2/28/2025

La Ruta a Las Tsagunas 29. Deslindes. La Candanosa

 

Parte superior del tseirón de La Candanosa. Desde la senda. 4 noviembre 2.000

Tras las vistas continuamos andando por esta ancha y llana senda y apenas dados unos pasos llegamos a la siguiente vatsina: La Candanosa. La cercanía de las dos vatsinas se debe a la unión de ambas unos metros por debajo de la senda.

La Candanosa, igual que Furmigueiros y Los Tsagozos, no lleva delante la palabra vatsina, pero en la práctica todas ellas pueden considerarse como tales pues mis informantes cuando me hablaban de ellas así las consideraban.

El curso más marcado de esta gran hondonada se halla entre el Pico Las Penas del Garabeño y el Pico´l Counio y baja muy ladeado, flanqueado por los farallones alargados (de arriba a abajo) de Las Penas del Garabeño, hasta la senda donde ahora nos encontramos y que un poco más abajo desemboca en la Vatsina Las Fayonas.

Pero la mayor parte de la hondonada se halla entre el Pico´l Counio y el Pico La Mesa, delimitada hacia abajo por el Teso de Sestu Rapáu hasta llegar a la Vatsina Las Fayonas. Una vasta extensión donde su curso no se puede discernir.

Bisulaz, con su Escabón y El Pradón, queda un poco por debajo del nacimiento de la Vatsina Las Fayonas en Sestu Rapáu. Desde allí y para arriba todo pertenece al Monte Oubachu. Ya sabréis que yo prefiero que la mayor parte del terreno de esta zona quede englobado dentro de la Reserva, pero sería faltar a la verdad, o silenciarla que a fin de cuentas es lo mismo, si no os comentara lo siguiente.

A finales de 1924 varios vecinos de Oubachu y uno de Puente de La Pescal, mediante un Procurador de Cangas del Narcea, demandaron a la BOSNA, reclamando como suyos unos terrenos entre los Montes de Oubachu y de Munietsus. El pleito duró tres años y el pueblo aportó documentos fehacientes sobre la posesión de estos terrenos.

Finalmente la Audiencia de Oviedo dio la razón a los demandantes y mediante sentencia definitiva estableció el deslinde entre ambos Montes, cuya línea divisoria iría: desde el Abedulín de Sierramala al Escabón de Bisulaz. De este punto a Fuente Fuenculebrera (en realidad a 40 m. por encima de la Fonte). De aquí a Fuente Degollada y de aquí al Teso o cordón de Porciles.

Las líneas entre dichos puntos son líneas rectas en los mapas, pero esto sobre el terreno es muy difícil de determinar y para que no hubiera dudas se establecieron numerosos mojones, unos sobre rocas naturales y otros de piedra colocada allí ex profeso. Todos los mojones estaban pintados de encarnado teniendo escrita la palabra Muniellos en un lado y en el otro Oballo.

Oubachu recuperaba así las en torno a 600 hectáreas que su Monte tiene aguas vertientes a Munietsus y que tanto los señores Condes como luego los de la BOSNA consideraban como suyos. Si no los hubiera recuperado estos terrenos formarían parte ahora de la Reserva, pero un robo es un robo, independientemente de quien lo cometa. Esos terrenos son del Monte Oubachu y eso es algo inamovible.

Pero el robo que ahora os voy a comentar, es más reciente y menos conocido. De aquel que comentamos salió vencedor el pueblo, era de justicia, pero de este otro no.

Pero primero dejadme haceros una aclaración sobre el punto inicial del deslinde de 1927. El mojón que se pintó sobre roca natural no se hizo en el Abedulín de Sierramala como se dice ("en la roca natural del cerro del Abedulín"). Quienes conocían a fondo esta zona sabían que el mojón estaba en el Pico de Las Penas del Garabeño y que el Abedulín quedaba un poco más allá, en dirección a Furmigueiros. Es un error llamativo porque el resto de puntos llevan los topónimos correctos, aunque eso sí, castellanizados.

El Monte Oubachu no solo basculaba hacia Munietsus, con una línea de deslinde cercana al curso más marcado de La Candanosa, también basculaba hacia el valle de Valdebóis. Y lo hacía partiendo de ese mismo punto inicial.

La línea divisoria desde el Pico de Las Penas del Garabeño bajaba por el teso que separa el Val del Can (o El Vatsinón) del Val do Castelo María, Cruzaba la actual carretera en La Curva del Atraco, la primera curva pronunciada que hay bajando del Counio hacia Ibias y acababa pasando a las laderas solanas de Valdebóis. Llegaba luego a A Fonte Sapeira y basculaba contra el Monte Combu, bajando hasta la Fonte d´Ablaneda, continuando hasta L´Orriu d´Otietsos donde ya enlaza con el Vatse Cabreiru, que pertenecía a Oubachu y a La Veiga´l Tachu.

