10/29/2018

El Monte y el guía de Munietsus 12

Y volviendo a las brañas parece evidente que la propia braña era insuficiente para alimentar al numeroso ganado que se reunía en ellas. Las brañas eran el campo base,  a partir del cual el ganado irradiaba en todas direcciones, primero en las partes bajas donde el pasto surgía antes para posteriormente ir ascendiendo a medida que este se iba desarrollando hasta culminar en la cima de la sierra en algunos casos.
La vinculación entre las brañas y algunas grandas es más que evidente: el Ganzal Samartino que ocupa la casi totalidad, de abajo a arriba, de la ladera derecha del Regueiro Samartino, está justamente encima de la Veiga Samartino; La Granda y La Grandina de Sestu Rapáu están justo por debajo de la Braña El Pradón de Bisulaz;el Teso La Veiga´l Tixidal ocupado por una granda anónima
también está relacionada con la Veiga que tiene a sus pies; la granda de la Vatsina Tixidal está por debajo de la Veiga Los Tsagozos. Es más la totalidad de las "grandas de altura" que bordean prácticamente todo el Monte a partir de los 1300 m. de altitud también están directamente relacionadas con zonas de pasto.
Granda del Teso la Veiga´l tixidal en proceso de recuperación.2018
Granda de la Vatsina Tixidal.2018
Grandas de altura del Ríu La Candanosa.2017
Grandas de altura del Ríu Las Fayonas.2018

A la dcha Granda y Grandina de Sestu Rapáu debajo del Pradón de Bisulaz.2018



Todas estas grandas, antes estaban mucho más despejadas de arbustos, ni que decir tiene de los árboles que actualmente las están recolonizando, y en ellas predominaban las zonas de pasto, con grandes y pequeñas camperas solo rotas por los frecuentes afloramientos rocosos que hay. Estas camperas eran el resultado de un largo proceso histórico de lucha entre el hombre y el bosque que hunde sus raíces en los lejanos tiempos de la domesticación de los animales; apoyándose primero en el fuego y el desbroce humano y luego en la siembra a voleo de la "grana" (semilla de hierba recogida de los lugares donde se almacenaba esta, siendo los "parreiros" los últimos conocidos) a lo que se sumaba la propagación de las plantas herbáceas y la inhibición de los arbustos y del arbolado por ramoneo realizada por los propios animales bovinos, vacas y bueis, pues no tenemos constancia de la presencia dentro de Munietsus de ovejas y cabras, transformó grandes espacios en zonas de pasto. Una larga lucha ya que ni el sustrato ni las altitudes permiten en Munietsus la existencia de camperas naturales estables, que tuvieron que ganarse a un monte cuya vocación forestal es innegable. Pero es que además, y esto es de suma importancia, en otras muchas zonas, sobre todo en las alomadas y las que tenían menores pendientes, los pastos convivían con el arbolado en una especie de monte adehesado en donde, junto a grandes árboles, aislados o en pequeños grupos, existían numerosos claros en donde el pasto crecía en abundancia.
Adehesamiento Vatsina Bovia.2018

Adehesamiento ganadero en Teso La Veiga´l Tixidal cerca de la braña.2018
Toda esta actividad ganadera, mantenida a lo largo de muchos siglos, requería también de una red viaria, por mínima que esta fuera. Hasta Las Tablizas y seguramente hasta Entramburríus di Murteiru cabe pensar en la existencia de caminos carreteros porque si no el acarreo de la "yerba" de los praus de siega que había en la vega sería inviable; lo mismo cabe pensar para la zona de Bisnuevo en donde tantos praus había, y las partes más cercanas de Decutsada. El resto del Monte estaría surcado por numerosas y amplias sendas, por las que circularía el ganado en las operaciones de su introducción y su salida de las brañas ya que están repartidas a lo largo y ancho de su superficie.
