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Monte a través por encima de la senda de Caguatses. 27 julio 2021. |
También se plantaron en Mual, y se sigue haciendo, nocéus (nogales) que parecen tener mejor futuro, tanto los destinados para madera como los destinados para el aprovechamiento de sus frutos, las nueces, un producto de los que España y toda la UE es deficitaria, teniendo que importar las insípidas nueces de California que al secarse a altas temperaturas no solo pierden algunos nutrientes si no también su sabor original. Las nuestras tienen, aparentemente, un peor aspecto pues es frecuente que parte del "cacechu" (envoltorio carnoso que cubre la cáscara que contiene el fruto) al secarse de forma natural o a muy bajas temperaturas, permanece unido a la cáscara, dándole a esta un peor aspecto. Pero dado que mucha de la nuez que se comercializa lo hace pelada, o sea sin cáscara, eso no sería mayor problema, porque si hablamos de sabores, estos no admiten comparación alguna, nuestras nueces saben, sencillamente a eso, a nueces.
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Nocéus al poco de ser plantados en un prau de Tachurrosu. 15 agosto 2021. |
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Nocéus en el borde del prau del Funtanón. 31 julio 2021. |
Y, ¡cómo no!, se plantaron castaños, cuya madera siempre tuvo buena salida en las serrerías de Cangas. Lo que yo no sabía era el elevado número de castaños plantados. Segundo Cadenas me dijo que él mismo había plantado 6.000 ejemplares. Estaba trabajando con su excavadora en un pueblo de Atsande, donde vio un terreno con una gran cantidad de jóvenes castaños. Le preguntó a su dueño si los podía arrancar y llevárselos para Mual y el paisano le contesto que sí, siempre que no se llevara también la tierra. Poco a poco se los fue llevando y con ayuda de su excavadora (la pala para desbrozar el terreno y la retroexcavadora para hacer los agujeros) los fue plantando en terrenos de su propiedad. Y lo mismo que Segundo, otros vecinos de Mual plantaron castaños, muchos castaños, lo que en parte también explica la espectacularidad de los castañaléus existentes.
La mayoría de los castaños de Mual, salvo algunos instalados por su cuenta en terrenos comunales, siguen teniendo propietario. No forman parte del monte comunal pues están en terrenos particulares. En un monte, sea comunal o de utilidad pública, un particular no puede actuar a su libre albedrío, pero en terrenos de su propiedad, en principio sí lo puede hacer. Además los castaños fueron plantados, olvidándonos ya del aprovechamiento de las castañas, para aprovechar su madera, pudiendo venderlos a un maderista si ese es su deseo, para que proceda a su tala y aprovechamiento posterior.
Si se talaran al mismo tiempo todos los castañaléus particulares de Mual, algo que en teoría sí se podría dar, repercutiría muy negativamente en la imagen que se tiene de la Ruta del bosque de Mual.
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Panel en la plaza de la Ponte Fonsu indicando la Ruta. 31 julio 2020. |
Al principio lo de Ruta del bosque de Mual no me pareció un término apropiado para describirla, teniendo en cuenta que poco bosque es el que atraviesa la caminata, como mucho el robledal-faéu de las partes bajas de Reiduz y luego los faéus de La Carril de Moncóu. Pero para un visitante normal el bosque comienza nada más dados unos pasos desde la plaza donde ha aparcado su coche. Un dosel arbóreo sobre su cabeza lo acompaña durante gran parte del recorrido y hasta agradece los claros de Muruecos y los de la última parte de la ascensión al Muntecín por la Granda La Rebotsa y los que hay en La Carril y el inicio de la bajada por La Cutsada.
Su conclusión será la de haber estado andando por un gran bosque, con muy buenas vistas desde una especie de mirador natural. No es culpa suya no diferenciar un castaño de un roble, una faya o un bedul, eso no es ningún obstáculo para disfrutar de la naturaleza. Lo que perdurará en él serán las sensaciones experimentadas, sintiéndose en un lugar muy apartado de la civilización urbana. "¡Fijaros si será boscoso que solo arriba, cerca del mirador, nos dimos cuenta de que hacía un calor de mil demonios!", podrá decir a los conocidos que le pregunten por donde ha estado.
