8/28/2018

El Monte y el guía de Munietsus 9

La  actividad glaciar y periglaciar que afectó a Munietsus en el pasado también tiene su eco en la toponimia. Por un lado están las tsagunas, que como estan en zonas altas de uso por parte de pueblos de Ibias tienen también el topónimo galego de laguas. Las más conocidas son las que hay en la cabecera del valle de La Candanosa, ya que hacia ellas se dirige la única vía abierta en la Reserva; son cuatro lagunas dispuestas en dos pisos superpuestos, aunque la mayoría de los visitantes solo acceden al primer piso donde solo hay una pues las otras tres están por encima y acceder a ellas requiere un esfuerzo extra que muy pocos están en condiciones de realizar, porque el cansancio acumulado ya empieza a hacer mella. Son Las Tsagunas (as Laguas) sin más.

Primera tsaguna de La Candanosa. Inconfundible por su pequeña isla.Julio 2018

Interior y bordes de la primera tsaguna. Julio 2018

Vía de acceso a la segunda y resto de tsagunas. Julio 2018

Pero no son las únicas que hay en el Monte; en la cabecera del Ríu Tixeirúa está la tsaguna (a lagua) La Boizuna (a Boizona), y aún tenemos una sexta que, excepto por los mayores de Alguerdo, es prácticamente desconocida y que debido a su reducido tamaño tiene un topónimo diferente. Está situada en la collada que hay entre el Pico La Candanosa (Cazarnoso) y Pena Belosa, a la que los de Alguerdo llaman, a la collada, O Pélago, hasta ella sube una vatsina bautizada en bable occidental Vatsina´l Piélago. Piélago o pélago en zonas del interior de Asturias hace referencia a un pozo de agua parada y profunda; lo de profunda en realidad es un concepto muy relativo pues cuando el agua te llega hasta el "pescuezo", una vez dentro del pozo y haciendo pie en el, ya se puede considerar profunda, sobre todo si no sabes nadar. El significado de piélago, como el de otros tantos topónimos, parece que ya hace mucho tiempo que ha dejado de entenderse por nuestros paisanos.

Vatina Pielago y O Pelago. Julio 2018

Había dos tipos de piélago, los situados en sierras, en el entorno de tsagunas, como sería el caso anterior, y los situados en los ríos y por fortuna aquí en Munietsus tenemos también un ejemplo: un poco por debajo del desagüe del Ríu Tixeirúa en el Ríu Munietsus hay un lugar llamado El Pozu´l Piélago, un claro ejemplo del desconocimiento del significado de piélago ya en fechas antiguas, un precioso pozo donde el agua se remansa y parece que se detiene.

Pozu´l Pielago. Julio 2018

La pequeña laguna del Piélago también era conocida por los habitantes de Alguerdo como Aguayu
d´Alguerdo, para diferenciarlo de otro aguayu cercano, el de Valdebois, que era una laguna: Lagua da Pena Belosa, venida a menos porqué estaba muy colmatada. Relacionado con la Lagua da Pena Belosa está el topónimo Pico La Lagua (Pico a Lagua), arriba en la sierra, creado por los hablantes de bable occidental, que respetaron el nombre cambiando solo el artículo.
La erosión periglaciar, por su parte, ha dejado numerosos ejemplos en todo el Monte; sorprende la gran cantidad de canchales o pedreras que hay, aunque solo algunos tienen nombre propio. En los topónimos en bable occidental aparecen con el nombre de tseirón o su versión femenina tseirona, aunque fuera de la Reserva, en Mual, aparece con otro nombre: cheira. Cheira Gruesa en los Putseiros, (la grafía correcta de cheira no se si es con "ch" o con "ts").
Cuando estaba abierta la ruta larga se atravesaban dos grandes formaciones, La Tseirona, poco después de salir de Penas Negras, sin duda la de mayores dimensiones, conformada por grandes bloques de piedra que creaban un espacio único y espectacular y que permitían una visión diáfana de las partes bajas y medianas del gran Sestu Gordu y de parte de las vatsinas que vierten hacia Tixeirúa. La senda atravesaba poco después otro algo más pequeño, del que no conservamos su nombre, un pelín antes del faéu de Las Varas, y atravesando este se llegaba al Vatse Tseirón, una especie de valle colgado ya que no se le veía claramente la zona de desagüe, y ocupado en su totalidad por un tseirón, aunque estaba ya muy tamizado por una increíble colonización arbórea. También tenemos la Vatsina Tseirón de Tonante, en este caso en el solano del Monte, cerca de Fonculebrera

