8/05/2025

La Ruta a Las Tsagunas 39 Estrés hídrico. Vistas desde el final del Ríu Las Fayonas.

 

Vistas desde granda en teso Furmigueiros-Los Tsagozos, desde la senda. 23 septiembre 2.000.

La estación meteorológica de Las Tablizas está a cuatro o cinco metros por encima del punto más bajo de todo el Monte Munietsus, ya que se encuentra en su entrada.

A uno de sus lados, por Bisnuevo, y sobre todo a sus espaldas quedan larguísimos valles que van ascendiendo hasta llegar en algunas cimas a altitudes próximas a los 1.700 m. (L´Alto d´Astaca de la Bovia de Teleyerba a 1685. Entorno del Pico Candanosa sobre 1.670).

Las altitudes mínimas y máximas del Monte Munietsus casi coinciden con el Piso Bioclimático Montano, dentro de los establecidos para la Región Eurosiberiana. Con presencia del Piso Bioclimático Subalpino en las cotas más altas. 

El color blanco de las curvas de nivel Muestra las cotas del piso bioclimático subalpino en el Monte Munietsus.

Si no conocéis esos Pisos Bioclimáticos os voy a resumir los que afectan a la Península Ibérica en el Norte de esta:

Piso Bioclimático Termocolino- Puntos de la franja costera entre Galicia y Vizcaya.

Piso Bioclimático Colino- Situado entre el 0 y los 600 m. de altitud.

Piso Bioclimático Montano- Entre los 600 y los 1.600 m.

Piso Bioclimático Subalpino- Entre los 1.600 y los 2.200 m.

Piso Bioclimático Alpino- Por encima de los 2.200/2.300 m.

Los pisos bioclimáticos tienen diferencias notables entre si, tanto en lo relativo a su clima como en la vegetación.

Los cambios en las precipitaciones no se dan de golpe. A medida que se asciende, aún dentro del mismo piso bioclimático, estas aumentan y es más que probable que aquí en Munietsus a partir del medio de este Piso Bioclimático Montano, el Ombroclima sea ya Ultrahiperhúmedo.

Yo he subido algunas veces en verano a Las Tsagunas estando el tiempo completamente seco en Las Tablizas y llegar a la primera de las charcas totalmente empapado en agua. Con un nublo tan denso que era como si lloviera. Por no hablar de las temperaturas, que sufrían un notable descenso llegando a hacer frío. 

En el repecho de la primera tsaguna con un grupo de montaña. El más novato parece ser el Guía, vestido con una simple camisa. En Las Tablizas hacía bueno pero aquí ya veis. 1987

Lo mismo ocurre con las tormentas, las nevadas o cuando simplemente llueve, que cargan más cuando más arriba subas.

Queda pues constatado que en Munietsus llueve o precipita mucho o muchísimo. Lo que propicia la existencia de un bosque planocaducifolio, de frondosas, donde bedules, fayas y sobre todo robles albares son los más apropiados para colonizarlo y medrar en él de forma natural.

Pero también tiene mucha importancia para ese arbolado el suelo sobre el que se asienta y que le suministra parte de los nutrientes que le son indispensables para poder vivir.

Los suelos de Munietsus son, en su mayoría, bastante pobres. Son suelos de herencia glaciar en los que el arbolado lleva trabajándolo y haciéndolo mejor no más de unos 12.000 años. Poco tiempo para pedir milagros.

Y luego está el impacto que causamos nosotros, los seres humanos. El pastoreo, las talas y los incendios, de los que ya hemos hablado, lo esquilmaron y le hicieron retroceder varios peldaños dentro de la dinámica forestal.

Esos débiles suelos es muy probable que estén detrás de la aparición de los cándanus, esos robles que se secan sin motivos aparentes. Y quizás también, o al menos en parte, de la ruina de los rebrotes, que ya hemos comentado en varios capítulos de El Monte y el Guía de Munietsus, y de otros robles.

Árboles todos ellos que no viven todo el tiempo que deberían.

