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Panorámica (tamaños distorsionados). A la derecha contraste entre el solano (penas de Fonculebrera) y el avesíu de este Vatse. Más a la izquierda Pico Tsuis.. 29 julio 2.017. |
Para cualquiera que realice la Ruta le resultará muy evidente el contraste entre el solano y el avesíu, aquí en Fonculebrera. Llamamos solano a la vertiente izquierda de este vatse, la dominada por Las Penas de Fonculebrera y sus progresiones rocosas valle abajo. Y avesíu a la vertiente derecha y su progresión hacia arriba por uno de los dos cauces en que se divide el vatse por encima del roblón (el que da contra Chanetos), que ya forman parte del Monte Oubachu y que están más arbolados y con mejores suelos.
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En el centro Vatse de Fonculebrera. Fijaos en las Penas y su progresión hacia abajo y en las dos vatsinas de su cabecera. A su lado Vatsina Los Sagraos. Foto Google. |
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Detalle de mi mapa con los topónimos y su localización. |
De esa dualidad dan fe las imágenes visuales que vamos teniendo durante la ascensión y los contrastes sensoriales que experimentamos. El solano es caliente y seco, casi achicharrante los días despejados de verano. El avesíu es mucho más húmedo y sombrío y en esos días que mencionábamos hasta se puede sentir frío, más por el contraste térmico entre las dos vertientes que por la temperatura propiamente dicha.
También llama la atención lo poco ancho del avesíu, al menos por donde transita la senda, comparado con el largo solano.
Pero dejadme que os comente mi opinión. Si no fuera por el roblón y la fonte, el avesíu sería para mí bastante decepcionante.
El Monte Muniellos, desde una perspectiva global, está considerado como un robledal. Un bosque donde este árbol sería el dominante. Pero aún admitiendo esto creó que lo más lógico sería hablar de "los bosques de Munietsus": robledales, faéus, bedulares, bosques de ribera...Y además las variantes se ven aumentadas por el estado en que se encuentra la vegetación arbórea por todo el Monte.
Una cosa es la vegetación potencial que suponemos que posee este Monte y otra cosa es lo que nos encontramos cuando lo recorremos. Las diferencias son enormes y no hay ninguna imagen que sirva para todo el Monte.
Las causas que originan esta variedad, aparte de las naturales, son las relacionadas con la larga historia que ha conocido nuestro Monte. Munietsus no es un bosque virgen, aunque a veces quieran vendernos esa película. Primero fue el largo uso ganadero de prácticamente todo el Monte y luego las talas madereras comenzadas en el último cuarto del siglo XVIII. El impacto de tales actividades fue de tal envergadura que aún hoy, tras 50 años libre de cualquier actividad humana (la visita de 20 personas al día es poco menos que insignificante), son perfectamente visibles por todo el Monte.
Realizando la Ruta no vemos el amplio terreno que se extiende por las partes altas de Fonculebrera, que si bien no forman parte de la Reserva porque pertenecen al Monte Oubachu, si forman parte del espacio natural de Munietsus. Ahí Fonculebrera esta formada por dos vatsinas que más abajo se unen, un poco por encima del roblón.
En esas partes altas, pese a tener suelos más o menos habitables para el arbolado, aún no se ha desarrollado el bosque y es de preveer que tarde unos cuantos años en hacerlo. De momento son grandas de altura con algún que otro grupo de jóvenes árboles, cuyos orígenes están relacionados con el pastoreo.
Oubachu tenía varias brañas dentro de su Monte de Munietsus. La más importante de todas ellas era El Pradón de Bisulaz, al lado de El Escabón de Bisulaz, justo donde deslindan el Monte Munietsus y el de Oubachu. También cerca del deslinde, aunque como el anterior dentro del Monte Oubachu, estaría La Brañina, en Decutsada.
Más discutible es la localización exacta de la tercera braña de Oubachu: La Braña Los Sagraos, situada en la zona que ahora nos interesa. La primera localización de la braña es la que precisamente se llama así: La Braña Los Sagraos, del lado de arriba mismo de la senda que va a Las Tsagunas, en un rellano del Teso Los Sagraos, a los 1.120 m. de altitud.
Pero resulta que estos terrenos quedaron adscritos al Monte Munietsus tras los litigios entre el Conde de Toreno y los vecinos de Oubachu. La Braña, o al menos parte de ella, tuvo que trasladarse un poco más arriba, al inicio de Chanetos donde estaban fijados los deslindes, a 1.263 m.
