5/31/2024

La Ruta a Las Tsagunas 11 Del Teso Decutsada al Tesu´l Retén

Suelos muy pendientes en todo el tramo entre los dos tesos. 26 julio 2.016.

Hace cuarenta años, cuando llegabas al Teso Decutsada, el sol te recibía con los brazos abiertos. Abandonabas los ya preciosos bosques de Decutsada y salías a un ambiente totalmente diferente.

Salías al valle principal del Ríu Munietsus y a uno de los solanos más marcados de todo este Monte. Había árboles pero jovencísimos, tanto que se veía por encima de las copas de los situados por debajo de la senda, ya que no superaban la altura de una persona adulta.

Que volvías al valle principal era algo más que notorio, ya que la ladera de enfrente quedaba mucho más lejos que la que hay en la vatsina de un afluente tributario. Algo que se reforzaba por el estado de la vegetación. Los jóvenes robles estaban muy deshilachados, faltos de ramas y muchos de ellos muertos. Allí el viento campaba a sus anchas y la sequedad hacía que el crecimiento del arbolado fuera muy lento.

Aparte de la orientación también influían otros factores.

El teso es muy marcado y muy estrecho por donde lo atraviesa la senda y bastante rocoso. De hecho todo el tramo hasta el Tesu´l Retén lo sigue siendo, aflorando continuamente la roca madre y los tseirones.

Las pendientes multiplican su inclinación, nada que ver con las más suaves que veíamos por Decutsada. Y por último estaría el pasado, la historia de esta zona.

Aquí también había espléndidos bosques antes de que comenzaran las talas madereras, (por haber hasta había un prado, el Prau Silvestre), un robledal de puro solano bello y pujante. Pero tuvo muy mala suerte. Al verter directamente al Ríu Munietsus también lo hacía sobre la pista principal de todo el Monte Munietsus, construida sobre el antiquísimo camino carretero que se internaba valle arriba, hacia los praus de la propia vega del ríu y hacia las brañas de los pueblos de la veiga de Rengos.

Era poco costoso cortar robles en esa zona y echarlos a rodar ladera abajo hasta llegar a la pista. Nunca se debió de talar esa zona. Los suelos y la pendiente existente lo desaconsejaban pues la erosión subsiguiente podría cebarse sobre ellos. Pero la razón nunca triunfa en este mundo nuestro. Los intereses particulares, la avaricia, la falta de escrúpulos o la simple fuerza bruta ("fuerza bruta e ignorancia" cantaba Rory Gallagher en una de sus grandes canciones) ocupan su lugar. A la razón se la niega o simplemente se la ignora.

Es como ahora cuando los que niegan que haya un cambio climático, provocado por las economías depredadoras que sustentan los actuales sistemas sociales, se quejan luego de que no llueva o que lo haga en exceso. O los que exigen ayudas del Estado, con dinero público que nos pertenece a todos-as, y que luego defienden un sistema lo más liberal posible, libre de impuestos. ¿No se si me explico?.

Así que en esta zona, cercana a la entrada del Monte, se talaron los robles desde fechas muy tempranas. Tras las cortas la erosión volvió a hacer de las suyas. Mucha de la roca madre, volvió a quedar al desnudo, al llevarse la lluvia la poca tierra que la cubría. Los tseirones volvieron a activarse al deslizarse hacia abajo, algo que aún lo siguen haciendo en la actualidad, como se constata en un corrimiento en 2.018, cuyas piedras medianas casi llegaron a cerrar la pista de la Ruta que va pegada al río.

Por fortuna aquí ocurrió algo parecido a lo sucedido en Las Tablizas y todo su entorno: muchos tocones rebrotaron y pudieron seguir reteniendo parte de los pendientes suelos y seguir aportando materia orgánica y tsande, creando un mínimo de suelo donde esta última pueda germinar y tirar para arriba. Sin rebrotes la dinámica forestal tendría que volver casi a sus orígenes, a la colonización por mofos y líquenes y la posterior de los subarbustos.

La labor de los robles rebrotados o de tsande es impagable, sujetando y creando nuevo suelo. 26 julio 2.016


Si no hubiera habido rebrotes estos pindios suelos serían un estéril tseirón. 26 julio 2.016.