En resumidas cuentas y yendo a lo que ahora nos interesa, una porción de la cabecera del valle de Valdebóis pertenecía al Monte Oubachu.

Esto no es un cuento de viejas, es la pura verdad. Algo que tenían muy en cuenta tanto los del pueblo de Oubachu como los de Valdebóis. Tanto, que la braña de Valdebóis en la zona del Counio: A Veiga do Couño, no estaba establecida en la collada del puerto. Estaba más abajo, metida contra el Vale da Candaosa. Si el deslinde fuera por la línea divisoria de aguas vertientes lo más lógico sería que la braña estuviese instalada en la vega del puerto y no lo estaba porque el deslinde iba más abajo. 

Cuando yo conocí el puerto allí había una campera mucho mayor que la que hay ahora, que es realmente minúscula. En mi tierna juventud recuerdo haber estado allí recogiendo manzanilla. Viendo como se tiznaban de amarillo la punta de mis dedos, emitiendo un persistente aunque agradable aroma al acercarlos a mi nariz.

Pero ya entonces la presencia de ganáu era algo poco habitual en nuestros montes, incluso en zonas tan favorecidas como aquella. Porque es seguro que aquí en el Puerto do Couño, habría en su tiempo una extensa campera , repleta de jugosos pastos.

Los propietarios del Puerto tampoco instalaron en él una braña. La más cercana era La Veiga Vietsa, en el borde y a los pies del circo glaciar de La Baxancada, en el Vatse Cabreiru. En ella había varias cabanas de piedra y posiblemente fuera una braña equinoccial. De esa braña procedería el ganáu que pastoreaba el Puerto, las camperas del Murucón y el resto del monte cercano.

Es probable que el ganáu de A Veiga do Couño también pastoreara en el Puerto y que su presencia aumentara cuando Oubachu abandonó La Veiga Vietsa, sustituyéndola por La Veiga´l Pumar, con cabanas y praus de siega mucho más grandes y con mejor acceso para los arbetsones (gentilicio de los nacidos en Oubachu).

El ICONA acabó comprando el Monte Valdebóis, no al pueblo si no a quienes se lo habían robado. Pero eso pertenece a otra historia. Primero fue declarado MUP (Monte de Utilidad Pública) y pronto se unió a la Reserva Integral de Muniellos, formando parte de su superficie.

En el nuevo deslinde del Monte de Valdebóis, y por lo tanto de la Reserva Integral de Muniellos en esta zona, la línea se corrió hasta los altos de la sierra y hasta esta misma. Todo lo que basculaba hacia Valdebóis pertenecía a la Reserva.

Pasó el plazo de alegaciones cuando la Administración hizo público el nuevo deslinde. Oubachu había perdido mucha población y los que quedaron o no se enteraron o no le dieron mayor importancia. El monte había dejado de poseer la importancia que antaño tuvo.

Así se consumó el nuevo robo y a pesar de que beneficiaba a la Reserva, aumentando su extensión, no deja de ser eso, un robo.

Sigue perteneciendo al Monte Oubachu la parte del Pico´l Counio que mira contra Munietsus y contra el Vatse Cabreiru y la totalidad del Pico La Baxancada (también llamado Pico La Mesa, seguramente porque la vaguadina que lo separa del Pico´l Counio confoma una superficie plana semejante a la de una gran mesa visto desde lejos), que con 1595 m.de altitud el primero y 1564 m. el segundo, constituyen las máximas alturas de la zona.

El Pico´l Counio forma parte de la sierra divisoria de dos cuencas fluviales (el Navia y el Narcea). Por el Serrón del Counio desciende bruscamente al Puerto del Counio, asciende al Pico Cabreiru y continua su camino hacia el Norte. 

Zona del Counio vista desde El Muntecín de Mual. 31 julio 2.020. 1-Pico La Mesa. 2-Pico´l Counio. 3-Teso L´Estoupo. 4-Serrón del Counio. 5-La Veiga´l Pumar. 6-Puerto del Counio. 7-Pico Valmayor.

Pese a su cercanía y casi la misma altitud el Pico La Baxancada no pertenece a esa sierra. Del Pico´l Counio sale un ramal que ira dividiendo el Ríu Cabreiru y su continuación en el Ríu Coutu, del Ríu Rengos (Narcea), hasta la unión de ambos ríos en La Riela. Ese ramal es la Sierra de Brigueda o de Pena Ventana y el Pico La Baxancada es su primer hito altitudinal, separado del Pico´l Counio como ya dijimos por una suave concavidad.

