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| En primer término El Cotarrón de La Candanosa, detrás El Serrón del Níu L´Aigla, luego Sestu Gordu y al fondo el ramal de la sierra. 29 julio 2.017. |
Tsombón es un aumentativo de tsombu, que procede de la palabra latina lumbus.
Como ocurre con muchas otras palabras, lumbus tenía varías acepciones o significados. Por un lado podía referirse a una parte anatómica de los animales cuadrúpedos, incluyendo también al ser humano, que antes de ser bípedo (dos pies o patas) lo había sido.
"Diesti col llombu na tierra
furo to pierna una bala".
Cantaba Nuberu en su inmortal Aida Lafuente.
Llombu en bable central es como tsombu en bable occidental y como lomo en castellano o lombo en gallego, haciendo alusión a la espalda.
El otro significado tiene más que ver con el relieve o con las formas del suelo. Loma en castellano, lomba en gallego y tsomba en bable occidental significan lo mismo: una altura alargada, donde su cima en vez de ser estrecha y escarpada, es ancha y llaneada. Una convexidad que se prolonga por suaves laderas.
Los dos significados tienen muchos elementos en común y es difícil discernir cual deriva de cual. Pensad en el lomo de un caballo. La parte más alta del animal, que se prolonga desde el rabo hasta el cuello, por una superficie llaneada y ancha.
Un tsombu es parecido a como decíamos que era un sesto, con la diferencia de que el primero al estar instalado en una sierra tiene una disposición horizontal y el sesto al ser un cerro, está mucho más inclinado de un lado.
El tramo serrano desde el nacimiento de este ramal, en el Chanu Alforxacu, hasta El Cabrón, donde el Tsumbón ocupa su parte central, no es completamente llano. Oscilando entre los 1.400 m. de altitud de su punto más bajo (Veiga La Chunal) y los 1.495 m. del más alto (Chanu Alforxacu).
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| Detalle del mapa del IGN de 1953 de la zona del Tsumbón y su entorno. Excelente el trazado de los caminos y la localización de las fontes. |
Pero en la zona del Tsumbón, desde la Vaguada al Pico, los desniveles son aún menores, no superiores a los 40 m. Cuando lo recorrías andando apenas si notabas las pequeñas subidas y bajadas que tenía.
Esta cima alargada y casi llana era además ancha. Y más que eso en dos puntos, uno a cada lado de ella.
Del lado de Riumulín, entre sus dos cabeceras y en donde normalmente debería iniciarse un cerro, lo que había era una amplia zona muy poco pendiente y totalmente desarbolada, que en su tiempo sería una grandiosa campera: La Veiga Las Rundietsas, una braña de Pueblo de Rengos, cuyo ganáu podía saciar su sed en La Fonte Acidietsu o en La Fonte Tsumbón.
Del lado de Munietsus, del Pico La Crespona salía un teso: La Crespona, algo más pendiente que el anterior pero suave y muy ancho. También desarbolado y repleto de camperas que, en su tiempo, llegarían hasta el Rechanu Cutsáu y El Cutsáu, donde los papudos tenían algo de braña.
No es pues de extrañar que a este gran tsombu le llamaran Tsumbón.
En toda la sierra que bordea el Monte Munietsus no hay ningún otro tramo con estas características, ya que predominan cimas con terrenos ariscos o escarpados.
Otro cantar es el primer tramo del Monte La Vilietsa por la Sierra del Rañadoiro, al lado del Tsumbón, con un terreno aún más llano y al que le viene como anillo al dedo el nombre que le pusieron: La Chana. Más llana pero menos alargada que el Tsumbón.
Terrenos, todos ellos, más que aptos para la ganadería, donde se juntaban a pastar vacas de los pueblos cercanos con brañas por todo el entorno (Mual, Moncóu, Pueblo y La Vilietsa) que tras llenarse la panza se tumbaban a sestear y a rumiar lo ingerido. Con vistas y sensaciones que quizás no entendían pero que les hacían sentirse como en la gloria.
La cima del Chanu Alforxacu, a la que se subía en apenas cinco minutos, para no ser menos que el Tsumbón o La Chana y haciendo también honor a su primer nombre, era rechoncha y llaneada. Moviéndose por sus bordes se desplegaba ante uno toda la grandeza y belleza de los bosques que aún perduran en este rincón de las Asturias.
