9/12/2025

La Ruta a Las Tsagunas 41 Vistas desde la granda de la Vatsina Tixidal

Pese a la regular visibilidad se aprecian las Vatsina Curonzu, Los Castros y Carril del Carro, así como el Teso de La Veiga´l Tixidal. 26 julio 2.016.

 La mayoría de los tesos (cerros) que jalonan nuestros montes, dividiendo vaguadas o vatsinas y vatses, son prominencias alargadas del terreno que van disminuyendo paulatinamente de altitud. Suelen ser más altos que los dos lados que delimitan.

Pero el Cotarrón de La Candanosa, por donde lo atraviesa la senda y durante un tramo, tanto por encima como por debajo de ella, no se ajusta a esa característica.

La parte que vierte hacia Los Tsagozos, sí que desciende de altitud, y además de forma muy acentuada. Pero la que da contra la continuación del valle general (Ríu La Candanosa) lo hace prácticamente en llano.

Es como si la parte de Los Tsagozos se hubiera hundido respecto a la que da contra la Vatsina Tixidal.

Con todo, el contraste marcado por el Cotarrón es muy acusado. Por donde va la senda el arbolado llega al teso y lo supera apenas un par de metros. Mejora hacia arriba y desaparece hacia abajo, hacia el Pico La Pena La Candanosa.

Tras esa delgada línea de árboles lo que hay es una granda, desde las que tenemos unas privilegiadas vistas de todas las cabeceras del Ríu La Candanosa.

Son solo las partes medias y las superiores de uno de los grandes valles de Munietsus, pero aún así abarcan una gran superficie de terreno, estando todo ello dentro de nuestro Monte. Con un solo golpe de vista no lo abarcaremos en su totalidad.

La foto que os mostraré sí que lo abarca todo, ya que se trata de una panorámica que ha juntado tres fotos hechas desde el inicio de esta granda. Ya conocéis la imagen, que aparecía como portada del capítulo 21 de esta Ruta a Las Tsagunas. Pero ahora voy a añadirle los topónimos que individualizan el paisaje y muchos de sus elementos. 

Panorámica (tamaños distorsionados) de la parte alta del Ríu La Candanosa. 27 julio 2.017.


Nombres de lo que vemos: 1-Vatsina Curonzu. 2-Pico Sestu Gordu. 3-Vatsina Los Castros. 4-Cimeira Sestu Gordu. 5-El Serrón del Níu L´Aigla. 6-Regueira Las Tsagunas. 7-Vatsina Carril del Carro. 8-Teso La Veiga´l Tixidal. 9-Vatsina Carril. 10-Pico Carril del Carro. 11-Pico Serrón del Níu L´Aigla. 12-Cuarta Tsaguna de La Candanosa. 13-El Penón de Las Tsagunas. 14-Tercera Tsaguna de La Candanosa. 15-Primera Tsaguna de La Candanosa. 16-Segunda Tsaguna de La Candanosa. 17-Vatsina Las Tsagunas. 18-El Serrapo. 19-El Miradoiro de Las Tsagunas. 20-Piedra Valcarcel (Pico do Angarisal). 21-A Veiga dos Trabois. 22-Vatse La Candanosa. 23-Ríu La Candanosa. 24-Vatsina Pielago. 25-Orriu Valcarcel. 26-O Pélago (Aguayo d´Alguerdo). 27-Pico Regueira d´Ovella. 28-Vatsina Tixidal. 29-Vatsina Bovia. 30-Os Serrapos. 31-Vatsina Bedulín.


Mapa con los topónimos y la senda del Ríu La Candanosa.

Vemos casi todo el Serrón del Níu L´Aigla. Todo no porque entre la hilada arbórea primero y la continuación del Cotarrón de La Candanosa después nos tapan su parte más baja.

Tampoco se ven las partes que tenemos a nuestras espaldas, por esa hilada de árboles que mencionábamos. Ni el valle del Ríu Las Fayonas, ni las partes de Refuexu, Tixeirúa (solo un trozo de la parte alta de Sestu Gordu), ni la que queda por debajo de ellas.

El Serrón es el cerro más descarnado de todo Munietsus, pero no está exento de belleza. Es muy atractivo para la vista por la variedad de su silueta. En ella apenas si hay rectas horizontales. Es una continua sucesión de "dientes" en una superficie muy alargada y extensa. Es todo menos monótona.

El sitio más bajo que vemos desde aquí es la cabecera de la Vatsina Curonzu que culmina en una deliciosa concavidad, que sirve para diferenciarla. Enmarcada entre dos potentes farallones rocosos que se prolongan ladera abajo, sirviéndole de tesos de deslinde. 