Al fondo La Tseirona y el Vatse Tseirón Julio 2017
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Por suerte también contamos con la versión ibiense o galega, en donde le llaman leirón o leira: Las Leiras, en donde lo único cambiado es el artículo, sería As Leiras, debajo de Pena Belosa, en las dos vertientes de la Vatsina Bovia y cuya característica principal es la de estar formadas por piedras más pequeñas de un blanco intenso, que las hace muy visibles desde lejos.

Las Leiras. Julio 2018

Como en cualquier monte que se precie también contamos con topónimos relacionados con la flora y la fauna de la zona. En lo relativo a la fauna sin duda el más importante es el del nombre mismo del Monte. En Mual a la comadreja (mustela nivalis) siempre se le ha llamado munietsa, por lo que Munietsus sería un lugar donde abundaría este pequeño mustélido, que gozaba de muy mala fama ya que era capaz de matar gallinas y conejos y devorar los huevos de las primeras y que se podía colar por pequeños huecos gracias a su pequeño y alargado cuerpo. Tal era su mala fama que a los "nenos del tsugar" nos asustaban con aquel dicho:
"Si te muerde una munietsa
nun te da tiempu a comer n´una escudietsa"
Lo cual, evidentemente, es falso, pero que a nosotros nos metía el miedo en el cuerpo. Para el que no lo sepa una escudietsa era un cuenco de madera que se utilizaba como los posteriores platos que antiguamente no había por estos lares.
Tampoco habría que desechar otro posible significado de Munietsus, relacionándolo con munnio o munno que significa altura, montículo o montaña y que se aplicaría a un lugar donde estas formas fueran abundantes, como es el caso de Munietsus.
Otro topónimo interesante es el de Los Ciervos, aplicado a una vatsina y al poderoso teso, y su llano alomado, que hacen variar la dirección del Ríu Tixeirúa, donde se encuentran. Si, en Munietsus hubo ciervos autóctonos (cervus elaphus), como en el resto de la Cordillera Cantábrica, pero en ambos lugares fueron exterminados entre finales del siglo XIX y principios del XX; me contaron hijos de guardas de Munietsus que sus padres habían oído hablar a sus mayores de ellos y que ellos mismos se habían topado, alguna vez, en el monte con los restos de sus grandes cornamentas. Su gran tamaño y el prestigio, yo lo llamaría de otra manera, que confería al que consiguiera abatirlo, fueron la causa de su desaparición. En Munietsus, sus antiguos propietarios los Condes de Toreno organizaban, de vez en cuando, batidas a las que invitaban a amigos y altas personalidades de la época; la caza con armas de fuego era entonces una actividad muy clasista que solo se podían permitir personas con muchos recursos, y fueron estos los que los exterminaron.
Luego, a mediados del siglo XX y con fines eminentemente cinegéticos, sociedades de cazadores y la Administración trajeron ciervos de otros lugares de España donde aún los había y tras un periodo de adaptación en una finca preparada a tal fin se iniciaron sueltas en lugares concretos, se aumentó la guardería y se prohibió su caza durante un tiempo. El resultado fue su recuperación en la mayor parte de la Cordillera. También se intento en el entorno de Munietsus, se soltaron cinco o seis ejemplares, machos y  hembras, por los montes de Villardecendias, pero los furtivos impidieron su reproducción.

