9/27/2025

La Ruta a Las Tsagunas 42 Vistas desde la granda de la Vatsina Tixidal (continuación).

Centro de las cabeceras del Ríu La Candanosa. 29 julio 2.017.

Seguimos en el inicio de la granda de la Vatsina Tixidal, observando ahora el fondo del valle que se alza ante nosotros. Es un lugar privilegiado para poder hacerlo ya que el Cotarrón de La Candanosa es un gran saliente que se acerca al centro de este valle del Ríu La Candanosa que nos permite contemplarlo casi en toda su extensión.

Lo que más llama la atención es la gran anchura que somos capaces de abarcar. Vemos no solo un valle si no los dos grandes valles que conforman el nacimiento del Ríu La Candanosa, si bien uno es afluente del otro.

La Regueira Las Tsagunas y el Ríu La Candanosa que culmina en el Vatse La Candanosa, se abren en paralelo, mostrándonos las cimas y las laderas de ambos valles. Solo se nos escapa de la vista parte de las últimas vatsinas del solano, tapadas por el gran cerro que hay tras la Vatsina Tixidal.

Una gran extensión de terreno que luego haciendo la Ruta recorreremos en toda su extensión, aunque eso sí, solo por la senda.

Todos los altos que se ven, exceptuando los del cerro de El Serrón pertenecen a la sierra del Rañadoiro, que no solo deslinda la mayor parte de Munietsus si no las cuencas hidrográficas del Narcea y del Navia (supongo que sabréis que el Río Ibias es un afluente del Río Navia).

Aquí la sierra alcanza algunas de sus máximas altitudes, cercanas a los 1.700 m. en el entorno del Pico Candanosa (1.680 m.). Pico que, como ya he matizado en otro lado, no está dentro del Monte Munietsus. Y que no vemos en las fotos hechas desde el interior, ya que al hacerlas a baja altitud el Pico queda tapado por otro pico que sí forma parte de nuestro Monte (al menos una de sus partes ya que está en el deslinde), la Piedra Valcarcel, a la que los de Alguerdo llamaban Pico do Angarisal. 

El Pico Candanosa está dentro del Monte Alguerdo y en ese pueblo no lo llamaban así, lo llamaban Pico Cazarnoso. Pico afeado por el mojón encementado que hicieron allí, como testigo de ser la cota geodésica de la zona. 

Deberían tener algo más de tacto quienes se dedican a esas labores. Podrían utilizar piedras del entorno para hacer la base y el mojón, o al menos forrarlos con ese material.

Os reproduzco de nuevo la foto de la panorámica con los topónimos y el mapa elaborado por mí para que los tengáis más a mano. 

Mapa con los topónimos y la senda del Ríu La Candanosa.


Nombres de lo que vemos: 1-Vatsina Curonzu. 2-Pico Sestu Gordu. 3-Vatsina Los Castros. 4-Cimeira Sestu Gordu. 5-El Serrón del Níu L´Aigla. 6-Regueira Las Tsagunas. 7-Vatsina Carril del Carro. 8-Teso La Veiga´l Tixidal. 9-Vatsina Carril. 10-Pico Carril del Carro. 11-Pico Serrón del Níu L´Aigla. 12-Cuarta tsaguna de La Candanosa. 13-El Penón de Las Tsagunas. 14-Tercera tsaguna de La Candanosa. 15-Primera tsaguna de La Candanosa. 16-Segunda tsaguna de La Candanosa. 17-Vatsina Las Tsagunas. 18-El Serrapo. 19-El Miradoiro de Las Tsagunas. 20-Piedra Valcárcel (Pico do Angarisal). 21-A Veiga dos Trabóis. 22-Vatse La Candanosa. 23-Ríu La Candanosa. 24-Vatsina Piélago. 25-Orriu Valcárcel. 26-O Pélago (Aguayu d´Alguerdo) 27-Pico Reguera d´Ovella. 28-Vatsina Tixidal. 29-Vatsina Bovia. 30-Os Serrapos. 31-Vatsina Bedulín. 

Dada la relativa baja altitud desde la que se hizo la foto, nos engaña visualmente el pico achatado que parece ser el más alto de la sierra y que corona la zona de Las Tsagunas de La Candanosa. El Penón de Las Tsagunas no se eleva por encima de la sierra como parece, pero su enorme corpulencia nos la tapa, no viéndose como la ladera sigue subiendo tras él hasta llegar a la sierra donde culmina en el Pico Las Tsagunas.

En el primer golpe de vista lo que vemos son tres valles, flanqueados por El Serrón del Níu L´Aigla y el contorno de la Sierra del Rañadoiro.

A nuestra izquierda La Regueira Las Tsagunas, que como su nombre indica es la que posee las cuatro grandes "pozas" que desaguan en ella.

El Teso La Veiga´l Tixidal separa este valle del que hay en el centro de la imagen, que aparece muy resaltado por esa razón pero que no deja de ser una simple vaguada: Vatsina Las Tsagunas, que no logra llegar a la sierra ya que la prolongación hacia abajo de El Serrapo corta su progresión, muriendo o mejor dicho naciendo, al pie de El Miradoiro de Las Tsagunas. 

