1/25/2019

El Monte y el guía de Munietsus 15

Nota inicial: para la parte gráfica he recurrido a fotos de otros, siempre mencionando las fuentes, y a los que les doy las gracias desde aquí.
Existía, y aún existe, una visión peculiar sobre los ecologistas, sobre todo en el medio rural y por parte de personas adultas y mayores. El ecologista era alguien que no se sabía muy bien de donde salía, empeñado siempre en ir contra el progreso; si alguna actividad, fuera del tipo que fuera, creaba puestos de trabajo, era beneficiosa y no entendían que alguien pudiera criticarla y oponerse a ella. A este paso deberíamos salir a matarnos los unos a los otros para aumentar los puestos de trabajo de las funerarias.
Se nos acusaba de cosas peregrinas, como el de soltar ratones desde el aire en nuestros montes para que las "alimañas" tuvieran comida y que además defendían a esas alimañas: osos, lobos, zorros...Otras críticas provenían de sectores muy implicados en las explotaciones de carbón a cielo abierto y que en ocasiones lograron intoxicar al resto de mineros; los ecologistas eramos los causantes de que la minería desapareciese, ¡ahí es nada!.
En realidad los ecologistas éramos como el resto de la gente y, como estos, teníamos que buscarnos la vida como mejor pudiéramos, realizando trabajos variopintos; nadie nos regalaba nada, todo lo contrario, para realizar nuestras actividades frecuentemente teníamos que rascarnos nuestros bolsillos; solo de vez en cuando conseguíamos alguna subvención por campañas específicas donde editábamos folletos o similares y que al menos cubrían parte de los gastos. Lo nuestro si era "Trabajar por amor al arte", en este caso la defensa de la naturaleza.
Pero no siempre encontramos hostilidad o indiferencia en estos sectores: en cierta ocasión llego al Cuelmu la petición de ayuda por parte de los vecinos de Las Tiendas; en esta zona de la cuenca de Carbatsu había varias empresas mineras funcionando y que ante el agotamiento y la carestía de la explotación mediante minería de interior habían decidido extraerlo a cielo abierto. En Las Tiendas la mayoría de los varones adultos eran mineros, pero estaban en contra de esta nueva forma de explotación pues intuían que esta acabaría con las zonas comunales de pasto que aún utilizaba su ganado.
Quique, uno de los fundadores del Cuelmu, y yo nos desplazamos al pueblo en autobús, allí miembros de la Junta Vecinal nos explicaron el problema y en un vehículo nos llevaron a ver los lugares donde se pretendía realizar las excavaciones, finalizando el recorrido arriba en la Sierra del Acebo. Tras prometerles nuestra colaboración, cosa que hicimos con la redacción de las alegaciones contra la explotación, decidimos volver a Cangas andando por la citada sierra, primero hasta el santuario del Acebo, cuyo tramo desconocíamos, disfrutando de las amplias y preciosas vistas que había desde la sierra y meditando que tal vez en un futuro todo aquello podía cambiar. Finalmente, creó que aquellas explotaciones no se llevaron a cabo y las minas de la zona fueron de las primeras en cerrar en el concejo.
Años más tarde; Juan, nuestro añorado "Chana", otro de los fundadores del Cuelmu y que entonces estaba estudiando en León, y yo, ya establecido en el mismo lugar, recibimos la petición de ayuda por parte de un conocido de Cangas que se había ido a vivir a un pueblo de la cuenca del Toreno-Fabero en el Bierzo leonés, donde tenía un taller de motos. Sabía que el Cuelmu había realizado en el pasado numerosos audiovisuales contra las explotaciones a cielo abierto y quería que realizáramos algo parecido en su nuevo pueblo, donde la Junta Vecinal también se oponía a nuevas explotaciones a cielo abierto proyectadas por la empresa minera de la zona y que pretendía realizarlas en las cercanías de la población.
Chana y yo nos pusimos manos a la obra, por fortuna él aún conservaba muchas de las filminas (diapositivas) de la época del Cuelmu; seleccionamos unas cuantas relacionadas con el tema y para la parte hablada no había problemas, la realizaría yo que estaba muy familiarizado con este asunto porque en el Cuelmu era quien las realizaba.
No recuerdo si fue antes o después del acto, miembros de la Junta Vecinal nos llevaron a ver restos de cielo abierto realizadas no hacía mucho y repartidas por un amplio entorno: enormes socavones en un medio majestuoso. Pasando por la carretera general no se ve, pero en los valles laterales había un exuberante y frondoso bosque de encinas (Quercus ilex subespecie ballota o rotundifolia), un paisaje espectacular que en muy pocos lugares se puede ver y que ahora estaba roto aquí y allá por las enormes hondonadas que ni siquiera se han restaurado.
Pero si alguién quiere ver lo más parecido a un paisaje lunar, provocado por estas actividades, debe dirigir sus pasos hacia otro lugar: Tormaleo, en el concejo de Ibias, su única zona minera. En tormaleo, como en Cangas, la explotación a gran escala se inicia en el 64 y ligada a una central termoeléctrica, la de Compostilla en Cubillos del Sil, inaugurada en el 65.
Durante mucho tiempo la producción se trasladaba por un teleférico hasta Páramo del Sil, atravesando Furniella (Fornela), que movilizaba 400 baldes con 800 kg cada uno. Sé, por algunos lugareños de la zona del Sil, que la producción no siempre llegaba completa, en algunas zonas elevadas los baldes se acercaban bastante al suelo, al menos lo suficiente para que algunos "listillos" hurtaran pequeñas cantidades de carbón de dichos baldes, eso si repartiendo la "sisa" entre varios de ellos para que no se notara y siempre con destino al consumo propio, sin duda ese invierno pasarían menos frío. Más tarde la producción se sacaría con camiones por la carretera que comunicaba Degaña con Tormaleo, atravesando el valle cunqueiro, con algunos tramos por desfiladeros rocosos de gran belleza pero que quitan el hipo. De nuevo volvía el frío a la zona de Furniella-Sil.
Antiguo teleférico en Luiña. Del blog "Ibias con la bota y la fardela".