Una explotación más lenta sería más asumible, teniendo en cuenta que muy pronto brotarán nuevas guías, aunque tarden unos años en volver a taparnos la cabeza.
El pasado verano del 2.021 tenía pensado visitar la braña de Fontuteiru, pero aún no había decidido la ruta a seguir. La que yo conocía, una senda que salía de La Veiga Moncóu, seguramente estaría impracticable, debido al abandono ganadero, pero me habían comentado en Mual que varios chavales del pueblo habían llegado hasta ella y que posiblemente habían rozado algo otro camino. Ignoraba su trazado, tal vez por la Granda´l Campu, cuyo recuerdo me hacía reacio a esta posibilidad, o tal vez por el desvío que hay en la Ruta del bosque de Mual que pasa por debajo de las ruinas de la cabana de Braña Fundera. Esta última me atraía más porque si no lograba llegar a la braña, al menos podría recorrer los faéus de Reiduz y andar monte a través. En mi juventud estaban poco desarrollados pero ahora seguramente tendrán ya un sotobosque más fácil de recorrer. Ya se vería, pero primero había que prepararse.
Sea como fuera, el recorrido no era nada del otro mundo, sin comparación con la subida a Las Tsagunas de La Candanosa, que había realizado hacía poco tiempo. Pero a medida que el paso de los años va tiñendo de blanco el pelo que me queda, mis capacidades físicas, y supongo que también las otras, van disminuyendo. En mis años mozos esta excursión sería un simple paseo, pero ahora...
A principios de julio, ya en Caguatses d´Abaxu, empecé a salir al monte para ir cogiendo fondo físico. Lo malo de Caguatses es que los caminos que entran en el monte suelen ser muy pindios, lo cual no es muy aconsejable en un principio. Tuve suerte pues descubrí un precioso paseo que pese a tener un primer tramo con un fuerte repecho, el resto transcurre prácticamente en llano. El recorrido está en el avesíu, que aquí llaman abiséu, enfrente mismo del pueblo, con progresión valle abajo hasta llegar casi a enfrente de Vitsager. Por el camino que bordea la parte derecha de la vega hay que coger una pista que sube muy empinada hasta una enorme antena muy visible ya desde lejos. Ignoraremos una pista maderera que hay allí mismo y cogeremos una sendina que enseguida sube a las que nos interesa, los restos de otra antigua pista maderera.
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Aquí junto a la antena hay que coger una sendina que tras ascender un poco conecta con la pista donde se inicia la ruta valle abajo. 20 julio 2021. |
En la pista y ya en llano un tramo sube por el valle y acaba internándose algo en el reguero de La Braña El Buei (Reguero El Bache según el mapa), pero el que nos interesa ahora es el que lo hace valle abajo. Atravesamos un esplendido robledal, con ejemplares cercanos a la centena de años, muy tupido (tanto que hasta se puede andar cómodamente monte a través) y en donde son los robles los únicos árboles presentes, con alguna faya en las pequeñas vaguadinas existentes, algún xardón, capudre o bedul, pero en un número insignificante.
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Cuesta llegar a las camperas de esta braña que como se puede ver ya está abandonada. De www.verpueblos.com |
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Otra interesante foto de La Braña El Buei. De Larachaendouspes.blogspot.com 2013 |
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Aspecto del robledal por encima de la ruta en una de sus zonas más densas. 15 julio 2021. |
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Dos albares que sobresalen por su altura. Por debajo de la ruta. 15 julio 2021. |
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Espectacular roble con hojas solo en la copa. Monte a través por encima de la ruta. |
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Monte a través por encima ruta. 27 julio 2021. |
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Monte a través por encima senda. 27 julio 2021. |
La pista pronto se transforma en senda y está tan marcada en el terreno que no me cabe duda de que es rehabilitada periódicamente. Tras llanear un rato la senda desciende suavemente hasta llegar a la Reguera La Osa (según el mapa), precedida por una preciosa pared pegada a la senda por la parte de abajo. Un encantador lugar donde sentarse y observar los majestuosos quercus petraea que hay ladera arriba y si hay suerte escuchar el silencio que impregna los bosques, con el suave murmullo del regueiro cercano.