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La primera chanada es la de La Braña Los Sagraos, la segunda la de Chanetos. desde el mirador natural de Las Penas de Fonculebrera. 28 julio 2.017. |
El Teso Los Sagraos muere justamente ahí ya que Chanetos, que es una larga aunque estrecha llanada, es la prolongación hacia arriba de otro teso, el de La Matona de Tonante, que luego continuará hacia arriba hasta llegar al Pico La Baxancada (Pico La Mesa), la cima de esta zona.
La nueva localización de la braña no supondría mayores problemas ya que tendría acceso a otra fonte, en uno de los dos cursos altos de Fonculebrera.
Fue la braña la que provocó la desaparición del arbolado en las partes altas y el adehesamiento del bosque en el entorno de las camperas de Chanetos y la llanada de más abajo.
Luego llegaron las talas madereras y Fonculebrera al encontrarse muy cerca de la entrada, las padeció desde su inicio.
En altitud las cortas llegarían hasta donde llegaba el bosque, por debajo de las zonas de pasto más desarboladas. No importaba que el arbolado estuviera en el Monte Oubachu o en el Monte Munietsus pues todas las empresas que realizaron grandes cortas en Munietsus también las realizaron en el monte vecino, tras comprar el vuelo del terreno o los derechos de explotación. En el contrato se estipulaba un tiempo concreto de duración, pero este podía renovarse, con un nuevo pago, si a la empresa le interesaba.
Es probable que en la etapa última de las cortas, con Muniellos S A.,se utilizara matarrasa para las partes más bajas de Fonculebrera. Pero lo que caracteriza las talas de este vatse son las entresacas.
La gran ventaja de las entresacas es que el terreno no queda nunca desnudo de arboleda. Los árboles que quedan, en caso de que no haya rebrote de los cortados, garantizan la regeneración natural con sus deposiciones otoñales de semillas. Tras un tiempo prudencial de varias decenas de años se procede a una nueva entresaca que cortará los árboles adultos que habían quedado en la primera entresaca. Nuevo periodo de espera y vuelta a empezar.
Las entresacas pueden ser un tipo de explotación sostenible, es decir se pueden mantener indefinidamente en el tiempo y nunca se agota: los árboles cortados dejan sitio para que nazcan otros, que tras crecer lo suficiente llegarán a ser maderables. Y mientras crecen los nuevos se irán cortando los adultos que se habían dejado. Son, eso sí, cosechas espaciadas ya que solo se pueden utilizar pasados unos años.
Pero en Munietsus y en todos nuestros montes talados las entresacas fueron muy destructoras. Las empresas que compraban el vuelo (los árboles) a los "señores" condes o a un pueblo, lo hacían por un periodo concreto de tiempo y durante ese tiempo procuraban explotarlo al máximo, sin importarles el estado en que quedaría el terreno tras el tiempo de que disponían. Y lo mismo pasó cuando los que cortaron fueron los propietarios del terreno. A ambos lo único que parecía interesarles era el beneficio inmediato.
No sé cuantas entresacas se realizaron en la zona que estamos analizando (seguramente menos de las que podríamos imaginarnos), pero su repetición con el paso del tiempo es la que ha provocado el actual estado del bosque.
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Aquí se aprecia lo raleado del avesíu en el entorno del roblón, por encima y por debajo. Desde el mirador natural de Las Penas de Fonculebrera. 27 julio 2.017. |
En cada entresaca, excepto en la primera, se cortarían todos los árboles sanos maderables, dejando en pie los más ancianos y los adultos que tenían defectos y que en ambos casos no servían (cuando lo que se buscaba eran rollas) o tendrían poca madera sana (cuando se llevaban a las sierras). También quedarían en pie árboles jóvenes, algunos con secuelas derivadas de la caída de los cortados, o que no interesaran, como bedules y xardones con poco grosor.
En todo el entorno de la senda que recorremos, todos los robles que se ven están en un estado de total decrepitud y apenas si se ven robles jóvenes y pujantes. Las cortas aumentaron las distancias entre los árboles. Algunos abedules aprovecharon esos huecos para instalarse en ellos o para desarrollar amplias copas ante la falta de competencia, inhibiendo el desarrollo de nuevos robles.