A las primeras bocaminas de interior le sucedieron las de cielo abierto, que culminaron cuando el terrorista social y medioambiental Victorino Alonso (alias "Il Cappo") se hizo con ellas. Este sujeto se hizo con el control de prácticamente toda la minería astur-leonesa occidental, su forma de actuar era sencilla: obtenía subvenciones públicas y una vez cobradas cerraba las bocaminas y aumentaba el cielo abierto. Aquí, en Tormaleo, realizó unos desmontes increíbles. Saqueada la zona se dio en quiebra (él no, la subcontrata que había creado) sin realizar ningún tipo de restauración.
Fondodevilla. Eduardo Fernandez G.
Vista de Tormaleo. Fernando Fernandez Justiniano.

En el antaño precioso collado de la Campa de Tormaleo, que comunica el vatse cunqueiro con el de Tormaleo, ha quedado para la posteridad un monumento a la barbarie: una bestial hondonada, un gigantesco hoyo, que se ha inundado de agua y que supone un peligro latente para los pueblos cercanos porque en caso de rotura gran parte de la zona sería arrasada
Campa de Tormaleo.
Campa de Tormaleo. Del blog "cousas mías". 2013.
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Idem anterior.
Cada cual ha de cargar con su parte de culpa: el Ayuntamiento de San Antolín por dar su visto bueno y agilizar la obtención de los permisos que la empresa necesitaba, eso si, a cambio de una indemnización inicial de 357.242 euros y un canon anual de 90.000. La Administración central del Principado, la que dice velar por nuestros intereses, por permitir estos atentados. Los naturales de la zona por vender muchas de sus fincas a la empresa a pesar de la oposición de los más ancianos. Los representantes mineros por su miopía y por ceder a los chantajes de la empresa
Documental-película de Xaime Santos.
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En el Cuelmu siempre defendimos la minería de interior, limitando su impacto sobre el medio , de hecho algunos éramos hijos de mineros, pero siempre nos opusimos frontalmente al cielo abierto, básicamente por su impacto ambiental (destrucción de amplias zonas) y social (creación de muy pocos puestos de trabajo). Contra él realizamos numerosos audiovisuales en Cangas; también planificamos realizarlos en los concejos vecinos: Degaña, Ibias, La Puela (Pola de Allande)...
En Degaña la minería surgió antes que en Cangas, gracias a la cercanía con la cuenca de Vitsablino, la zona más pionera del entorno, que ya desde 1919 contaba con un ferrocarril que transportaba carbón y gente hasta Ponferrada. En 1940 comenzó la explotación continuada en Zarréu (Cerredo), localidad que conoció un crecimiento brutal, superando ampliamente a Degaña, la capital del concejo.
La producción se transportaba por un ferrocarril estrecho a un lavadero situado por encima de Caguatses d´Arriba. Luego, del 57 al 72 se hizo mediante un teleférico y finalmente, a partir del 76, mediante camiones tras la construcción de la pista minera que por el puerto de Valdeprado comunicaba Zarréu con Palacios del Sil. A la térmica de Compostilla se unió la de Anllares, terminada a principios de los ochenta, que absorvían toda la producción. El cielo abierto aquí surgió pronto, en el 75 y subsistía a pequeña escala y con los días contados a finales de 2018.
Zarréu.de Filón Verde.