Vatsina Curonzu, un lugar con encanto. A sus lados una vaguada de la Vatsina Los Castros con un excelente y prometedor bosque. 27 julio 2.018.

En la foto que os muestro, de detalle, no confundáis el farallón más visible (por su color blanquecino) con el que la enmarca por ese lado ya que se trata de un ramal del general. El ramal pese a ser más pronunciado y formar una pared imposible de franquear, enseguida se termina. El que forma el teso es menos prominente pero lo hace en toda la longitud de la vatsina.

Antes de continuar permitidme que os diga algo sobre las laderas avesías del Serrón. Son laderas muy pendientes y las vatsinas que posee tienen poquísima penetración. Ya lo habíamos visto en Penas Negras y se vuelve a repetir aquí: la labra está hecha en una pared casi vertical.

Y además de eso son también bastante rocosas y relativamente cortas al estar ya en el fondo del valle o muy cerca de este. Nada que ver con las pronunciadas y largas vatsinas de, por ejemplo, el Ríu Tixeirúa en donde el río está a menor altitud y la vatsina asciende hasta cotas más altas que aquí.

Quizás por eso sorprende la potencia de la regeneración arbórea en estas laderas. Cuando yo conocí Munietsus, en los años ochenta, estas de aquí estaban aún más descarnadas, no solo de arbolado si no incluso de arbustos y subarbustos. Y lo digo con conocimiento de causa, ya que recorrí monte a través la Vatsina Los Castros, la Regueira Las Tsagunas, el tramo de la ruta larga que discurría por aquí o el atajo que utilizaban los operarios que abrieron y limpiaron esta ruta.

Monte a través había que andar despacio, pero más por lo agreste del microrrelieve que por la presencia de vegetación. En otras zonas, como las laderas de Sestu Gordu que vierten al Ríu Refuexu, había que pelearse con grandes escobas para poder avanzar.

Cuando algún farallón o gran desnivel te salía al paso tenías que bordearlo como buenamente podías. La escasa vegetación existente no te estorbaba si no que te ayudaba para descolgarte o para impulsarte hacia arriba.

Pero en el año 2.000 las cosas ya habían cambiado mucho y la regeneración ya estaba desatada, como podéis ver en esta foto que os muestro y que es otra foto "histórica". 

Serrón del Níu L´Aigla, Vatsina Los Castros, Regueira Las Tsagunas, Teso La Veiga´l Tixidal. desde granda Vatsina Tixidal. 23 septiembre 2.000.

En esta también se ven los efectos de la seca, sobre todo en algunos tesos salientes como el que bordea la Vatsina Los Castros de forma ladeada y sobre todo en el Teso La Veiga´l Tixidal y su ladera vertiente a la Regueira Las Tsagunas.

En el resto se ve igualmente algún que otro árbol afectado, asentados sobre suelos muy someros donde lo que abunda es la roca madre, la seca y dura cuarcita. Pero lo que llama la atención es que estos son una minoría comparados con los que siguen con sus hojas verdes. 

La causa de ese menor efecto de la seca imagino que ya la sepáis. Estas laderas del Serrón que vierten al Ríu La Candanosa están en un avesíu. La mayor presencia de sombra permite que los suelos tarden más tiempo en secarse, mucho más tiempo, incluso en zonas con suelos tan parcos.

Es increíble el poder el líquido elemento sobre los vegetales. Casi se podría decir que con su presencia salen hasta de encima de las piedras.

Y es esa mayor orientación al Norte la que le permite una mayor potencia regeneradora. Se ven salir, sobre todo, bedules, por todos los lados. Son como puntos o pequeñas figuras que van rellenando zonas desarboladas. Fijaos en las cabeceras más altas de la Vatsina Los Castros o en el Teso La Veiga´l Tixidal que vierte contra el Ríu La Candanosa, por solo citar los que mejor lo demuestran.

Esto en el solano es impensable, los bedules lo tienen, si no imposible, mucho más crudo y los robles albares necesitan más tiempo para colonizar, siendo necesario en muchos casos la presencia previa de sus primos los orocantabricos.

Si viéramos Munietsus en su conjunto veríamos esto muy marcado. Los avesíus se están arbolando a pasos agigantados (otra cosa es que luego se reequilibren en cuanto a la composición del arbolado) mientras que los solanos lo hacen mucho más lentamente.

No se ve desde aquí la vertiente del Serrón que vierte hacia Refuexu, un auténtico solano donde la regeneración natural del bosque avanza muy lentamente.

Pero ¡ojo!, no es oro todo lo que reluce. Este avesíu, y en general todo el terreno independientemente de su orientación, tiene un punto débil, que es el relacionado con la altitud a la que se encuentra. 