En esta bonita e histórica foto la Vatsina Las Tsagunas aparece muy resaltada, aparentando llegar a la sierra, que no se ve, tapada por el nublo. 4 noviembre 2.000.

A nuestra derecha se abre el tercer valle de la zona, el más importante ya que por él discurre el río principal: el Ríu La Candanosa. El caudal que llevan los cursos de agua son los que determinan su jerarquización.

Supongo que conoceréis un dicho popular que dice: "el Sil lleva el agua y el Miño la fama". Hace referencia a que el nombre del río en su conjunto es el de Río Miño y que el Sil, mucho más largo y caudaloso que aquel pasa por ser un afluente suyo (longitud de 234 Km. y caudal medio de 5.492 hectómetros cúbicos frente a los 135 Km. y 2.762,9 hm cúbicos del Río Miño).

No es un caso aislado y ocurre con otros ríos, como con el Río Esla (el antiguo Río Ástura de época romana) y el Río Pisuerga que pasan por ser afluentes del Río Duero pero que superan a este tanto en longitud como en caudal.

El Río Sil no es un río más, ya que nace no muy lejos de donde ahora nos encontramos, aquí en Munietsus. Nace en plena Cordillera Cantábrica, en su vertiente meridional. Se dice que nace en La Cueta de Babia, pero hace millones de años, durante el cuaternario (iniciado hace 259 millones de años), esto no era así ya que por ese lado nacía cerca de Piedrafita, siendo más corto que otros de sus actuales afluentes.

Todos los ríos de Tsaciana que nacen en la Cordillera Cantábrica, al que habría que añadir el que sube al Puerto de La Magdalena, lo superarían en longitud.

Pero por ese lado (Piedrafita de Babia), igual que por la zona del Puerto de La Magdalena, el río tenía una fuerza erosiva tremenda en su nacimiento y fue reptando hacia arriba hasta captar el río que nacía en La Cueta y el Puerto de Somiedo, que hasta ese momento desembocaba hacia la zona de Babia, o sea hacia el Río Luna, aumentando así de forma notable tanto su longitud como su caudal. Fenómeno conocido con el nombre de captura fluvial.

Son sorprendentemente largos esos valles que llegan hasta la Cordillera Cantábrica desde los pueblos de Tsaciana. Son relativamente estrechos y en su mayoría son rectos, con una clara orientación norteña.

Yo me di cuenta de ello cuando con mi compi hicimos una pequeña excursión con nuestros amigos de Bimeda, Jose (carnicero) y Carmen. Con su coche nos internamos por la pista que va a Valdepila, donde se encuentra la braña más importante de Caguatses d´Abaxu.

La entrada se encuentra en el Puente de Las Cuendias, el único puente existente en el tramo de la carretera entre Caguatses d´Abaxu y El Puerto (Tseitariegos).

Quienes no conocen la zona pueden pensar que el valle más importante es el que sube a El Puerto. No los culpo porque a mí me pasó lo mismo. Pero no, el valle más importante, por su longitud y su caudal, es este otro.

El desvío de la carretera, subiendo, se halla antes del mismo puente, con un suelo perfectamente trazado y asfaltado, con algo de subida y puede dar lugar a confusiones. Mi hermano Carlos volviendo de León pasó por aquí cuando ya era de noche y tomó el desvío pensando que era la carretera, hasta que se dio cuenta de que se había equivocado, teniendo que dar la vuelta hasta el puente para coger el que subía al Puerto.

El tramo asfaltado se mantiene durante un buen rato, aunque no recuerdo hasta donde. La existencia de bocaminas de carbón fue la causante de que se asfaltara, para hacer más segura y rápida la extracción y traslado del "oro negro".

Bastante más arriba dejamos a nuestra izquierda un buen valle, continuando por el general. Ese valle es el de Valdepila, el de la braña, así como una bocamina de Carbón.

Tras otro buen tramo, completamente recto en dirección Norte-Sur, paramos el coche cerca de La Tsaguna de Viveiro. El valle continuaba ascendiendo, perdiéndose en la lejanía, no pudiendo ver el nacimiento del Río Tuerto, nombre que aparece en los mapas pero que no se si es el correcto.

Ya andando nos fuimos acercando a una collada que hay en la vertiente derecha del valle (la que quedaba a nuestra izquierda subiendo): el Cutsau Chano, que ya avista contra Asturias.

Ya cerca del cutsau, tras doblar una mata de escobas, salimos justo detrás de un raposu. El zorro estaba de espaldas y nosotros en aquel momento íbamos en completo silencio, por lo que no se dio cuenta de nuestra presencia.

