Dos brañas del entorno de Munietsus, en primer término La Veiga´l Pumar de Oubachu. Al fondo Fontuteiru de Mual. Foto hecha desde las veigas del Puerto del Counio. Noviembre 2.000 |
No he mencionado la cabana, o cabanas, otro de los elementos esenciales de cualquier braña. Cuando yo visité, repetidamente, la braña de mi pueblo, a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, esta ya llevaba unos cuantos años abandonada. Lo hice por conocer la mítica braña de la que tantas veces había oído hablar durante mi infancia, aunque en aquel momento lo que más me deslumbraba y atraía eran los grandes espacios arbolados y era a los que más tiempo dedicaba mi atención.
La braña era algo insignificante en comparación con aquel mar arbolado de Bisnuevo y los océanos de Tixeirúa, La Candanosa, Refuexu, Decutsada...sin olvidarme de los de Rengos. Observándolos, el tiempo se detenía y mi mente flotaba por aquellas inmensidades boscosas. Enorme rival para algo tan pequeño como La Braña Fontuteiru.
Rellano de Fontuteiru. Por debajo se notan los restos de una pista por la que se sacaron las fayas de las cortas de Pires a mediados del siglo XX. 27-julio 2018. |
Además los recuerdos de la braña ya están muy difuminados en mi mente. Sí recuerdo un espacio algo allanado, con algo de repecho contra un lado y contra abajo y en él restos de las tres cabanas que decían los papudos que había allí. Restos de tablones en avanzado estado de descomposición y debajo de algunos de ellos lo que parecían ser los cimientos de antiguas paredes de piedra, todo en dimensiones muy modestas.
En el pueblo ya nadie se acordaba de que las paredes fueran pétreas, todos hablaban de tablones y una cubrición de escobas y tapines y de uso exclusivo del pastor, para dormir en una de ellas y protegerse de las inclemencias del tiempo. Pero ¿por qué de madera y por qué tres cabanas en lugar de una sola?, el régimen de vecera que se utilizaba en las brañas estivales solo requeriría una cabana para el pastor o pastores, dos a lo sumo si eran jóvenes.
Pero la última versión que conoció la braña no tiene por qué ser la que hubo anteriormente. Un incendio había quemado la cabana de piedra de La Fulgueirina o de La Veiga Vieja y fue entonces cuando se construyeron las tres cabanas con cimientos de piedra y tablones como pared aquí en Fontuteiru. No sabemos si antiguamente había en esta braña alguna cabana de piedra, ni tampoco la edad que tiene la propia braña. Por un lado La Braña de Fontuteiru es una braña nueva, en contraposición a La Braña Vieja del Tesu´l Páxaru (el nombre vieja solo tiene sentido si hay algo nuevo) y la construcción de las cabanas también es reciente. Pero por otra parte el nombre "Braña de Fonte Otero" aparece en documentos antiquísimos, lo que de alguna forma certifica su existencia ya en esas épocas.
Lo lógico es suponer la existencia de las dos brañas desde época antigua y que en tiempos más recientes la reactivación de La Braña de Fontuteiru y la construcción de las tres cabanas en ella, justifiquen la consideración de nueva.
Con todo las brañas estaban muy unidas ya que la distancia física entre ambas era pequeña y tal vez la cabana de piedra de La Veiga Vieja sirviera para las dos. Una buena senda comunicaba Fontuteiru con La Veiga Vieja, que continuaba después hasta La Veiga La Chunal y La Fulgueirina. Allí conectaba con un buen camino que continuaba por toda la sierra, con una nueva senda que bajando por La Crespona llegaba a El Cutsáu.
Brañas estivales de Mual, de izda a dcha: La Braña Fontuteiru, La Veiga Vieja, La Veiga La Chunal-La Fulgueirina, (La Crespona) y El Cutsáu. Foto Luis Pazos Franco. 2.017 |
Que fueran de madera y no de piedra como las tradicionales hay que relacionarlo con una época en la que las brañas iban teniendo menor importancia debido al aumento de la estabulación, y con el ahorro de esfuerzo en su construcción. Fue una medida de urgencia, para salir del paso e ir tirando. Se utilizaron toscos tablones para, al menos, no mojarse o morir congelado. Incluso se planeó subir uralitas para ponerlas como tejado y dicen que una de ellas sí se subió.