 En el 2.000 ya había mejorado mucho el tamaño del arbolado, sobre todo en el entorno del Teso Decutsada. El sol ya no pegaba de frente y solo desde algunos puntos se veía la ladera de enfrente. En mis últimas visitas los que no conozcan la ruta y el Monte no se darán cuenta de la salida al valle principal. El arbolado tapona las posibles perspectivas. Te darás cuenta de que hay un recodo pronunciado, pero en el monte siempre hay muchas curvas y no le darás mayor importancia. Sí notarás un aumento de la temperatura, pero quizás lo achaques a que ya llevas un rato andando. Luego, desde los clarines y claros que hay antes de llegar al Tesu´l Retén, verás que algo ha cambiado, pero como hay que seguir andando no te plantearás su significado ni a que se debe.

Pese a vientos virulentos, la insolación y suelos rocosos, la regeneración del robledal era asombrosa en el Teso Decutsada del lado del Ríu Munietsus. 13 octubre 2.000.


Vista de Pena Castietsu de Penas Negras, desde un huequín tras doblar el Teso Decutsada. 27 julio 2.018.


Tras el roble desmochado, llano de Fontuteiru de Mual. 27 julio 2.018.

 

Desde este clarín, vista de la Granda´l Campu del Monte Mual. 27 julio 2.018.

En los montes grandes y con relieves variados que no se conocen, pronto se pierde el sentido de la orientación. Ni sabes hacia donde debes ir, ni de donde has salido. Si no fuera por la senda, que sabes que debes seguir, te encontrarías totalmente perdido. Que nadie se sienta perturbado si se siente incluido, en el fondo es algo que nos ocurre a todos y a todas.

Para tener en la mente el mapa de Munietsus se necesita recorrerlo durante mucho tiempo con infinidad de excursiones. Pero mientras tanto puedes echar mano de mapas físicos, en papel o en otro formato. Primero para situar la zona y después para saber por donde vas andando, siguiendo el trazado de la senda.

Los amantes de la naturaleza, que practicamos excursiones para conocerla más a fondo, solemos saber interpretar los mapas topográficos, que son los que mejor reflejan el relieve. No es nada del otro mundo y cualquiera puede aprender a hacerlo, solo hay que saber qué significan las curvas de nivel y luego saber interpretarlas correctamente.

Lo que sí se necesita es bastante tiempo para analizarlo y esto hay que hacerlo con anterioridad a la visita, nunca durante la excursión ya que no dispondrás de tiempo para hacerlo.

Incluso puedes hacer un pequeño esquema de la Ruta, señalando algunos de los accidentes geográficos más significativos. Por ejemplo de los tesos más importantes con los que te irás encontrando (Decutsada, Retén, Tonante, Sestu Rapau, El Cotarrón...). Tened en cuenta que haciendo la senda no  encontraréis indicadores de donde estáis, a excepción del de La Fonte Fonculebrera y el de la Vatsina´l Piélago donde está el cruce de sendas con indicaciones de las direcciones.

Os comento estas cuestiones porque siempre es interesante saber donde te encuentras. Cuando hagáis una parada ese es buen momento para consultar los mapas que llevéis. Espero que mis descripciones y mapas os ayuden a no perderos del todo, aunque también deberéis consultarlos antes de la excursión y quedaros con cosas que os llamen la atención y que luego podréis ver en vivo, sabiendo de que se trata.

En los mapas que yo pude consultar la Ruta siempre aparecía mal trazada y lo mismo cabría decir del trazado de algunos regatos y arroyos. He rectificado, en la medida de mis posibilidades, esos errores. En mis mapas puede que algunos detalles no aparezcan reflejados, como algunos zigzags que tiene la senda, pero creo que mejoran bastante los existentes y son además muy fiables, aunque como todo en esta vida son susceptibles de mejoras.

Os ofrezco dos mapas que, superpuestos, abarcan todo el trazado de la Ruta, con los elementos geográficos de ríos y arroyos y los topónimos que he logrado conseguir, aunque puede que falte alguno. Tenía pensado afinarlo más aún pero de momento es lo que hay. Luego iré ampliando los tramos que vayamos haciendo. Me ha llevado mucho tiempo y dedicación haberlo hecho. Espero que lo valoréis en su justa medida. 

Mapa de la Ruta y topónimos asociados. Decutsada Fonculebrera...