Para no ser menos que su hermano también el Pico La Baxancada se precipita bruscamente, bajando la sierra por el escabroso y rocoso Teso L´Estoupo, que en realidad es la pared del circo glaciar por ese lado. Finalizando en la collada de La Veiga´l Pumar (o Veiga La Mesa) para luego volver a ir ascendiendo, con poca brusquedad, hasta el Pico Valmayor y continuar con nuevas bajadas y subidas para finalmente morir en La Riela.

Son bellos estos dos picos vistos desde zonas altas del Vatse Cabreiro y eran también muy útiles en épocas pasadas. Todo el tramo serrano y parte de su basculación estaba desarbolado. Allí crecían los pastos utilizados a última hora, cuando los de zonas más bajas ya se habían agotado y angostado.

Pero son zonas susceptibles de albergar arbolado. Robles en las partes más soleadas y bedules en las más umbrosas. Si sigue sin haber incendios es solo cuestión de tiempo que el bosque amplíe sus dominios, ya que las talas que lo sangraban y los pastos que lo mantenían a raya y evitaban su expansión, pertenecen al pasado.

¡Creced y multiplicaos!, eso es lo que les deseo yo a los árboles que van haciendo acto de presencia. Me da igual que estén dentro que fuera de la Reserva.

Lo cierto es que apenas si guardo en mi memoria imágenes y sensaciones de la primera vez que hice la Ruta que estamos describiendo. Por no recordar ya ni recuerdo el año, aunque debió ser a principios de la década de los ochenta.

Entonces el tiempo corría muy deprisa y ocurrían tantas cosas novedosas que apenas si tenías tiempo para procesarlas de una forma ordenada y detallada.

En el monte y en Muniellos en particular, yo no buscaba conocerlo de forma física o geográfica, eso vendría después. Me bastaba con ir absorbiendo todo lo que él me hacía sentir. Iba al monte y sobre todo a los bosques porque era donde mejor me encontraba, lejos de un mundo que ni me atraía entonces ni lo sigue haciendo en la actualidad.

Andaba por el monte sin preocuparme por donde lo hacía y en el caso de Munietsus siguiendo aquella senda que iba a unas tsagunas. No recuerdo si iba solo o acompañado. Pero si recuerdo la impresión que me causó el tseirón de La Candanosa. Aquella enorme masa de piedras sueltas instaladas en el centro de la vaguada y que se prolongaba hacia arriba perdiéndose en la distancia. No ver su final aún lo hacían ser más grande. 

En este caso es el nublo el que impide ver el final del tseirón de La Candanosa. 26 julio 2.016.

La senda cruzaba el tseirón cerca de su final por la parte de abajo y era especial detenerse allí y mirar hacia arriba, siguiendo el recorrido de las murias. Imposible confundir aquel lugar con cualquier otro de toda la Ruta. En la próxima y siguientes excursiones haciendo la Ruta, cuando llegaba a aquel lugar ya sabía donde me encontraba y ya conocía su nombre tras habérselo preguntado a algún papudo conocedor de Munietsus. 

Una mirada hacia atrás desde el tseirón. La senda sale del arbolado de La Vatsina Las Fayonas. 26 julio 2.016.

Y así es como se va individualizando el territorio. Cada vaguada, cada teso, cada lugar, tiene su propia personalidad, algo que lo hace único y diferente del resto. Salvando las distancias son como las personas.

Y como las personas los lugares también cambian con el paso del tiempo, sobre todo si solo tenemos en cuenta la parte que aflora a la superficie. En mis últimas visitas el tseirón me ha parecido más pequeño, más estrecho que el de antes.

Y no es que las piedras sueltas hayan desaparecido. Siguen estando ahí, pero sobre ellas se ha instalado la vegetación, que la oculta a la vista. Solo si andamos sobre ellas las volveremos a ver y sobre todo a notar si no llevamos el calzado adecuado.

Ya os he comentado que en la planta baja de la casa del Guarda (Centro de Recepción de la Reserva) de Las Tablizas, había un mapa donde aparecían detallados todos los tseirones existentes en Munietsus. Lo realmente importante de él es que no solo aparecía la extensión que la vista era capaz de detectar si no su extensión real.

Conocer la extensión real de los tseirones me pareció algo muy interesante de cara a las excursiones que yo hacía en solitario y le pedí a Víctor, amigo y Guarda de la Reserva, que me los reprodujera en un mapa de los que entregaba a quienes hacían el Itinerario de la Naturaleza.

Este tseirón de La Candanosa y su hermano que se encuentra muy cerca, en la siguiente vatsina (la del Garabeño), son el lugar ideal para entender el poder de "El verde". o dicho de otra manera del arbolado. 

Tseirones del Ríu Las Fayonas, destacando el de La Candanosa y de La Vatsina´l Garabeño.

Fijaros en el mapa trabajado por Víctor, se ve su enorme extensión, copando el curso principal de La Candanosa y el de la Vatsina´l Garabeño, descendiendo por ambos cursos hasta unirse en la Vatsina Las Fayonas y continuar hasta llegar al nacimiento del Ríu Las Fayonas, donde confluyen todos los cursos fluviales de este gran valle.

Visualmente y aún combinando diferentes perspectivas, solo veremos una pequeña parte de este tseirón, el formado por sus piedras blanquecinas expuestas directamente al sol, aunque muchas de ellas, especialmente en los bordes del canchal desnudo, se hallan tapizadas de musgos y líquenes.

El resto del tseirón ya está colonizado por bosques más o menos desarrollados, aunque con un claro predominio del segundo caso. Pero su avance parece inexorable y la calva del pedregal se hace cada vez más pequeña. 

El tseirón va siendo arrinconado por el gran bosque. 26 julio 2.016.

A la lenta, podríamos decir que milenaria y callada labor (desde el fin de las glaciaciones) de líquenes y sobre todo del mofo (musgo), que generación tras generación han ido creando capas de suelo, se ha unido el continuo aporte de materia orgánica proveniente de los despojos de la vegetación que bordea las tseras.

Hojas secas, ramas rotas, restos de árboles, de arbustos y de subarbustos, van acolchando la piedra, uniéndose al mofo y a otros restos (de animales, polvo atmosférico...) que hacen multiplicarse la vida microscópica (microorganismos). 

Los bedules son muy osados y son de los primeros en colonizar los tseirones, como este de La Candanosa. Eso sí, siempre que no sean plenos solanos. 27 julio 2.018.

En ese mínimo pero fértil suelo también caen muchas semillas y algunas hasta llegan a germinar y originar nuevos arbolillos. La mayoría de ellos no cumplirán muchas primaveras pues los aportes de ese suelo no son los suficientes. Pero algunos de ellos conseguirán que sus raíces, bordeando las capas de tseras, acaben accediendo a terrenos más blandos de donde poder extraer las sales y minerales que necesitan para seguir vivos y poder desarrollarse.

El tamaño de las tseras es grande y entre ellas también las hay más pequeñas y si os fijáis a fondo veréis más cosas. La parte de encima de la senda es un buen lugar para hacerlo. Veréis preciosos líquenes encantando las piedras y mofo engalanándolos, piedras de diferentes tamaños y muchos restos orgánicos de procedencia vegetal.

Aparte de las orillas del tseirón desnudo a veces coinciden muchos restos orgánicos y mofos con trozos de tseras más finas en el interior de este y como no podía ser de otra manera también allí se han acabado instalando árboles. El tseirón de La Candanosa presenta algunas hiladas de arbolado que lo van cuarteando y que garantizan una colonización más rápida. 

Hiladas de arbolado fraccionando el tseirón. 26 julio 2.016.

Fijaros ahora en el tseirón que continúa por debajo de la senda, abajo donde el curso se halla más marcado al ir encajonándose. Ahí el proceso de colonización va mucho más rápido al ser el tseirón más estrecho, haber mejor arbolado en ambas orillas y existir mayor humedad. 

Mirando hacia abajo también se ve El Serrón del Níu L´Aigla. 27 julio 2.018.

El arbolado ya ha colonizado todo el curso fluvial y cada año que pasa va subiendo hacia arriba y no tardará mucho en llegar a la senda. Y eso que por ahí abundan tseras de gran volumen, pero están cubiertas de gruesas capas de mofos y el aporte de materia orgánica por parte de los árboles es enorme. En el año 2.016 se veía un enorme tronco desplomado que acabará engordando el suelo existente. 

Fijaos que hasta un grueso tronco contribuye a mejorar el suelo del tseirón para que nuevos árboles se instalen en él. 26 julio 2.016.

Y así, sin prisas pero sin pausas, el arbolado se va instalando sobre el tseirón. 

Otra mirada hacia atrás, desde La Candanosa vista del Sestu con una preciosa arboleda. 26 julio 2.016.


2/14/2025

La Ruta a Las Tsagunas 28 La Granda de Sestu Rapáu y La Vatsina Las Fayonas.

Gran albar en la Vatsina Las Fayonas con su enorme y precioso fuste. 27 julio 2.018.

 Sesto es un topónimo muy antiguo, que apenas si modificó la grafía de la palabra de la que viene. El cambio de la "x" por una "s" es fácil de entender ya que así se pronunciaba de forma más sencilla.

La terminación en "o" (sesto) o en "u" (sestu) resulta algo arbitraria y lo dejamos a gusto del lector. La "u" parece más propia del asturiano, pero en realidad su pronunciación está a medio camino entre ambas vocales: ni es una "o" rotunda ni una "u" marcada. Algo parecido a lo que ocurre con el nombre de mi pueblo (Moal-Mual).