También sería necesario la existencia de algunos puentes para salvar los tramos fluviales cuando estos bajasen mucho caudal, al principio (primavera) y al final (mediados de otoño) del periodo de actividad ganadera, algo no muy dificil de conseguir pues la madera de roble, muy apropiada ya que es muy resistente y duradera al contacto con el agua era abundante. Los más cercanos a Las Tablizas estarían mejor construidos, el resto, unos simples varales a la larga apoyados en algo de borde paredado y unidos entre sí para evitar su separación, serían suficientes.
El acceso a las brañas dependía de la localización del pueblo que la utilizaba. Los tres pueblos de Ibias, Villardecendias, Oumente y Alguerdo, accederían a ellas a partir de sus propias brañas, situadas cerca de las cumbres aunque en la otra vertiente de la sierra. En el mapa del ICONA del 79 aparece perfectamente trazado el sendero por el que accedían Oumente y Villar a sus brañas de Os Pradallos y A Boizona.
Senda a la cabana de la braña A Boizona,Abajo la de la Braña Os Pradayos


Desde Os Pradallos y bajando, los de Oumente llegarían a su segunda braña: A Veiga as Galegas. Por su parte los de Alguerdo lo harían seguramente por El Pélago, descendiendo por las numerosas camperas que tenían por encima de su braña A Veiga Os Trabóis.
Valdebóis, también de Ibias, solo tenía una pequeña braña dentro de Munietsus y otra mucho más importante en la cumbre que ambos montes compartían. El acceso probablemente se iniciara por la Buqueta de Furmigueiros, donde estaba su importante Braña dos Furnigueiros, donde también había una sola cabana, pero de mayores dimensiones que las de dentro de Munietsus aunque solo utilizada por el pastor.
En el caso de los tres primeros pueblos estas brañas eran muy importantes y congregaban muchas cabezas de ganado pues eran pueblos relativamente grandes y con numerosos vecinos, con una media
de veinte vecinos de cada pueblo con acceso a la braña. Destaca el pueblo de Oumente que es el único con dos brañas y del que sabemos que tenía que pagar seis ducados anuales por su uso, derivado del alto valor que poseía la braña A Veiga as Galegas ya que era la que más se internaba en Munietsus y por tanto la que disponía de mayor espacio.
Estas brañas ibienses serían las causantes del mayor impacto sobre el bosque y los que lo erradicaron de las zonas altas a partir de los 1.300 m. de altitud como ya dijimos en otra parte.
El arriendo de las brañas a diferentes pueblos puede estar relacionado con una realidad existente anterior al proceso de feudalización iniciado en la Alta Edad Media. Este proceso provocó la adscripción del Monte de Munietsus, desde finales del siglo IX, a los progenitores de la futura casa  de los Queipo de Llano, mudada posteriormente en la de Toreno, así como el control sobre numerosas tierras que anteriormente eran propiedad de las comunidades campesinas asentadas en la zona.
También "robó" tierra, tanto cultivada como de monte de los entonces pequeños propietarios campesinos, el Monasterio de San Juan Bautista, enclavado en Veiga de Rengos y fundado en 1052 y que pronto pasó a depender del poderoso Monasterio de Corias, que tanto terreno llegaron a tener y controlar, no solo aquí sino en todo el Concejo de Cangas.
Hay quienes piensan que los propietarios primigenios del Monte Munietsus serían los vecinos de Mual, unido al resto de sus montes comunales. Esta visión se deriva de la localización del pueblo, situado al poco de iniciarse el valle del Ríu Munietsus, siendo además el último nucleo habitado de dicho valle. En todo el Concejo de Cangas y resto, al menos de Asturias, es frecuente que el último pueblo de un valle sea el que detente la propiedad de todo el fondo de dicho valle, ocurre así en Monesteriu d´Ermu, El Pueblu de Rengos, Monesteriu del Coto, Gillón, Tsamera, Xinestosu...Pero en realidad las cosas son más complejas. Por un lado Mual no era el último nucleo habitado antes de Munietsus; había una pequeña aldea en Rucabo, en el mayor vatse solano que hay antes de Las Tablizas, del que solo sé que desapareció a finales del siglo XIX y que los vecinos de Oubachu inscribieron como propios en el Registro de la Propiedad, en 1895, los términos que pertenecían a esta aldea.