Mapa de la Ruta y topónimos asociados. Ríu La Candanosa.

En el tramo entre los dos tesos (Decutsada y El Retén) no se salva ningún desnivel, ambos están sobre los 915 metros de altitud. Por lo tanto la senda va, más o menos, en llano. Incluso parece que tiene algo de bajada y un trozo final con un fuerte pero muy corto repecho. Una senda abierta en algunos puntos sobre la roca madre y sobre tseirones, pero bastante buena de hacer. 

Senda en este tramo agreste. 27 julio 2.018.

El Teso Decutsada está, ya lo hemos dicho, muy marcado y es bastante rocoso, aunque está muy bien colonizado por el robledal, que consigue enmascarar los suelos y que se refuerza por la presencia de muchos ganzos que lo tapan aún más.

Es increíble como ha conseguido regenerarse el arbolado, en el propio teso y algo después, consiguiendo tamizar el potente sol y las grandes vistas que había desde aquí. Ya se ven robles altos y rectos, con copa, que recuerdan algo a los de Decutsada. Aunque aún hay muchas heridas que curar. 

La sequedad y el pequeño tamaño de los robles hace que los ganzos estén muy desarrollados tras el Teso Decutsada. 26 julio 2.016.


Solo algunos de los troncos que se ven lograrán seguir creciendo. El resto morirá o crecerá con heridas que le acabarán pasando factura. 26 julio 2.016.


Muchas copas y ramas de los robles están bastante afectadas y no tardarán en morir. 26 julio 2.016.

Por encima de la senda, a unos 25 metros de distancia sobre esta, había una especie de cabanina, construida por los guardas mayores para no mojarse más de la cuenta y de la que ya he hablado en otra parte. Como guardaba de ella tan buenos recuerdos, en el 2.000 me acerqué un día a verla. Se la veía más abandonada y descuidada y seguramente ya le entraría algo de agua. No he vuelto ha visitarla desde entonces y supongo que el paso del tiempo la haya destruido o esté en vías de hacerlo.

Con algo de imaginación, tan necesaria siempre, veréis como en el suelo las raíces de los árboles penetran por los resquicios de la roca madre, rompiéndola en algunos casos. El continuo aporte de materia orgánica: hojas, ramas e incluso árboles que se van muriendo o son derribados. El aporte de los ganzos y otras plantas, que no es nada despreciable. Restos dejados por los animales... De esta forma es como se va creando nuevo suelo, mejorando el existente, muy escuálido. 

Fijaros como los robles tratan de colonizar la pura roca, aprovechando resquicios por los que colar sus raíces. ¡Admirable! 26 julio 2.016.

La densidad arbórea en esta primera zona ya era bastante buena en el año 2.000 y lo seguía siendo en mis últimas visitas, aunque obviamente con árboles mayores.

La senda parece bajar algo, pero poco. Se veían robles adultos, pero muy bajos, muertos, que permanecían aún en pie y en cuyos troncos aparecían los agujeros dejados por los picatueros (pájaros carpinteros) en su búsqueda de comida (larvas e insectos devoradores de madera). La senda no se salva del mal estado del suelo aunque está muy trabajada de cuando la hicieron y de los desbroces posteriores, por lo que es fácil de recorrer.

La labor de los guardas viejos (Aladino Farruco y Aumente fueron los últimos) nunca se ha valorado en su justa medida. Además de patrullar el Monte, velando por la fauna existente, también se encargaron de otras cuestiones. Ellos eran los capataces que guiaban las cuadrillas que abrieron las sendas y que limpiaban y restauraban las ya existentes. Cuando desaparecieron las cuadrillas eran ellos, quienes con sus propias manos, los encargados de limpiar los continuos percances que siempre tienen los caminos. Desde aquí darles la gracias por todo ello.

La senda atraviesa un tseirón de piedra fina que provocó un corrimiento de esta. Seguro que fueron estos guardas quienes acercaron un roble muerto para colocándolo en el sentido de la senda le sirviera de límite y sujeción por la parte de abajo.

Y llegamos a la Vatsina´l Banzáu, un topónimo relativamente reciente motivado por la existencia de un banzáu, no en la vatsina misma si no abajo del todo en el Ríu Munietsus. Un banzáu que desviaba parte del caudal de este río, para llevarlo por un canal de madera que luego lo "despeñaba" sobre la central hidroeléctrica que aprovisionaba de energía eléctrica la serrería y las casa de Las Tablizas.