Al ser suelos tan estrechos no aportan los nutrientes necesarios para mantener sanos a tantos comensales y es entonces cuando aparecen los achaques.

El agua es fuente de vida y uno de los nutrientes más importantes para los árboles. Viendo los ombroclimas, Hiperhúmedo y Ultrahiperhúmedo, de Munietsus, podríamos pensar que es más que suficiente para dar de beber abundantemente a quienes (animales y plantas) viven en él. Pero es una verdad a medias.

En Munietsus predominan los relieves pendientes sobre los llanos. El agua que cae o se posa suavemente sobre el suelo (caso este último del nublo), siempre tiende a ir hacia abajo.

Si el terreno fuera más llano el proceso de drenaje y evacuación sería más lento. La pendiente es la que le mete prisa al agua.

Si los suelos de Munietsus fueran gordos y mullidos, tendrían la capacidad para retener mucha agua, llevándola a sus capas inferiores, donde permanecería durante bastante tiempo.

Pero aquí, en nuestro Monte, esto no se da en muchos lugares. El agua tiene prisa y es poca la que se retiene. Los arroyos, regueiros y ríus la recogen y evacúan, experimentando grandes crecidas cuando llueve mucho. 

Mientras hay aportes continuos del líquido elemento no hay problemas en ese sentido. Pero ya vimos que durante el verano el volumen de precipitaciones se reducía bastante.

Observando la media que se da, no hay ningún mes seco. Pero hay algún que otro año en el que los veranos son más secos de lo normal, o sea de la media.

Supongo que todos y todas sabéis que los árboles transpiran. Utilizan el agua en muchas de sus funciones vitales, pero la mayor cantidad es la que utilizan en esta actividad.

Para realizar la fotosíntesis, las hojas de los árboles aparte de la luz del sol necesitan absorber de la atmósfera CO2 (dióxido de carbono) y para tomarlo abren los pequeños poros que poseen, que se llaman estomas.

Al abrir los estomas expulsan agua en forma de vapor. Produciéndose entonces la transpiración. Es increíble la cantidad de agua que transpira un árbol. En algún lado he leído que un roble grande puede transpirar hasta 1.600 litros al día. Una auténtica barbaridad.

Ese continuo bombeo de vapor a la atmósfera (solo durante el día, cuando hay luz, porque de noche los estomas se cierran) es lo que explica la frescura que sentimos dentro del bosque y los árboles también lo necesitan para enfriarse cuando el sol aprieta de lo lindo.

Cuando un árbol no obtiene la suficiente cantidad de agua para realizar sus funciones vitales padece lo que se llama estrés hídrico. Para al menos seguir vivo decide prescindir de sus hojas, cortando así la transpiración y esperar a un nuevo periodo de actividad vegetal. Deja de enviarles sabia bruta y agua y las hojas comienzan a secarse.

Y esto es precisamente lo que pasaba en algunos lugares de Munietsus a finales de aquel verano tan seco del año 2.000 y que aparecen reflejadas en varias fotos hechas durante esa época. Por eso decía, entre otras cosas, que eran fotos históricas.

Cuando volví a Munietsus, casi veinte años después, los suelos no parecían estar tan descarnados, aunque aún les faltaba mucho y además cuando lo hice estábamos todavía en pleno verano, a finales de julio.

En la foto de la portada del capítulo anterior se ve claramente los efectos del estrés hídrico. Fijaros en el color de las hojas de los árboles que había al lado de donde hice la foto. Se han secado repentinamente y por eso siguen pegadas a las ramas.

Ni en otoño avanzado, que es cuando de forma natural cesa el periodo de actividad vegetal, duran tanto tiempo asidas al árbol. Van cayendo poco a poco y acaban secándose del todo sobre el acogedor suelo. Pero aquí todavía estábamos a finales del verano y su ciclo biológico ya se había terminado.

En este caso ha sido el árbol mismo el que ha "asesinado" a sus hojas. Mejor perder las hojas que morir el mismo. No puede seguir traspirando tanta agua porque ya no puede acceder a ella.