Por otro el fondo de valle no siempre pertenece en exclusiva al último pueblo; en el caso del mencionado Tsamera, situado en uno de los dos ríos que conforman el Ríu Cibea (el otro sería el de Xinestosu), el fondo del valle esta ocupado, sobre todo el avesíu por el espléndido Monte del Sil, el mejor faéu no solo de Cibea sino también de Naviego, con algunas fayas de grandes dimensiones. Un bosque maduro y muy poco conocido. Pues bien este fondo de valle pertenece no solo a Tsamera, que tiene su excelente braña, con grandes cabañas, a los pies del bosque y de la granda que ocupa su ladera derecha, sino también a Vatsáu y creo que a Sonande y por encima del bosque hay una braña: el Tsobornal, adonde llevaban el ganado otros pueblos.
Personalmente y a pesar de ser de Mual creo que el Monte Munietsus es demasiado grande para ser propiedad de un solo pueblo y que estaría más repartido. Al hacerse con estos terrenos los ancestros de los condes de Toreno permitieron que las comunidades que antes los poseyeron pudieran seguir utilizándolos, eso si solo los pastos y a cambio de una compensación.
No tengo la menor duda sobre la pertenencia, en aquellos lejanos tiempos de los lugares altos a los pueblos ibienses: la mayor parte del fondo del Ríu Tixeirúa sería de Villardecendias, el de Refuexu de Oumente y el de La Candanosa de Alguerdo; aquí la barrera natural de la sierra mas que separar uniría dada la mayor lejanía del resto de pueblos. A la cercanía geográfica habría que añadir los largos lazos culturales y económicos que ambas zonas han mantenido a lo largo del tiempo.
A Oubachu, el otro pueblo del valle y situado a mayor altitud que Mual, le pertenecerían la mayor parte de las zonas medias y altas del solano del valle, coincidiendo su deslinde, más o menos, con los que sigue contando en la actualidad, a los que habría que sumar la zona de Valdebóis cercana al puerto del Counio, que inexplicablemente le fue arrebatada recientemente, y una parte del monte alto de Combu.
Valdebóis también voltearía la sierra en su zona de contacto. Puede incluso que los pueblos de la veiga de Rengos poseyeran algún tramo dentro de Munietsus, aunque ello es más dudoso, y que partes altas del Tixeirúa también dependerían de La Vilietsa, siendo el resto del Monte, posiblemente , propiedad de Mual.
Tan importantes, o más si cabe, como eran las brañas de Munietsus para los pueblos ibienses, lo eran para los pueblos de la orla de Veiga de Rengos: Pousada, Samartino Los Eiros, Los Eiros, Cruces; Ventanueva no era un pueblo, era una simple venta "La Venta" (una especie de bar-restaurante antiguo), construido y dependiente directamente de los Condes de Toreno, que tenían un gran palacio en la zona (solar de sus antepasados los Queipo de Llano) "la Mourietsa" y que eran propietarios no solo de Munietsus y de numerosas tierras repartidas por esta y otras zonas sino que también eran copropietarios de muchos terrenos comunales, en compañía de los vecinos de varios pueblos. Por ejemplo en Mual de las 64 varas o partes (unas 500 hectáreas) que conformaban los montes comunales, los Condes eran propietarios de casi la mitad: 29 y algo, razón por la que cobraban a los vecinos un real por cada gocho que saliera al monte comunal a comer bellotas. Con el tiempo muchas de estas tierras y partes fueron siendo compradas por los vecinos.