El banzáu es similar a las valladas de las que tanto hemos hablado, solo que construido con hormigón y cuyo nombre solo aparece aquí, lo que me hace sospechar que sea un topónimo importado y puesto por los que la construyeron.

Las gentes de Mual o de El Vilar de Cendias, por poner un ejemplo de algo cercano y del que tengo constancia, no desconocen su significado, en El Vilar hay otro lugar con ese nombre. Pero había otras palabras para referirse a ello, siendo vallada la más usada.

Lo que ya no tengo tan claro es a qué banzáu se refiere, ya que en el ríu hay, o mejor dicho hubo, dos, eso sí de diferente época. El último fue construido a inicios de los años cincuenta del pasado siglo y aún se ven claramente sus restos. El otro es anterior, de inicios de ese siglo y se encontraba unos metros por debajo del más reciente. Variaba el inicio del banzáu y también el recorrido de su canal de madera. El último llevaba el agua hasta donde está la entrada de la Reserva y en donde aún se ven los restos de la central. El construido por la BOSNA finalizaba un poco antes, en la Vatsina La Central (de ahí su nombre).

La Vatsina´l Banzáu es en realidad una vaguadina de poca extensión ya que nace en el Teso Decutsada y no posee curso de agua alguno. Todo su centro está ocupado por un extenso tseirón.

La senda atraviesa el tseirón, ya en la parte superior de la vatsina. Por debajo las pendientes son pronunciadas y antes afloraban mucho más las piedras pequeñas y medianas y solo había algunos robles de rebrote y otros de pequeño porte y aspecto desaliñado. Hoy se está desarrollando un buen robledal a los lados del centro. 

En la Vatsina´l Banzáu al encauzar la escorrentía se está desarrollando un bonito robledal. 26 julio 2.016.


Buenos robles ya en este tramo. 27 julio 2.018.

Mejoraba y lo sigue haciendo en la actualidad la parte de encima de la senda, donde las tseras (piedras)  están tapadas por los árboles y ganzos. Junto a esbeltos robles siguen predominando los escuálidos y deteriorados.

Se acaba el tseirón desnudo, sigue habiéndolo pero menos visible debido al matorral de brezo y el suelo mejora, pero es casi una ilusión pues pronto vuelve a ser malo.

Al ralear el arbolado se ven matas rastreras de roble que brotan de una misma raíz. Hay algo de claro y como una pequeñísima vaguadina conformada por la roca madre. El suelo solo parece permitir la existencia de robles rastreros, al tiempo que se ven unos ruscos (ruscus aculeatus), un pequeño arbusto con hojas punzantes y bayas rojas. 

Robles achaparrados que nunca conseguirán crecer con grandes fustes. Bastante tienen con seguir vivos. 27 julio 2.018.


El desarrollo arbóreo aún está muy poco avanzado a medida que nos acercamos al Tesu´l Retén. 26 julio 2.016.

Hay un fuerte repecho, como una escalera con un trozo de pared rocosa del lado de arriba de la senda. Tras el repecho salimos a una especie de mirador natural, despejado, desde donde hay excelentes vistas de parte del Monte Munietsus. Un pelín más allá hay un repecho o tesín rocoso bastante marcado sobre el terreno. Es el Tesu´l Retén. 

Cerca del Tesu´l Retén ya se ve parte del fondo de Munietsus. 27 julio 2.018.








5/13/2024

La Ruta a Las Tsagunas 10 Bye bye Decutsada.

 

Un clarín permite que se abran las bóvedas del bosque, viéndose parte del solano de Decutsada. Algo poco frecuente. 26 julio 2.016.

Decíamos que hay robledales de solano y robledales de avesíu. El caso es que el robledal xerófilo siempre ha pasado por ser el prototipo de robledal y otro tanto ha pasado con su sotobosque. Este error se comete incluso en ambientes académicos y en parte es debido a la escasa presencia de buenos robledales donde poder comprobar todas estas cuestiones.

En Munietsus tenemos la fortuna de disponer de los dos tipos de robledales y además en varias de sus etapas vitales, o sea con diferentes edades.