La antigüedad del topónimo hizo que con el paso del tiempo se perdiera su significado. Ni la generación que nos precedió, nuestros padres, ni la que precedió a esta, nuestros abuelos, entendía su significado y como ocurre con todos los topónimos, ellos se limitaban a repetir lo que siempre habían oído.

El de Sestu Gordu, quizás debido a que estaba lejos de los pueblos y a que era menos utilizado, perduró tal cual, pero al de Sestu Rapáu, también lejano pero más utilizado por la presencia de la braña El Pradón de Oubachu, se le añadió otro topónimo, precediéndolo, que todos entendían: teso, apareciendo así doblado su significado ya que sestu y teso aluden a lo mismo, aunque eso sí con cualidades distintas.

El tercer nombre del topónimo sobre el que ahora transitamos: Rapáu, creó que es entendido por todos ya que difiere muy poco de su versión castellana: Rapado. A mí rapáu siempre me retrotrae a otra palabra con la que rima y cuyo significado quizás os resulte más extraño. Porque ¿hay alguien que sepa lo que significa rañáu?.

Es una palabra de uso ganadero en Asturias y León, una actividad de la que siempre dependieron nuestros mayores y que yo oí en voz de Mamina, mi querida abuela materna. Cuando era muy vieja, entrelazando sus manos con las mías, me dijo en varias ocasiones refiriéndose a ella misma: "¡Ay Luisín, esti prau ta pacíu, ya rañáu!". "¡este prado está pacido, y roído!", sería su traducción exacta al castellano, pero prefiero la que me decía Mamina, cargada de belleza y emotividad. 

Pero qué significado tiene rapau en este sesto que al recorrerlo, por la senda, ofrece la imagen de un bosque maduro sin ningún espacio rapáu o desarbolado. 

Solo unos metros por debajo de la senda, pero no visible desde ella, está el significativo topónimo de la Granda de Sestu Rapáu. Ya he hablado y mostrado fotos de ella en el capítulo 88 de El Monte y el Guía de Munietsus así que procuraré no repetirme.

Lo rapado ocupa una superficie mayor al que posee la granda ya que por debajo de ella la roca madre de Munietsus, la dura y blanquecina cuarcita, aflora al desnudo. Siendo la continuación de los farallones de La Hozquina, La Hozcona y la Vatsigata´l Xardón. 

Desarbolado del Teso de Sestu Rapáu. La Granda de Sestu Rapáu arriba y las placas rocosas debajo. 27 julio 2.018.

Ahí junto a las planchas rocosas donde solo líquenes y musgo pueden vivir, hay algunos intersticios donde se ha ido reteniendo algo de suelo, donde los ganzos blancos, algún roble orocantabrico e incluso algún valiente albar, tratan de salir adelante, pero teniéndolo muy crudo.

La granda, propiamente dicha, tiene algo de suelo. Mínimo en la parte que roza con las placas y algo más desarrollado a medida que asciende en altitud. Aquí el protagonista vegetal es el ganzo rojo.

Siempre me ha llamado mucho la atención lo atrasado de la regeneración natural del arbolado en está granda. Desde cerca del Cotarrón de La Candanosa y luego desde cerca de Las Tsagunas y desde el cierre de la primera tsaguna, se ve muy bien toda esta zona, y el paisaje apenas si ha variado desde la primera vez que lo vi, allá por los lejanos años ochenta del siglo pasado. 

Granda de Sestu Rapáu visto desde cerca del Cotarrón de La Candanosa. 29 julio 2.017.

Con todo últimamente ya se ven algunas matas de roble rastrero, posiblemente orocantabricos, instaladas en su interior. Y en las zonas cercanas al arbolado superior el ganzal está muy desarrollado, con ejemplares grandes que preludian una pronta instalación de la siguiente fase en la dinámica forestal, la del arbolado.

La granda seguramente es anterior a las talas madereras (aunque no habría que descartarlas del todo) que afectaron a las zonas vecinas y hay que relacionarla con la cercana braña de Oubachu, El Pradón, cuyo ganáu pastorearía esta zona, favoreciendo su deforestación.

La yerba pastada no necesita suelos tan gordos como los albares y aquí posiblemente hubiese buenos pastos, diseminados entre  los entonces poco numerosos brezos. Y en este estado perduraría durante largos años.

La paulatina desaparición de la braña posibilitaría un mayor desarrollo del brezal, pero entonces llegó el pavoroso incendio de mediados de los años ochenta, que aquí en la granda arrasaría con todo lo que creciera sobre el suelo.

Los suelos, ya de por si estrechos lo serían aún más ya que al quedar desnudos la erosión se cebaría sobre ellos. Era un volver a empezar, en una zona pendiente y de pleno solano, sin mayor humedad que la proveniente de la lluvia y la del nublo, ya que al estar en el ancho sesto, aquí más ancho aún, no circularía por él ningún curso de agua, ni grande ni pequeño. Azotado además por las ventoleras, que en los tesos ven multiplicados sus efectos negativos.