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| Repetimos la foto del 2.000 con los topónimos: 1-Teso de Sestu Rapáu. 2-El Cabrón. 3-Tesu´l Páxaru |
En la foto se sigue viendo algo de la sierra general, que yo seguiré llamando Sierra del Rañadoiro (a falta de otro mejor), que irá bordeando nuestro Monte y que de momento, como podéis ver, sigue siendo relativamente baja.
La penúltima y la última de las elevaciones que se ven de ella, no tienen nombre propio ni para los papudos ni para los del Ríu Rengos. Los que les he puesto no me los he inventado yo. Son como los llamaban los de La Vilietsa ya que su monte está al otro lado del tramo que vemos.
Al Pico La Granda Fungudín le llamaban así por La Granda Fungudín, una buena granda del Regueiro Fungudín. Y El Chanón creo que no hace falta decir el por qué.
Primero el Teso Los Ciervos y después Sestu Gordu tapan el resto de la sierra, que irá ascendiendo y volviéndose muy quebrada a partir del Pico La Gubia. Con grandes cortados, sobre todo del lado de Munietsus y muy pelada y agreste del otro lado.
Luego en el Pico Tixeirúa (Pico Riusecu) deslindan cuatro Montes (El Vilardecendias, El Curralín, La Vilietsa y Munietsus). Llegando después a la mayor altitud de toda la sierra: L´Estaca en la Bovia de Teleyerba (1.658 m.). Pero de todo esto nada vemos en la foto, lo pongo para contextualizar la sierra.
Pico Tsuis casi parece confundirse con el ramal de la sierra, entre La Fulgueirina y La Vaguada de Tsumbón. Pero en realidad está muy lejos de ella. Para llegar a esta hay que bajar primero a El Cutsáu (que no vemos desde donde se hizo la foto) y después subir por La Crespona, de la que vemos su tramo final, que corona en el Pico La Crespona.
Pico Tsuis es el único pico pronunciado (en torno a los 1.340 m. de altitud) con todas sus laderas dentro del Monte. El resto de picos importantes están todos en el ramal y en la sierra general (Sierra del Rañadoiro). Y ello es importante porque diversifica el relieve de nuestro Monte.
Una pena que ya no se pueda subir a él pues utilizaba el primer tramo de la Ruta larga, con un ramal que primero subía a El Cutsáu y luego al Pico. y, como ya sabéis esa Ruta ya no está permitida. Y supongo que una buena parte de ella ya estará tomada por el monte.
Es increíble el poco tiempo que necesita una senda, e incluso un camino, para hacerse impracticable. Sin rozarlo y repararlo periódicamente, el monte se lo acaba comiendo. Se llena de escobas, ganzos y si los hay cerca también de árboles. El terreno se corre sobre ella y la tapa. Solo los tramos hechos en zonas de buen arbolado aguantan algo más de tiempo, pero también acabarán desapareciendo.
La antigua pista por la que se sacaban las rollas de Munietsus y que se mejoró en los años sesenta para que los camiones pesados pudieran adentrarse por el valle del Regueiro Bisnuevo a sacar la madera de la brutal matarrasa que sufrió una parte de la zona, está en la actualidad casi totalmente deshecha y tomada por la vegetación.
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| Ramas, troncos caídos y corrimientos van acabando con la pista. 14 agosto 2.022. |
En la parte que Pico Tsuis vierte directamente sobre el Ríu Munietsus, se ve perfectamente la doble cabecera del Vatse Penas Negras, en donde curiosamente hasta hay una zona algo allanada: El Chano Penas Negras.
Tras los cortados del Veladeiru y La Creizal (el final de Penas Negras) hay un teso que marca el inicio del valle del Ríu Tixeirúa. La zona y su continuación, pese a no tener cortados, tiene un sustrato rocoso muy a flor de piel. Ahí también se ven los efectos del estrés hídrico en la arboleda que lo está colonizando.
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| Detalle del teso entre Penas Negras y La Tseirona. 2.000. |
No lo tiene fácil la colonización natural porque la zona pese a estar en el avesíu general de Munietsus, está bastante soleada.