Se dice que el robledal xerófilo es más propicio a que en él se desarrollen más especies subarbustivas como el ganzo y que hierbas como la lúzula estén ausentes. La mayor insolación recibida parece estar detrás de este razonamiento. Por contra el robledal umbrófilo, al recibir menos luz y ser más húmedo hace que los ganzos estén menos presentes y la lúzula sea más abundante.

Pero estos razonamientos parecen no tener en cuenta que todas esas cuestiones también se ven modificadas en función de la edad del arbolado. Solo se ajustan a bosques en su etapa, digamos juvenil.

Sea en solano o sea en avesíu, cuando los robles son jóvenes, la luz, fuente de vida, provoca el desarrollo de otros vegetales. A medida que los árboles van creciendo, los estratos inferiores se van debilitando al recibir menos luz.

Cuando el robledal es maduro, o algo más joven pero muy denso, la poca luz que deja pasar hace que los ganzos acaben desapareciendo o que su presencia se reduzca enormemente. Están más decaídos de lo normal y solo medran con brío cuando se producen claros entre el arbolado por causas naturales.

Todo lo contrario ocurre con la lúzula que se ve favorecida por la mayor presencia de sombra y que cubre parte de los suelos tanto del solano como del avesíu.

En Decutsada hemos pasado por robledales de solano, desde el inició del recorrido en Las Tablizas hasta la Ponte del Regueiru Decutsada y luego desde el Teso Los Carboneros hasta el Teso Decutsada, viéndolos en diferentes fases o etapas. Y en la primera vaguada tras cruzar el regueiro lo hemos hecho por un robledal de avesíu. 

Robledal de solano cercano a Las Tablizas. Árboles jóvenes cuya densidad mantiene limpio de subarbustos el suelo. 26 julio 2.016.


Robledal de solano tras pasar el Teso Los Carboneros. La alta densidad de robles propicia la presencia de lúzulas y el retroceso de los ganzos. 26 julio 2.016.


Robledal de avesíu en la vaguada que hay a continuación del regueiro, con abundantes lúzulas, alguna arandanera y escasos ganzos. 26 julio 2.016.

Los robledales adultos y densos son casi como los faéus. A los amantes de los bosques nos gusta degustarlos por dentro, recorriéndolos por todos sus rincones, monte a través, sin necesidad de sendas. En los faéus lo puedes hacer sin ningún problema, incluso aunque sean jóvenes. Es una delicia poder hacer lo mismo por un robledal.

Al voltear el Teso Decutsada habremos dejado atrás el valle del Regueiro Decutsada, así que creo necesario dedicarle unas palabras , de despedida y de homenaje.

Este valle es algo incluso excepcional en el Monte Munietsus. En el recorrido hasta Las Tsagunas y la vuelta a Las Tablizas no encontraremos bosques como los de aquí. En todo el Monte solo hay una zona, hablando de extensiones grandes, que lo supere: la que yo llamo "la selva de Munietsus", con Sestu Gordu como epicentro, justamente por encima y por debajo de la antigua senda que también llegaba a Las Tsagunas. La senda de la ruta larga, por Penas Negras, que ya hace muchos años que ha dejado de utilizarse por razones medioambientales vinculadas a la protección de especies animales en peligro de extinción como el osu y el urogallo. 

La selva estaba en un peldaño evolutivo, en el proceso de recuperación forestal, superior ya que sus árboles era aún más maduros que los de Decutsada. Con un proceso de selección natural prácticamente terminado.

La excepcionalidad de Decutsada reside en varios aspectos:

-Suelos bastante buenos en comparación con los del resto de la Reserva. Con excepción de dos o tres tseirones, algún afloramiento rocoso y las desangeladas Güérgolas, el resto son suelos relativamente profundos. 

Suelos relativamente profundos. Foto Ástor. 29 julio 2.017.

-Todo el terreno que se ve desde la pista-senda está poblado de arboleda, lo que da idea de bosque profundo. Pero en honor a la verdad si lo viéramos con perspectiva, por ejemplo desde el cielo, se vería como la ladera izquierda del valle, el solano, presenta grandes calvas, ganzales, peñascales, plantaciones de pinos, trazado de la carretera que va a Ibias. La mayor parte del trazado de esta carretera discurre por terrenos fuera de la Reserva, aunque aguas vertientes a Decutsada y Porciles. En resumen zonas en un estado muy regresivo.