Entonces nadie conocía los peligros de la uralita, una mezcla de cemento con amianto, que era conocida con este nombre porque así se llamaba la empresa que la fabricaba en España. Todos sabréis los peligros del amianto, un producto altamente cancerígeno y que se había utilizado ampliamente, desde trajes antiinflamables hasta pararrayos y , como no, uralitas. Se prohibió el uso del amianto y de sus mezclas y a la uralita le llegó el turno en 2002. Pero hasta entonces su utilización estuvo muy extendida, sobre todo como tejado (placas lisas u onduladas), como en el caso de la braña. Era relativamente barata, poco pesada y fácil de instalar.
Todavía en la actualidad es frecuente ver viejas naves, muchas de ellas abandonadas, cubiertas con este material. Se prohibió su fabricación y venta, pero a las ya instaladas se les permitió que siguieran estándolo durante su tiempo de vida, estimado en treinta o cuarenta años. Su retirada, en cualquier caso, debe ser realizada por una empresa especializada, cuyos operarios deben ir embutidos en una especie de escafandra para evitar que inhalen el polvo que pueda desprenderse de las placas durante su manipulación, ya que son altamente tóxicos (penetran por las vías respiratorias debido a su pequeño tamaño y se instalan en los pulmones, llegando a provocar graves enfermedades e incluso cánceres. Nadie sin protección adecuada puede manipularlas.
Así que algo habrá que hacer con la uralita de La Braña de Fontuteiru, si es que aún está entera o en pedazos pero localizables. Quizás dar parte al SEPRONA para que la Administración proceda a su retirada, porque la empresa especializada en su retirada cobra por ello, y bastante.
Y si alguno de vosotros-as tiene uralita en alguna instalación no se os ocurra intentar retirarla por vuestros propios medios, ni dejarla instalada porque la uralita se irá descomponiendo y desprendiendo sustancias altamente contaminantes. No os quedara otra que preparar una fuerte suma monetaria y ver que empresa puede retirarla. Si conocéis a alguien que todavía la tenga, informarle del peligro que ello supone.
No penséis que se trata de una broma, es la dura y cruda realidad. Debería ser la empresa, que se forró con su venta, la que corriera con las costas de su desinstalación, o en su defecto la Administración, por haber permitido su venta. Al final, como siempre, es la gente corriente la que acaba pagando el pato.
Volviendo a lo que ahora nos atañe, la existencia de más de una cabana, cada una de un diferente vecino, puede relacionarse también con esa etapa final en la que el ganáu que se subiera a la braña sería reducido y solo lo harían tres vecinos, cada uno con su cabana ya que el régimen de vecera ya no se utilizaba. El vecino que subiera sí vigilaría al resto del ganáu pero para dormir y protegerse utilizaría su cabana.
La importancia de La Veiga Vieja y La Braña Fontuteiru no solo radicaba en ellas mismas. De alguna manera eran como un campo base de las brañas que Mual tenía en Munietsus. Los ecosistemas de Mual, y de todo su entorno, no permitían la existencia de grandes camperas. La tendencia natural del monte, allí donde el suelo lo permitía, era la formación de bosques. Debido a la altitud no había ecosistemas subalpinos donde matorral y camperas se reparten el terreno. Las camperas eran pequeñas y más bien eran camperinas y las otras zonas de pasto eran pequeños claros arrebatados costosamente al arbolado.
Fontuteiru, en rojo, y La Veiga Vieja, en negro. 28-julio 2.018 |
Sus pequeñas dimensiones fueron compensadas, solo en parte, por una mayor abundancia de brañas. Cualquier zona, con un mínimo de condiciones, podía ser una braña. Entre la estivales predominaban las situadas en retsanus (como la de Fontuteiru y La Veiga Vieja) y cutsáus de la sierra (La Veiga La Chunal-La Fulgueirina) y de sus ramales cuando estos eran de cierta envergadura (El Cutsáu). En hondonadas naturales, más bajas que el terreno de los lados, con un espacio llaneado en su centro y donde era frecuente la existencia de alguna fuente, siendo una zona más húmeda, que tras ser desarbolada, "queimada" y sembrada con grana permitía la existencia de una campera, el campo base de la braña estival. y luego, claro está, el acceso a zonas de monte, más o menos desarbolados, con presencia de mas pastos y de productos susceptibles de ramoneo.
Sin llegar al número tan elevado de pueblos como Valdebóis, donde había un total de catorce brañas (contando las equinocciales) en 1500 hectáreas, todos los pueblos de la zona, con monte, tenían siempre más de una braña estival. El ganado no estaba todo el verano en el mismo lugar, cada braña era visitada de forma periódica, estando más o menos tiempo en ella, en función de sus características y disponibilidades y cuidando de visitar primero las situadas a menor altitud, dejando para el final las más elevadas.
