![]() |
Parte superior del tseirón de La Candanosa. Desde la senda. 4 noviembre 2.000 |
Tras las vistas continuamos andando por esta ancha y llana senda y apenas dados unos pasos llegamos a la siguiente vatsina: La Candanosa. La cercanía de las dos vatsinas se debe a la unión de ambas unos metros por debajo de la senda.
La Candanosa, igual que Furmigueiros y Los Tsagozos, no lleva delante la palabra vatsina, pero en la práctica todas ellas pueden considerarse como tales pues mis informantes cuando me hablaban de ellas así las consideraban.
El curso más marcado de esta gran hondonada se halla entre el Pico Las Penas del Garabeño y el Pico´l Counio y baja muy ladeado, flanqueado por los farallones alargados (de arriba a abajo) de Las Penas del Garabeño, hasta la senda donde ahora nos encontramos y que un poco más abajo desemboca en la Vatsina Las Fayonas.
Pero la mayor parte de la hondonada se halla entre el Pico´l Counio y el Pico La Mesa, delimitada hacia abajo por el Teso de Sestu Rapáu hasta llegar a la Vatsina Las Fayonas. Una vasta extensión donde su curso no se puede discernir.
Bisulaz, con su Escabón y El Pradón, queda un poco por debajo del nacimiento de la Vatsina Las Fayonas en Sestu Rapáu. Desde allí y para arriba todo pertenece al Monte Oubachu. Ya sabréis que yo prefiero que la mayor parte del terreno de esta zona quede englobado dentro de la Reserva, pero sería faltar a la verdad, o silenciarla que a fin de cuentas es lo mismo, si no os comentara lo siguiente.
A finales de 1924 varios vecinos de Oubachu y uno de Puente de La Pescal, mediante un Procurador de Cangas del Narcea, demandaron a la BOSNA, reclamando como suyos unos terrenos entre los Montes de Oubachu y de Munietsus. El pleito duró tres años y el pueblo aportó documentos fehacientes sobre la posesión de estos terrenos.
Finalmente la Audiencia de Oviedo dio la razón a los demandantes y mediante sentencia definitiva estableció el deslinde entre ambos Montes, cuya línea divisoria iría: desde el Abedulín de Sierramala al Escabón de Bisulaz. De este punto a Fuente Fuenculebrera (en realidad a 40 m. por encima de la Fonte). De aquí a Fuente Degollada y de aquí al Teso o cordón de Porciles.
Las líneas entre dichos puntos son líneas rectas en los mapas, pero esto sobre el terreno es muy difícil de determinar y para que no hubiera dudas se establecieron numerosos mojones, unos sobre rocas naturales y otros de piedra colocada allí ex profeso. Todos los mojones estaban pintados de encarnado teniendo escrita la palabra Muniellos en un lado y en el otro Oballo.
Oubachu recuperaba así las en torno a 600 hectáreas que su Monte tiene aguas vertientes a Munietsus y que tanto los señores Condes como luego los de la BOSNA consideraban como suyos. Si no los hubiera recuperado estos terrenos formarían parte ahora de la Reserva, pero un robo es un robo, independientemente de quien lo cometa. Esos terrenos son del Monte Oubachu y eso es algo inamovible.
Pero el robo que ahora os voy a comentar, es más reciente y menos conocido. De aquel que comentamos salió vencedor el pueblo, era de justicia, pero de este otro no.
Pero primero dejadme haceros una aclaración sobre el punto inicial del deslinde de 1927. El mojón que se pintó sobre roca natural no se hizo en el Abedulín de Sierramala como se dice ("en la roca natural del cerro del Abedulín"). Quienes conocían a fondo esta zona sabían que el mojón estaba en el Pico de Las Penas del Garabeño y que el Abedulín quedaba un poco más allá, en dirección a Furmigueiros. Es un error llamativo porque el resto de puntos llevan los topónimos correctos, aunque eso sí, castellanizados.
El Monte Oubachu no solo basculaba hacia Munietsus, con una línea de deslinde cercana al curso más marcado de La Candanosa, también basculaba hacia el valle de Valdebóis. Y lo hacía partiendo de ese mismo punto inicial.
La línea divisoria desde el Pico de Las Penas del Garabeño bajaba por el teso que separa el Val del Can (o El Vatsinón) del Val do Castelo María, Cruzaba la actual carretera en La Curva del Atraco, la primera curva pronunciada que hay bajando del Counio hacia Ibias y acababa pasando a las laderas solanas de Valdebóis. Llegaba luego a A Fonte Sapeira y basculaba contra el Monte Combu, bajando hasta la Fonte d´Ablaneda, continuando hasta L´Orriu d´Otietsos donde ya enlaza con el Vatse Cabreiru, que pertenecía a Oubachu y a La Veiga´l Tachu.