Decutsada, un lugar de contrastes. Foto Google.


Solano de Decutsada, un largo camino en la recuperación natural. Foto Google.

 

Las Gúérgolas un mundo aún inhóspito. 28 julio 2.018.


Surcos rocosos de Las Gúérgolas y plantaciones de pinos. 28 julio 2.017.

 -El arbolado, con todas las salvedades y matizaciones que ya hemos ido mencionando en otras partes del blog, es excepcional. Pocas personas habrán visto un robledal como el que hay aquí. 

Increíble el arbolado de Decutsada. 29 julio 2.017.


Excelente vegetación. 27 julio 2.018.


Excelente vegetación. 27 julio 2.018.

-Es un valle lateral, un afluente el principal, bastante protegido del viento, aunque hay veces que este sí que actúa de forma virulenta. El bosque cuenta en este aspecto con otra ventaja. La mayor parte del arbolado tiene unas copas situadas al mismo nivel, lo que hace que se refuercen unas a otras frente al viento, ya que no dejan huecos ni sobreelevaciones por donde este se pueda colar o pueda causar roturas de copas salientes. El viento se encuentra con una línea de copas compactas y niveladas, por lo que resbala sobre ellas. 

Copas a la misma altura y bosque denso en la ladera derecha de La Chanadona. 28 julio 2.018.

Este aspecto es de suma importancia ya que la copa de un árbol es de vital importancia. Asegurada esta, cada año que pasa el arbolado mejora.

Pero también hay un aspecto negativo relacionado con la altura de los árboles. La feroz lucha existente entre los robles por alcanzar la luz, los ha hecho crecer mucho y tener un tronco delgado. El árbol centra todos sus esfuerzos en esa carrera hacia arriba y descuida su sistema de anclaje, a lo que se suma que estos suelos de herencia glaciar, por mucho que hayan mejorado gracias a la vida vegetal y animal, siguen siendo poco profundos o al menos no lo suficiente. 

Este cándanu (roble seco) ya no se sujeta por si mismo y se apoya en otro. Fijaros en sus alturas. Al lado del Teso Los Carboneros. 26 julio 2.016.

Ambos factores provocan cierta inestabilidad en el árbol. Son más fáciles de desmochar, por tener un tronco delgado y son más fáciles de arrancar, por tener un anclaje al suelo débil. Por eso, pese a la defensa que les proporciona la nivelación de sus copas, es frecuente que todos los años se arranquen y desmochen bastantes de ellos. 

Robles arrancados del suelo por el viento. Estaban completamente sanos. 29 julio 2.017.

-Ausencia de incendios desde hace ya varias décadas. A pesar de ello, en la ladera de solano, en el entorno de la pista, hay muchos robles con huellas de incendios pasados. Los incendios vinieron de arriba, las calvas allí existentes dan fe de ello.

No se si se detuvieron en el curso del arroyo o si pasaron al avesíu. La Parte de la Reserva parece haberse salvado de ellos, pero en el avesíu de Oubachu, situado a mayor altitud, las huellas vuelven a ser evidentes y en parte son las causantes del prematuro envejecimiento del bosque existente. Las consecuencias de los incendios no solo afectan a los árboles quemados que pasan directamente a mejor vida si no a todos aquellos que llegan a tocar, pero sin llegar a quemarlos. Las heridas acaban pasando factura.

Ver si hay huellas de incendios es relativamente sencillo y a veces saltan a la vista. Para los más antiguos, sin restos aparentes, observaremos detenidamente la zona inferior de los árboles, la que está en contacto con el suelo. Cuando esta zona presenta en todo su perímetro corteza continua significa que el fuego no le afectó. Si por el contrario presenta oquedades o trozos sin corteza es porque ahí si se produjo un incendio.

Pero ¡ojo! que hay oquedades en la base del tronco que no son originadas por el fuego. Algunas se deben a que los rebrotes no cicatrizaron o soldaron del todo la zona de unión entre el tocón o cepa y la nueva guía rebrotada.

Esa oquedad, a la larga, acaba afectando al árbol ya que por ahí empieza a extenderse la pudrición, acabando prematuramente con la vida del árbol.

-Humedad y frescura notables en toda la ladera derecha, el avesíu. El regueiro siempre baja un buen caudal y aún en veranos secos y calurosos tenemos una temperatura ideal.

-Primero la pista y luego la senda están en muy buenas condiciones y con buen suelo. Asimismo los desniveles no son excesivos. Solo hay un fuerte repecho desde el tseirón sobre la pista hasta cerca del cruce entre la pista y la senda. Y además si uno sube fijándose en lo que le rodea, apenas si se aprecia.

-Situado muy cerca de la entrada permite recorrerlo en muy poco tiempo, siendo apto para cualquier tipo de visitante, incluidos los niños y niñas. Os imagináis las sensaciones y el recuerdo imborrable que perdurarán en una mente infantil. Todo un regalo, un tesoro que cobijarán durante toda su vida. No hará falta que les expliquemos nada, solo dejarles ver y sentir la majestuosidad que desprende este gran bosque. Y si vais sin niños, disfrutad vosotros como si lo fuerais. ¡Daros ese gustazo!.

-Y, ¡como no!, Decutsada permite ver y sentir con todos los sentidos un grandioso bosque desde dentro. Puede que os amedrante o que os eleve el espíritu pero seguro que no os dejará indiferentes.

También hay aspectos negativos como la ladera solana muy desarbolada, la ruina de los rebrotes, el envejecimiento prematuro de algunas partes del bosque o la existencia de la carretera que va a Ibias por el Counio. 

En primer término ganzal en la ladera izquierda de Decutsada. 28 julio 2.017.

Esta carretera no tiene mucho tráfico y a pesar de que no hace mucho que la ensancharon y renovaron sigue siendo bastante estrecha y con bastantes curvas. Antes aún lo era mucho más y los vehículos grandes, como los camiones y autobuses, pitaban en las curvas más pronunciadas para avisar a otros usuarios de su presencia. 

Carretera algo ensanchada. 2.017

Lo cierto es que estar paseando por un bosque de la magnitud de Decutsada y oír esas bocinas era algo cuando menos perturbador, rompía con la sensación de encontrarte en un lugar alejado de la civilización, perdido en un medio donde dominaba solo la naturaleza.

Decutsada es el único lugar del Monte Munietsus, aparte de Las Tablizas, donde se puede oír el sonido de vehículos circulando. La continuación de la senda hasta Las Tsagunas y la vuelta a la entrada está libre de ellos. El Teso Decutsada amortigua totalmente esos ruidos, luego la lejanía les impide llegar y en la bajada, pegados al Ríu La Candanosa y el Ríu Munietsus, lo que más oiremos serán los sonidos del agua. Primero saltarinas y briosas y más tarde calmosas y sosegantes. Desde Penas Negras, Bisnuevo o Las Tablizas, que quedan más o menos enfrente de la carretera, no tengo constancia de haberlos oído nunca.

Antes de ir a Muniellos deberéis barajar la posibilidad de hacer la ruta completa, yendo a Las Tsagunas, o la de reducir la visita a una breve incursión, primero por donde hemos venido caminando, llegando hasta el Tesu´l Retén que está muy cerca de aquí, del Teso Decutsada. Dar la vuelta a Las Tablizas y subir río arriba hasta la Ponte La Zreizal, para luego volver a Las Tablizas donde finalizaría la excursión. 

En el año 2.000, estando de Guía de la Reserva, planteaba estas dos opciones a los visitantes y a día de hoy sigo creyendo que ambas siguen siendo interesantes. Sois vosotros-as, los visitantes, quienes debéis de sopesar los pros y los contras de cada opción y elijáis la que elijáis seguro que ninguna os defraudará. Lo digo para que lo tengáis en cuenta. Quizás haciendo una os entrará el gusanillo de hacer la segunda. Munietsus bien merece más de una visita, una para valorar su inmensidad y sus contrastes y otra (u otras) para degustar a fondo y sin prisas alguno de sus bosques.

Desde Las Tablizas hasta el Teso Decutsada hay todo un mundo de detalles, pero lo cierto es que hemos andado muy poco. Una minuciosidad en relación a lo que nos queda por delante. Guardemos muy dentro de nuestro corazón todo lo que nos ha hecho sentir Decutsada y hagámosle sitio a las emociones y maravillas que nos esperan. 

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...