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Avesíu de Fonculebrera hasta el Teso Los Sagraos. Con dos tesirones y mucho espacio sin arbolado. 26 julio 2.016. |
Siempre me ocurría lo mismo: vista desde lejos la ladera del avesíu tenía una preciosa estampa. Incluso parecía estar ocupada por un bosque maduro y bien desarrollado. Resaltaba frente a un solano rocoso y con un arbolado disperso y raquítico, aunque no exento de belleza. Pero al recorrer su corta anchura las sensaciones que experimentaba no apuntaban en esa dirección.
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Avesíu de fonculebrera con un detalle de lo raleado del arbolado. 26 julio 2.016. |
Ciertamente se agradecía el frescor y el encanto de su fonte, tras el fatigoso y seco solano. Y el roblón era todo un espectáculo, capaz de sumirte en profundas reflexiones y despertando las emociones más profundas que todos llevamos dentro. Pero el resto era diferente.
Robles bastante adultos pero cercanos a la muerte, demasiada separación entre el arbolado, abedules adultos pero muy desmadejados, con muchas ramas pero ausentes de fustes gordos y pujantes. El bosque por dentro no era lo que parecía viéndolo desde fuera y eso para mí no dejaba de ser una decepción. Nada que ver con la energía que desprendía Decutsada.
Se necesitarán muchos años para que desaparezcan esos árboles que ocupan tanto y son tan poco y que jóvenes robles ocupen los huecos que aún existen.
Las zonas bajas de Fonculebrera poseen una densidad arbórea mucho más elevada, con un bosque más joven pero más pujante, debido sobre todo a la mayor humedad ambiental y de sus suelos. En estos valles tan profundos y verticales las partes cercanas al río son las que se regeneran con mayor rapidez y facilidad.
Es la zona intermedia del bosque del avesíu, hasta un poco por encima de la senda de la Ruta, la que tiene que rejuvenecerse. Al tiempo que por encima de Chanetos lo que se está dando ya es un aumento del arbolado, que poco a poco lo irá cubriendo todo.
Pero también aquí te puedes llevar gratas sorpresas. Un día, creo que fue cuando estaba de Guía-Monitor que era cuando tenía más tiempo libre, tras "dialogar" un buen rato con el roblón me dio por inspeccionar el entorno superior a él. Estaba solo y lo hice sin un fin premeditado, solo por el placer de andar por un sitio por el que nunca lo había hecho. Aunque quizás deseaba saber si el roblón tenía algún hermano escondido por allí. Pero me encontré con algo diferente.
A medida que iba ascendiendo empezaron a aparecer fayas, que a diferencia de los robles tenían un magnífico aspecto y que aumentaban en número mientras continuaba subiendo, hasta constituir lo que bien podríamos denominar como un faéu. ¡Que sorpresa tan agradable, allí en un decrepito robledal!. Estaban debajo mismo del avesíu de Chanetos, continuando hasta este e incluso volteando un poco este llaneado teso. ¡Asombroso!.
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Tras Las Penas de Fonculebrera y antes de la sierra del fondo, la llanada de Chanetos con un bonito faéu. 28 julio 2.018. |
Y el asombro se transformó en gozo cuando pude admirar un grandioso ejemplar. Mentiría si dijese que era la faya más grande que había visto en mi vida. En Decutsada, Sestu Gordu o en Monesteriu d´Ermu las había visto bastante mayores, pero era tan bella. Completamente recta y alta, muy alta. Con un robusto tronco que por su grosor se acercaría a los 200 años de vida.
Allí el bosque seguía estando raleado, lo que testimoniaba un pasado ganadero y seguramente alguna que otra entresaca maderera. Pero ambas actividades parecían ser bastante antiguas y el bosque se estaba regenerando maravillosamente. En los deslindes entre el Monte Munietsus y el Monte Oubachu. Una pena que algo más arriba el bosque aún estuviera en sus inicios. Pero bueno, dejémoslo en paz, el tiempo lo cura todo.
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En primer término inicio de Chanetos, donde el bosque mejora notablemente. 28 julio 2.018. |
Dejamos Fonculebrera cuando la senda voltea el Tesu Los Sagraos, un pelín por debajo de la chanada de la Braña Los Sagraos. Hace años, ya desde el teso y durante todo el tramo de la Vatsina Los Sagraos, por entre las ramas de los robles se empezaban a tener buenas vistas de los valles de los ríus Tixeirúa y Refuexu. Ahora es seguro que vosotros-as las veréis más tamizadas por lo que dejaremos su comentario para más adelante, cuando las vistas sean más claras.