En resumidas cuentas y yendo a lo que ahora nos interesa, una porción de la cabecera del valle de Valdebóis pertenecía al Monte Oubachu.
Esto no es un cuento de viejas, es la pura verdad. Algo que tenían muy en cuenta tanto los del pueblo de Oubachu como los de Valdebóis. Tanto, que la braña de Valdebóis en la zona del Counio: A Veiga do Couño, no estaba establecida en la collada del puerto. Estaba más abajo, metida contra el Vale da Candaosa. Si el deslinde fuera por la línea divisoria de aguas vertientes lo más lógico sería que la braña estuviese instalada en la vega del puerto y no lo estaba porque el deslinde iba más abajo.
Cuando yo conocí el puerto allí había una campera mucho mayor que la que hay ahora, que es realmente minúscula. En mi tierna juventud recuerdo haber estado allí recogiendo manzanilla. Viendo como se tiznaban de amarillo la punta de mis dedos, emitiendo un persistente aunque agradable aroma al acercarlos a mi nariz.
Pero ya entonces la presencia de ganáu era algo poco habitual en nuestros montes, incluso en zonas tan favorecidas como aquella. Porque es seguro que aquí en el Puerto do Couño, habría en su tiempo una extensa campera , repleta de jugosos pastos.
Los propietarios del Puerto tampoco instalaron en él una braña. La más cercana era La Veiga Vietsa, en el borde y a los pies del circo glaciar de La Baxancada, en el Vatse Cabreiru. En ella había varias cabanas de piedra y posiblemente fuera una braña equinoccial. De esa braña procedería el ganáu que pastoreaba el Puerto, las camperas del Murucón y el resto del monte cercano.
Es probable que el ganáu de A Veiga do Couño también pastoreara en el Puerto y que su presencia aumentara cuando Oubachu abandonó La Veiga Vietsa, sustituyéndola por La Veiga´l Pumar, con cabanas y praus de siega mucho más grandes y con mejor acceso para los arbetsones (gentilicio de los nacidos en Oubachu).
El ICONA acabó comprando el Monte Valdebóis, no al pueblo si no a quienes se lo habían robado. Pero eso pertenece a otra historia. Primero fue declarado MUP (Monte de Utilidad Pública) y pronto se unió a la Reserva Integral de Muniellos, formando parte de su superficie.
En el nuevo deslinde del Monte de Valdebóis, y por lo tanto de la Reserva Integral de Muniellos en esta zona, la línea se corrió hasta los altos de la sierra y hasta esta misma. Todo lo que basculaba hacia Valdebóis pertenecía a la Reserva.
Pasó el plazo de alegaciones cuando la Administración hizo público el nuevo deslinde. Oubachu había perdido mucha población y los que quedaron o no se enteraron o no le dieron mayor importancia. El monte había dejado de poseer la importancia que antaño tuvo.
Así se consumó el nuevo robo y a pesar de que beneficiaba a la Reserva, aumentando su extensión, no deja de ser eso, un robo.
Sigue perteneciendo al Monte Oubachu la parte del Pico´l Counio que mira contra Munietsus y contra el Vatse Cabreiru y la totalidad del Pico La Baxancada (también llamado Pico La Mesa, seguramente porque la vaguadina que lo separa del Pico´l Counio confoma una superficie plana semejante a la de una gran mesa visto desde lejos), que con 1595 m.de altitud el primero y 1564 m. el segundo, constituyen las máximas alturas de la zona.
El Pico´l Counio forma parte de la sierra divisoria de dos cuencas fluviales (el Navia y el Narcea). Por el Serrón del Counio desciende bruscamente al Puerto del Counio, asciende al Pico Cabreiru y continua su camino hacia el Norte.
![]() |
Zona del Counio vista desde El Muntecín de Mual. 31 julio 2.020. 1-Pico La Mesa. 2-Pico´l Counio. 3-Teso L´Estoupo. 4-Serrón del Counio. 5-La Veiga´l Pumar. 6-Puerto del Counio. 7-Pico Valmayor. |
Pese a su cercanía y casi la misma altitud el Pico La Baxancada no pertenece a esa sierra. Del Pico´l Counio sale un ramal que ira dividiendo el Ríu Cabreiru y su continuación en el Ríu Coutu, del Ríu Rengos (Narcea), hasta la unión de ambos ríos en La Riela. Ese ramal es la Sierra de Brigueda o de Pena Ventana y el Pico La Baxancada es su primer hito altitudinal, separado del Pico´l Counio como ya dijimos por una suave concavidad.