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La ruta en un tramo de senda. 15 julio 2021. |
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Precioso tramo de pared antes de llegar a la Reguera La Osa. |
Es precisamente ese silencio, aunque creo que silencio no es la palabra que lo describa correctamente porque a poco que aguces tu oído puedes oír multitud de sonidos, lo que se echa en falta en este bosque. El robledal es excepcional y muy al alcance de la mano y quizás sea esto último lo que lo desvirtúa en gran medida. La magia del bosque no reside solo en los árboles que lo componen. Tan importante como esto es el ambiente que crean y que te hace a ti sentir. Aquí, en esta ruta, cuando estás embelesado observando un gran roble, en tus oídos suena y resuena el ruido de una moto, con los acelerones previos a un cambio de marcha, el pitido de un coche o el grave ronroneo de un camión. La sensación de sentirte lejos del mundo civilizado, de encontrarte en un espacio natural lejos de todo, brilla por su ausencia. Estás muy cerca de una carretera con mucho tráfico y su ruido te lo recuerda constantemente y te impide conectar íntimamente con la naturaleza.
En Mual, por ejemplo, no necesitas adentrarte en la inmensidad de Munietsus para sentirte transportado a un mundo lejos de todo. La carretera que sube al Counio tiene muy poco tráfico. En cuanto penetras algo por una vatsina todos los ruidos del mundo civilizado dejan de existir. Y no digamos ya si vas a Munietsus. Quizas en Munietsus no se ha valorado del todo esto que os comento. Por el Monte Munietsus no circula ninguna carretera, salvo la parte de Decutsada y Porciles por debajo de la carretera del Counio, ni ninguna otra vía de comunicación y con solo ver el monte que tienes delante de ti ya te parece estar lejos de todo y luego cuando lo recorres esa sensación no hace si no acrecentarse. Al final son las sensaciones, lo que sientes, lo realmente importante, lo que más nos impresiona y lo que más nos afecta, pues afecta a todos nuestros sentidos sin necesidad de acudir a la mente y además es lo que más perdura dentro de nosotros. La sensación de sentirte inmerso en plena naturaleza es ya de por si una sensación mágica y estas sensaciones, a mí particularmente, son las que más me gratifican y reconfortan. Pero como dice el refrán: "a falta de pan..." y esta ruta, pese a todo, es interesante, muy interesante.
El trozo murado que mencionábamos antes es como una obra de orfebrería popular, algo que ya vimos con las carriles de algunos praus y fincas de Caguatses, milimétricamente diseñado, acoplando tsousas planas y supongo que originariamente fuera algo más alto de lo que es en la actualidad. Este y algún otro que aún subsiste cerca de aquí, pegado al río, son joyas etnográficas dignas de una protección especial, lugares con un encanto propio y que sería un crimen dejarlas desaparecer.
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Otra bonita pared delimitando un prau, en terrenos de Vitsager. 16 julio 2021. |
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Carril de piedra en la entrada del prau con pared por encima. 17 julio 2021. |
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La otra parte de la carril. |
Su función, como la de cualquier muro o pared, es la de separar, la de deslindar dos espacios, aunque los muros en ocasiones también sirven para sujetar el suelo de caminos o parcelas y evitar corrimientos. Aquí deslindan dos espacios claramente diferenciados en cuanto a su uso, aunque el paisaje que presentan en la actualidad apenas si difiere entre si. De la pared y el camino, ladera arriba, se extiende el monte comunal. De la pared hacia abajo las diferentes fincas particulares de los vecinos del pueblo.
El abandono de la economía agroganadera tradicional ha provocado un paisaje más uniformizado donde predomina el bosque. El arbolado autóctono no solo se ha regenerado en gran parte del monte comunal si no que también ha invadido muchas de las fincas del pueblo. Sobre todo las instaladas en pendientes, antes de llegar a la vega del valle, un lugar mucho más antropizado que aún se sigue utilizando en la actualidad.