Tixeirúa con el Teso Los Ciervos. Julio 2017

Pegado a Las Tablizas tenemos el Regueiro y el Teso Porciles; este topónimo Porciles deriva del nombre latino porcus que significa cerdo y que en Asturias y entorno se le llama gochu. Gocho es un nombre relativamente moderno, la toponimia nos indica que antaño su nombre habitual sería porco. Pero ocurre que el mismo nombre también se le aplicaba al xabaril porque a fin de cuentas un cerdo no era más que un jabalí domesticado, por lo que los topónimos Porciles, Porquera y similares hacen referencia a lugares frecuentados por ambos animales.
Contrariamente a la imagen actual o la que yo recuerdo de mi infancia y juventud de ver el gocho recluido en su "currietsu"(pocilga) esta atestiguada la costumbre de soltar al cerdo y dejar que este "pastara" y consumiera, cuando los hubiese, diferentes frutos que habían caído al suelo: tsande (bellota) (lande en ibiense), castañas, fayucos (hayucos, la semilla de la faya), ablanas (avellanas)...
En Las Tablizas antes de su relación con la madera habría una explotación agroganadera dependiente del Conde de Toreno. Sabemos que esta casa señorial tenía numerosas cuadras de gochos en la villa de Cangas, que eran engordados con bellotas procedentes de Munietsus, pero cabe suponer que también hubiese cuadras en Las Tablizas y que los gochos también se soltaran por el entorno para que se buscaran su comida, con el ahorro que ello supondría; el Regueiro y el Teso Porciles estaban cubiertos de robles por lo que no sería nada raro que los gochos los visitaran de forma asidua dada su cercanía. Queremos con ello decir que el topónimo Porciles, en este caso, puede estar más relacionado con los gochos que con los "gochos" salvajes.

Teso Porciles: Julio 2018
Regueiro Porciles, antes de Decutsada. Julio 2018

En Munietsus aparece el topónimo Fonculebrera, en dos áreas bien diferentes: El Vatse y Las Penas de Fonculebrera, en el solano despues de Decutsada, y la Vatsina de Fonculebrera de Penas Negras, en el avesiu, más o menos enfrente del anterior. Es un topónimo compuesto: Fon (de fonte= fuente) más culebrera, que no necesita traducción. Las culuebras servian para designar tanto a las culebras como a las viboras, con la excepción del lución, pequeña culebra que tenía nombre propio: escolancio, dado que era muy frecuente encontrarlo en los praus en la época de la siega y también era frecuente que las gadañas lo seccionaran en dos partes y que los nenos alucinaramos con los movimientos sin fin de la parte de la cola; la otra parte solía huir y decían los mayores que lograba regenerarse; también decían que no era venenoso pero que había que tener cuidado de que no te mordiera y te pudiera transmitir alguna enfermedad.
Esos topónimos aluden a zonas donde sería frecuente ver a estos animales pues había tseirones y roca madre, ambos aptos para ellos pues retienen bastante tiempo el calor que reciben del sol, pero también había el agua de una fuente donde beber y acechar a sus víctimas.

En primer termino Penas y Vatse  Fonculebrera. Julio 2018
Penas de Fonculebrera. Julio 2018

Vatse Fonculebrera. Julio 2017
En el centro Vatsina Fonculebrera de Penas Negras. Julio 2016