Estos pueblos de la veiga de Rengos tenían muy pocos montes debido a la proliferación de aldeas por la zona y al hecho de quedar encajonados en las partes bajas del valle. Tenían bastante desarrolladas las actividades agrarias, gracias a las buenas vegas existentes, pero éstas no eran suficientes y necesitaban el aporte de la ganadería y es en este contexto cuando las brañas que llevaban en Munietsus cobran un gran protagonismo.
Dichos pueblos, a excepción de Pousada, eran pequeños, no llegando, como media, a la decena de vecinos. Su acceso a Munietsus se realizaba valle arriba; antes de construirse la carretera que une La Venta con Mual, realizada por la Bosna a principios del siglo XX para facilitar la salida de lo que transformaba la serrería de Las Tablizas, la vía de unión entre ambos pueblos iba por la otra ladera,la derecha, la de enfrente a la actual, que se iniciaba un pelín por debajo de La Mourietsa y que bordeando La Venta ascendía hasta salir a la Chalga para evitar el desfiladero del Travanco, y salir a Mual por la Ponte Fonso o más arriba del pueblo, cruzando por la Ponte la Zreizalina y continuando por donde actualmente se hace yendo a Las Tablizas, hasta la Ponte Rucabo donde volvía a cambiar de ladera, metiendose por Tachorroso, La Infiesta, el Pradón de L´Armadina y llegando a Las Tablizas.
En la Vatina Entramboscampos esta el mayor estrechamiento de la pista.2018
Pista antigua entre vatsina Entramboscampos,el Teso La Granda´l Campo y El Pradón de L´Armadina
Dura y húmeda ascensión por La Infiesta. Arriba final de la pendiente.2018

Desde Las Tablizas continuaba ascendiendo por la vega del Ríu Munietsus. La Ponte La Zreizal permitía el acceso al Ríu Tixeirúa y subiendo por él se llegaba a las Veigas Las Varas, Samartino y La Folgueirosa. Los de Cruces tenían que seguir por el Ríu Munietsus y luego internarse por el Ríu Refuexu hasta llegar a su Veiga, en la confluencia de Refuexu con el Ríu Las Gallegas. Más aún tenían que subir los de Pousada, siguiendo por el río principal, ahora Ríu La Candanosa, hasta llegar a la confluencia entre este y la Regueira Las Tsagunas, donde estaba la Veiga´l Tixidal, su braña.
Mual accederia a sus brañas a partir de su Braña Vieja de Fontuteiro, de donde salía un camino a media ladera, sin subir al pico de El Cabrón, que llevaba a la colladina de la Veiga La Chunal y a La Fulgueirina y un poco más allá había una senda que bajaba, por entre las camperas de La Crespona, al Rechanu Cutsáu y El Cutsáu.
La sierra era muy transitada y no solo por el ganado. Desde la Veiga La Chunal y hasta debajo del pico del Chanu Alforxacu y casi llaneando discurría la llamada Carril de Tsumbón, un probable camino carretero, a la que se unía la, aún para mí enigmática, Sienda de los Difuntos que viniendo de El Pueblu (Rengos) había subido por Remolín (o Riumulín) y entre la Vatsina Fungudín y la Vatsina Lus Pozus de Tsumbón salía a la sierra dirigiéndose por lo visto a Tsarón. Del Alforxacu también salía una senda que continuaba por la sierra (ahora ya por la principal del Rañadoiro) en dirección a Riusecu.
Continúa siendo un misterio para mí la Veiga Bisnuevo; siempre creí que era una braña arrendada por Mual, pero en el pueblo nadie tiene constancia de ello; sabemos que en ella había una cabana y que perduró  por mucho tiempo, hasta las últimas cortas y aún más, un buen prau, utilizado todavía por los últimos administradores de Las Tablizas. Pero el topónimo Veiga nos induce a pensar que en ella, ademas de dicho prau, habría la típica campera de una braña, si hubiera solo un prau el topónimo sería de prau. Sigo creyendo que antiguamente la llevaría Mual y que desde ella también podían acceder a El Cutsáu y a la Veiga La Chunal-La Fulgueirina.