Al matar a sus hojas, cerrándoles las vías de suministro, también ha matado el alimento que le proporcionaba la fotosíntesis. Tendrá que echar mano de sus reservas y administrar la poca agua que puedan extraer sus raíces y esperar estoicamente la llegada de un nuevo ciclo vegetativo, que se iniciará en la próxima primavera.

En estas condiciones es lógica la presencia en estos lugares de los robles más especializados en defenderse de la seca. Los enclenques y poco valorados orocantabricos. que no solo sacrifican sus hojas si no que en ocasiones a partes de su propio cuerpo. Para luego rebrotar y seguir tirando para adelante. Toda una lección de perseverancia digna de ser tenida en cuenta.

Os mostraré una ampliación del entorno de la Granda de Sestu Rapáu, hecha durante el mismo día en el que saqué la que os comentaba, pero desde otro sitio, desde la granda del teso entre Furmigueiros y Los Tsagozos. 

La foto completa es la que aparece en la portada de este capítulo. Se ve prácticamente lo mismo que en la otra, pero en esta aparece el rellano y las penas que de este lado tiene Fontuteiro, una de las brañas estivales de Mual.

La ampliación del entorno de la Granda nos muestra los colores producidos en las hojas por el estrés hídrico, afectando en este caso también a los propios albares. 

La Granda de Sestu Rapáu y su entorno, ampliada. 23 septiembre 2.000.

En los bordes de la calva, la presencia casi a flor del suelo del sustrato rocoso hace que la tierra sea una delgada capa, y eso cuando la hay ya que no siempre es así, incapaz de retener el agua suficiente.

Cuando aparece la seca, los albares reaccionan de la misma manera que los orocantabricos y el resto de vegetales con hojas: les cortan el suministro para que dejen de transpirar y si la seca dura mucho tiempo puede incluso que se seque el tronco. Teniendo más difícil, aunque no imposible, la posibilidad de rebrotar.

Y aunque sobreviva, el albar queda debilitado y más indefenso ante la entrada de patógenos. Seres también vivos que aprovechan la mínima para hacer acto de presencia y acortar la vida de los árboles. Siendo más virulentos cuanto más se repitan en el tiempo estas secas.

Pero a la larga, Incluso dándose la muerte de esos árboles, su labor no habrá sido en vano ya que sus despojos, aparte de la actividad que han tenido, contribuyen a mejorar el suelo, aumentándolo y haciéndolo más esponjoso.

Esta otro foto del mismo sitio es más reciente y está hecha a finales de julio. Se ve como el robledal vuelve a estar presente y que incluso ha avanzado algo. 

No se nota estrés hídrico en el entorno de la Granda de Sestu Rapáu, claro que la foto es de finales de julio. 27 julio 2.018.

Es un tira y afloja, una lucha despiadada en la que poco a poco el bosque va colonizando esas zonas descarnadas.

Cuando visitéis vosotros y vosotras Munietsus, fijaros en los tesos que son los lugares más propensos a padecer estrés hídrico. Espero que estén menos presentes.

Y como estábamos con las vistas que había desde aquí, en el tramo final del Ríu Las Fayonas, vayamos con ellas.

Os reproduzco la primera foto, la sacada desde el tseirón de Furmigueiros, con los topónimos de los lugares que se ven. 