Solo quedarían los topónimos Furmigueiros, Furnigueiros para los de Valdebois, y el del Niu L´Aigla del Pico y Serrón del mismo nombre y que sin duda constituía el lugar ideal para que las águilas pudieran criar ya que es el teso más grande y rocoso de todo Munietsus, una auténtica cresta con zonas de muy dificil acceso. ¡ah! y el Tesu´l Páxaru, deslinde entre Mual- Moncou y la Reserva.
No quedan más topónimos de animales en Munietsus, pero para el que le interese el tema le daré una pequeña lista de los que hay en montes cercanos.
En Valdebois tendríamos: Braña da Fonte Sapeira, A Cova d´Oso, Pena da Curuxa, Regueira o corvo y Val do Can.
En La Viletsa: Fonte´l Oso, Grandizo La Fonte La Cuerva, La Pena´l Corzo y Pena´l Murciégano (murciélago).
En Mual: La Pena Las Milandreras (melandru = tejón), Tsamas del Gato Montes, Carbatsu´l tsobu, Las Azoreras, El Vatse La Rapiega y La Fonte´l Sapo.
Para la toponimia referente a la flora nada mejor que comenzar con el árbol más emblemático de Munietsus; solo contamos con un nombre, pero sin duda es representativo: Rebotsón del Campu Counio en la zona de Bisnuevo. Vereis, en Mual y todo el alto Narcea todos los robles se llamaban rebotsos, la palabra roble es de origen castellano, aunque poco a poco también se fue haciendo muy popular, sobre todo en aquellas zonas que con motivo de cortas madereras recibieran gentes de fuera que difundieran el término; Munietsus fue una de las primeras zonas en lo que esto ocurrió y todas las personas, en este caso varones, que tenían algún tipo de relación con este monte, sabían lo que era un roble, pero la mayoría seguía hablando de rebotsos.
Pero los rebotsus no eran todos iguales, todo el mundo diferenciaba el rebotsu albar (Quercus Petraea) del rebotsu sapiego (Quercus Pyrenaica). Dentro del Monte Munietsus el rebotso más abundante era el albar, pero no era el único, el Quercus Orocantabrica no tenía un nombre propio popular que lo diferenciara y creo que el paisanaje lo confundía o lo relacionaba con el sapiegu; a fin de cuentas solo en tiempos muy recientes han conseguido los botánicos testar su carácter de subespecie, independiente de las otras. Por su parte el propio sapiego solo roza y penetra algo en los bordes mas solanos y secos de la Reserva, siendo por el contrario muy abundante en los montes cercano de Mual y Oubatsu. Por lo tanto el Rebotsón del Campu Counio es más que probable que fuera un albar.

Un pariente del Rebotsón, Roble de Fonculebrera aún lozano.2000

Quercus Orocantábrica.Inicio Fonculebrera. Foto Astor. 2017

Ya fuera de Munietsus, en las partes más bajas del valle y cerca de Mual posiblemente hubo, en épocas con un clima algo más cálido y seco algunas manchas de carbatsus (Quercus Robur), tal y como indican una serie de topónimos: el Vatse y La Fonte Los Carbatsones, Carbatsu´l tsobu y El Carbatsalín. Su presencia en zonas bajas también se daría, por ejemplo, en el Monte La Vilietsa, con topónimos como Los Carbatsalinos y El Carbatsalín. En Ambos valles, Narcea e Ibias, en la actualidad está presente en zonas más bajas y acabará siendo el dominante. 