Tan cerca estaba que me parecía que de un salto podría asirme a su lustrosa y larga cola, pero obviamente me abstuve de intentarlo. Siempre he procurado respetar no solo a la arboleda si no también a quienes viven en ella. Pero fue un momento entrañable caminar un ratín detrás mismo de él, como si formáramos un grupo: cuatro personas y un raposu. Claro que no tardó mucho en notarnos y esfumarse en un abrir y cerrar de ojos.

Hacen bien los animales salvajes en rehuir nuestra presencia. De sobra saben como nos las gastamos los seres humanos. En un vallecillo del otro Caguatses (Caguatses d´Arriba) que los mapas llaman Reguera Cabada y que desagua en el de La Veiga´l Palo, en un corral de una cabaña, vi una imagen que me horrorizó y que demuestra la crueldad a la que son capaces de llegar ciertas personas: de una soga pendían los restos de un raposu, salvajemente ahorcado y expuesto a la vista de quien se acercara por allí.

Probablemente lo tenían expuesto para que lo vieran sus congéneres para hacerles ver lo que les podía ocurrir también a ellos si seguían merodeando por allí, cerca del ganáu, aunque que yo sepa los zorros poco daño pueden hacerle a este, que es en su totalidad vacuno.

Así que lo expuesto era también una amenaza para las personas que aspiramos  tener otro trato con la naturaleza y con todo lo que la integra. Viendo lo que le habían hecho al desdichado raposu, yo también me sentí no solo amenazado si no asimismo agredido.

El Cutsau Chano ya avista hacia nuestro concejo de Cangas, hacia el Arroyo de La Serrantina, de Tsamera. Allí por la ladera del avesíu está El Monte´l Sil. Un espectacular y desconocido bosque donde la fayas son las que llevan la voz cantante.

Jose o carnicero como le llamábamos sus amigos (el apodo le venía por ser hijo de un carnicero) conocía algo la zona porque subía parte de su ganáu desde Bimeda a la Braña del Tsobornal, situada por encima del bosque.

Esta braña es una excelente braña de verano que está dividida en dos partes. Una pertenece al pueblo de Tsamera y la otra a diferentes pueblos de la zona (Sonande, Vatsáu...). Jose podía subir su ganáu porque su padre había comprado las casas y la hacienda del "Señorito de Bimeda", un pequeño noble de Cibea-Naviego que tenía derecho a usar dicha braña.

Al final creo que no visitamos la Tsaguna de Viveiro, algo que por otra parte tampoco es que nos interesara en exceso. 

Siempre me ha sorprendido el nombre de El Monte´l Síl. Querrá indicarnos que se halla en una de las puertas de entrada a la cuenca del Río Sil. Aunque lo más probable es que el nombre derive de la palabra latina "sil" que significa ocre. Un color frecuente en los terrenos que contienen oro y todos sabemos que en Tsamera hubo grandes explotaciones auríferas de época romana.

Si os fijáis en el mapa y en las fotos, como está que os mostraré, veréis como el curso más largo es el del Vatse La Candanosa. 

El Vatse La Candanosa desemboca en el Ríu La Candanosa casi en el centro de la foto pero luego, por encima, está desplazada hacia su izquierda. 29 julio 2.017.

Pero ¡ojo!, no está muy remarcado sobre el terreno y visualmente podéis pensar que es el que ocupa el centro de este valle. Pero no es así porque el vatse La Candanosa llega bastante ladeado y el que parece ser el centro es la Vatsina Piélago.

Es el más largo porque es el que accede a las cotas más altas de esta zona, naciendo a los pies de la Piedra Valcarcel y porque esta parte es la que se halla más al fondo de la doble cabecera del Ríu La Candanosa.

El Vatse La Candanosa engaña a la vista. Al estar muy desarbolado parece ser más corto de lo que en realidad es. Poseyendo dos grandes rellanos en su ascensión. El mayor se intuye algo por encima de un tseirón, pero el más alto no se ve desde aquí.

En lo que no engaña este vatse es en su caudal, mucho más abundante en cualquier época del año que el de otros regatos. Ni siquiera el que sale por una esquina de la primera Tsaguna se le puede comparar. Y eso que recoge toda el agua del resto de tsagunas y de todo el terreno que hay en la alta cabecera de La Regueira Las Tsagunas.

Por no hablar de la calidad del agua. La que sale de la Tsaguna es mucho más turbia y las burbujas que forma desaconsejan beberla. La del Vatse, a la altura de la senda, corre rauda y cristalina y es un gusto poder degustarla.

Llama poderosamente la atención el marcado contraste entre esas dos grandes cabeceras. Para que lo veáis más claro ahí va otra foto histórica. 

Parte alta del Ríu La Candanosa.

Es una pena que no disponga de fotos anteriores al año 2.000 porque en ellas el contraste era aún mayor.

La cabecera de La Regueira es tan rocosa o más que El Serrón del Níu L´Aigla. Una sucesión de paredes verticales y de rellanos labrados en la dura cuarcita.

La roca no debía tener la misma consistencia y dureza en toda su extensión y reaccionó de forma diferente a la acción demoledora del gran circo glaciar, y de otros más pequeños que lo sucedieron en el tiempo, asentado en toda la cabecera de La Regueira.