Espero aclarar en el futuro algunas dudas, por falta de datos, sobre Moncou. Este pequeño pueblo, situado como Cruces en la vertiente izquierda del Narcea, está muy cercano a la sierra que corre a unirse con la del Rañadoiro, linda con los montes de El Pueblu de Rengos y los de Mual y lo normal sería que tuviera alguna participación en Munietsus. Desde su braña la Veiga Moncou accedía a El Cabrón y es muy probable que compartiera con Mual, y posiblemente con El Pueblu, la Veiga La Chunal y el resto de la sierra.
Por su parte Oubachu accedería al Pradón de Bisulaz, la Braña Los Sagráus y La Brañina a partir de su braña, La Braña d´Oubachu, situada al lado de la Veiga´l Pumar y que constituía su braña más importante en esta zona, con varias cabanas y excelentes praus de siega, que había sustituido, según los de Oubachu, a la Veiga Vieja, situada un poco más arriba y cercana al Puerto del Counio. En la Veiga´l Pumar existió hasta no hace mucho tiempo un bar, El Refugio, probablemente relacionado con el coto de caza que afortunadamente, al menos para mí, también acabó desapareciendo.
La Veiga´l Pumar y las partes altas del Vatse Cabreiro.2017
Antes de que se acabara de construir la carretera a Ibias, finalizada a principios de la década de los veinte del siglo pasado, e incluso después, el acceso desde Oubachu a la Veiga´l Pumar se realizaba por una pista carretera que bordeaba la sierra que divide el Vatse Cabreiro del Ríu Munietsus, sin subir a los picos o elevaciones de esta, por la vertiente de Munietsus en su mayor parte.
La pista y la carretera confluirán en La Veiga´l Pumar. En lo alto Pico La Mesa. 2018
Desde la Veiga´l Pumar salía un camino, al principio en llano y que después ascendía para salvar las Penas de Fonculebrera y acceder posteriormente y bajando por un ramal a la izquierda a la Braña Los Sagráus; siguiendo recto continuaba hasta El Pradón de Bisulaz. Este camino, transformado en pista, al menos un tramo, se utilizaría para realizar unas cortas madereras y también como vía de penetración a Munietsus de la propia guardería para desplazarse más rápidamente por el Monte cuando se detectaban furtivos.
De la misma Veiga salía otro camino, que bajaba hasta La Brañina y que continuaba hasta Las Tablizas. La Brañina, en Decutsada, es probable que antiguamente fuera de Mual ya que en el deslinde definitivo entre los Montes de Oubachu y los de Munietsus, de 1926, se dice textualmente "la Brañina, antes llamada la Brañina de Moal", lo que nos hace pensar en dicha posibilidad.
Esta braña conoció a mediados de los años cincuenta del pasado siglo una inusitada actividad; como alguien de Mual me dijo era como un pueblín, a la tadicional cabana para el pastor del ganado se unieron otras tres: una para los madreñeiros, que fabricaban madreñas a partir de madera de abedul; otra para los xugueiros, que elaboraban xugos (yugos) a partir de madera de faya y una última cabana
para los que obtenían duela, destinada para envases del vino del Sur de España o de Burdeos, a partir de madera de roble y que llegó a contar hasta con cinco operarios.
A toda esta actividad se unió la tala maderera de fayas realizada por Pires (o Pire) entre 1958-62 que tenía una serrería en Veiga Rengos y que vendía la madera a una fabrica de sillas de alta gama y que fue quien construyo la pista que haciendo zetas conectaba La Brañina, su campo base, con la carretera que iba a Ibias y que comenzaba, o finalizaba según se mire, en la Vuelta Cimera, donde recientemente se ha construido un Mirador del oso. Recuerdo haber utilizado algún tramo de esta pista, o ella en su totalidad, aún fácilmente transitable en mis primeras visitas a Munietsus pero que hoy está tomada por la recolonización de rebotsos sapiegos y abedules y también por el pinar plantado y ya crecido que cubre amplias áreas del solano de Decutsada, en su mayoría propiedad de Oubachu.