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| Detalle de la zona 17 años más tarde. No hay estrés hídrico pero claro estamos a finales de julio y todavía queda verano por delante. 29 julio 2.017. |
Con los avesíus ocurre como con los solanos, no todos son iguales. Este al estar en un saliente recibe mayor radiación que por ejemplo Penas Negras, donde curiosamente y pese a tener suelos aún peores, el estrés hídrico está menos presente . Seguramente por la mayor abundancia de sombra y por lo tanto de humedad.
Con tres líneas de diferentes colores he señalizado los tres valles más importantes de Munietsus (Tixeirúa, Refuexu y La Candanosa).
En Tixeirúa ya vemos algo más de La Tseirona. Destacaría mucho más si la viéramos desde enfrente, porque aquí aún la vemos bastante ladeada.
Fijaos el quiebro que pega la parte alta del Vatse Las Varas, orientando su ladera izquierda más hacia el Norte y que explica la presencia en él de un precioso faéu, que llega hasta Lus Pozus de Tsumbón.
Sobre la ladera izquierda del Vatse Tseirón de Las Varas y el teso de La Crespa Samartino se ve perfectamente la línea marcada por la corta a matarrasa que se dio en el entorno de las Veigas (Samartino y La folgueirosa) durante el curso forestal 1.968-69.
La línea la marca la diferencia de altura de la vegetación. Por debajo de ella la vegetación es claramente más baja que por encima de ella. Debido al avellanar mesofítico secundario que se desarrolló tras la tala.
Algo similar a lo que ya vimos aquí en el Ríu Las Fayonas, solo que debido a la poca perspectiva que teníamos andando por la senda de la Ruta, no lo podíamos ver con tanta claridad.
Solo recorriendo la Ruta larga, desde El Serrón del Níu L´Aigla y otros puntos se podía ver, también muy claramente, el de aquí. Solo sabiendo ver se puede interpretar el paisaje y eso lo puede hacer no solo los avispados botánicos que cartografiaron los avellanares, si no hasta un simple aficionado como es mi caso.
Claro que luego hay que visitarlos in situ para constatar que son los avellanos la vegetación dominante, algo que está al alcance de cualquiera que sepa algo de árboles y arbustos.
Entonces, cuando hice la foto, ya llevábamos 31 años de la tala y aún se notaban sus límites. Pero a día de hoy y aunque os fijéis a fondo os resultará muy difícil daros cuenta de ellos.
Dentro del avellanar los pocos y pequeños árboles existentes se han multiplicado y han crecido. Están en el avesíu y no muy lejos del Ríu Tixeirúa y sus afluentes, sobre suelos medianamente aceptables, libres de cualquier agresión.
Si lo visitáramos hoy aún veríamos que a la instalación del robledal todavía le quedan muchos huecos por cubrir y regenerarse. Pero desde la distancia el bosque ya parece haberse reinstalado plenamente.
Del colosal Sestu Gordu solo vemos el tramo entre La Queiruela y su Pico. Faltando el tramo que desde el Pico asciende hasta la sierra, donde culmina en La Cimeira Sestu Gordu, una de las zonas más altas de toda la sierra (sobre 1.670 m.), pero lo que vemos da fe de su envergadura.
Al verlo de perfil, resalta el escalón que forma su "Chanu", recortándose sobre el blanquecino cielo, que nace justo donde se inicia la Vatsina de La Regueirona Sestu Gordu, que ya vierte sobre el Ríu Las Gallegas del valle de Refuexu. Prolongándose por encima de la primera cabecera de otra gran vatsina de este Ríu: Vatsina Los Fierros.
El Serrón del Níu L´Aigla delimita el valle del medio (Riu Refuexu) del que sube a Las Tsagunas (Ríu La Candanosa), aunque solo vemos un pequeño tramo de su tortuoso recorrido, el situado por debajo de la Vatsina Curonzu. Tiempo habrá para ver su continuación en vistas más amplias o cuando sigamos recorriendo la Ruta.