El hielo, en continuo movimiento hacia abajo, siguiendo los dictados de la ley de la gravedad, profundizó más en aquellas partes que le ofrecieron menor resistencia. Creando los diferentes escalones que hay , en los que siguió profundizando hasta crear las cubetas que albergan las diferentes tsagunas.

El promontorio rocoso que cierra la primera Tsaguna y el que hace lo mismo con las otras tres, era donde la cuarcita resultó ser más dura y donde el hielo no pudo desmontarla del todo. 

Por su parte la erosión periglaciar contribuyó a acentuar las paredes existentes, descamándolas y haciéndolas más verticales, con desniveles en algunos puntos realmente impresionantes.

Es de perogrullo decirlo pero para que exista una laguna, aparte de la forma, la cubeta tiene que estar impermeabilizada. Si existe algún punto por donde el agua pueda filtrarse, la laguna solo existirá cuando el aporte de agua que recibe sea constante y caudaloso. Secándose cuando este se reduzca y cuando el calor del sol contribuya a su evaporación.

Ya vimos que en Munietsus llueve mucho y que el nublo también contribuye a incrementar esa humedad, sobre todo en esas partes altas. Pero igualmente vimos que su distribución a lo largo de todo el año es muy irregular, con meses donde el aporte de agua a Las Tsagunas se ve muy reducido.

De las cuatro tsagunas de La Candanosa solo la cuarta, la más pequeña y la que a mayor altitud se encuentra, tiene problemas en este sentido, habiendo algunos años en que se seca por completo.

El resto de las tsagunas nunca se secan, las duras cuarcitas que albergan el agua no tienen fisuras o estas son tan pequeñas que no afectan a su contenido.

Las Tsagunas no están al mismo nivel altitudinal y creo que evacuan el agua sobrante las unas sobre las otras. La cuarta desagua sobre la tercera que es la más grande. Esta lo hace sobre la segunda, la más profunda, que a su vez lo hace sobre la primera.

La primera, que es la que mejor conozco, tiene el desagüe pegado a la senda, en una esquina. Una suave hondonada de ese lado le permite salvar el encintado rocoso que la bordea por abajo.

Creo que nunca vi seco del todo ese canal de evacuación. En los veranos en los que aparecía "la seca" solo se veía un hilillo de agua, pero cuando llovía mucho y durante el resto del año el agua corría a raudales. El agua saliente se precipitaba entonces por un curso bastante marcado y luego se despeñaba sobre la gran hondonada que hay por debajo de esta primera tsaguna, cuyo curso ya es lo bastante marcado como para formar un gran valle.

Pero por encima de la primera tsaguna y de las restantes, no existe ningún curso lo suficientemente marcado sobre el terreno.

Sin embargo el Vatse La Candanosa es perfectamente visible sobre el terreno. Es cierto que no llega a formar un gran valle pero su curso si que está marcado.

Aquí también hubo circos glaciares, que formaron dos rellanos que no llegaron a constituir cubetas y por lo tanto a posibilitar lagunas y que se propagaron con varios circos más sobre el solano del valle.

Lo que sí hubo y que más resalta dentro de este valle es que en él hubo instalado un glaciar de valle, que curiosamente no sigue la disposición que luego tomaría el Vatse La Candanosa, ya que sube un poco por la Vatsina Piélago.

El valle con forma de "U" se prolonga hacia abajo, ya en el Ríu La Candanosa, siendo muy discernible hasta algo por debajo de La Veiga Los Trabóis.

A Veiga os Trabóis era la braña que llevaban los de Alguerdo, que tenían la suya propia del otro lado de la sierra, en Valcárcel, una braña equinoccial con numerosas cabañas, praus y una excelente fonte, comunicada con el pueblo de Alguerdo por un camino carretero.

Por contra A Veiga era una gran campera, según recuerdan los chocarelos (gentilicio de los nacidos en Alguerdo), "como un prau grande". Al que le suceden, valle arriba, multitud de otras camperas algo más pequeñas. El terreno estaba adehesado, con grandiosos robles y pláganus (arces) dispersos entre los claros.

La zona fue talada y hoy está cubierta por un bosque mixto, joven pero muy denso, como podéis apreciar en las fotos, que contrasta con las zonas superiores, totalmente desarboladas donde los bedules ya han iniciado la que suponemos lenta, muy lenta regeneración.

Poco es lo que se ve del solano del Ríu La Candanosa, pues el cerro que precede a la Vatsina Da Eira nos tapa la mayor parte de él.

La sierra, después de La Piedra Valcárcel (pegada al Pico Candanosa) inicia una pronunciada bajada, que finaliza en O Pélago, que en su tiempo sería una buena veiga, o sea una braña estival, que contaba con al menos una cabana y una pequeña Tsaguna: O Aguayo d´Alguerdo, donde el ganáu podía saciar su sed.