En Degaña fuimos boicoteados, Habíamos solicitado al Ayuntamiento permiso y un local donde realizar la proyección-charla y debate sobre el tema del cielo abierto y este nos lo había concedido; pusimos en Degaña y Zarréu algunos pasquines anunciándolo y el día señalado en el coche de uno de los miembros del Cuelmu y acompañado de otros tres compañeros llegamos a Degaña, al lugar establecido. Nuestra sorpresa fue mayúscula pues el local estaba cerrado y nadie supo, o quiso, decirnos nada al respecto. Algo huele mal en el precioso valle donde nace el Río Ibias, había muchos intereses creados y la empresa minera contaba con algunos sicarios, tanto entre la población como en los sectores administrativos. Nadie había alzado la voz frente al enorme impacto ambiental sobre el precioso bosque atravesado por la pista minera, alguien avivaba la llama que provocaba numerosos incendios que esquilmaban los suelos y devoraban la vegetación vieja y las incipientes repoblaciones arbóreas que se habían hecho en el avesíu, alguien quería una tierra yerma para que el cielo abierto pudiera campar a sus anchas. Y lo peor es que aún hoy, cuando el tema del carbón es la "cronica de una muerte anunciada" y enterrada, los incendios son cada vez más frecuentes.
¡pobre vatse de Degaña!, un precioso valle glaciar, uno de los más bellos de la Cordillera Cantábrica, tierra de osos, robles, fayas... y muy hermanado con las tierras de Cangas por lazos sociales, culturales y humanos, poco valorado y divulgado porque primaban otros intereses, opuestos a los medioambientales.
El suceso de Degaña nos hizo recular en nuestras pretensiones, renunciamos a intentarlo de nuevo, así como a otro en Ibias, donde según nos comentó un conocido de la zona los ánimos estaban muy caldeados y los ecologistas no eramos muy bien vistos y sería algo imperdonable que llegáramos a las manos con nuestros "hermanos de clase", los mineros, víctimas también, como la naturaleza, de un sistema basado en el pillaje y la explotación.
También participamos en las acampadas que se hicieron en el Puerto de Tseitariegos por los vecinos de Tsaciana, otra tierra hermana, tratando de evitar las explotaciones a cielo abierto que la MSP (Minero siderúrgica de Ponferrada) iba a llevar a cabo y a la que se oponía la mayor parte de la población. Era también un valle minero, pero le tenían un gran cariño a su parte del puerto, donde por aquella época, muchas familias subían a realizar comidas campestres y en donde había lugares habilitados al efecto. Allí al calor de una "foguera" y confraternizando con nuestros vecinos, esperábamos la llegada del nuevo día, de las máquinas y de los antidisturbios.
Desde esa fecha, 1985, el cielo abierto fue en aumento y las minas de interior en disminución, lo que se incremento con la llegada de Victorino.
Tsaciana es un claro ejemplo de la connivencia que había entre las Administraciones Públicas y las empresas mineras. Victorino recibía subvenciones, 130 millones de Euros, por mantener la minería a flote, era amigo del que llegó a ser Presidente de Gobierno de España, Zapatero; contaba además con el apoyo del ERE (Ente Regional de la Energía) de la Junta de Castilla y León y por si fuera poco con el del Ayuntamiento de Villablino, en manos de los llamados partidos de izquierda, (claro que el millón y algo de euros de indemnización inicial más el canon anual que recibía de la empresa lo explican todo).
Victorino hacía y deshacía a su antojo, incluso contaba con numerosos secuaces y sicarios que intoxicaban a los mineros con información manipulada y que amenazaban y agredían a los opositores. Sus cielo abiertos de Fonfría en Caguatses d´Abaxu y de El Feixolín en Ouratso eran ilegales. Algunos vecinos iniciaron pleitos contra él porque no contaba con permisos y al final intervino la Unión Europea que declaró ilegales tales explotaciones, pero haciendo caso omiso el Ayuntamiento y la Junta siguieron permitiendo las cortas.
Fonfría en primer plano, al fondo Feixolín. Del blog "El mineral digital".


