsus.

En este Teso a unos 1.330 m. de altitud, en un pequeño rellano, tenían los de Mual una, también pequeña, braña estival: La Veiga Vieja. Allí había una camperina de pasto y una cabana de piedra. De las que, tras ser abandonadas y el paso del tiempo, no queda resto alguno.

En la foto solo vemos, de refilón, las partes altas de esa zona y el nacimiento del Vatse L´Infierno, flanqueado por el cerro de La Crespa que lo separa del resto de Bisnuevo.

En esas altitudes el Vatse L´Infierno aún no hace honor a su nombre. Sus grandes farallones quedan más abajo y nos los tapa el Tesu L´Armadina, teso que nace en el Pico Tsuis y acaba al lado de Las Tablizas, en la misma entrada de la Reserva y que separa el valle del Regueiro Bisnuevo del resto del Monte Munietsus en sus laderas de avesíu.

Se ve, aunque sea mínimamente, la continuación de la sierra hacia Munietsus, con tres colladinas que hay en el fondo de Bisnuevo y en donde en su tiempo debieron de existir excelentes camperas. Sobre todo en la primera que hay yendo desde El Cabrón y que le valió el apelativo de La Veiga La Chunal.

En la segunda colladina tenían los de Mual la cabana de piedra de otra de sus brañas estivales: La Fulgueirina.

La tercera es la más pequeña de las tres y solo se nota estando allí, sobre el terreno. No aparece en los mapas pero en la foto se nota algo de su vaguadina y es precisamente ese su nombre: La Vaguada de Tsumbón.

Como vamos a ver es significativo este topónimo de Tsumbón, que aparece más veces asociado a formas del relieve; la ya dicha de La Vaguada, Lus Pozus y Pico y que se repite del lado que vierte hacia Ríumulín, en la doble cabecera que posee este valle, que tras unirse en Tramburríus baja hasta Pueblo de Rengos.

En la cabecera derecha, al Pico Tsumbón los de Pueblo de Rengos también le llamaban Pico Acidietsu, un lugar con una buena fonte.

En la cabecera izquierda, que es realmente la que se llama Riumulín porque en ella hay una braña que se llama así, su regueiro más largo se llama La Vatsina Lus Pozus de Tsumbón, que también cuenta con una buena fonte: La Fonte Tsumbón.

Los topónimos derivados de las formas del relieve, suelen variar dependiendo de quien los nombre. El mismo lugar puede llamarse de forma distinta por los pueblos de su entorno, ya que cada uno de ellos tiene una perspectiva diferente de dichos lugares.

Pero esto no ocurría con Tsumbón. Todos los pueblos, tanto los del Río Ibias (Tsarón, La Vilietsa, El Curralín, El Vilar de Cendias...) como los del Ríu Rengos (Pueblo, Mual, Pousada, Samartinu, Moncou...) llamaban Tsumbón a esa zona serrana que esta en el primer tramo de ese ramal de la sierra general del Rañadoiro, Entre Chanu Alforxacu y El Cabrón.

Es más, al pie del Chanu Alforxacu y saliendo de La Veiga La Roza de La Vilietsa estaba la que llamaban La Carril de Tsumbón, un camino ancho por el que bien que podría desplazarse hasta un carro.

Cuando yo anduve por esta zona durante los años ochenta aún se conservaba en buen estado durante un tramo, quizás porque iba muy en llano.

Bordeaba el Chanu Alforxacu y luego para seguir en llano hacia lo mismo con el Pico Tsumbón, ahora por el lado de Munietsus. Salía a la cima y continuaba llaneando por ella hasta Lus Pozus de Tsumbón.

A partir de ahí lo que yo conocí era ya una senda, que bordeaba por el lado de Riumulín el Pico La Crespona ya que del pico contra la Vaguada de Tsumbón el arbolado ya estaba colonizando la cima. Pasando luego por las tres colladinas de Bisnuevo.

A los que pueda interesar les diré que desde La Veiga La Chunal había dos opciones con senda. Una senda subía a El Cabrón y luego bajaba a La Veiga Moncou. La otra iba más en llano, se internaba por el faeu y luego pasaba por La Veiga Vieja y por Fontuteiro, para salir también a la Braña de Moncou.

De la braña La veiga Moncou, una buena pista, trazada sobre el viejo camino existente para sacar las fayas de Reiduz, bajaba a encima del Cutsáu La Sietsa y luego a La Cutsada, con un ramal a Moncou y una senda a Mual. 

Sendas y pistas-caminos que aún aparecían en el mapa del IGN de 1953.


La Ruta a Las Tsagunas 45 Los enemigos del teixu. Factores ambientales y biológicos. El Tixidal de Valdebóis.

Teixu metiéndose por debajo de la Braña de Penavelosa en dirección al Counio, no muy lejos del cauce, antes de los caídos. 1987. Los actuale...