Desde donde estamos se aprecia l´Orriu Valcárcel, un pequeño penón, con dos o tres pilastras unidas, que sobresale de su entorno visto desde abajo. 

O Pélago, donde resalta el Orriu Valcárcel. 27 julio 2.018. 

Luego la sierra vuelve a elevarse, aunque no tanto como hacía el Pico Candanosa, hasta culminar en el Pico Regueira d´Ovella, que en los mapas aparece con el nombre de Pena Velosa, pero que no es este su verdadero nombre ya que Pena Velosa no se ve desde donde estamos. 

Pico Regueira d´Ovella. 27 julio 2.018.

Pena Velosa, nombre que sí existe, no está en el cordal serrano que delimita el Monte Munietsus. Está cerca, pero ya en el Monte Valdebóis ya que es la gran peña en la que culminan las paredes traseras del circo glaciar ahí instalado. Circo que también creó una tsaguna: A Lagua de Pena Velosa, a la que llamaban L´Aguayu de Valdebóis porque está parcialmente colmatada. La turbera causante de esa colmatación tiene en algunos puntos un gran espesor, lo que ha permitido, al menos, un estudio palinológico del polen depositado en ella.

9/12/2025

La Ruta a Las Tsagunas 41 Vistas desde la granda de la Vatsina Tixidal

Pese a la regular visibilidad se aprecian las Vatsina Curonzu, Los Castros y Carril del Carro, así como el Teso de La Veiga´l Tixidal. 26 julio 2.016.

 La mayoría de los tesos (cerros) que jalonan nuestros montes, dividiendo vaguadas o vatsinas y vatses, son prominencias alargadas del terreno que van disminuyendo paulatinamente de altitud. Suelen ser más altos que los dos lados que delimitan.

Pero el Cotarrón de La Candanosa, por donde lo atraviesa la senda y durante un tramo, tanto por encima como por debajo de ella, no se ajusta a esa característica.

La parte que vierte hacia Los Tsagozos, sí que desciende de altitud, y además de forma muy acentuada. Pero la que da contra la continuación del valle general (Ríu La Candanosa) lo hace prácticamente en llano.

Es como si la parte de Los Tsagozos se hubiera hundido respecto a la que da contra la Vatsina Tixidal.

Con todo, el contraste marcado por el Cotarrón es muy acusado. Por donde va la senda el arbolado llega al teso y lo supera apenas un par de metros. Mejora hacia arriba y desaparece hacia abajo, hacia el Pico La Pena La Candanosa.

Tras esa delgada línea de árboles lo que hay es una granda, desde las que tenemos unas privilegiadas vistas de todas las cabeceras del Ríu La Candanosa.

Son solo las partes medias y las superiores de uno de los grandes valles de Munietsus, pero aún así abarcan una gran superficie de terreno, estando todo ello dentro de nuestro Monte. Con un solo golpe de vista no lo abarcaremos en su totalidad.

La foto que os mostraré sí que lo abarca todo, ya que se trata de una panorámica que ha juntado tres fotos hechas desde el inicio de esta granda. Ya conocéis la imagen, que aparecía como portada del capítulo 21 de esta Ruta a Las Tsagunas. Pero ahora voy a añadirle los topónimos que individualizan el paisaje y muchos de sus elementos. 

Panorámica (tamaños distorsionados) de la parte alta del Ríu La Candanosa. 27 julio 2.017.


Nombres de lo que vemos: 1-Vatsina Curonzu. 2-Pico Sestu Gordu. 3-Vatsina Los Castros. 4-Cimeira Sestu Gordu. 5-El Serrón del Níu L´Aigla. 6-Regueira Las Tsagunas. 7-Vatsina Carril del Carro. 8-Teso La Veiga´l Tixidal. 9-Vatsina Carril. 10-Pico Carril del Carro. 11-Pico Serrón del Níu L´Aigla. 12-Cuarta Tsaguna de La Candanosa. 13-El Penón de Las Tsagunas. 14-Tercera Tsaguna de La Candanosa. 15-Primera Tsaguna de La Candanosa. 16-Segunda Tsaguna de La Candanosa. 17-Vatsina Las Tsagunas. 18-El Serrapo. 19-El Miradoiro de Las Tsagunas. 20-Piedra Valcarcel (Pico do Angarisal). 21-A Veiga dos Trabois. 22-Vatse La Candanosa. 23-Ríu La Candanosa. 24-Vatsina Pielago. 25-Orriu Valcarcel. 26-O Pélago (Aguayo d´Alguerdo). 27-Pico Regueira d´Ovella. 28-Vatsina Tixidal. 29-Vatsina Bovia. 30-Os Serrapos. 31-Vatsina Bedulín.


Mapa con los topónimos y la senda del Ríu La Candanosa.

Vemos casi todo el Serrón del Níu L´Aigla. Todo no porque entre la hilada arbórea primero y la continuación del Cotarrón de La Candanosa después nos tapan su parte más baja.