Regueira Las Tsagunas y entorno, desde granda del Cotarrón de La Candanosa. 2 noviembre 2.000.

La foto que veis está hecha a principios de noviembre. Parece que ha nevado y que lo sigue haciendo donde el nublo hace acto de presencia. Seguro que en el Pico Carril del Carro, velado por este nublo, lo esté haciendo.

El invierno gélido siempre visita Munietsus y a veces la nieve se adelanta en estas partes altas. Decía mi abuela "Mamina" que las castañas de los castañaléus de Mual se caían todas (se "escagazaban" decía ella) cuando la nieve aparecía en lo alto de los montes.

Durante los meses siguientes la nieve no desaparecerá de esos lugares. Y aunque lo haga persistirá un enorme frío.

Muchos árboles de la foto tienen aún las hojas verdes y pueden seguir realizando la fotosíntesis, que es quien produce, junto al agua y las sales minerales extraídas del suelo por las raíces y llevada a las hojas, el alimento de los árboles.

El intenso frío hace que las hojas se vayan secando. Algo que se acelera con el estrés hídrico que sufre el árbol que no puede extraer el agua necesaria porque esta, en su mayoría, se ha congelado.

La Savia, tanto la bruta (agua y sales minerales) como la elaborada, ralentizan su circulación por miedo a que se congele y tras la caída de las hojas solo un hilillo de agua con sales circulará por los conductos para que el árbol no se seque, teniendo que echar mano de sus reservas y entrar en una especie de letargo. A la espera de que lleguen tiempos más cálidos que hagan fluir el agua y aumenten la temperatura ambiental, surjan las hojas y comience un nuevo periodo de actividad vegetal.

El periodo de actividad vegetal disminuye a medida que ascendemos en altitud. En las zonas altas las hojas se caen antes que en las más bajas y por contra surgen más tarde.

Eso sin tener en cuenta otros factores que se dan con el aumento de la altitud. Los árboles están más expuestos a fenómenos meteorológicos adversos: fuertes vientos, peso de la nieve, periodos de sequía, cambios bruscos de temperatura, temperaturas más extremas. Al tiempo que los suelos son peores y con menos nutrientes.

Lo que quiero decir con todo ello es que la vegetación, tanto la arbórea como la arbustiva, nacen y se desarrollan con mayor dificultad en las zonas altas que en las bajas. Algo de perogrullo pero que conviene tener en cuenta.

Los grandes cambios en el paisaje del Monte cuando volví a visitarlo en 2.016 y años posteriores eran más que evidentes en las zonas bajas. Pero en las altas el progreso parece ir más lento.

Y ello es palpable comparando las fotos de ambos periodos. En 16-18 años las cosas no han cambiado tanto. Es cierto que los árboles empiezan a copar zonas en las que antes  no aparecían y que incluso se les vea en las partes más elevadas de las dorsales, incluyendo las de el gran serrón, pero los puntitos que se le veían siguen casi igual de pequeños, aumentando de tamaño muy lentamente.

La vatsina que más ha profundizado en ese gran paredón cuarcítico es la de Los Castros. Con varias vaguadas que ascienden hasta las cimas del Serrón. Una con un excelente bosque lo hace al lado de la Vatsina Curonzu. La principal es la que asciende hasta mayores altitudes y está deslindada valle arriba por un potente y alargado repecho, con una orientación ladeada, como queriendo imitar la que posee El Serrón. 

Vatsina Curonzu y Vatsina Los Castros. 26 julio 2.016.

Arriba, en la misma cresta, está el supuesto foso de un posible castro, a 1.331 m. de altitud (según el mapa del ICONA). Reutilizado no hace mucho por la Ruta larga que pasaba por él, salvando así lo agreste del cordal.

Poco después de donde desagua la Vatsina Los Castros, el Ríu La Candanosa recibe otro importante afluente: la Regueira Las Tsagunas, que sube paralela al valle principal hasta la sierra.

Será sobre este valle de la Regueira sobre el que viertan las vatsinas altas del Serrón y las mismas Tsagunas de La Candanosa, hacia las que nos lleva la Ruta que estamos haciendo.

Os voy a mostrar otra foto histórica, hecha desde el final de la granda de la Vatsina Tixidal, el 23 de septiembre del año 2.000 y que remarca mucho de lo ya dicho. 

Desde granda Vatsina Tixidal, vista de esta, de la Veiga Tixidal y de la Regueira Las Tsagunas. 23 septiembre 2.000.

El protagonista de la foto es un lugar al que le cogí un cariño especial, ya desde aquellos lejanos años de los primeros ochenta y que siempre que hacía esta Ruta le dedicaba no una si no repetidas miradas, deteniéndome a observarlo desde distintos puntos.

