 |
Primer vatse, bajando, de la veiga de Naviegu, el Regueiru La Friera, precedido por el pueblo de Naviegu (que no se ve) y coronado por la Ermita de La Madalena. Julio 2019. |
Conecta el bosque de Canáu con las manchas arboladas de los pueblos de Naviegu, que sorprenden teniendo en cuenta el pasado de esta zona. El arbolado en Canáu se vio favorecido por su relieve abrupto, enclavado además en un pronunciado estrechamiento del valle general. Pero aquí el valle se ensancha enormemente, con una vega que es sin duda la mayor de todo el concejo. Es como un gigantesco hoyo, pues después el valle se vuelve a encajonar, como lo había hecho con anterioridad. En él se asientan los once núcleos, entre pueblos, pequeñas aldeas y caseríos, que conforman la parroquia de Naviegu y entre los que destacan Naviegu, Palaciu y Riegla de Naviegu, pegados a la fértil veiga y que eran los más ricos de todo el concejo antes de la llegada del "oro negro". Por algo daban nombre a todo el valle, desde Las Mestas hasta El Puertu: Ríu Naviegu.
 |
Ancha veiga aluvial de Naviegu. Foto Google. |
 |
Manchas arboladas en las vatsinas de Naviegu. Foto Google. |
No es esta una valoración solo personal. Veréis, cuando yo era aún muy joven e intrigado por la fama que tenía en la Villa El Puertu (Tsetariegos), en donde se decía que incluso se podía esquiar sobre la nieve, decidí averiguarlo por mí mismo, aunque no lo hice en invierno, ni llevaba el equipo necesario para esquiar, algo que nunca tuve pues este deporte, o lo que sea, nunca me atrajo, entre otras cosas porque la nieve oculta el paisaje, lo uniformiza y lo hace monótono. Eso sin tener en cuenta el dineral que suponía su práctica, en aquella época los hijos de obreros no podíamos aspirar a ello. Era un deporte para, y perdóneseme la expresión, "pijos". "Niños pijos" como llamábamos los chavales del Corral, Santa Catalina y La Veiguitina a algunos de los hijos de las clases medias y pudientes (los que se creían el ombligo del mundo), que abundaban en la villa por la vinculación de esta con el sector servicios.
No recuerdo la ida, que seguramente realicé en la línea del ALSA que entonces realizaba varias veces al día el trayecto entre Cangas y Vitsablino, ni tampoco la impresión que me causó el lugar, pero sí recuerdo la vuelta. Una persona mayor se ofreció a bajarme en su coche hasta Cangas ya que él realizaba ese recorrido. Era una persona afable y amigo de la palabra y estuvo todo el viaje hablando. Él hablando y yo escuchando, con más atención cuando lo que decía me interesaba o sorprendía.
A la altura del "hoyo" de Naviegu y señalando a los pueblos de la veiga dijo: "y ahí están los pueblos más ricos de Cangas" y otros adjetivos elogiando la potencialidad económica de la zona. Su opinión era algo a tener en cuenta pues regentaba un negocio en la propia villa de Cangas, una tienda que surtía, no solo a esta si no a todo el concejo y zonas adyacentes a las que Cangas atraía como un imán, de género textil, prendas manufacturadas y calzado. Ya llevaba el carbón unos años cambiando la economía del concejo pero él conocía como había sido antes y como era entonces.
La amplia y feraz veiga de Naviegu, en torno a los 600 metros de altitud, había propiciado una potentísima agricultura, que constituía la base de su riqueza y que reorientándose contribuyó a un amplio desarrollo ganadero. Los pueblos de veiga de Naviegu no disponían de amplios montes como los que tenían otros lugares, aunque la ladera izquierda, que es la que ahora nos interesa, estaba surcada por brañas, con una e incluso dos por cada pueblo, distribuidas por las cuatro vatsinas que conforman su espacio. Pero el excedente agrario paliaba esa escasez de terreno de pastoreo y potenciaba una ganadería mucho más estabulada e intensiva que la de las zonas de montaña. Su cercanía a la villa y a la importante vía de comunicación del Puertu, acentuaba esa preeminencia.