Tampoco se ven las partes que tenemos a nuestras espaldas, por esa hilada de árboles que mencionábamos. Ni el valle del Ríu Las Fayonas, ni las partes de Refuexu, Tixeirúa (solo un trozo de la parte alta de Sestu Gordu), ni la que queda por debajo de ellas.

El Serrón es el cerro más descarnado de todo Munietsus, pero no está exento de belleza. Es muy atractivo para la vista por la variedad de su silueta. En ella apenas si hay rectas horizontales. Es una continua sucesión de "dientes" en una superficie muy alargada y extensa. Es todo menos monótona.

El sitio más bajo que vemos desde aquí es la cabecera de la Vatsina Curonzu que culmina en una deliciosa concavidad, que sirve para diferenciarla. Enmarcada entre dos potentes farallones rocosos que se prolongan ladera abajo, sirviéndole de tesos de deslinde. 

Vatsina Curonzu, un lugar con encanto. A sus lados una vaguada de la Vatsina Los Castros con un excelente y prometedor bosque. 27 julio 2.018.

En la foto que os muestro, de detalle, no confundáis el farallón más visible (por su color blanquecino) con el que la enmarca por ese lado ya que se trata de un ramal del general. El ramal pese a ser más pronunciado y formar una pared imposible de franquear, enseguida se termina. El que forma el teso es menos prominente pero lo hace en toda la longitud de la vatsina.

Antes de continuar permitidme que os diga algo sobre las laderas avesías del Serrón. Son laderas muy pendientes y las vatsinas que posee tienen poquísima penetración. Ya lo habíamos visto en Penas Negras y se vuelve a repetir aquí: la labra está hecha en una pared casi vertical.

Y además de eso son también bastante rocosas y relativamente cortas al estar ya en el fondo del valle o muy cerca de este. Nada que ver con las pronunciadas y largas vatsinas de, por ejemplo, el Ríu Tixeirúa en donde el río está a menor altitud y la vatsina asciende hasta cotas más altas que aquí.

Quizás por eso sorprende la potencia de la regeneración arbórea en estas laderas. Cuando yo conocí Munietsus, en los años ochenta, estas de aquí estaban aún más descarnadas, no solo de arbolado si no incluso de arbustos y subarbustos. Y lo digo con conocimiento de causa, ya que recorrí monte a través la Vatsina Los Castros, la Regueira Las Tsagunas, el tramo de la ruta larga que discurría por aquí o el atajo que utilizaban los operarios que abrieron y limpiaron esta ruta.

Monte a través había que andar despacio, pero más por lo agreste del microrrelieve que por la presencia de vegetación. En otras zonas, como las laderas de Sestu Gordu que vierten al Ríu Refuexu, había que pelearse con grandes escobas para poder avanzar.

Cuando algún farallón o gran desnivel te salía al paso tenías que bordearlo como buenamente podías. La escasa vegetación existente no te estorbaba si no que te ayudaba para descolgarte o para impulsarte hacia arriba.

Pero en el año 2.000 las cosas ya habían cambiado mucho y la regeneración ya estaba desatada, como podéis ver en esta foto que os muestro y que es otra foto "histórica". 

Serrón del Níu L´Aigla, Vatsina Los Castros, Regueira Las Tsagunas, Teso La Veiga´l Tixidal. desde granda Vatsina Tixidal. 23 septiembre 2.000.

En esta también se ven los efectos de la seca, sobre todo en algunos tesos salientes como el que bordea la Vatsina Los Castros de forma ladeada y sobre todo en el Teso La Veiga´l Tixidal y su ladera vertiente a la Regueira Las Tsagunas.

En el resto se ve igualmente algún que otro árbol afectado, asentados sobre suelos muy someros donde lo que abunda es la roca madre, la seca y dura cuarcita. Pero lo que llama la atención es que estos son una minoría comparados con los que siguen con sus hojas verdes. 

La causa de ese menor efecto de la seca imagino que ya la sepáis. Estas laderas del Serrón que vierten al Ríu La Candanosa están en un avesíu. La mayor presencia de sombra permite que los suelos tarden más tiempo en secarse, mucho más tiempo, incluso en zonas con suelos tan parcos.

Es increíble el poder el líquido elemento sobre los vegetales. Casi se podría decir que con su presencia salen hasta de encima de las piedras.

Y es esa mayor orientación al Norte la que le permite una mayor potencia regeneradora. Se ven salir, sobre todo, bedules, por todos los lados. Son como puntos o pequeñas figuras que van rellenando zonas desarboladas. Fijaos en las cabeceras más altas de la Vatsina Los Castros o en el Teso La Veiga´l Tixidal que vierte contra el Ríu La Candanosa, por solo citar los que mejor lo demuestran.

Esto en el solano es impensable, los bedules lo tienen, si no imposible, mucho más crudo y los robles albares necesitan más tiempo para colonizar, siendo necesario en muchos casos la presencia previa de sus primos los orocantabricos.

