10/01/2021

El Monte y el guía de Munietsus 69

 

Aún me quedan algunos flecos por hilvanar en el tema de las brañas de Reiduz. El más importante sería la localización exacta del Chanu´l Tsazaru, un campo base del ganáu que cobró un gran protagonismo en la fase final de la evolución de las brañas de Mual y en donde Marcelino (Francos) levantó dos cabanas, una para las personas y otra para el ganado.

En Reiduz había dos brañas de primavera. La primera de ellas estaba al inicio de este valle y la agruparemos en torno a El Chanón de La Solana, en donde estaba el campo base de la braña, con la particularidad de que la zona utilizada estaría mayoritariamente por debajo de su altitud y valle adentro. Como su nombre indica, El Chanón es un saliente muy soleado y algo llaneado, provocado por la confluencia del Tesu Vatsina Outeiru con el Tesu La Valladina, con una altitud entre 1.020-1.050 metros. Justo del lado del Chanón contra Vatsina Outeiru tenemos el significativo topónimo de La Brañina, que habla por si sola, como lo hace otro topónimo, El Cabanín, aunque este ya del Tesu Vatsina Outeiru contra Las Azoreras. 

Tesu La Valladina ( rojo), Tesu Vatsina Outeiru (en azul). Donde se unen está El Chanón de La Solana y a sus pies (un uno en negro) La Brañina en las partes más altas de Vatsina Outeiru. En verde el Tesu Tsazaru. 27 julio 2017.


Los "Tsombus" de Reiduz con el outeiru de El Chanón de La Solana (en rojo) y Braña Fundera en El Tesu Braña (en verde). Foto Google.

El Chanón de La Solana es el nombre propio de un outeiru, por algo en su entorno directo están los topónimos Vatsina Outeiru y Tesu Vatsina Outeiru, y como nos va a salir en otra braña conviene matizar su significado. En una zona llana un otero, su equivalente en castellano, hace referencia a una pequeña elevación, un cerro testigo que por poseer capas superficiales de rocas duras ha resistido la erosión que ha barrido todo su entorno. Todos sus alrededores están a menor altitud y resalta mucho en el paisaje desde cualquier punto que se le mire. Pero en Cangas outeiru no es exactamente eso. Los nombres populares aplicados a los accidentes topográficos o geográficos dependen básicamente de la percepción directa que las personas tienen de ellos. Ya lo hemos visto con cogotsu y en otras muchas partes de este blog.

Los dos outeirus del cerro que deslinda Reiduz, El Chanón de La Solana (en rojo) y Fontuteiru (en azul). Foto Google.

No se si conocéis un pueblo de Naviegu, situado junto a la carretera, en el saliente de un teso que luego baja muy pendiente hacia el río. L´Outeiru es su nombre. El pueblo y el teso están muy remarcados por los lados, en donde finalizan (aunque en realidad fue donde comenzaron) unas explotaciones auríferas romanas, que al encauzar las aguas y las fuentes hacia sus hondonadas, acabaron conformando dos vatsinas, una a cada lado del teso.

Cuando prospecté "a pata" (y con los ALSA, claro) el valle del Naviegu, me tocó una vez subir desde la parte baja a L´Outeiru, utilizando un camino que subía cerro arriba. Cuando miraba hacia L´Outeiru me parecía ver un picueto, resaltando sobre el entorno, pero cuando llegué al pueblo el picueto se había esfumado, estando en su lugar el saliente del teso, llaneado o incluso ligeramente inclinado.

En Mual ocurre lo mismo. Desde abajo El Chanón de La Solana se recorta nítidamente sobre el cielo, ocultando la continuación del cerro. Visto desde el camino de Reiduz y sobre todo del que lleva a Las Tablizas, que era el punto de vista más utilizado por los papudos, se podría jurar que allí hay un picueto. De ahí el nombre de outeiru.

El Chanón de La Solana visto desde el camino de Reiduz desde donde parece resaltar sobre todo su entorno. 31 julio 2020.


El outeiru de El Chanón de La Solana visto desde Muruecos, con su forma de picueto. 29 julio 2020.


El Chanón de La Solana visto desde el Regueiru Calecho con el aspecto de un outeiru. 29 julio 2020.


El Chanón de La Solana visto desde Prau Nuevu, encima de la Vatsina Tachurrosu. 29 julio 2020.


El Chanón de La Solana visto desde el camino del pueblo, debajo de La Fana. 29 julio 2020.

En una interpretación del paisaje actual de la zona aún se pueden apreciar huellas, a veces muy notorias, de la actividad ganadera. En los tesos existentes todavía perduran algunos claros entre el paisaje arbolado, que remiten a una época en que estos eran más abundantes y en donde los árboles presentes estarían aislados o formando pequeños grupos. Incluso en la vertiente izquierda del Vatse La Tsousera. desde el cauce hasta el Tesu La Valladina, hay en la actualidad una alargada granda que en su época sería una gran zona de pastos, en donde los subarbustos y matorrales presentes y recientes brillarían por su ausencia o poca presencia.

El Tesu La Valladina un ejemplo palmario de los tsombus de Reiduz y de su pasado ganadero. Desde aquí El Chanón de La Solana (señalado en rojo) ya no parece un picueto. 31 julio 2020.


En el Tesu La Valladina todavía perduran zonas desarboladas que remiten a su pasado ganadero, a la derecha la zona de La Brañina coronada por el outeiru de El Chanón. 31 julio 2020.


Granda ganadera en la ladera izquierda del Vatse La Chousera llegando y prolongándose por el Tesu La Valladina. 31 julio 2020.


La granda del Tesu La Valladina. Desde esta altura del outeiru de El Chanón ya no queda nada, si acaso un rellano algo tendido. 31 julio 2020.

También es probable que las zonas altas de Vatsina Outeiru, El Rudetsón y La Valladina, tuvieran claros, aunque aquí la presencia del bosque está más marcada. Igualmente podría depender de esta braña un rellano existente en el Tesu´l Tsázaru (¿Chanu´l Tsázaru?) al poco de iniciarse este y situado en torno a los 1.000 m. de altitud, lo que ocurre es que aquí el bosque también está más desarrollado y no resulta tan claro como en las zonas anteriores.

Rellano en el Tesu Tsazaru. 31 julio 2020.


En el centro el Tesu Tsazaru con el Vatse Esbarradoirus a su derecha y el cerro que asciende hasta El Cabrón donde se ve el Vatse La Veiga coronada por el rellano de La Veiga de Fontuteiru. 31 julio 2020.

La segunda braña primaveral de Reiduz está, como indica su propio nombre, más metida en el valle, casi en su fondo. Braña Fundera no llega al fondo del vatse, que aquí sufre un profundo giro hacia el Oeste, si no que lo hace contra el tramo de la sierra más cercano, situado entre Lus Currales y el Cimbo d´Asturias. 

En el centro El Tesu Braña, corazón de Braña Fundera. Subiendo por él se llega a Lus Currales y El Cimbo d´Asturias. En la collada de la derecha está La Veiga Moncóu. 31 julio 2020,

No está clara la ubicación de su campo base. Un buen lugar sería la llanada de El Chanu Carceiros, situado en el Tesu Braña, en torno a los 1.000 m. de altitud. Como en la otra braña su área de acción se extendía hacia abajo, hasta encima del último prau de la veiguina de Reiduz. Braña Fundera completaba su zona de pastos con dos lugares cercanos. Una era la de El Muntecín y la Granda La Rebotsa, la enorme y aún actual granda de la que ya hemos hablado en otra parte. 

La Granda La Rebotsa, de origen probablemente ganadero y posiblemente lugar de extracción de las primeras rollas de robles de Muniellos. 31 julio 2020.

 Su segunda progresión la hacía desde el curso del vatse principal, por encima de su giro al oeste, hasta Tesu Gordu. En toda esta ladera de solano había hace veinte o veinticinco años una, también enorme y muy visible, granda que afortunadamente hoy en día se encuentra difuminada por la colonización arbórea, pero que remiten a un pasado eminentemente ganadero. De la antigua granda solo pertenecerían a la braña primaveral sus partes bajas, ya que las medianas y altas seguramente dependieran de la braña estival de Moncóu (La Veiga Moncóu), aunque también podrían ser de la braña de Chanu´l Tsazaru, cuyo campo base podría estar en la confluencia del Tesu Tsazaru con el Tesu Gordu. De cualquier manera estos pastos serían ya de altura, fuera del campo de acción de la braña primaveral de Braña Fundera, estando sobre los 1.150 m. de altitud el imaginario deslinde. 

Esta ladera del fondo de Reiduz delimitada por Tesu Gordu estaba a granda ha 25 años por su pasado ganadero. Sorprende el avance de la colonización arbórea. 31 julio 2020.

En Braña Fundera había una cabana, cuyos restos aún son visibles en la actualidad. Una modesta cabana sin divisiones interiores dado su reducido tamaño, con paredes de piedra y cuya cubrición probablemente fuera de tablones o escobas, forrados con tapines. En esencia una cabana similar a las que existirían en las brañas de Muniellos pero que en este caso no tenía relación alguna con la actividad ganadera. La Había construido y era utilizada por Castañón, el viejo, que creo que se llamaba Manuel y padre de Rafael (que tuvo un chigre junto a su casa, en el medio del pueblo), Balbino, Telvina y Mercedes. Manuel, o Lulo como supongo que le llamaran, no era de Mual pero al casarse con una papuda pasó a ser un vecino más. 

Restos de la cabana de Braña Fundera. 31 julio 2020.

Castañón era madreñeiru, un hábil artesano que surtía de excelentes madreñas a todos los vecinos del pueblo y que recibía numerosos encargos de personas de pueblos cercanos a Mual ya que en la redondada, a excepción de los que había en la zona cunqueira y los más famosos de El Curralín, no era esta una actividad muy habitual. Castañón no hacía lo que los madreñeirus del Curralín solían hacer: desplazarse por los pueblos y a cambio de la manutención y un pequeño salario, elaborar madreñas para sus hospedantes. Él las hacía en su casa, o mejor dicho en su cabana de Braña Fundera, a donde se desplazaba durante "temporadas" y en donde buscaba y seleccionaba troncos de Bedul (betula celtiberica) que luego seccionaba en tamaños adecuados de los que extraer una o varias madreñas. El abedul era la madera preferida por estos artesanos. Su fácil labra, liviano peso y dureza al secarse la hacía ser la más apropiada para confeccionar estos aislantes "zuecos" donde los pies permanecían secos y "calentitos". Tras una tosca primera labra los acarreaba al pueblo y en su casa finalizaba la labor y les añadía unas ingeniosas pinturas que hacían la delicia de su clientela. La cabana le servía a Manuel como almacén y como habitáculo donde refugiarse y pernoctar durante cada temporada. 

De la cabana de Castañón ya solo quedan cuatro piedras. 31 julio 2020.

 Castañón, dicen, era muy buena persona, siendo muy apreciado en el pueblo por todos los vecinos, pero tenía un defecto, muy común entonces entre los humildes y siempre perseguido por los detentadores del poder, tanto en el ámbito político como en el económico. Era de izquierdas, algo que hoy día tal vez tenga poco sentido porque los que dicen serlo solo defienden al capital y al sistema establecido, pero que entonces sí que lo tenía. Era partidario del bien común, de la comunidad, en contra de los que solo buscan sus propios intereses, de los que detentan unos privilegios que les permiten explotar y vivir del sudor ajeno y de todos los lacayos que se arriman a ese poder y lo defienden para obtener prebendas y beneficios. En contra de los que, haciendo caso omiso de un Mandamiento de la religión que decían defender ("No matarás"), asesinaban a sangre fría y sin juicio previo a quienes habían osado simpatizar con la Republica. Ya hemos hablado en otra parte del temprano triunfo del levantamiento militar contra la Republica en nuestra tierra y de la feroz represión que se desató. El tiro en la nuca, en el paredón o en una simple cuneta, acabó con las mentes más lúcidas y "justas" de nuestro pueblo, dejando sin referentes y defensores de la justicia social nuestra tierra durante largo tiempo.

Mal caldo de cultivo el que tuvieron que "tragar" nuestros ancestro más cercanos, viendo como "la morralla" de la sociedad copaba las instancias del poder y se erigían en nuestros jueces. Seres sin conciencia, sin moral, sin ética, que no dudaban en apretar el gatillo contra quien fuera. Unos auténticos monstruos del averno que institucionalizaron la barbarie.

Manuel Castañón tuvo que refugiarse en su querida cabana, donde durante su quehacer cotidiano le había permitido ser libre y soñar con un mundo de iguales, pero atenazado ahora por una angustia insufrible que le hacía desconfiar de cada nueva mañana. Sobrevivió porque nadie le delató y porque en el pueblo familiares y vecinos evitaron que se muriera de hambre, llevándole provisiones cada cierto tiempo. 

Restos a día de hoy de la cabana de Braña Fundera. 31 julio 2020.