Esas son las señas de identidad de las brañas estivales del entorno de Munietsus, similares o parecidas a las de otras zonas de media montaña y diferentes a las de alta montaña. Lo más característico y peculiar de las de aquí quizás sea su alto número y la existencia de un gran monte privado como Munietsus, con numerosas brañas arrendadas por los pueblos cercanos.
Desde La Veiga Vieja y Fontuteiru el ganáu se llevaba primero a El Cutsáu (1269 m.), ya dentro del Monte Munietsus, en la collada que hay entre el Pico La Crespona (1445 m.) y el Pico Tsuis (1339 m.), un ramal interior de la sierra, sin continuidad que tras descender por el Tesu L´Armadina acaba en La Pena L´Armadina, al lado del Ríu Munietsus.
Ya en el capítulo dedicado a las brañas de Munietsus hablábamos de la peculiar cabana de esta braña, pero no habría que descartar la existencia de una similar a las del resto del Monte, de piedra y que se dejara de reparar cuando la braña empezó a usarse menos, levantándose la "tipi" india para salir del paso, hasta su abandono.
Era una buena braña, con una excelente fuente del lado de Bisnuevo. Aprovechaba la chanada de El Cutsáu, la suave loma hasta el Pico Tsuis, el Rechanu Cutsáu y el ancho teso de La Crespona. Todo ello desarbolado y con frescos pastos.
La última braña en utilizarse cada verano por los papudos era, lógicamente, la situada a mayor altitud, situada en la sierra donde deslinda Munietsus, que aprovechaba varias vaguadinas o cutsáus entre El Cabrón y el Pico La Crespona y que se prolongaba luego por la misma sierra, en la zona de Tsumbón, a la que también accedían vacas de El Pueblo de Rengos, procedentes de la Braña de Riumulín y de La Veiga Las Rundietsas (dos de sus numerosas brañas: La Brañuela, Veiga La Faya, Campubraña, El Chanu Lus Bueis, por solo citar las de Riumulín). Zonas todas ellas de excelentes pastos, favorecidos por buenos suelos sobre una sierra alomada, de ahí el nombre de Tsumbón, repetido en varios puntos (Vaguada, Pico, Pozus), aunque en la progresión hacia la vertiente de Munietsus el terreno ya era más pendiente. La cabana estaba en La Fulgueirina, un poco por encima de los 1400 m., aunque el nombre de la braña le viene de la cercana, a su vera misma, Veiga La Chunal donde estaría la campera mayor.
Por último es probable que Mual contara con otras dos brañas, una dentro de Munietsus, La Veiga Bisnuevo, y otra en el Monte Oubachu, en su deslinde con Munietsus, La Brañina, en Decutsada, pero no voy a repetir aquí lo que ya he dicho en otra parte.
La primera braña de Mual en ser abandonada posiblemente fuera la de El Cutsáu, enclavada en su totalidad dentro de Munietsus. Desde el cambio de propietarios del Monte Munietsus, a principios del siglo XX, el fin de las brañas que había en él parecía algo inevitable. Los nuevos propietarios solo querían explotar la madera y las brañas con sus amplias zonas de pastoreo solo podían suponer un obstáculo. Las brañas de altura no suponían, en principio, ningún problema pues las posibles cortas era difícil que llegaran tan arriba. Pero las de veiga sí que lo podían ser.
Con todo, el parón que sufrieron las cortas durante buena parte de la primera mitad de la centuria, alargaron la vida de las brañas o al menos de algunas de ellas. Luego el proceso fue imparable y la empresa propietaria consiguió que la Administración prohibiera el pastoreo dentro del Monte.
La Braña de El Cutsáu seguramente se abandonaría antes de esa prohibición, al encontrarse relativamente cerca de Las Tablizas que era desde donde irradiaban las cortas, al estar allí instalada la serrería de reciente construcción. La prohibición de la década de los cincuenta del pasado siglo afectaría a la braña de La Fulgueirina-Veiga La Chunal. El ganáu de Moncóu, Mual y El Pueblo seguiría pastando el alto de la sierra, zona de deslinde, en recorridos esporádicos, pero la braña como tal tuvo que abandonarse.