Lo que se ve: 1-Teso de Sestu Rapáu. 2-El Cabrón. 3-Tesu´l Páxaru. 4-La Veiga Vieja. 5-Vatse L´Infierno. 6-La Crespa. 7-La Granda de Sestu Rapáu. 8-Tesu L´Armadina. 9-Vatse Penas Negras. 10-La Chunal. 11-La Fulgueirina. 12-Pico Tsuis. 13-La Vaguada di Tsumbón. 14-El Veladeiru y La Buqueta La Zreizal. 15-Pico La Crespona. 16-La Tseirona. 17-La Queiruela. 18-Lus Pozus di Tsumbón. 20-Pico Las Varas. 21-Pico Acidietsu o Pico Tsumbón. 22-Tichabedul. 23Vatse Tseirón. 24-Los Castros del Serrón. 25- Regueiro Samartino. 26-(Pico) Chanu Alforxacu. 27-La Crespa Samartino. 28-Vatsina Fradalicos. 29-Sestu Gordu. 30-Teso Fradalicos. 31-La Regueirona. 32-Teso Los Ciervos. 33-Pico La Granda´l Fungudín (La Vilietsa). 34-La Grandina. 35-El Chanón. 36-Vatsina La Yerba. 37-Regueirona Sestu Gordu. 38-El Chanu Sestu Gordu. 39-Serrón del Níu L´Aigla. 40-Vatsina Los Fierros. 41-Pico Sestu Gordu.  Línea azul-Valle del Ríu Tixeirúa.  Línea verde-Valle del Ríu Refuexu.  Línea amarilla-Valle del Ríu La Candanosa.

Esta vez me he esmerado más en su confección y he conseguido, gracias a las instrucciones de mi hijo mayor, que las líneas que los señalan sean líneas rectas con una flecha, aunque los números que las independizan he tenido que seguir haciéndolas a mano pues no supimos hacerlas de forma automática. Es lo que tiene ser un analfabeto en este campo de la informática.

La sierra que se ve al fondo, recortándose sobre el cielo, en realidad son dos sierras. En el Chanu Alforxacu (en el medio de la foto) nace un ramal de la Sierra del Rañadoiro, la sierra general que divide el Río Ibias y sus afluentes, del Río Narcea y los suyos y que luego continuará bordeando el resto de Munietsus hasta el Picu´l Counio.

Este ramal sirve de deslinde a las aguas que vierten, unas a Pueblo-Ríu Rengos y otras a Munietsus-Mual. Hasta que muere en La Venta (Ventanueva) donde las aguas se unen.

La cota más alta de este ramal es El Cabrón, a 1.471 m. de altitud. Una cota tan ancha y llaneada que no merecía el apelativo de pico precediéndolo en su nombre.

El llamado Pico del Cabrón que se menciona en el deslinde del Monte Muniellos ("Pico del Cabrón aguas vertientes, por cuya parte pega con términos de las aldeas de Moncó y El Pueblo") es un nombre ficticio que no se corresponde con la cota de El Cabrón.

Si seguís con la vista el perfil de la sierra, en dirección a Munietsus, al poco de la cima de El Cabrón , notaréis un pequeño picueto, situado a 1.452 m. de altitud y al que le pusieron ese nombre de Pico Cabrón.

La confusión estaba servida porque en el mapa del ICONA, tanto  la cota como el picueto aparecen con el nombre de Pico Cabrón. Dos lugares distintos con el mismo nombre. ¿A cuál de ellos se refería el deslinde del Monte Munietsus?.

Afortunadamente y tras consultar con los pueblos, el ICONA y posteriormente la Consejería admitieron el real, el del picueto. Yo no le he puesto topónimo alguno porque en los pueblos, al menos en Mual, nadie lo llamaba con ese u otro nombre.

Del picueto salía un delgado teso que luego se iría haciendo más notorio: Tesu´l Páxaru, por donde deslinda el Monte Mual con el Monte Munietsus.

En este Teso a unos 1.330 m. de altitud, en un pequeño rellano, tenían los de Mual una, también pequeña, braña estival: La Veiga Vieja. Allí había una camperina de pasto y una cabana de piedra. De las que, tras ser abandonadas y el paso del tiempo, no queda resto alguno.

En la foto solo vemos, de refilón, las partes altas de esa zona y el nacimiento del Vatse L´Infierno, flanqueado por el cerro de La Crespa que lo separa del resto de Bisnuevo.

En esas altitudes el Vatse L´Infierno aún no hace honor a su nombre. Sus grandes farallones quedan más abajo y nos los tapa el Tesu L´Armadina, teso que nace en el Pico Tsuis y acaba al lado de Las Tablizas, en la misma entrada de la Reserva y que separa el valle del Regueiro Bisnuevo del resto del Monte Munietsus en sus laderas de avesíu.