Si viéramos Munietsus en su conjunto veríamos esto muy marcado. Los avesíus se están arbolando a pasos agigantados (otra cosa es que luego se reequilibren en cuanto a la composición del arbolado) mientras que los solanos lo hacen mucho más lentamente.

No se ve desde aquí la vertiente del Serrón que vierte hacia Refuexu, un auténtico solano donde la regeneración natural del bosque avanza muy lentamente.

Pero ¡ojo!, no es oro todo lo que reluce. Este avesíu, y en general todo el terreno independientemente de su orientación, tiene un punto débil, que es el relacionado con la altitud a la que se encuentra. 

Regueira Las Tsagunas y entorno, desde granda del Cotarrón de La Candanosa. 2 noviembre 2.000.

La foto que veis está hecha a principios de noviembre. Parece que ha nevado y que lo sigue haciendo donde el nublo hace acto de presencia. Seguro que en el Pico Carril del Carro, velado por este nublo, lo esté haciendo.

El invierno gélido siempre visita Munietsus y a veces la nieve se adelanta en estas partes altas. Decía mi abuela "Mamina" que las castañas de los castañaléus de Mual se caían todas (se "escagazaban" decía ella) cuando la nieve aparecía en lo alto de los montes.

Durante los meses siguientes la nieve no desaparecerá de esos lugares. Y aunque lo haga persistirá un enorme frío.

Muchos árboles de la foto tienen aún las hojas verdes y pueden seguir realizando la fotosíntesis, que es quien produce, junto al agua y las sales minerales extraídas del suelo por las raíces y llevada a las hojas, el alimento de los árboles.

El intenso frío hace que las hojas se vayan secando. Algo que se acelera con el estrés hídrico que sufre el árbol que no puede extraer el agua necesaria porque esta, en su mayoría, se ha congelado.

La Savia, tanto la bruta (agua y sales minerales) como la elaborada, ralentizan su circulación por miedo a que se congele y tras la caída de las hojas solo un hilillo de agua con sales circulará por los conductos para que el árbol no se seque, teniendo que echar mano de sus reservas y entrar en una especie de letargo. A la espera de que lleguen tiempos más cálidos que hagan fluir el agua y aumenten la temperatura ambiental, surjan las hojas y comience un nuevo periodo de actividad vegetal.

El periodo de actividad vegetal disminuye a medida que ascendemos en altitud. En las zonas altas las hojas se caen antes que en las más bajas y por contra surgen más tarde.

Eso sin tener en cuenta otros factores que se dan con el aumento de la altitud. Los árboles están más expuestos a fenómenos meteorológicos adversos: fuertes vientos, peso de la nieve, periodos de sequía, cambios bruscos de temperatura, temperaturas más extremas. Al tiempo que los suelos son peores y con menos nutrientes.

Lo que quiero decir con todo ello es que la vegetación, tanto la arbórea como la arbustiva, nacen y se desarrollan con mayor dificultad en las zonas altas que en las bajas. Algo de perogrullo pero que conviene tener en cuenta.

Los grandes cambios en el paisaje del Monte cuando volví a visitarlo en 2.016 y años posteriores eran más que evidentes en las zonas bajas. Pero en las altas el progreso parece ir más lento.

Y ello es palpable comparando las fotos de ambos periodos. En 16-18 años las cosas no han cambiado tanto. Es cierto que los árboles empiezan a copar zonas en las que antes  no aparecían y que incluso se les vea en las partes más elevadas de las dorsales, incluyendo las de el gran serrón, pero los puntitos que se le veían siguen casi igual de pequeños, aumentando de tamaño muy lentamente.

La vatsina que más ha profundizado en ese gran paredón cuarcítico es la de Los Castros. Con varias vaguadas que ascienden hasta las cimas del Serrón. Una con un excelente bosque lo hace al lado de la Vatsina Curonzu. La principal es la que asciende hasta mayores altitudes y está deslindada valle arriba por un potente y alargado repecho, con una orientación ladeada, como queriendo imitar la que posee El Serrón. 

Vatsina Curonzu y Vatsina Los Castros. 26 julio 2.016.

Arriba, en la misma cresta, está el supuesto foso de un posible castro, a 1.331 m. de altitud (según el mapa del ICONA). Reutilizado no hace mucho por la Ruta larga que pasaba por él, salvando así lo agreste del cordal.

Poco después de donde desagua la Vatsina Los Castros, el Ríu La Candanosa recibe otro importante afluente: la Regueira Las Tsagunas, que sube paralela al valle principal hasta la sierra.

Será sobre este valle de la Regueira sobre el que viertan las vatsinas altas del Serrón y las mismas Tsagunas de La Candanosa, hacia las que nos lleva la Ruta que estamos haciendo.

Os voy a mostrar otra foto histórica, hecha desde el final de la granda de la Vatsina Tixidal, el 23 de septiembre del año 2.000 y que remarca mucho de lo ya dicho. 

Desde granda Vatsina Tixidal, vista de esta, de la Veiga Tixidal y de la Regueira Las Tsagunas. 23 septiembre 2.000.