8/08/2018

El Monte y el guía de Munietsus 7

Cuantos más bosques conocía más me convencía la singularidad del Monte Munietsus. Tuve que visitar algunas zonas de las que tenía poca información y revisitar otras, pues también tuve que realizar otro informe de él.Nada de lo que conocía se podía comparar con el inmenso "lomo" de Sestu Gordu y su grandioso faéu, este y el de Las Varas competían en igualdad con las mejores zonas del faéu de Monesteriu d´Ermu y superaban ampliamente los conocidos de Navarra; el robledal-faéu de las zonas del Cándanu, L´astaca, Los Ciervos o Decutsada no tenían parangón. Es cierto que muchas zonas estaban degradadas pero también lo es que la potencia regenerativa era inmensa. Quizás debido a su, relativamente, gran tamaño, nunca he visto un monte con tanta energía.
Creo que es esa energía, invisible pero de alguna manera presente, la que hace que muchos visitantes sientan algo de miedo al internarse en Munietsus;  la exuberancia con la que a veces se muestra el bosque puede abrumarlos, hacerles sentir pequeños y desvalidos. Cuando hay amplias vistas se pierden en la inmensidad del paisaje; pero lo peor para ellos viene durante la bajada: durante dos o tres horas se ven envueltos por el bosque y no es raro que lleguen a sentir claustrofobia; lo que para algunos, entre los que me encuentro, es una maravilla, para otros es una experiencia cuando menos desagradable.
En mis primeras visitas completas a Munietsus también yo me perdía en esa inmensidad: la diferencía radicaba en que a mí jamas me ha dado miedo el bosque.
En realidad el Monte Munietsus no es tan inmenso, ¿o sí?, dicen que tiene 2.695 hectáreas, pero esta medición, como casi todas, es falsa, pues se aplica a superficies planas y Munietsus es cualquier cosa antes que plano; si lográramos estirar su superficie hasta hacerla plana nos encontraríamos con una superficie mucho mayor. En la práctica, en la realidad la superficie es mayor, bastante mayor teniendo en cuenta el relieve del Monte; los desniveles son elevados, Las Tablizas están a 670 m. de altitud y el Pico Candanosa, por ejemplo, a 1680 m. Cada valle general esta recorrido por decenas de vatsinas y centenares de vaguadas, me acuerdo que en mi juventud circulaba una leyenda que decía que Muniellos tenía tantas vallinas como días tiene el año.
Para situarnos en esa "inmensidad" son imprescindibles los mapas topográficos. Tengo que decir que a mí siempre me han fascinado, tanto antes como durante y después de una excursión; antes para saber a lo que te vas a enfrentar,durante para situarte y después para revivir mentalmente la experiencia. Puedo pasar horas y horas observando y analizando un mapa y cuanto menor sea la escala, con lo cual aumentan los detalles, más disfruto.
Durante mucho tiempo solo tuve acceso a los cartográficos, primero del Instituto Geográfico Nacional y posteriormente del Ejercito, de escala 1:50.000; que significa que 1 cm. del mapa en la realidad son 50.000 cm. ( o sea 500 m.o 0´5 km.), teniendo en cuenta lo de siempre: son medidas en plano por lo que si el relieve no es totalmente llano el segundo número siempre será más elevado en la práctica. Utilizándolos como base los había usado para cartografiar las minas auríferas romanas y su infraestructura, los castros y las vías de comunicación en la tesina que había realizado.
Sobre el mapa, el del Concejo de Cangas del Narcea ocupaba cuatro hojas y parte de otras dos, colocaba una plancha de papel cebolla sobre la que iba trazando los ríos y sus afluentes. que a veces venían dibujados en el mapa original o que se insinuaban por la forma de las curvas de nivel. Dibujada la red fluvial pasaba a dibujar los diferentes hallazgos, que quedaban así perfectamente localizados. Luego hacía una fotocopia de la plancha y la retocaba con rotuladores, escribía los topónimos y creaba la leyenda. Era como un trabajo de artesanía que llevaba su tiempo, pero además de gustarme era el único al que tenía acceso.Esa forma de trabajar con los mapas es la que he mantenido a lo largo de mi vida y creo que moriré con ella
Los primeros mapas para el público, editados por el ICONA en los folletos de divulgación de la Reserva, eran muy esquemáticos. En el 83 editaron uno más detallado, con curvas de nivel.
Mapa del ICONA 1983