Lo que más me llamaba la atención era ver como iba renaciendo el arbolado en un tramo, antes totalmente pelado y con una campera de pasto en la parte media y alta de la ladera de avesíu del Teso La Veiga´l Tixidal.

Allí, donde no hacía muchos decenios pastoreaban las vacas de la Veiga´l Tixidal (una braña que llevaban los de Pousada Rengos), se veían multitud de puntitos y de infantiles árboles. Siempre me ha llenado de alborozo ver como el bosque se va regenerando y volviendo por sus fueros.

Para un enamorado de los bosques, esas imágenes insuflaban energía y la esperanza de que, con el tiempo, acabarían recuperándose, para llegar a ser lo que en su día fueron.

Recuerdo que cuando con mis amigos de León y con mi compi visitamos el valle de Valdosín, donde nace el Río Esla (el antiguo Ástura de época romana), la imagen que más me reconfortó y que más tiempo perduró dentro de mí, fue precisamente la de unos altos donde estaban surgiendo jóvenes árboles. Una zona largamente pastoreada que mostraba signos de recuperación, presagiando nuevos bosques que se unirán a los ya existentes y en recuperación de la zona de Riaño.

Este del Teso, al estar dentro de la Reserva y alejado de posibles enemigos, en especial del fuego ya que los otros ya hace tiempo que han desaparecido, parece tener el futuro asegurado, siendo un lugar ideal para ver como evoluciona, regocijándonos de que pueda hacerlo.

Los puntitos que anuncian nuevos árboles también se ven en torno al desagüe de la Vatsina Carril del Carro, resaltando sobre la base de los subarbustos y vegetación inferior y en otros muchos lugares.

Y ¿qué me decís del colorido de la foto?. Recodad que estamos en septiembre y que normalmente la actividad vegetal, incluso en estas zonas altas de Munietsus, se mantiene a pleno rendimiento. Pero el colorido de las hojas es más propio del otoño avanzado que de finales del verano.

Sobre todo en el solano en el que estamos instalados. Por debajo y al lado de donde estamos se abre la Vatsina Tixidal, donde la mayoría de los árboles no tienen las hojas verdes, lo que hace que resalte el anciano teixu que se ve en el fondo de esta vatsina, que siempre las tiene de ese color porque como todos sabréis el tejo es un árbol perennifolio.

No es que no renueve periódicamente sus hojas, que sí lo hace. Sus hojas no son eternas pues el paso del tiempo las va deteriorando y cada seis o siete años las sustituye por hojas nuevas. Pero nunca las cambia todas de golpe, como hacen los planocaducifolios, si no que lo va haciendo poco a poco.

No voy a repetir lo que ya he dicho sobre el estrés hídrico, solo deciros que en los solanos es donde mejor se aprecia esta situación.

Sobre el Regueiro Las Tsagunas El Serrón va aumentando sus alturas, vertiendo hacia él varias vatsinas.

La primera es quizás la que mejor se aprecia: Vatsina Carril del Carro, relativamente ancha aunque como el resto de sus compañeras con no mucha penetración.

A sus pies hay varios tseirones cuya materia prima vino del roquedo que aquí había y que persiste en el borde del lado de arriba. Tseirones que originariamente serían uno solo pero que han sido cuarteados por la vegetación que de forma muy lenta los va colonizando.

Si comparáis las fotos del 2.000 con las más recientes veréis pocos cambios ya que como os digo en estas altitudes los progresos son muy lentos.

La siguiente vatsina es la Vatsina Carril, muy poco marcada sobre el terreno y que cerca de su desagüe se ladea de forma acusada. Otro tseirón la bordea valle arriba, quedando definitivamente enmarcada por el promontorio que acabará bordeando por abajo la primera tsaguna. 

Por encima de ella, en El Serrón hay una sucesión de altos picos donde destaca el penúltimo de ellos: Pico Carril del Carro, el más alto a 1.545 m. 

Sobre el tseirón de la Vatsina Carril está el Pico Carril del Carro y al fondo, ya en la sierra, el Pico´l Serrón del Níu L´Aigla. 27 julio 2.018.


Tras este pico y otro más bajo que no vemos desde aquí, El Serrón disminuye su altitud para terminar alzándose de nuevo y llegar a la sierra donde culmina en el Pico´l Serrón del Níu L´Aigla (1.609 m.). Los picos aplanados que veis a su lado en la foto ya están en la continuación de la sierra, camino del Altu´l Refuexu. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Ruta a Las Tsagunas 45 Los enemigos del teixu. Factores ambientales y biológicos. El Tixidal de Valdebóis.

Teixu metiéndose por debajo de la Braña de Penavelosa en dirección al Counio, no muy lejos del cauce, antes de los caídos. 1987. Los actuale...