El protagonista de la foto es un lugar al que le cogí un cariño especial, ya desde aquellos lejanos años de los primeros ochenta y que siempre que hacía esta Ruta le dedicaba no una si no repetidas miradas, deteniéndome a observarlo desde distintos puntos.

Lo que más me llamaba la atención era ver como iba renaciendo el arbolado en un tramo, antes totalmente pelado y con una campera de pasto en la parte media y alta de la ladera de avesíu del Teso La Veiga´l Tixidal.

Allí, donde no hacía muchos decenios pastoreaban las vacas de la Veiga´l Tixidal (una braña que llevaban los de Pousada Rengos), se veían multitud de puntitos y de infantiles árboles. Siempre me ha llenado de alborozo ver como el bosque se va regenerando y volviendo por sus fueros.

Para un enamorado de los bosques, esas imágenes insuflaban energía y la esperanza de que, con el tiempo, acabarían recuperándose, para llegar a ser lo que en su día fueron.

Recuerdo que cuando con mis amigos de León y con mi compi visitamos el valle de Valdosín, donde nace el Río Esla (el antiguo Ástura de época romana), la imagen que más me reconfortó y que más tiempo perduró dentro de mí, fue precisamente la de unos altos donde estaban surgiendo jóvenes árboles. Una zona largamente pastoreada que mostraba signos de recuperación, presagiando nuevos bosques que se unirán a los ya existentes y en recuperación de la zona de Riaño.

Este del Teso, al estar dentro de la Reserva y alejado de posibles enemigos, en especial del fuego ya que los otros ya hace tiempo que han desaparecido, parece tener el futuro asegurado, siendo un lugar ideal para ver como evoluciona, regocijándonos de que pueda hacerlo.

Los puntitos que anuncian nuevos árboles también se ven en torno al desagüe de la Vatsina Carril del Carro, resaltando sobre la base de los subarbustos y vegetación inferior y en otros muchos lugares.

Y ¿qué me decís del colorido de la foto?. Recodad que estamos en septiembre y que normalmente la actividad vegetal, incluso en estas zonas altas de Munietsus, se mantiene a pleno rendimiento. Pero el colorido de las hojas es más propio del otoño avanzado que de finales del verano.

Sobre todo en el solano en el que estamos instalados. Por debajo y al lado de donde estamos se abre la Vatsina Tixidal, donde la mayoría de los árboles no tienen las hojas verdes, lo que hace que resalte el anciano teixu que se ve en el fondo de esta vatsina, que siempre las tiene de ese color porque como todos sabréis el tejo es un árbol perennifolio.

No es que no renueve periódicamente sus hojas, que sí lo hace. Sus hojas no son eternas pues el paso del tiempo las va deteriorando y cada seis o siete años las sustituye por hojas nuevas. Pero nunca las cambia todas de golpe, como hacen los planocaducifolios, si no que lo va haciendo poco a poco.

No voy a repetir lo que ya he dicho sobre el estrés hídrico, solo deciros que en los solanos es donde mejor se aprecia esta situación.

Sobre el Regueiro Las Tsagunas El Serrón va aumentando sus alturas, vertiendo hacia él varias vatsinas.

La primera es quizás la que mejor se aprecia: Vatsina Carril del Carro, relativamente ancha aunque como el resto de sus compañeras con no mucha penetración.

A sus pies hay varios tseirones cuya materia prima vino del roquedo que aquí había y que persiste en el borde del lado de arriba. Tseirones que originariamente serían uno solo pero que han sido cuarteados por la vegetación que de forma muy lenta los va colonizando.

Si comparáis las fotos del 2.000 con las más recientes veréis pocos cambios ya que como os digo en estas altitudes los progresos son muy lentos.

La siguiente vatsina es la Vatsina Carril, muy poco marcada sobre el terreno y que cerca de su desagüe se ladea de forma acusada. Otro tseirón la bordea valle arriba, quedando definitivamente enmarcada por el promontorio que acabará bordeando por abajo la primera tsaguna. 

Por encima de ella, en El Serrón hay una sucesión de altos picos donde destaca el penúltimo de ellos: Pico Carril del Carro, el más alto a 1.545 m. 

Sobre el tseirón de la Vatsina Carril está el Pico Carril del Carro y al fondo, ya en la sierra, el Pico´l Serrón del Níu L´Aigla. 27 julio 2.018.


Tras este pico y otro más bajo que no vemos desde aquí, El Serrón disminuye su altitud para terminar alzándose de nuevo y llegar a la sierra donde culmina en el Pico´l Serrón del Níu L´Aigla (1.609 m.). Los picos aplanados que veis a su lado en la foto ya están en la continuación de la sierra, camino del Altu´l Refuexu. 

La Ruta a Las Tsagunas 45 Los enemigos del teixu. Factores ambientales y biológicos. El Tixidal de Valdebóis.

Teixu metiéndose por debajo de la Braña de Penavelosa en dirección al Counio, no muy lejos del cauce, antes de los caídos. 1987. Los actuale...