Estos abandonos fueron provocados por decisiones ajenas a la voluntad de las gentes de los pueblos afectados. Mual perdía así sus dos mejores brañas estivales lo que provocó una reactivación, sobre todo, de la Braña de Fontuteiru ya que La Veiga Vieja era de pequeño tamaño y perdía sus progresiones hacia Munietsus, pasando así a un segundo plano. Se construyeron las tres cabanas de tablones y seguramente se amplió la extensión de su campera. Sería también en esta época cuando se reactivaría el pastoreo en las cercanas partes altas de Reiduz (Tesu Gordu, Chanu´l Tsázaru). Fue entonces cuando los papudos empezaron a considerar nueva la Braña de Fontuteiru, contraponiéndola a La Veiga Vieja, quedando en su memoria como la braña por excelencia del pueblo, transmitiéndonos a los más jóvenes esa idea.
El Tesu´l Páxaru. Un poco por encima del penacho de niebla estaba La Veiga Vieja. 27-julio 2018. |
Pero el "esplendor" de Fontuteiru fue de corta duración, perdido su papel como intermediaria con las antiguas brañas de Munietsus, la braña, por si sola, resultó ser bastante mediocre, incapaz de abastecer a un número elevado de cabezas de ganáu, por lo que su importancia decayó.
L´Outeiro de Fontuteiru visto desde Valdepila al lado de Mual. 29-julio 2.018. |
El abandono de las brañas situadas dentro de sus montes responden a otras motivaciones y están íntimamente relacionadas con las transformaciones que se estaban dando en la ganadería a nivel global y que podemos resumir en el paso de una ganadería orientada a la producción de carne a otra donde lo que se buscaba era la leche, que gozaba entonces de un amplio mercado. Las brañas de Mual, tanto las primaverales como las estivales, solo eran aptas para ganáu destinado a los mataderos a donde llegaba abastecida por tratantes de ganáu que lo compraban en ferias o directamente al productor.
A estas brañas solo se podía llevar ganáu seco. No daban leche porque si la dieran esta no se podría aprovechar. Su rentabilidad se basaba en poder venderlas. Por contra las vacas lecheras necesitan estar mucho más estabuladas, con esporádicas salidas a praus y pascones cercanos. Solo las brañas equinocciales podían ser compatibles con la ganadería lechera, pero estas como ya vimos eran muy reducidas. Además la amplia pradería del valle, a la que se sumarían nuevos praus de secano robados a terrenos hasta entonces cultivados, era suficiente para una ganadería plenamente estabulada. Las brañas perdían así su funcionalidad, pero no desaparecieron del todo pues la carne también tenían demanda.
Vista de la localización de Fontuteiru (rojo) y de La Veiga Vieja (negro). 27-julio 2.018. |
La mayoría de los campesinos optaron por la producción de leche. Las centrales lecheras proveían al ganadero de "lecheras", unos grandes recipientes metálicos donde se depositaba la leche, que periódicamente eran recogidos por la misma empresa. Yo no lo vi en Mual, donde pronto desapareció la economía agraria, pero estando de cartero rural en la zona de Vitsablino-Murias de Paredes, pude conocer instalaciones ganaderas mucho más evolucionadas. El ganadero depositaba la leche de sus vacas estabuladas, alimentadas mayormente con productos de la zona, en enormes tanques isotérmicos, totalmente higienizados y donde se controlaba milimétricamente la temperatura para el mantenimiento de la leche en óptimas condiciones. La instalación y mantenimiento de esta infraestructura corría a cargo del propio ganadero. Las que yo conocí vendían la leche a una quesería de León, que de cuando en cuando la recogía en camiones, también isotérmicos para mantener la cadena de frío. No sé en que acabaría la cosa porque algunos ya se quejaban de que la empresa llevaba varios meses sin pagarles.
Curiosamente el sector ganadero, saturado de leche y de sus derivados merced a las modernas granjas lecheras, ha experimentado, desde hace ya unos años, una vuelta a la preponderancia de la carne y a una diversificación de la cabaña ganadera con caballos, bueyes...cuya carne dicen que es más sana, si bien el vacuno sigue siendo el preponderante.
El golpe definitivo a las brañas está relacionado con el impacto provocado por la minería del carbón y más en nuestra zona, en cuyas inmediaciones están las principales cuencas carboníferas del occidente asturiano. La minería lo trastocó todo y supuso el fin de la economía tradicional. Numerosos campesinos pasaron a ser mineros. En un principio no se abandonaron del todo las actividades agrarias, solo se desprendieron de aquellas que les robaban mucho tiempo. Desplazarse con el ganáu a las brañas era una de estas últimas. Se redujo la cabaña ganadera y el ganáu pasó a estar estabulado del todo, si es que ya no lo estaba entonces.
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