Se ve, aunque sea mínimamente, la continuación de la sierra hacia Munietsus, con tres colladinas que hay en el fondo de Bisnuevo y en donde en su tiempo debieron de existir excelentes camperas. Sobre todo en la primera que hay yendo desde El Cabrón y que le valió el apelativo de La Veiga La Chunal.

En la segunda colladina tenían los de Mual la cabana de piedra de otra de sus brañas estivales: La Fulgueirina.

La tercera es la más pequeña de las tres y solo se nota estando allí, sobre el terreno. No aparece en los mapas pero en la foto se nota algo de su vaguadina y es precisamente ese su nombre: La Vaguada de Tsumbón.

Como vamos a ver es significativo este topónimo de Tsumbón, que aparece más veces asociado a formas del relieve; la ya dicha de La Vaguada, Lus Pozus y Pico y que se repite del lado que vierte hacia Ríumulín, en la doble cabecera que posee este valle, que tras unirse en Tramburríus baja hasta Pueblo de Rengos.

En la cabecera derecha, al Pico Tsumbón los de Pueblo de Rengos también le llamaban Pico Acidietsu, un lugar con una buena fonte.

En la cabecera izquierda, que es realmente la que se llama Riumulín porque en ella hay una braña que se llama así, su regueiro más largo se llama La Vatsina Lus Pozus de Tsumbón, que también cuenta con una buena fonte: La Fonte Tsumbón.

Los topónimos derivados de las formas del relieve, suelen variar dependiendo de quien los nombre. El mismo lugar puede llamarse de forma distinta por los pueblos de su entorno, ya que cada uno de ellos tiene una perspectiva diferente de dichos lugares.

Pero esto no ocurría con Tsumbón. Todos los pueblos, tanto los del Río Ibias (Tsarón, La Vilietsa, El Curralín, El Vilar de Cendias...) como los del Ríu Rengos (Pueblo, Mual, Pousada, Samartinu, Moncou...) llamaban Tsumbón a esa zona serrana que esta en el primer tramo de ese ramal de la sierra general del Rañadoiro, Entre Chanu Alforxacu y El Cabrón.

Es más, al pie del Chanu Alforxacu y saliendo de La Veiga La Roza de La Vilietsa estaba la que llamaban La Carril de Tsumbón, un camino ancho por el que bien que podría desplazarse hasta un carro.

Cuando yo anduve por esta zona durante los años ochenta aún se conservaba en buen estado durante un tramo, quizás porque iba muy en llano.

Bordeaba el Chanu Alforxacu y luego para seguir en llano hacia lo mismo con el Pico Tsumbón, ahora por el lado de Munietsus. Salía a la cima y continuaba llaneando por ella hasta Lus Pozus de Tsumbón.

A partir de ahí lo que yo conocí era ya una senda, que bordeaba por el lado de Riumulín el Pico La Crespona ya que del pico contra la Vaguada de Tsumbón el arbolado ya estaba colonizando la cima. Pasando luego por las tres colladinas de Bisnuevo.

A los que pueda interesar les diré que desde La Veiga La Chunal había dos opciones con senda. Una senda subía a El Cabrón y luego bajaba a La Veiga Moncou. La otra iba más en llano, se internaba por el faeu y luego pasaba por La Veiga Vieja y por Fontuteiro, para salir también a la Braña de Moncou.

De la braña La veiga Moncou, una buena pista, trazada sobre el viejo camino existente para sacar las fayas de Reiduz, bajaba a encima del Cutsáu La Sietsa y luego a La Cutsada, con un ramal a Moncou y una senda a Mual. 

Sendas y pistas-caminos que aún aparecían en el mapa del IGN de 1953.


La Ruta a Las Tsagunas 39 Estrés hídrico. Vistas desde el final del Ríu Las Fayonas.

  Vistas desde granda en teso Furmigueiros-Los Tsagozos, desde la senda. 23 septiembre 2.000. La estación meteorológica de Las Tablizas está...