Mirador del Oso en Vuelta Cimera.2018
Esta braña parece ser la causante de parte del desarbolado de la ladera de solano de Decutsada, pues ya en 1926, en el citado deslinde se habla del ganzal de La Brañina, desde esta a las Güérgolas.
El cambio de propietarios, de la Bosna Asturiana a Muniellos S.A. parece que no afectó mucho a las brañas ya que los pueblos que las tenían habían adquirido una especie de derechos sobre los pastos. Pero en 1954 los últimos propietarios, que pensaban explotar intensivamente el Monte, abarcando algunas zonas donde había brañas (sobre todo las de Veiga), solicitaron a la Administración la prohibición del pastoreo dentro de Muniellos y ésta, como en tantas otras demandas de los poderosos, accedió. Hubo un breve periodo de tránsito hasta principios de los sesenta en los que la prohibición coincidió con el derrumbe de las economías rurales tradicionales. Ya no se volvió a llevar ganado a las brañas de Munietsus, finalizando así su larga historia ganadera.
Diez años más tarde también finalizaron las cortas madereras y comenzó el largo proceso de recolonización del bosque, pero las secuelas de ambas actividades aún se ven en el paisaje y tardarán muchas generaciones, incluso de árboles, en borrarse, si es que alguna vez lo hacen. Por primera vez desde que se inició el Neolítico en la zona el Monte Munietsus tiene el privilegio de evolucionar a su antojo, libre de actividades antrópicas, excepto los incendios, pero como es una isla en un mundo cada vez más deteriorado queda por ver como lo hará.
Todos los datos relativos a la ganadería obligan a una reinterpretación de la tradicional visión de la evolución del paisaje dentro del Monte de Muniellos, que es aplicable, aunque a otra escala y con algunas matizaciones, al de muchas zonas cercanas.
En Munietsus veníamos admitiendo que la causa de su deforestación y transformación del paisaje habría sido provocado por las talas y cortas madereras que con mayor o menor intensidad había sufrido a lo largo de su historia. Antes de ellas Munietsus era como la madre de todos los bosques, un bosque virgen, un paisaje natural donde el bosque de frondosas campaba a sus anchas y que en espesas matas ocupaba todo el espacio, excepto, claro está, algunos lugares de roquedos puros sin suelo, de tseirones de grandes bloques y de los espacios inundados de agua todo el año como las tsagunas y los cursos fluviales.
Pensabamos, a grandes rasgos, que las grandas habían sido provocadas por talas a "matarrasa" que arrancaban de cuajo todo el arbolado, y que perduraban gracias a los recurrentes incendios que se daban en la zona. Los abundantes lugares más o menos adehesados los achacábamos a las talas de "entresaca", en las cuales sí se cortaban árboles, pero no todos, dejando algunos, aislados o en pequeños grupos. Y no se puede negar que en algunos lugares ello haya sido así, pero las talas no actuaron sobre un paisaje natural sino que lo hicieron sobre un paisaje ya muy alterado como consecuencia de la actividad ganadera. El bosque ya estaba muy humanizado y hasta podríamos decir que muy domesticado. De hecho la palabra que se utilizaba para designar a Munietsus era el de Monte y no el de bosque o similar; el concepto de monte no hace referencia a un espacio donde solo haya árboles, sino que junto a ellos existían también amplias zonas de pastos, en un delicado equilibrio que las cortas madereras acabarían rompiendo.
Este "paisaje equilibrado"y mantenido durante mucho tiempo, contaba con la ventaja de la minimización de los incendios porque había poco que hiciera prenderlos y propagarlos. El abandono de la ganadería "ambulante" ha provocado un hecho contradictorio: por un lado favorece la recolonización arbórea y por otro al tener que pasar esta recolonización por una previa del estrato arbustivo, provoca que los incendios ya encuentren "combustible" para propagarse virulentamente; pero dejaremos esto para otro momento.

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...