Mismo mapa fotocopiado y plastificado para las excursiones
El mapa tenía un gran fallo, estaba adulterado ya que los topónimos estaban castellanizados. La toponimia y en un sentido más generalizado "las lenguas" es una cuestión muy delicada que no conviene menospreciar. En Asturias, como creo que en otras muchas zonas de España, existen muchas lenguas, todas ellas derivadas del latín, pero bastante diferentes entre sí. Desde la Administración central del Pricipado de Asturias y la Academia de la LLingua hablan de los bables de Asturias: el oriental, el central, el occidental y de otro aún más occidental. El más occidental es el que se habla al occidente de la Sierra del Rañadoiro y su prolongación hasta el mar Cantábrico, que en realidad es una variante, de las cuatro o cinco que hay, del gallego, a pesar de lo cual la Academia lo sigue considerando como un bable más (gallego-asturiano).  En la práctica el bable dominante, el establecido por la Academia, es el central y ha establecido una serie de normas para este y para que el resto se adapten a él.
Pues bien, el Monte Munietsus es una zona de deslinde y de confluencia entre el bable occidental y él, llamemos a las cosas por su nombre, galego (fala del Eo-Navia). Munietsus antes de tener una explotación forestal la tuvo ganadera: ya desde antiguo era propiedad de una casa nobiliar que explotaba directamente una pequeña parte del Monte, el resto lo cedió o arrendó el uso de los pastos a los pueblos limítrofes, muchos de los cuales es de suponer que fueran sus antiguos propietarios, pero manteniendo la propiedad del suelo y su control para actividades como por ejemplo la caza o cortas madereras esporádicas, a las que se sumarían la cortas ya más planificadas con destino a la industria naval ya desde fechas muy antiguas (1768).
El uso que las personas hacen de un territorio hace que este se llene de nombres por cuestiones meramente prácticas. Así, en los fondos de los valles y las zonas altas que lindan con el Concejo de Ibias hay una confluencia de topónimos galegos y de bable occidental, dado que ambas comunidades lingüísticas hacían uso de este territorio. Por razones de cercanía geográfica y mayor uso creo que los topónimos más antiguos son los galegos y que posteriormente se fueron desarrollando los de bable occidental, unas veces adaptando los galegos. otras veces aceptándolos tal cual con mínimos cambios y otras veces creando topónimos nuevos.
Ejemplos de adaptación serían: Piélago (de Pélago), Boizuna (Boizona), Tixeirúa (Tixeiroa), Miradoiro (Miradeiro), El Penón de Las Tsagunas ( A Pena das Laguas), La Veiga Las Gallegas (A Veiga As Galegas), La Veiga Los Trabois (A Veiga dos Trabois)...Casos de aceptación serían: Las Leiras, Los Pradallos, Portelín y algún otro más. Los más numerosos serían los de nueva creación, con la particularidad de que eran desconocidos por los habitantes de los pueblos de Ibias cercanos: todos los que llevan Candanosa, por ejemplo el Pico Candanosa al que los de Alguerdo llaman Pico Cazarnoso, L´Orriu Valcarcel, Piedra Valcarcel que en Alguerdo denominan Pico d´Angarisal, Pena Belosa ( Pico regueira d´Ovella) etc.
En honor a la verdad aún desconozco algunos topónimos galegos dado que mis informantes habituales eran de Mual y su entorno. Por cierto los de los pueblos de Ibias cercanos le llamaban a Munietsus Moelos, y pueblos como Villardecendias, Oumente y Alguerdo tambíen se pueden considerar como portales de este Monte.
El resto del Monte tiene ya una toponimia propiamente de Bable Occidental, pues era utilizado por personas de los pueblos cercanos, Mual, Oubatsu y varios de la zona de Rengos que hablaban esa tsingua.