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Vista del valle del Ríu Tixeirúa desde la zona de Los Sagraos. 23 septiembre 2.000. |
Desde este teso hasta el siguiente hay un corto tramo y la senda salva poco desnivel, llegando a los 1.100 m. de altitud. Pero sobre el terreno primero llanea, luego sube algo y sigue con una corta bajada , para finalizar llaneando. La senda de todas formas es bastante escarpada e irregular y bastante estrecha. A lo que hay que sumar lo pendiente que es la ladera por la que discurre. Estamos atravesando la Vatsina Los Sagraos por su parte más alta, motivo por el que apenas se aprecia dicha vatsina. No se nota su cauce central, como mucho se nota algo de vaguada.
A los que le interesen las rocas les diré que en la senda se pueden ver bandas de pizarras, algo llamativo en un monte donde lo que predomina es la cuarcita. Al resto les diré que ¡ojo!, si alguien padece vértigo debe realizar este tramo con sumo cuidado y procurando no fijarse en los fuertes desniveles que hay hacia abajo.
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Partes altas de la Vatsina Los Sagraos. Fijaos lo pendiente del terreno. 26 julio 2.016. |
Había aquí un buen robledal de solano, con buenos ejemplares. Pero están en su mayoría heridos por incendios en la base del tronco y ya sabemos lo que eso acarreará. Entre los subarbustos predominan las escobas. Todo ello en el entorno de la senda.
Enseguida llegamos a un tseirón que atravesamos por sus partes más altas, en donde alternan suelos pedregosos con otros mejor dotados. El tseirón se prolonga un poco por encima de la senda, pero sobre todo hacia abajo, desparramándose sobre el significativo topónimo de Vatsina Tseirón de Tonante, un tseirón que lo ocupa prácticamente todo, llegando hasta el mismo curso del río principal, el Ríu Munietsus.
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Orocantabricos, algún abedul y ganzos van colonizando el tseiron. 26 julio 2.016. |
La senda, por terrenos ya más llanos, se estrecha bastante entre el tseiróm y las matas nuevas de robles. Pegado a ella, por su parte de arriba, había una tosca construcción, levantada por los guardas para protegerse durante las tormentas y el frío invierno.
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Cabanina construida por los guardas viejos para protegerse del mal tiempo. 26 julio 2.016. |
Con planta más o menos cuadrada tenía altos muros de piedra en tres de sus lados. El lado frontal, que mira a la senda, estaba abierto. el espacio interior era reducido y estaba cubierta con gruesos troncos, inclinados algo hacia el lado que mira contra Tonante, que era por donde venían las tormentas y seguramente recubierta con escobas (para que no pasara ni una gota de agua), muy abundantes en el entorno. Allí no se mojarían y hasta podrían encender una foguerina donde poder calentarse.
La cabanina ya se la veía muy abandonada en 2.018 y más lo estará cuando paséis a su lado. Es muy probable que ni siquiera la lleguéis a ver pues llevaréis la vista pegada al suelo, procurando no tropezar con las piedras que os saldrán al paso.
El tseirón se prolonga hasta el mismo teso, corto por donde va la senda pero pronunciado, por donde vuelve a bajar hasta el Ríu Munietsus.
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Detalle del mapa coloreado por Víctor con los tseirones. Este es el de La Matona de Tonante- Vatsina Tseirón de Tonante. La senda va realmente algo más abajo de lo aquí representado. |
Aquí tenéis otra oportunidad para ver y tocar quercus orocantabricos, que ya llevan unos cuantos años colonizándo los bordes del tseirón. Prestadles algo de atención, se lo merecen. Es increíble verlos salir entre las tseiras, compitiendo con ganzos y bedules por ver quien se instala antes. Es cierto que no son tan monumentales como los albares pero su tesón y vitalidad también elevan el espíritu de quien los contempla.
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Estrategia del orocantabrico, primero se instala de forma rastrera y luego crece hacia arriba, aunque el tseirón se resiste a ser colonizado. 26 julio 2.016. |
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Orocantabricos saliendo, con ramas desde los ganzos y jóvenes de entre las Tseiras del tseirón. 26 julio 2.016. |
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Acordaos de lo que decíamos de los ensayos de tsande del orocantabrico. 27 julio 2.018. |
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