Pilar, mi madre, recuerda que siendo ella muy nena, con siete u ocho años, acudió como invitada a la boda de un pariente suyo, Marcelino Francos, con Encarna Alonso. La ceremonia se celebró en Veiga y la comida en Mual, en casa Alonso de donde procedía la novia. Pilar iba muy contenta porque llevaba calzadas unas madreñas, hechas y pintadas por Castañón, una preciosidad según recuerda ella, pero pasó mucha vergüenza porque era la única que las llevaba. El resto de la concurrencia iba muy bien vestida, calzando lustrosos zapatos, reservados para ocasiones como aquella.

La presencia de bosque en Braña Fundera y el diferente estado de la ladera de Tesu Gordu respecto a la de La Valladina nos está indicando diferentes cronologías en el abandono de las brañas. Braña Fundera sería abandonada antes que la del Chanón, por eso en la actualidad su desarrollo con la regeneración natural es bastante mayor.

Ya vimos la dinámica forestal experimentada por los praus de riego abandonados, mediante fases. Esas etapas también se dan en los terrenos ocupados y usados por las brañas cuando en estas se abandonó la actividad ganadera. Aquí las camperas y claros no son tan compactos como en el caso de los praus, habiendo zonas que se saltan la etapa subarbustiva y pasan directamente a la arbórea. pero cuando el terreno pastado era muy amplio y muy usado la etapa subarbustiva es imprescindible. En este caso los subarbustos que primero se instalan y desarrollan son los ganzos o brezos (género erica y otros afines), pudiendo haber también toxos (tojo, ulex cantabrico) y carqueixas (genistella tridentata). Todos ellos especializados en colonizar suelos bastante secos. 

Carqueixas y ganzos una pareja muy frecuente en nuestras grandas. Granda La Rebotsa. 31 julio 2020.

Durante mis primeras visitas a Munietsus, cogiendo el camino de Decutsada, se veían, por encima de la antigua pista. Grandes matas de carqueixa (precioso el nombre ¿no?). Entonces mucho del solano de este regueiro estaba en esa fase subarbustiva de regeneración natural, tras un pasado de utilización pastoril (Prau Decutsada y braña de La Brañina) y de talas madereras. Cada año que pasaba la carqueixa se desmelenaba más, con ejemplares que daba gusto mirar. A mí por lo menos me atraía mucho y siempre me paraba un rato a observarla y admirarla, con sus flores amarillas y su peculiar disposición, que me recordaba al de una alga marina. En mis últimas visitas he intentado localizar aquellas bellas imágenes, pero ya no hay carqueixas. Mucho del terreno que había colonizado ya está en otra fase, donde el arbolado va desalojando a la flora de menor tamaño. 

Carqueixa que ya supera el metro de altura, puede crecer mucho más, sobre todo si crece de forma ladeada apoyándose sobre el suelo o descolgándose por una zona muy pendiente. Granda La Rebotsa. 31 julio 2020.

No sé si fue mi madre o mi abuela la que me informó de que la carqueixa se utilizaba como el estropajo de su época para fregar los cacharros, gracias a su rugosidad y resistencia. Una palabra parecida "carqueixu" era utilizada por algunas personas, mujeres en concreto, para referirse al bello púbico y al órgano sexual femenino, al menos en Mual.

Y que decir del toxo, ese subarbusto tan incómodo si tienes que atravesar un lugar donde abunde mucho. Siempre me llamó la atención el uso que se hacía de él en algunas zonas. Em muchas sierras bajas del concejo de Cangas, donde a veces ocupa grandes extensiones, a pesar de que pincha mucho, se utilizaba para "mutsir" las cortes de las vacas. Pero para que ello fuera posible había que trocearlo concienzudamente, con un pequeño "hachu", un machete o algo similar. Seco y troceado el toxo ya no pincha. Se llevaban grandes "carraús" de toxos y se cortaban en picaderos especiales, un tronco colocado verticalmente y luego se almacenaba en un lugar cercano a las cuadras. Así es como yo lo vi hacer en muchos pueblos de la Sierra del Acebo o de la de Santana. 

Punzantes toxos cuando aún es una ramilla. Granda La Rebotsa, Mual. 31 julio 2021.


Toxos de mediano tamaño (flores amarillas) que ya obstruyen el paso. Vatse Cogotsu. 31 julio 2021.

Tras la etapa subarbustiva y la mejora del suelo le sigue la de los arbustos y árboles pioneros, finalizando en los definitivos de la vegetación clímax.  

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