En realidad el Bable Occidental forma parte de una comunidad linguística que desborda ampliamente Asturias y que podríamos llamar astur-leonés occidental que se adentra hasta Zamora, Norte de Salamanca y el Tras os Montes portugués, con ligeras diferencias entre sus componentes; en Cangas y un amplio entorno se utiliza la mal llamada "che" vaqueira, un peculiar sonido, solo ligeramente parecido a la che (ch).
Recuerdo una escena familiar, que se debió de repetir muchas veces pero que yo solo pude presenciar un par de veces: mi padre, Sabino, y mi hermano Naciu estaban sentados juntos y mi abuela Rosabra, a la que todos llamábamos afectuosamente "Mamina", estaba un poco más alejada. Naciu le había hecho entender a nuestro padre que el sonido "che" se escribía de dos maneras: uno con la "ch" normal y otro con la "ts" para la che vaqueira; Naciu le decía una palabra que llevara ese sonido y le pedía que le dijera como se escribía. Sabino repetía la palabra en voz alta, aplicándole los dos sonidos, no una ni dos veces sino unas cuantas veces y luego decía "esa con ts" o "esa con ch"; a veces mi padre dudaba y entonces Naciu se volvía a nuestra abuela y le decía "Mamina ¿cómo se dice tsugar?", pongamos por caso, y ella decía "¡coño! como se va a decir: tsugar" y oyendo su pronunciación a mi padre ya no le quedaban dudas "si, esa es con ts". Con medios tan parcos, Pero tan fiables, avanzaba mi hermano en el conocimiento de la Tsingua, en un momento en el que su conocimiento y difusión estaban en pañales.
La Academia impone que la representación gráfica de la che vaqueira sea con una doble "l" con un punto debajo de cada "l", pero como ni en las máquinas de escribir ni en los teclados de los ordenadores existe esa posibilidad, habría que ir a grafías especiales, tambíén aceptan que se haga con una "l",  un punto y otra "l" (l.l).
Hay quienes opinan que lo que realmente pretende la Academia es lograr una uniformidad de los bables y conseguir que sea la doble "l" la que se acabe imponiendo, que desaparezca la che vaqueira y que perdure la "ll" tipica del bable central, es decir, del oficial. Pese a alguna oposición, parece que esa tendencia será la dominante, sobre todo teniendo en cuenta el control que la Academia tiene sobre las publicaciones en bable. Si alguien quiere publicar algo en bable occidental, tiene que pasar por el aro. Las publicaciones en bable tienen aún un mercado muy reducido, nunca son rentables, lo que hace imprescindible el patrocinio y la colaboración económica de la Academia, que solo las concede a quienes sigan sus normas.
Yo he optado por representar la che vaqueira con la grafía "ts" porque es con la que estoy más familiarizado, ya que esta fue la más utilizada cuando se empezó a escribir en bable occidental. Escribir Muniel.lus en lugar de Munietsus me parece algo artificial y cuando lo veo escrito me cuesta entenderlo
Otra particularidad que me gustaría comentar es el del final de ciertas palabras que lo hacen en "o" o "u" y sus plurales; ambas pertenecen a un mismo sonido, a medio camino entre dichas terminaciones, por lo que da lo mismo escribir Munietsus que Munietsos, Sestu Gordu que Sesto Gordo, Refuexu que Refuexo, Entamburríus que Entramburríos...
El mapa del 83 se limitó a copiar, eso si seleccionando e incluyendo alguna novedad, de otro mapa.En los años setenta el ICONA compró el Monte Munietsus y despues, en 1979 para utilización interna elaboró un excelente mapa topográfico a escala 1:10.000, una auténtica gozada con un detallismo preciosista; pero el ICONA era un organismo de aquella "España una..."y claro los Topónimos estaban castellanizados
Mapa del ICONA 1979