El pasado glaciar de este valle, como en el del cercano de Degaña, ha creado varios rellanos por encima de la actual vega aluvial del río. Cada rellano era la vega de los antiguos glaciares que se instalaron en la zona y es perfectamente visible, al menos, uno de ellos. Esos rellanos y el trozo más pindio hasta la vega aluvial siempre fueron muy utilizados por las comunidades campesinas. Cuando se instaló la minería del carbón en este valle aún se veían grandes "centenales" (terrenos cultivados con centeno) en esos rellanos, restos de otros mayores existentes con anterioridad y necesarios pues todo lo que se consumía provenía de las cosechas de los propios campesinos de la zona. La comercialización de los derivados de la leche, sobre todo de la mantequilla, provocó por un lado que muchas cosas ya se pudieran comprar y parejo a ello la desaparición de esos terrenos y su sustitución por una pradería escalonada que antaño solo había utilizado el entorno directo de los regatos. Posteriormente la economía carbonífera lo devoró todo y se abandonaron los praus en terrenos pindios. Esos terrenos pronto fueron colonizados por el arbolado.
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Las dos terrazas glaciares, una a cada lado de la vega aluvial. Caguatses d´Abaxu. 31 diciembre 2021. |
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Aquí se aprecia claramente el escalón entre la actual vega aluvial y la antigua vega glaciar. 24 diciembre 2017. |
La ganadería bovina nunca desapareció del todo en Tsaciana y su entorno. La desaparición del carbón, tras una larga crisis, ha provocado una reactivación de este sector, uno de los pocos, junto al turismo verde y el invernal del Puertu de tseitariegos, con algo de futuro que posee esta zona.
La primera vez que lo vi, hace ya bastantes años, me llamó la atención. Justo enfrente de la casa de los padres de mi mujer, Casa Regueras, en el rellano que bordea el Reguero El Bache (supongo que en patsuezu, la fala tradicional de la zona y similar en todo a la nuestra, sea Vatse porque Bache queda horriblemente mal) alguien estaba eliminando los subarbustos que lo estaban colonizando para volver a transformarlo en un prau. Algo curioso porque cerca de allí, junto a la primera vatsina valle arriba, un prau muy grande conocía el proceso contrario, se había abandonado y las escobas estaban empezando a aparecer.
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Praus bordeando el Regueiro El Vatse, recuperados o abandonados. 25 diciembre 2021 |
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Estado actual, en rojo prau recuperado, en azul prau abandonado. 25 diciembre 2021. |
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Estado en 2017. |
Más recientemente este proceso de "reconversión" se ha acentuado, ya no solo se rozan los subarbustos si no que se han talado, eso sí en contadas zonas aún, muchos árboles (bedules, robles, pladanos...) que yo pensaba que eran de La Devesa de Caguatses (robledal de avesíu del monte comunal de Caguatses d´Abaxu) y que resultaron ser de terrenos particulares.
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Recuperando terrenos particulares tomados por el bosque autóctono en La Devesa de Caguatses d´Abaxu. 14 diciembre 2017. |
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Tras la labores el terreno vuelve a ser un prau. |
Pero no todos los deslindes son tan bonitos como el de la pared del camino. En otros tramos se ve, unos metros por debajo de la senda-pista, un horripilante y gordo cable metálico cumpliendo con esa función. El bosque de robles, en todo el tramo por debajo de la cresta rocosa de Carraceo, cubre casi totalmente todo el espacio, tanto sobre los terrenos particulares como de los comunales. La Causa debemos buscarla en la elevada pendiente que hizo que muchos praus se abandonaran, subsistiendo solo alguno. Pero ese paisaje boscoso puede sufrir bruscos cambios si los propietarios de las fincas asilvestradas deciden darle otro uso y proceden a la tala del arbolado.
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Deslinde terrenos particulares- Monte comunal, sin la belleza de las murias. 15 julio 2021. |
Simplemente hago resaltar estas cuestiones para que nadie se llame a engaños. Cuestiones que no se conocen o no son tenidas en cuenta, pero necesarias para no hacerse falsas ilusiones. Las cosas son como son, no como desearíamos que fueran. Aunque también podríamos , entre todos-as, cambiarlas, ¿o no?.
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