Feixolín. Del blog "Alto Sil".
Feixolín . De Filón Verde.
Tsaciana. De Filón Verde.

Era un suicidio porque las reservas de carbón tenían menos de diez años de futuro y acarrearían el fin de la minería de interior. Siguió el expolio y volvió a intervenir la UE que multó a España y ordenó la paralización inmediata de las explotaciones y la realización de las restauraciones de los suelos afectados, amenazando a la Junta  con graves multas en caso de no llevarlas a cabo.
En pueblos como Sosas y Robles las Juntas Vecinales ya se habían manifestado en contra de nuevas explotaciones, pero se abrieron o se ampliaron las de Babia, por encima de Carrasconte: Nueva Julia y Salguero-Valdesalgadas.
Carrasconte. De Filón Verde
Carrasconte-La Mora-Nueva Julia. De Filón Verde
Al fondo cortas, en portada una de las joyas botánicas de Babia-Tsaciana: negrillos de Carrasconte. Foto propia. 2018

Pero es en el tema de los avales donde se vio claramente esta connivencia: la empresa tenía que depositar un aval, un dinero, estimado por la Administración Autonómica, para que al acabar la explotación a cielo abierto se pudiera realizar con él la obligatoria restauración. Pues bien, el aval depositado por las cuatro cortas mencionadas, dos en Tsaciana y dos en Babia, ascendió a 2,7 millones de Euros, pero las restauraciones llevadas a cabo, Nueva Julia ha comenzado ahora, ascienden a 35,6 millones de Euros. O sea que somos nosotros, los contribuyentes, los que corremos con los gastos. Además de cornudos, apaleados.
Nos decían que con las restauraciones el Medio Ambiente se recuperaría, lo que no deja de ser una falacia; cierto es que se recuperará, pero a muy largo plazo porque la recuperación del suelo en las escombreras y rellenos es un proceso largo, muy largo. No sirve la delgada capa que se le echa, en ella no puede crecer la vegetación superior, o sea la arbórea, y a lo sumo se desarrolla solo algún arbusto. La elevada pendiente que presentan algunas zonas facilitan una escorrentía muy peligrosa en terrenos sueltos; el agua provoca grietas y arrastra la poca materia orgánica que pueda haber.
La instalación de la vida en estos parajes es un proceso lento, sin los microorganismos necesarios para transformar la materia orgánica en sustancias asimilables por las plantas, estas tardan en instalarse y en contribuir a regenerar el suelo y mientras tanto los agentes atmosféricos pueden producir un gran desaguisado.
Para más bochorno en los bordes de las escombreras, donde empieza a haber algo de suelo, los "repobladores" se empecinan en plantar pinos y especies de crecimiento rápido, dicen que para mejorar el suelo pero viendo las densidades en que lo hacen mas bien se asemejan a las clásicas plantaciones de producción de madera y en caso de que perduren, por mucho que se empeñen, siempre serán una especie invasora y fuera de lugar.
Por supuesto que se pueden hacer restauraciones más completas, pero ello requeriría de altas inversiones. Teniendo en cuenta estos costes las explotaciones nunca fueron rentables, su coste sobrepasaría los beneficios, solo fueron rentables para algunos.
En la actualidad, como en el resto, ya no hay minería del carbón. Se llevaron nuestro carbón y nos dejaron las montañas heridas y a una población con un futuro, a pesar de no haber ya carbón, muy negro. ¿donde está el progreso prometido?. Vitsablino probablemente sea el municipio español con mayor índice de paro, ¿qué futuro hay?, habría que preguntárselo a los que esquilmaron y se llevaron los beneficios, y a todos aquellos que contribuyeron a que fuera posible.
¿Donde están los que defendieron lo que resultó ser "pan para hoy y hambre para mañana"?, ¿los que azuzaron a los mineros contra los ecologistas y opositores?. Al final también ellos fueron utilizados y han pasado a ser unas víctimas más.