 |
La progresión valle abajo de Canáu ya conecta con las masas arboladas de Naviegu a través del Regueiru La Friera, el primer vatse bajando. Diciembre 2019. |
 |
Naviegu delante de la entada del Regueiru La Friera y de su castro el Castietso. Diciembre 2019. |
 |
Primer y segundo vatse del hoyo, Palaciu precede al segundo, el Regueiru Penas Negras. Julio 2019. |
 |
Regueiru Vatse´l Monte, Tercer vatse precedido por Riegla de Naviegu. Julio 2019. |
 |
Curiosa forma la de este vatse, Regeiru Vatse´l Monte, de Naviegu, parecido al de una gran corta aurífera. Foto Google. |
El aumento de la estabulación contribuyó a reducir la presión ganadera en esa ladera "zurda" del valle. Salvo la vatsina más baja de la hoya, en el resto se fue recuperando el espacio arbolado, beneficiado por el paulatino abandono de las brañas. En la actualidad esas manchas, separadas aún, están a punto de unirse y de constituir un amplio espacio forestal.
 |
El cuarto vatse de Naviegu, el Regueiru Las Duernas, es el más desarbolado en la acualidad, seguramente por la existencia del pueblo de Folgueraxú en la ladera alta del valle. Diciembre 2019. |
 |
Al Regueiru Las Duernas le sigue Pontarás, aún dentro de la hoya, y Murias de Pontarás, en donde El Curtinal de La Pica y su entorno constituyen los restos una grandiosa corta aurífera. Julio 2019. |
La última gran masa forestal con personalidad propia de este valle de Naviegu es la del Monte Touzaque, por encima de Bimeda, donde el valle se vuelve a abrir mucho. Su cercanía a la villa hizo que lo visitara varias veces, andando, en bus e incluso en bicicleta. Cuando yo lo descubrí la zona que mejor aspecto de bosque presentaba era la superior, la que estaba por debajo del Picu Sigueiru, la mayor elevación que hay hasta la collada de La Chabola de Vatsáu, de la Sierra de San Tsuao.
 |
Touzaque, desde el Pico Sigueiru hasta Pontarás. Foto Google. |
 |
Parte superior de Touzaque, con un relieve quebrado y un suelo muy húmedo es donde el bosque está más desarrollado. Foto Google. |
Ascendí por el mismo curso del regueiru que lo conforma, con algún desplazamiento hacia su ladera derecha por donde había buenos caminos, para visualizarlo mejor, parando en la zona que mejor aspecto presentaba. Adentrándome entre el arbolado fui descubriendo un bosque aún muy joven, sin ejemplares maduros pero en donde la alta humedad existente presagiaba un espléndido futuro. Todo el Monte tiene una orientación norteña, es un avesíu provocado por la doblez que el gran valle del Naviegu presenta en este lugar y que causa una menor insolación.
Recorrerlo me resultó muy fácil, algo que no se puede decir de todos los bosques jóvenes. Tuve suerte pues pronto di con los restos de una gran presa que lo recorría hasta algo por encima de la Braña de Bimeda y que resultó ser, lo descubrí más tarde, una herencia de la época romana: un canal de agua que abastecía a las varias cortas auríferas que hay en la zona. Andar por su borde y por el de otro a mayor altitud que encontré después, era algo muy fácil de hacer, recorriendo grandes distancias en poco tiempo.
Pero cada poco me paraba para observar y disfrutar de aquellos bellos parajes, solitarios y tal vez por ello reconfortantes, que te invitaban a fundirte con ellos, olvidándote de todo, incluso de lo que tenías pensado hacer; solo andar, con los sentidos funcionando al cien por cien, por antiguos caminos o monte a través, sin tener claro a donde ibas a parar, pues el destino, un destino concreto, no existía o no tenía importancia, porque como decía Machado: "caminante no hay camino, se hace camino al andar". Si no sabías donde estabas ¿qué importaba eso?, sabías que echándote hacia abajo acababas saliendo a la carretera o al pueblo de Bimeda. El resto del tiempo solo procurabas sentir, sentirte a ti mismo y a todo lo que te rodeaba, ¿hay quién dé más?
El arbolado de Touzaque está partido en dos por la Braña de Bimeda y las progresiones de esta hacia arriba y hacia abajo donde están instalados los praus de siega. El teso que separa las dos zonas también está desarbolado, provocado por un relieve menos abrupto que el resto, por su mayor insolación y su pasado ganadero vinculado a la cercana braña.