Pero démosle tiempo al tiempo. Los suelos siguen siendo débiles, pero han mejorado algo y la joven arboleda surgida tras las talas están llegando a su madurez y harán llegar a la granda grandes cantidades de semillas. Hacia abajo todo se mueve mejor y la granda queda por debajo del arbolado. Además el desarbolado está en medio del bosque ya que por debajo vuelve a reaparecer y eso siempre supone una gran ventaja.

Ninguno de los de mi generación lo verá, pero la granda volverá a ser cubierta por el gran bosque. Más discutible es la zona rocosa, que además se extiende bastante hacia los lados, entrando un buen tramo por el Ríu Las Fayonas. Ahí serán necesarias varias generaciones para conseguirlo y puede que nunca lo consigan, aunque la naturaleza es pródiga en conseguir milagros.

Solo un gran oteador, u oteadora que tanto monta, monta tanto, se dará cuenta de cuándo se dobla el teso. La senda sigue llaneando y tapados por el arbolado se pierden todas las referencias. Andamos y andamos pero no sabemos hacia donde. Notaréis, eso sí, que la claridad aumenta por delante de nosotros, señal de que un gran valle se abre en esa zona.

Junto a La Regueira Las Tsagunas, el Ríu Las Fayonas es el mayor afluente del Ríu La Candanosa. Una gran hondonada compuesta de varias vatsinas.

Su importancia queda de manifiesto por el nombre que le pusieron: Ríu, reservado a cursos de agua importantes. Recordad que en este Monte tenemos seis: El Ríu Munietsus, el más importante ya que recoge al resto. El Ríu Tixeirúa, el más grande en extensión. El Ríu La Candanosa, también muy grande. El Ríu Refuexu y el Ríu Las Gallegas son prácticamente uno ya que ocupan el mismo valle, eso sí en diferentes tramos. Y este del que hablamos. A ellos habría que sumarle otro: Refuexu, ya que creo que Re es una contracción de Ríu. 

Ignoro porqué Decutsada y Bisnuevo se llaman Regueiros y no Ríus. Son grandes y tienen también varios afluentes. Tal vez su mayor cercanía al pueblo de Mual tenga algo que ver en ello.

Todos ellos llevan un buen caudal de agua durante todo el año. Recuerdo que una vez vinieron a visitar Munietsus los propietarios de una gran extensión de terreno en Castellón, que querían dedicarlo a usos medioambientales. Se quedaban boquiabiertos cuando llegábamos a uno de estos ríus y regueiros y veían su caudal, diciéndoles yo que eran meros tributarios del Ríu Munietsus. Se maravillaban y me decían que ya les gustaría a ellos tener dentro de su terreno un curso de agua que tuviera el caudal de uno solo de aquellos afluentes.

Ellos admiraban la profusión de agua por doquier, algo a lo que nosotros apenas si nos llama la atención y que nos debe hacer reflexionar sobre su auténtica valía y alegrarnos por su abundancia. Ver caudalosos cursos con aguas puras y cristalinas no está al alcance de cualquiera. ¡Disfrutemos nosotros con su presencia!. 

Si los de Castellón vieran el Ríu Mual dirían que es un gran río. Aquí por debajo del Palenque que aún tenía el varal superior. 29 julio 2.020.

El Ríu Las Fayonas nace tras la confluencia de Los Tsagozos y la Vatsina Las Fayonas, aguas arriba de Entramburríus de La Candanosa, donde desagua en el Ríu La Candanosa.

Los Tsagozos tienen a su vez otro afluente: Furmigueiros. Mientras que la Vatsina Las Fayonas tiene alguno más: La Candanosa, Vatsina´l Garabeño y Vatsina del Corno.

El Cotarrón de La Candanosa y el Teso de Sestu Rapáu delimitan a la perfección este Ríu y sus vatsinas. Poco se ve de estas zonas desde el mirador que habíamos utilizado en el teso de La Matona de Tonante. Así que os ofrezco mi mapa y una foto de Google con la localización de los topónimos. ¡Todo un lujo!.

Mapa del Ríu Las Fayonas

 

Localización de los topónimos del Ríu Las Fayonas; 0-La Veiga Los Tsagozos. 1-Pico del Sestón. 2-Pico Los Tsagozos. 3-Los Tsagozos. 4-El Cotarrón de La Candanosa. 5-Pico La Pena La Candanosa. 6-Boqueta y Braña Los Furmigueiros. 7-Pena La Candanosa. 8-Furmigueiros. 9-Abedulín de Sierramala. 10-Vatsina del Corno. 11-Ríu Las Fayonas. 12-Picos da Avenida. 13-Pico de Las Penas del Garabeño. 14-Vatsina´l Garabeño. 15-Vatsina Las Fayonas. 16-Granda de Sestu Rapáu. 17-Pico´l Counio. 18-La Candanosa. 19-Teso de Sestu Rapáu. 20-El escabón de Bisulaz y El Pradón. 21-Pico La Baxancada o Pico La Mesa.

Doblado el Teso, sin que apenas nos demos cuenta de ello, todo sigue prácticamente igual. Con una senda que sigue siendo una delicia, llana, poco tendida, lo suficientemente ancha y sobre buenos suelos y con un bosque que, si bien es algo menos denso, lo sigue ocupando todo. 

Al poco de pasar el centro del teso. 26 julio 2.016.

Antes por entre las ramas y su follaje había estrechas vistas de partes de la sierra del Ríu Las Fayonas. Veíamos la collada de la Boqueta de Furmigueiros, donde estaba instalada la más importante braña de Valdebóis de toda esta zona: la Braña de Furmigueiros, en la zona de deslinde entre los Montes de Valdebóis y Munietsus. 

Desde el Teso vista de la collada de Furmigueiros. Al poco de doblar el teso. 27 julio 2.018.


Elevación que culmina en el Pico Los Tsagozos e inicio de La Boqueta Furmigueiros. Una vez doblado el teso. 27 julio 2.018.

Valdebóis, igual que Oubachu, no pagaba ni un real por esta braña, pues estaba en los deslindes, a los que podían acceder los usuarios de ambos Montes. Del lado de Munietsus no había posibles usuarios ya que no existía ninguna braña cercana.

El deslinde entre los tres Montes (Valdebóis, Oubachu y Munietsus), arriba en la sierra lo constituía el Pico Las Penas del Garabeño. Desde allí una línea recta bajaba hasta el curso de La Candanosa, continuando con otra hasta El Escabón de Bisulaz, separando Munietsus del Monte Oubachu.

El Pico La Mesa, el Pico´l Counio y el trozo de sierra hasta el Pico Las Penas del Garabeño sería pastoreado por el ganáu de Oubachu, proveniente de su braña de El Pradón o de la Braña Viecha del Counio. Aprovechando los numerosos claros del terreno.

Valdebóis pastorearía el resto de la sierra del Ríu Las Fayonas, utilizando la Braña de Furmigueiros como principal campo base y su ganáu bascularía contra Munietsus, como demuestra la enorme granda, aún existente a día de hoy, en el teso que separa Vatsina´l Garabeño de Vatsina del Corno, el más ancho teso del interior del Ríu Las Fayonas, repleto de grandes camperas en su tiempo.

Valdebóis, que nosotros sepamos, no pagaba ni otro real por ese uso, ni tampoco por su pequeña braña de La Veiga Los Tsagozos (o Chagozos ya que el topónimo es galego), ni las numerosas camperas (hoy grandas) cercanas a la sierra pero del lado de Monte Munietsus.

El uso del territorio no se corresponde con el de la propiedad de ese territorio y todo apunta a un paulatino robo por parte de la Casa de Toreno de la propiedad de un territorio perteneciente a los pueblos del entorno.

A los pueblos se les exigía presentar documentos que certificaran la posesión de esos territorios mientras que a los Señores Condes les bastaba su palabra, la de decir que el Monte era suyo, sin necesidad de presentar documento alguno. Volveremos sobre este tema más adelante.

Si alguien no ha visto nunca un cándanu tiene ahora la oportunidad de verlo. En el año 2.016, por encima de la senda, se veía uno completo. Puede que cuando visitéis Munietsus y hagáis esta Ruta el cándanu haya perdido parte de sus ramas secas o que incluso se encuentre derribado. Si sigue ahí es un buen testimonio de por qué a la segunda vatsina con la que nos encontremos la llamaban La Candanosa. 

Espectacular cándanu que presagia el nombre de la segunda vatsina con la que nos encontraremos muy pronto. 26 julio 2.016..

Continuamos doblando el ancho sesto hasta un brusco encete en el terreno que quiebra su redondez. Estamos en las partes más altas de la Vatsina Las Fayonas. Vatsina que no se nota mucho porque no tarda en morir, más arriba contra el Teso de Sestu Rapáu. 

Entrando en la Vatsina Las Fayonas. 26 julio 2.016.

Se le nota el quiebro de su ladera izquierda, la derecha no se nota porque a esta altitud ya enlaza con la vatsina siguiente: La Candanosa. 

Vatsina Las Fayonas. 26 julio 2.016.

En esta vatsina, con una orientación más norteña provocada por la doblez del poderoso sesto, estarían refugiadas las gigantescas fayas que están en la base del nombre de la vatsina y del propio río de esta zona. Las Fayonas. En el año 2.000 aún se veían restos de ellas por la vatsina abajo.

Sigue habiendo fayas, con una más que monumental, ladera arriba pero que no vemos desde aquí y luego en la zona de Bisulaz si que hay un auténtico faeu que ya pertenece al Monte Oubachu.

Lo que sigue viéndose, al menos durante un tiempo, son los restos de grandiosos albares por debajo de la senda. Ejemplares que no se cortaron en las talas de los años sesenta del pasado siglo porque ya estaban muy deteriorados y poca madera sana podían aportar. 

Robles viejos y decrépitos de la Vatsina Las Fayonas. Desde la senda. 4 noviembre 2.000.

Luego el incendio de mediados de los ochenta se cebó en ellos y hoy están en las últimas, habiendo uno que ya es prácticamente una carcasa. 

Ancianos robles muy deteriorados por debajo de la senda. 27 julio 2.018.


Detalle de los ancianos decrépitos. 27 julio 2.018.

También los hay de buen porte, robles maduros de altas miras, esbeltos mástiles de preciosos troncos y buenas copas. Pero si os fijáis en su base veréis que presagian un fin prematuro en su existencia. El fuego o alguna otra calamidad les ha provocados descames por donde se ha introducido la carcoma y la pudrición. 

Horrorosa oquedad en la base del gran albar que le está pudriendo las entrañas.27 julio 2.018.

Seguirán creciendo durante muchos años y acaso lleguen a ser centenarios, algunos seguro que lo son, o incluso pluricentenarios, pero nunca morirán de viejos, lo harán mucho antes. 

No tardará mucho en ocurrirle al gran albar lo que le está ocurriendo al que está detrás de él. 27 julio 2.018

Resalta uno que está pegado a la senda por la parte de abajo. Se distingue muy bien porque en su tronco parece haber como nervios que crecen en espiral de arriba a abajo. Tiene un fea herida en la base, más fea a medida que va cumpliendo años. Pero su copa sigue estando en perfectas condiciones.

Gran albar pegado a la senda en la Vatsina Las Fayonas. 26 julio 2.016.


Copa del gran albar. 26 julio 2.016.

Y luego están los robles más jóvenes, que tienen toda la vida por delante. Algunos se deteriorarán prematuramente pues la vida en nuestros montes siempre es muy dura, peleando contra "vientos y mareas", contra la nieve, el hielo y otras erosiones naturales.

Quizás algunos, libres del azote del hacha y del fuego, puedan vivir tanto como lo hicieron muchos de sus ancestros. Al menos eso es lo que yo les deseo. Aquí en uno de los lugares más privilegiados del gran bosque de Munietsus, protegidos por el inmenso "tsombu" de Sestu Rapáu. 

Desde la Vatsina Las Fayonas se veían las partes medias (las altas nos lo impide el nublo) de varias vatsinas del Ríu Las Fayonas. 26 julio 2.016.

Desde la Vatsina Las Fayonas vistas de las partes altas del Ríu Las Fayonas. La Primera es la Vatsina´l Garabeño, que tiene un tseirón. 27 julio 2.018.

Al dejar atrás los grandes robles el bosque clarea algo, teniendo bonitas vistas de las partes medias y altas de gran parte del Ríu Las Fayonas. Pero son vistas muy ladeadas que no nos permiten apreciar la extensión real de esta zona, ni el estado de su bosque. 

Vista de las partes altas de las vatsinas del Ríu Las Fayonas. Desde senda una vez pasados los grandes albares. 23 septiembre 2.000.

Desde aquí no se ve nada de La Candanosa. Se ve parte de la ladera derecha de la Vatsina´l Garabeño, con un coqueto tseirón a la misma altitud en la que nosotros nos encontramos y por donde luego pasará la senda. Así como parte de la extensa granda instalada en su teso con la Vatsina del Corno.

De la Vatsina del Corno también se ve la mayor parte de su ladera derecha, desde su cima hasta bastante abajo, cerca de su desagüe en la Vatsina Las Fayonas.

Mucho más vemos de Furmigueiros: arriba la collada de La Boqueta y su Braña y luego la elevación de la sierra. La vista engaña pues la cima que parece ser la más alta, tapa la que en realidad lo es, el Pico Los Tsagozos del que solo vemos su inicio.

Por último se ve un poco de Los Tsagozos, la última vatsina de este Ríu Las Fayonas, recortada por El Cotarrón de La Candanosa, que en la parte que se le ve no es tan escabroso y rocoso como lo será más abajo.

Y al fondo, alzándose el Pico Regueira d´Ovella, que en los mapas aparece erróneamente con el nombre de Pena Velosa, y parte de la collada de O Pélago (Orriu Valcarcel).

Claro que todo esto que antes se veía puede estar semioculto por el crecimiento de las ramas cercanas o velado por el nublo si el día no está despejado. ¡Suerte!. 

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...