Detalle zona de Las Tsagunas
Esto de castellanizar topónimos de Bable Occidental y de Galego es un tema complejo, muy complejo. Vaya por delante que yo no tengo nada en contra del castellano, ya que es la lengua en la que escribo y en la que, y eso es más importante, pienso.Decimos que es complejo porque una de las características de la toponimia es la de fijar nombres y palabras que pueden tener bastante antigüedad; la lengua hablada o escrita puede evolucionar pero los topónimos no cambian, o lo hacen muy lentamente. Los propios usuarios de los topónimos desconocen, en muchísimos casos, el significado que encierran, repiten lo que oyeron a sus mayores, los cuales hicieron exactamente lo mismo.
Si los propios nativos desconocen el significado de cada topónimo que decir de los encargados de traducirlos al castellano para plasmarlos en un mapa; el resultado es en la mayoría de los casos algo puramente aberrante. Pensemos por ejemplo en el caso del primer valle que hay después de Las Tablizas, en la zona se le llama Regueiru Decutsada, en la traducción aparece como Arroyo de Degollada. Los nombres cutsau, cutsada y otros similares hacen referencia a un paso de altitud relativamente baja entre dos picos, en una sierra; su traducción al castellano es sencilla: collada, collado. Aquí Cutsada hace referencia a La Mesa (La veiga´l Pumar) a 1200 metros de altitud, situada entre el Picu La Baxancada (1564 m.) y el Picu La Mesa (1440 m.) que comunicaba Munietsus con el Vatse Cabreiro, y desde este se accedía en poco tiempo al Puerto del Counio. La traducción correcta al castellano debería haber sido Reguero de Collada.
Otro ejemplo, en el Ríu Tixeirúa aparece el topónimo Crestón de El Condado,una rara traducción de Teso´l Cándanu; en esta zona cándanu hace referencia a un gran árbol, en concreto un roble, seco y de color blanquecino, que puede permanecer de pie durante bastante tiempo a pesar de estar muerto; es un topónimo que se repite y que esta en la base de otro muy abundante en Muniellos: Candanosa, que significa abundancia de cándanus.
Un último ejemplo, en este caso, de un topónimo galego; en la cabecera del Ríu Tixeirúa hay una braña, una fuente, una laguna y una vallina, todas con el topónimo según el mapa de Aveizuna. El nombre originario es Boizona, adaptado a Boizuna en el bable occidental o Beizuna que es como aparece en La Vilietsa, como Pico La Beizuna, cerca del Pico La Gubia, y La Beizuna, debajo del anterior, en el nacimiento de La Vatsina La Zreizal, en altitudes cercanas a los 1500 m. La "A" inicial fue un desliz del traductor ya que al preguntar por el nombre, los de Villardecendias, que eran los que utilizaban esa zona, le dijeron "A Boizona" y el mantuvo la "A" inicial sin darse cuenta de que era un artículo (La Boizona) y como Aboizona le pareció muy grosero lo transformo en Aveizuna.
Boizona es una palabra muy antigua que reflejaba un sector económico que luego cambiaría; una Boizona era una zona acotada, reservada en exclusiva para los bois (bueis = bueyes). Un buey en castellano hace referencia a un toro castrado, pero en esta zona, tanto la de Ibias como la del Narcea boi-buei designa tanto al toro como al toro capado; la Boizona se reservaba para los capados, posiblemente para evitar que transmitieran enfermedades a las vacas; en las brañas normales los toros siempre estaban con las vacas, para facilitar la reproducción.
Que se reservara una braña para los toros capados indica la importancia que estos llegaron a tener, utilizados para tareas de tiro, de carga y como excelentes productores de carne. Esta importancia decaería posteriormente cuando la ganadería bovina fue orientándose cada vez más hacia la producción de leche.
Ni que decir tiene que la edición del mapa del 83 levantó numerosas críticas, en concreto desde el Cuelmu Ecoloxista Pésicu protestamos y nos ofrecimos a la Consejería de Agricultura y Pesca del Principado  a la que el ICONA había transferido las competencias sobre la Reserva, de forma desinteresada, para revisarlo y poner la toponimia auténtica. La Consejería aceptó, aunque nunca nos reconocieron la labor.
Dentro del Cuelmu el mayor especialista en bable era mi hermano Naciu; con el hicimos alguna visita al Monte Munietsus y en Mual consultamos con algunas personas que más o menos lo conocían. Pero el asunto nos superaba, el que más sabía del Monte era yo, pero no lo suficiente; comenzábamos por una ladera e íbamos valle por valle, los informantes nos confirmaban o no los nombres del mapa y con Naciu debatían sobre su correcta pronunciación, pero pronto surgieron problemas, los topónimos no coincidían ni de lejos y nos acabábamos perdiendo, el informante y nosotros, en aquella marabunta de vatses y vatsinas.
A pesar de que teníamos dudas no nos quedó otra que aceptar muchos nombres como válidos y buscar su equivalente en bable occidental, también suprimimos algunos muy dudosos y añadimos y cambiamos algunos que teníamos muy contrastados. 
Remitimos a la Consejería un mapa como el del 83 con los topónimos "reales" y en el 85 el Principado editó un precioso mapa topográfico con curvas de nivel y colores hipsométricos, a escala 1:20.000 de la Reserva Biológica de Munietsus, que abarcaba algo de su entorno y con la toponimia en bable occidental, nosotros la enviamos con la grafía "ts" pero alguien se encargo de transformarla en la aceptada por la Academia.

Mapa de 1985

Detalle del mismo mapa
Como el mapa del 83 este también se plegaba y en el reverso también venían algunos datos sobre la Reserva y en donde no se corrigieron una serie de errores que habían aparecido en el primero, como el clima en el que se sigue diciendo que "es de carácter centroeuropeo". En lo relativo a la flora ya no se afirma, como hacía el primero, que la especie dominante es el carbayu (quercus robur) y solo se dice que el árbol dominante es el roble, sin especificar más. El roble dominante, como todos sabéis, es el albar (quercus petraea) y junto a él en numerosos avesius hay importantes faéus. Por contra la presencia de tejos es muy reducida y localizada en un único punto.

Mapa del 85. Reverso

Mapa del 83.Reverso
Recientemente se ha editado un nuevo mapa, del que nada puedo decir porque no he tenido aún la oportunidad de hojearlo.

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...