Epílogo
Y lo que tenía que llegar llegó. En 2010 una Directiva de la UE, firmada por todos los paises miembros, establecía no solo el fin de las ayudas públicas a las empresas mineras privadas, fijadas para fines de 2018, si no también que aquellas que decidieran continuar con su actividad deberían devolver todo lo recibido en la subvenciones cobradas desde 2011. El gobierno español, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, ha decidido seguir escrupulosamente dicha Directiva, en realidad no le quedaba otra, lo que supone la liquidación del carbón nacional y el cierre de las pocas minas ya existentes. En Tsaciana solo una empresa pretende continuar y ha solicitado un modo de poder devolver lo recibido en plazos, no sé en que acabara, pero en cualquier caso será algo residual.
El ministerio también ha sentenciado a las térmicas de carbón, que también habían recibido subvenciones; de las 14 que existen en España, nueve tendrán que cerrar, sumándose a la de Anllares que ya lo estaba, antes de 2020. Las cinco restantes tendrán una duración algo más larga, hasta 2025, ya que cuentan con los procesos de desnitrificación y desulfuración exigidos por la UE (procesos que eliminan del carbón sus gases más contaminantes). En Asturias perdurarán dos centrales, pero la de Souto tendrá que cerrar.
Es posible que algunas térmicas se readapten a térmicas alimentadas con biomasa, que curiosamente también contaminan al quemar esos productos, aunque en menor medida que el carbón o el petróleo, pero que son energías renovables porque proceden de productos renovables.
Las térmicas de gas, que también contaminan, suplirán a las de carbón durante un tiempo y está previsto un desarrollo masivo de fuentes renovables, sobre todo eólica y solar, hasta conseguir que el 100% de la energía provenga de esas fuentes, fijándose el 2050 como fecha probable. Todos sabréis que el parque automovilístico también sufrirá importantes cambios ya que a partir del 2040 se prohibirá la venta de vehículos que utilicen carburante, tendrán que ser todos eléctricos.
Sin duda un plan ambicioso, pero que llega un poco tarde y mientras tanto el cambio climático seguirá haciendo de las suyas y tal vez en esas fechas estas medidas no basten para frenarlo. Además a nivel global, planetario, la emisión de CO2, el principal gas que aumenta el efecto invernadero, no solo no ha disminuido o estancado si no que en los últimos tres años no ha hecho más que aumentar, siendo USA, China e India los causantes de ello.

Y para terminar os dejo unas fotos para combatir la negrura del carbón. Son de los negrillos (Ulmus minor) de Carrasconte que tuve la oportunidad de descubrir en 1916. Son una joya botánica porque están sanos, libres del temido hongo de la grafiosis que los ha diezmado en todos los lugares. Ya os hablaré de ellos algún día.
Entorno de Carrasconte. De Filon Verde

Negrillos, 15-08-2017

Idem anterior

Negrillos. 07-04-2018

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