En los vatsigatos que hay después de la braña, a menor altitud pues solo llegan hasta el cerro que bordea el avesíu que ahora desciende rápidamente hacia el río, se recupera el arbolado. Si robles y bedules predominan en la parte alta son ahora los castaños los que lo hacen, con una masa monoespecífica en sus partes bajas. Desde la misma carretera que sube a El Puertu se puede apreciar este magnífico castañaléu, desde la salida de Bimeda hasta el caserío de Penetsada y el desvío al pueblo de Pontarás. Si deseáis andar algo os recomiendo parar junto a una solitaria casa situada por encima de la carretera al poco de salir de Bimeda. Bordeando la casa hay un buen camino que se interna por el castañaléu y que acaba subiendo a la braña. Yo lo descubrí de forma fortuita pero en sentido inverso, en una visita para inspeccionar más a fondo la explotación aurífera de la braña. No recuerdo por donde subí pero sí de la bajada, siguiendo un cómodo camino que me acabó sacando junto a la casa.
 |
Parte inferior del Monte Touzaque, ya en otro vallecillo contiguo al de Bimeda, Mas afectado por las actividades ganaderas y por recientes incendios. Foto Google. |
La unión de ambas masas forestales, factible por una menor presión ganadera, sigue en el aire por la persistencia de uno de los mayores peligros que amenazan a nuestra vegetación: las llamas, como puso de relieve el voraz incendio que la zona padeció en el cercano 2017. ¿Qué sentido tienen estos incendios en una época en que ya no son necesarias zonas para pastorear?, destruyendo algo que nos pertenece a todos y que con su presencia pueden resultar un revulsivo para las zonas rurales, en una época en que la sociedad necesita espacios naturales.
Sería injusto en esta breve reseña sobre los bosques de esta zona del concejo no mentar los del Ríu Cibea, donde solo hablamos del Monte´l Sil, sin duda el más importante pero no el único. La siguiente masa arbórea en importancia se sitúa en paralelo a la del Monte´l Sil y como este también se halla en el avesíu, en este caso del curso principal del Ríu Cibea.
 |
Los avesíus del Arroyo de La Serrantina y del Ríu Cibea con importantes masas de arbolado con la categoría de bosques. Foto Google. |
 |
El avesíu del Ríu Cibea. Foto Google. |
En esta zona, como en el resto del concejo, los montes estaban muy antropizados, pero aquí, igual que en el resto del cordal de la Cordillera, a la presión ejercida por las comunidades rurales circundantes se unía la de las ovejas merinas de La Mesta y la de los Vaqueiros de Alzada. Esta enorme presión ganadera solo permitía el desarrollo del bosque en lugares con un relieve quebrado y una orografía muy accidentada. El bosque primigenio se hallaría recluido en el Regueiro La Teichera, nombre que aparece en Google Maps pero que no sería el original. Tal vez Teixeira se acerque más a él y que aludiría a la existencia en él de teixus, algo que no pude comprobar porque solo lo recorrí por sus partes altas y además mi atención estaba centrada en el recorrido del canal de agua que abastecía la explotación aurífera de El Castro de Tsamera.
 |
Tramo inferior valle de Xinestosu. Foto Google. |
Pegado a él, valle abajo, hay también un relieve quebrado con un enorme "encete" o mordisco en el terreno, producido tal vez por una corta aurífera, aunque quizás pueda ser de origen glaciar. Sea como sea los suelos son, además de pendientes, muy rocosos, por lo que el arbolado no podía desarrollarse plenamente. Se ve muy bien este agreste terreno desde Vitsar de Los Indianos, desde el foso o las dos elevaciones que constituyen el castro, o castros, de Entre los Castros de Sorrodiles, justo encima de la actual carretera y la antigua vía, en el teso que hay entre el Ríu Cibea y el arroyo que baja de Rabu de Asno (Arroyo de La Mesta).
 |
Idem anterior, |
Mejora el arbolado sobre el cerro que sirve de divisoria entre el Ríu Cibea y el Arroyo de la Serrantina, con una notable progresión por este último, hasta cerca de Tsamera. La zona se llama La Mata, un topónimo muy frecuente en nuestro concejo. Sin ir más lejos en Naviegu hay un pueblo que se llama así. Hace referencia a un conjunto de árboles, normalmente robles. Estas comunidades rurales, como las del resto de nuestra tierra, combinaban agricultura y ganadería para poder subsistir, aunque el peso del segundo sector era mayor, bastante mayor. Pero también necesitaban madera, una materia prima imprescindible en las comunidades tradicionales por la amplia versatilidad que su uso ofrecía. Con esa finalidad se reservaban espacios donde el arbolado se desarrollara para así poder utilizarla.