Para no ser menos que su hermano también el Pico La Baxancada se precipita bruscamente, bajando la sierra por el escabroso y rocoso Teso L´Estoupo, que en realidad es la pared del circo glaciar por ese lado. Finalizando en la collada de La Veiga´l Pumar (o Veiga La Mesa) para luego volver a ir ascendiendo, con poca brusquedad, hasta el Pico Valmayor y continuar con nuevas bajadas y subidas para finalmente morir en La Riela.
Son bellos estos dos picos vistos desde zonas altas del Vatse Cabreiro y eran también muy útiles en épocas pasadas. Todo el tramo serrano y parte de su basculación estaba desarbolado. Allí crecían los pastos utilizados a última hora, cuando los de zonas más bajas ya se habían agotado y angostado.
Pero son zonas susceptibles de albergar arbolado. Robles en las partes más soleadas y bedules en las más umbrosas. Si sigue sin haber incendios es solo cuestión de tiempo que el bosque amplíe sus dominios, ya que las talas que lo sangraban y los pastos que lo mantenían a raya y evitaban su expansión, pertenecen al pasado.
¡Creced y multiplicaos!, eso es lo que les deseo yo a los árboles que van haciendo acto de presencia. Me da igual que estén dentro que fuera de la Reserva.
Lo cierto es que apenas si guardo en mi memoria imágenes y sensaciones de la primera vez que hice la Ruta que estamos describiendo. Por no recordar ya ni recuerdo el año, aunque debió ser a principios de la década de los ochenta.
Entonces el tiempo corría muy deprisa y ocurrían tantas cosas novedosas que apenas si tenías tiempo para procesarlas de una forma ordenada y detallada.
En el monte y en Muniellos en particular, yo no buscaba conocerlo de forma física o geográfica, eso vendría después. Me bastaba con ir absorbiendo todo lo que él me hacía sentir. Iba al monte y sobre todo a los bosques porque era donde mejor me encontraba, lejos de un mundo que ni me atraía entonces ni lo sigue haciendo en la actualidad.
Andaba por el monte sin preocuparme por donde lo hacía y en el caso de Munietsus siguiendo aquella senda que iba a unas tsagunas. No recuerdo si iba solo o acompañado. Pero si recuerdo la impresión que me causó el tseirón de La Candanosa. Aquella enorme masa de piedras sueltas instaladas en el centro de la vaguada y que se prolongaba hacia arriba perdiéndose en la distancia. No ver su final aún lo hacían ser más grande.
![]() |
En este caso es el nublo el que impide ver el final del tseirón de La Candanosa. 26 julio 2.016. |
La senda cruzaba el tseirón cerca de su final por la parte de abajo y era especial detenerse allí y mirar hacia arriba, siguiendo el recorrido de las murias. Imposible confundir aquel lugar con cualquier otro de toda la Ruta. En la próxima y siguientes excursiones haciendo la Ruta, cuando llegaba a aquel lugar ya sabía donde me encontraba y ya conocía su nombre tras habérselo preguntado a algún papudo conocedor de Munietsus.
![]() |
Una mirada hacia atrás desde el tseirón. La senda sale del arbolado de La Vatsina Las Fayonas. 26 julio 2.016. |
Y así es como se va individualizando el territorio. Cada vaguada, cada teso, cada lugar, tiene su propia personalidad, algo que lo hace único y diferente del resto. Salvando las distancias son como las personas.
Y como las personas los lugares también cambian con el paso del tiempo, sobre todo si solo tenemos en cuenta la parte que aflora a la superficie. En mis últimas visitas el tseirón me ha parecido más pequeño, más estrecho que el de antes.
Y no es que las piedras sueltas hayan desaparecido. Siguen estando ahí, pero sobre ellas se ha instalado la vegetación, que la oculta a la vista. Solo si andamos sobre ellas las volveremos a ver y sobre todo a notar si no llevamos el calzado adecuado.
Ya os he comentado que en la planta baja de la casa del Guarda (Centro de Recepción de la Reserva) de Las Tablizas, había un mapa donde aparecían detallados todos los tseirones existentes en Munietsus. Lo realmente importante de él es que no solo aparecía la extensión que la vista era capaz de detectar si no su extensión real.
Conocer la extensión real de los tseirones me pareció algo muy interesante de cara a las excursiones que yo hacía en solitario y le pedí a Víctor, amigo y Guarda de la Reserva, que me los reprodujera en un mapa de los que entregaba a quienes hacían el Itinerario de la Naturaleza.
Este tseirón de La Candanosa y su hermano que se encuentra muy cerca, en la siguiente vatsina (la del Garabeño), son el lugar ideal para entender el poder de "El verde". o dicho de otra manera del arbolado.
![]() |
Tseirones del Ríu Las Fayonas, destacando el de La Candanosa y de La Vatsina´l Garabeño. |
Fijaros en el mapa trabajado por Víctor, se ve su enorme extensión, copando el curso principal de La Candanosa y el de la Vatsina´l Garabeño, descendiendo por ambos cursos hasta unirse en la Vatsina Las Fayonas y continuar hasta llegar al nacimiento del Ríu Las Fayonas, donde confluyen todos los cursos fluviales de este gran valle.
Visualmente y aún combinando diferentes perspectivas, solo veremos una pequeña parte de este tseirón, el formado por sus piedras blanquecinas expuestas directamente al sol, aunque muchas de ellas, especialmente en los bordes del canchal desnudo, se hallan tapizadas de musgos y líquenes.
El resto del tseirón ya está colonizado por bosques más o menos desarrollados, aunque con un claro predominio del segundo caso. Pero su avance parece inexorable y la calva del pedregal se hace cada vez más pequeña.
![]() |
El tseirón va siendo arrinconado por el gran bosque. 26 julio 2.016. |
A la lenta, podríamos decir que milenaria y callada labor (desde el fin de las glaciaciones) de líquenes y sobre todo del mofo (musgo), que generación tras generación han ido creando capas de suelo, se ha unido el continuo aporte de materia orgánica proveniente de los despojos de la vegetación que bordea las tseras.
Hojas secas, ramas rotas, restos de árboles, de arbustos y de subarbustos, van acolchando la piedra, uniéndose al mofo y a otros restos (de animales, polvo atmosférico...) que hacen multiplicarse la vida microscópica (microorganismos).
![]() |
Los bedules son muy osados y son de los primeros en colonizar los tseirones, como este de La Candanosa. Eso sí, siempre que no sean plenos solanos. 27 julio 2.018. |
En ese mínimo pero fértil suelo también caen muchas semillas y algunas hasta llegan a germinar y originar nuevos arbolillos. La mayoría de ellos no cumplirán muchas primaveras pues los aportes de ese suelo no son los suficientes. Pero algunos de ellos conseguirán que sus raíces, bordeando las capas de tseras, acaben accediendo a terrenos más blandos de donde poder extraer las sales y minerales que necesitan para seguir vivos y poder desarrollarse.
El tamaño de las tseras es grande y entre ellas también las hay más pequeñas y si os fijáis a fondo veréis más cosas. La parte de encima de la senda es un buen lugar para hacerlo. Veréis preciosos líquenes encantando las piedras y mofo engalanándolos, piedras de diferentes tamaños y muchos restos orgánicos de procedencia vegetal.
Aparte de las orillas del tseirón desnudo a veces coinciden muchos restos orgánicos y mofos con trozos de tseras más finas en el interior de este y como no podía ser de otra manera también allí se han acabado instalando árboles. El tseirón de La Candanosa presenta algunas hiladas de arbolado que lo van cuarteando y que garantizan una colonización más rápida.
![]() |
Hiladas de arbolado fraccionando el tseirón. 26 julio 2.016. |
Fijaros ahora en el tseirón que continúa por debajo de la senda, abajo donde el curso se halla más marcado al ir encajonándose. Ahí el proceso de colonización va mucho más rápido al ser el tseirón más estrecho, haber mejor arbolado en ambas orillas y existir mayor humedad.
![]() |
Mirando hacia abajo también se ve El Serrón del Níu L´Aigla. 27 julio 2.018. |
El arbolado ya ha colonizado todo el curso fluvial y cada año que pasa va subiendo hacia arriba y no tardará mucho en llegar a la senda. Y eso que por ahí abundan tseras de gran volumen, pero están cubiertas de gruesas capas de mofos y el aporte de materia orgánica por parte de los árboles es enorme. En el año 2.016 se veía un enorme tronco desplomado que acabará engordando el suelo existente.
![]() |
Fijaos que hasta un grueso tronco contribuye a mejorar el suelo del tseirón para que nuevos árboles se instalen en él. 26 julio 2.016. |
Y así, sin prisas pero sin pausas, el arbolado se va instalando sobre el tseirón.
![]() |
Otra mirada hacia atrás, desde La Candanosa vista del Sestu con una preciosa arboleda. 26 julio 2.016. |