Ya a simple vista vemos el marcado contraste entre él y Sestu Gordu, los dos cerros más importantes de nuestro Monte. Uno con unas cimas estrechas y rocosas (El Serrón) y otro teniéndolas más anchas y con mejor suelo (Sestu Gordu). No insistiré más en ello pues ya lo he hecho en otra parte y pese a que a veces me gusta repetirme (para aclarar las cosas) no voy a hacerlo en esta ocasión.
Para un historiador, como es mi caso, quizás lo más interesante de lo que vemos de El Serrón sea su parte más inferior: Los Castros de El Serrón, a los que nunca les dediqué una visita detallada.
La culpa de ello hay que achacársela a la Vatsina Los Castros, a la que le dediqué dos o tres minuciosas visitas, sin encontrar lo que esperaba hallar. Buscaba restos de explotaciones auríferas de época romana, pero no vi nada que se le pareciese.
Creo que fue la única ocasión en que la toponimia me había engañado, o por lo menos eso es lo que pensé entonces. Todos los topónimos que conocía con ese nombre tenían restos de la Edad Antigua o de la Protohistoria.
El supuesto fiasco me desanimó de cara a visitar otros lugares de Munietsus con topónimos parecidos. Además había tantos lugares dignos de visitar que lo fui dejando pasar. Quizás más adelante.
Los Castros de El Serrón tienen toda la pinta de ser un castro, un altozano perfectamente delimitado, tanto por arriba como por abajo y por los dos lados. Algo que se repite más arriba, precisamente en la Vatsina Los Castros, donde la senda larga utilizaba el supuesto foso superior de otro castro.
Dos pequeños castros situados en el mismo cerro y no muy distantes entre si no parece tener mucha lógica. Pero la lógica depende mucho de la época histórica a la que se le aplica.
Los pueblos de la época prerromana, los Ástures que vivían por aquí, también dependían (como nuestros abuelos) en buena medida de la ganadería y dentro de esta sería la trashumante o intermitente la más representativa.
Tal vez los dos castros estén relacionados con dicha actividad. Serían el equivalente al que en épocas históricas llamamos brañas. No serían poblados estables donde viviera una determinada comunidad. Eran avanzadillas de esa comunidad. Campos base desde donde se pudiese controlar el ganáu que se subía al monte en determinadas épocas del año.
Y elegir este cerro donde pudieran resguardarse, al menos los pastores, podemos relacionarlo con sus condiciones medioambientales. Al ser tan rocoso el arbolado no estaría tan desarrollado como por ejemplo en Sestu Gordu y las labores para delimitar un espacio serían mucho más sencillas.
Y viéndolo así, si que tiene lógica, aunque esto que os digo no deja de ser una mera suposición.
En la ladera del Serrón que vemos en la foto, la que vierte al Ríu La Candanosa, también se ven ejemplos de estrés hídrico. Lo mismo que en el tramo de Sestu Gordu cercano a La Queiruela, abajo del todo. Con suelos poco desarrollados donde la regeneración del bosque que se está produciendo va a ser inevitablemente lenta, aunque favorecida por su orientación más norteña.
Finalizaremos el tema de las vistas con varias de los cerros de Munietsus.
La primera que os muestro es la que más espacio abarca de todas ellas. No es de extrañar ya que en realidad se trata de una panorámica, tres fotos hechas desde el teso de la granda entre Furmigueiros y Los Tsagozos, con solo mover un poco la cámara para ir abarcando todo lo que se ve desde ahí. Luego Google tuvo la gentileza, sin yo pedírselo, de juntarlas en una sola. Tened en cuenta que los tamaños y las distancias están algo distorsionados, pero creo que merece la pena.
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| Panorámica de los tres cerros, la sierra y su ramal. 29 julio 2.017 |
Se ven tres imponentes cerros de este Monte, un tramo del ramal de la Sierra del Rañadoiro e incluso varias porciones de esta sierra general (Rañadoiro) que va bordeando Munietsus. Aparte de algo de las laderas avesías que vemos desde aquí. ¡Casi nada!.
En primer término vemos una parte de El Cotarrón de La Candanosa y algo de su ladera que vierte contra Los Tsagozos. En la imagen El Cotarrón finaliza en el Pico La Pena La Candanosa, fácilmente reconocible porque está pelado de arboleda. Lo que continúa hacia abajo no es el cerro principal, es un ramal que vierte hacia el Ríu Las Fayonas, bordeando el inicio de la inmensa mole de La Pena Candanosa.
El teso principal del Cotarrón se desploma bruscamente, cresteando y luego cortando la Pena Candanosa. Pero eso ya no lo vemos desde aquí.
La ladera que vemos de Los Tsagozos es probablemente el mejor avesíu solano de Munietsus, si exceptuamos Decutsada, lo que posibilitará una pronta colonización arbórea. Pero de momento y a la espera de lo que ocurra en el futuro, el roble albar (la insignia de Munietsus) está en desventaja frente a árboles como el bedul.
Detrás de El Cotarrón es El Serrón del Níu L´Aigla el que se enseñorea del paisaje. viéndolo en toda su extensión, desde el Pico´l Serrón del Níu L´Aigla hasta Entramburríus di Murteiru. Un cerro delgado en toda su cresta y lleno de picuetos, entre los que sobresale el Pico Carril del Carro en su parte superior.
También vemos una gran parte de su ladera que vierte contra el Ríu La Candanosa, la cabecera de la Regueira Las Tsagunas, desde casi la primera tsaguna y un poco del Vatse La Candanosa.
Contra el cielo gris-blanquecino se aprecia la silueta de la sierra, desde un pelín antes del Orriu Valcárcel hasta algo después del Pico´l Serrón.
Detrás aparece el perfil del gran Sestu Gordu, empequeñecido en la panorámica, al que solo le falta el espolón de La Queiruela. En la imagen parece que el Pico Sestu Gordu forma parte de la sierra, pero no es así. La sierra va por donde está la Cimeira de Sestu Gordu, con dos tramos precediéndola del Ríu Refuexu.
Como la foto está hecha a media ladera, el gran sesto nos tapa la continuación de la sierra. Para que nadie se pierda del todo la Cimeira tiene un buen tseirón a sus pies, en la cabecera del Regueiro Pradallos.
Supongo que lo que se ve detrás del sesto os resulte más familiar ya que es una parte de la sierra y otra de su ramal del que tanto hemos hablado.
Podría seguir comentando lo que se ve en esta grandiosa panorámica, pero prefiero no aburriros más y mostraros otras vistas más reducidas.
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| Aquí solo vemos parte de los tres cerros. Desde granda teso Furmigueiros- Los Tsagozos. 29 julio 2.017. |
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| Curiosa toma, tres picos alineados. Desde primera vaguada de Furmigueiros antes de su cauce. 27 julio 2.018. |
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| Desde Furmigueiros. 29 julio 2.017. |
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| Desde el tesín entre las dos vaguadas de Los Tsagozos. El tiempo no permitía las vistas en profundidad. 26 julio 2.016. |
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| Los días claros también se ve parte de la cabecera del Ríu La Candanosa por detrás del Cotarrón. 27 julio 2.018. |
La última que os mostraré es otra foto histórica. Hecha como la mayoría desde el gran balcón del teso con granda entre Furmigueiros y Los Tsagozos, aquel productivo día de septiembre del año 2.000.
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| Cotarrón de La Candanosa, Serrón del Níu L´Aigla y Sestu Gordu. Desde granda en teso Furmigueiros-Los Tsagozos. 23 septiembre 2.000. |
Resulta cuando menos chocante, que el colorido causado por el estrés hídrico contribuya a darle un toque de gran belleza a esta imagen.
Esos ocres y anaranjados que de cuando en cuando salpican las laderas del Cotarrón y de El Serrón parecen ser un adelanto del decadente y al mismo tiempo delicado otoño, del que Antonio Machado decía: "un tiempo dulce de melancolía".
Por contra Sestu Gordu, la sierra de detrás y algunas partes de las anteriores laderas siguen dominadas por un verde absoluto y pujante. Vida y muerte hermanadas como siempre lo han estado, creando imágenes que nos llegan hasta el corazón.
Si hay alguien a quien no conmuevan imágenes como esta haría bien en visitar al cardiólogo, para saber que es lo que no funciona de su órgano más vital.













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