La Mata estaba conformada por buenos robles y el uso de este nombre indica dos cosas: el terreno circundante estaría desarbolado y cierta antigüedad en su existencia, la suficiente para merecer un nombre diferenciador. Hoy día la antigua Mata ha desbordado su espacio original y habría que hablar más bien de Matona, su aumentativo, también frecuente por nuestros lares (como La Matona de Tonante en Munietsus). Un robledal joven pero muy denso con un gran futuro por delante.
 |
La Mata ha superado la pujanza que en su día poseyó, Progresando tanto hacia Tsamera como por encima de Vitsarín y el valle general del Cibea. Foto Google. |
Volviendo al cauce del Cibea y valle arriba perdura, tras La Teixeira, un relieve abrupto y muy arbolado, al menos hasta media ladera, con mayor progresión del bosque por sus partes bajas. Luego en el Regueiro Terreiro el paisaje cambia notablemente. Muy antiguamente habría grades bosques, quizás hasta la cima de estas sierras (entre 1700 y 1900 m.s,n,m) pero el aprovechamiento humano del terreno lo transformó todo. Es como un mundo diferente, el reino de las brañas y de las camperas. Un paisaje también muy bello y que ofrece rincones de paz y de vistas espectaculares, donde podemos coquetear con el ensueño, La brisa que suele abundar en los altos también refrescara nuestro cuerpo, aunque por debajo el calor apura de lo lindo.
 |
A la izquierda del todo, donde finaliza un camino está la Braña Lus Vatses. Por arriba y hacia la derecha hay varias brañas más y un esplendido bosque. Foto Google. |
 |
Preciosas brañas y camperas robadas a un bosque que pugna por recuperarlas. A la izquierda Braña Lus Vatses. Foto Google. |
Recuerdo haber bordeado el espacio que queda a la izquierda de Xinestosu (o derecha según se mire, en este caso mirando hacia el Ríu Cibea, hacia donde discurre), por Cornechal, el teso que divide Cacabietsu del Regueiro Terreiro. Continuar por la sierra de deslinde con el vatse de Tsamera, el cordal de la Cordillera y los límites con Somiéu, hasta encima mismo de Xinestosu. Iba con mi hermano Naciu y un amigo de Trescastru, pero fue una excursión poco provechosa, más un ejercicio físico comprobando quien aguantaba más andando a toda pastilla que un deleite para el resto de los sentidos, pero algunas de aquellas grandiosas vistas y la sensación de casi flotar sobre los valles sí que perduran en mi memoria.
También me sirvió la excursión, cuando nos asomamos al vatse de La Serrantina, con una deslumbrante vista del Monte´l Sil, para descubrir una posible gran corta aurífera por encima de una braña de Tsamera y un gran embalse, una tsaguna, que recogía el agua de lluvia y del deshielo, situada en lo alto de la sierra y que parecía tener restos de canales en dirección a la corta. La gran altura del frente de corta con un espacio semicircular a sus pies, me hace pensar alguna vez en restos de erosión glaciar ya que estamos a mucha altitud, el frente de corta llega a cerca de 1700 m.s.n.m,, claro que en aquel tiempo estos temas no figuraban entre los que me interesasen.
En el Regueiro Terreiro también había algún bosquete, en las laderas más avesías de sus vatsinas y en terrenos escabrosos. Había praus de riego en torno al curso del arroyo y sobre todo brañas, entre las que sobresalía la de Lus Vatses, una braña de bovino, con la mitad alquilada a los Vaqueiros de Alzada y la otra de uso local. Con todo las vacas respetaron más los bosques, lo que explica el raleado arbolado que poco a poco se va recuperando. Es el vatse de Cacabietsu y los de detrás de Xinestosu donde el arbolado brilla por su ausencia. Ahí los grandes rebaños de merinas y una nutrida cabaña ovicaprida local no dejaron crecer un solo árbol. Hoy Cacabietsu sigue siendo una enorme campera parcelada, con multitud de verdes prados, objeto de siega y recolección, pero el resto ha quedado para un pastoreo cada vez menos frecuente en donde los subarbustos están desarrollándose.
 |
Hasta la entrada de Xinestosu se ha instalado el arbolado en la ladera izda del valle. Fijaros en el contraste entre las laderas avesías de las vatsinas y las de solano. Foto Google. |
 |
Arbolado en el entorno de Sigueiru que podría conectar con el Monte´l Sil. Foto Google. |
 |
Bosquecillos dispersos en los valles solanos de Cibea, unos grandes desconocidos para mí. Foto Google. |
 |
Arroyo de La Mesta con indicios de una prometedora regeneración del arbolado, siempre que los incendios lo respeten. Foto Google. |
 |
El vatse de La Mesta en proceso de colonización arbórea. Foto Google. |
 |
Sin incendios tal vez estas grandasse acabaran poblando de árboles en poco tiempo. Fondo del vatse de Valmayor. Foto Google. |
 |
Bosques de Parada La Vieja (Xunqueras) a la altura de los mejores bosques del concejo- Foto Google. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario