12/30/2022

El Monte y el guía de Munietsus 98. La imaginación. Vatsina da Eira.

Vatsina da Eira con buen arbolado en el entorno de la senda. 26 julio 2016.

Caminar rápido con la vista y el cuerpo más levantado me permitía ver todo lo que me rodeaba. Pero cuando atisbaba un paisaje tan bello y único como el de La Penona, también me gustaba detenerme, sentarme y estar un rato obnubilado contemplándolo. Igualmente paraba cuando visualmente observaba un lugar que trataba de examinar a fondo, pero estas como la de La Penona eran de otro tipo. No examinaba nada en concreto, ni tomaba notas de ningún tipo, ni hacía fotos ni croquis. Simplemente miraba y me dejaba llevar. A medida que el cuerpo se iba despojando de la calentura provocada por el ejercicio físico, mi mente y mi cuerpo se desmaterializaban del todo. El paisaje era como una ventana abierta a un estado de ensoñación. 

La inconfundible y ensoñadora visión de La Penona. 27 julio 2018.

Es difícil explicar con palabras este estado. Los sentidos paladeaban esa sensación de libertad: el aire y el sol acariciando mi piel, el tenue roce de otros y diminutos seres vivos, el olor de las cosas que me rodeaban, el silencio sosegante y tranquilizador y los grandiosos espacios llenos de belleza, de paz y de armonía. Es fácil entonces caer en la ensoñación.

No diré que es como volar porque yo siempre he padecido algo de vértigo y sobrevolar estos paisajes es seguro que me lo harían padecer. En cierto viaje a los Picos de Europa, en el Mirador de Ordiales me sentí aterrado al colgarme sobre aquel profundo precipicio, y eso que unas piedras elevadas servían de parapeto. Tuve que echarme algo hacia atrás y luego asomando solo la cabeza pude admirar los bosques y las moles rocosas, agrestes y peladas que se veían a lo lejos. A lo que me refiero es a la sensación de flotar sobre las cosas sin que el vértigo nos incomode y dejarse llevar, hasta tan lejos como nos permita nuestra imaginación.

Cantaba nuestro malogrado Antonio Vega en su canción "El sitio de mi recreo"

"Donde nos llevó la imaginación

Donde con los ojos cerrados

se divisan infinitos campos"

La sensibilidad de Antonio y su forma de transmitirla es sencillamente exquisita. Esta es para mí, junto a "la chica de ayer", su mejor composición. Pero si lo queréis oír al máximo de su expresividad os sugeriría que escucharais su interpretación de "agárrate a mí María", composición de Enrique Urquijo dedicada a su hija. Enrique y Antonio compartían, entre otras cosas como su amistad, su adicción a la mortífera heroína, que tanto daño causó en muchos jóvenes de nuestra generación. Enrique se había muerto precisamente a causa de una sobredosis y su banda Los Secretos estaban preparando un disco de homenaje. Invitaron a diversos grupos y solistas a participar en él, interpretando canciones compuestas por Enrique. Cuenta Álvaro Urquijo, hermano de Enrique y líder de los nuevos Secretos, que Antonio apareció por el estudio de grabación y que ante la pregunta de que canción le gustaría interpretar el contestó sentándose ante un piano comenzando a tocar esta canción. Los miembros de la banda conscientes de la valía de aquella interpretación rápidamente cogieron sus instrumentos para acompañarlo y grabarlo.

La Canción original cantada por Enrique es buena, muy buena, pero creo que esta versión de Antonio la supera. Su sensibilidad y espontaneidad brotan de tal manera que consigue que se ericen los pelos de nuestra piel y que un nudo nos atenace la garganta, ¡sublime!

La sintonía entre ambos músicos era total, ambos compartían las mismas adicciones y como estas interferían en su vida cotidiana. Antonio cantó la canción como si fuera suya, de su creación ya que sentía las mismas cosas que Enrique cuando la escribió y además la muerte de este le hizo abrirse del todo, cantando a corazón abierto. En su voz, un tema personal de Enrique se transforma en un asunto universal que a todos nos atañe: el canto del desvalido. La versión recomendada se encuentra en el disco de Los Secretos "A tu lado" un homenaje a Enrique Urquijo.

También trataba el tema que ahora nos atañe el dúo femenino Vainica Doble, muy desconocido para la mayoría de las personas. Las Vainica "rara avis" en el mundo del pop-rock español donde las mujeres, como en tantas otras ramas de la cultura y de la vida misma, están relegadas a un segundo plano. Pero Vainica Doble eran unas grandísimas compositoras, con unas letras donde desgranaban toda su ternura y su capacidad para describir poéticamente variadas realidades sociales.

El protagonista de "alas de algodón", Juan, es un tipo sencillo y pobre, con una mísera vida y con unos sueños también míseros, pero dotado de una potente imaginación.

"Así vivía Juan con su imaginación

que le hacía olvidar su condición

para escapar y despegar de su rincón

para poder volar, volar, volar.

.....

Poderosa fantasía la de Juan

que aún así podía escuchar el mar

en un caracol pintado en purpurina

y volar tras la procesión de golondrinas

pegadas a la pared verde veronés"

Y como decía o cantaba otro gran trovador en castellano, el gran Pablo Guerrero

"Vamos viviendo amigo

vamos así viviendo

porque guardamos como 

un rincón de sol en la cabeza

como un rincón de sol"

Poderosa nuestra mente, tanto que incluso puede trascender a nuestros sentidos. Ocurre cuando leemos un buen libro, cuando vemos y leemos un buen comic o cuando vemos y oímos una buena película y experimentamos como propias las sensaciones de otros y las descripciones aparecen vivitas y coleando ante nosotros. O cuando el sonido y el recitar de la música nos llevan de viaje a un mundo de sensaciones. Sin olvidarnos de los placeres estéticos que nos brindan las artes plásticas (la arquitectura, la escultura, la pintura...).

Pero ninguna de las "artes" creadas por el ser humano puede competir con la naturaleza, en parte porque esta no silencia ninguno de nuestros sentidos. En la naturaleza el cuerpo y la mente, el alfa y el omega que conforman al ser humano, pueden dar rienda suelta a todas sus potencialidades. En pie de igualdad, sin perjuicio de ninguna de las dos partes. Démosles a los sentidos su ración de dicha y flotemos luego con nuestra imaginación. Sintamos con nuestros sentidos las maravillas vivas que nos rodean y flotemos con las incomparables vistas, paisajes y enclaves que se nos ofrecen.

Caer en la fascinación y en el ensueño es algo muy fácil de sentir en muchos de los rincones y paisajes que se nos ofrecen en Muniellos. La magia flota en muchos de sus ambientes y su belleza nos emboba todos los sentidos. No es algo que este fuera del alcance de cualquier persona. También lo puedes sentir tú. Procura estar solo pues la compañía y la palabra no te lo permitirán. Observa, siente y déjate llevar. No tienes más que dejar que tu sensibilidad se desborde por los poros de tu piel y dejar que tu mente se libere de las ataduras terrenas. Es como una potente droga natural, con muchos efectos secundarios ya que una vez que lo hayas probado no deseará más que repetirlo una y otra vez. Está ahí, a tu alcance, sin necesidad de tomar nada, sin coste alguno.

Valle abajo y tras la Vatsina La Penona La Veiga Los Trabóis está la Vatsina Da Eira, la mayor de toda la vertiente izquierda del Ríu La Candanosa antes del Ríu Las Fayonas. La vatsina tiene dos cabeceras, la que da contra La Penona está algo más baja, al estarlo también la propia sierra, y en ella quedan los restos de un antiguo circo glaciar. 

Circo de Vatsina da Eira al pie del Pico del Sestón, bordeado por tseirones. Foto Google.

Resulta llamativo que en el solano del Ríu La Candanosa existieran tantos circos glaciares, aunque creo que este es el último valle abajo. Y es llamativo porque en los solanos suele haber menos circos que en los avesíus. La mayor insolación del solano hacía que en estos la nieve se derritiera antes o más deprisa que en los umbrosos avesíus. Una prueba más que demuestra lo activos que fueron los glaciares en nuestro territorio, más de lo que se venía creyendo hasta hace poco tiempo. Por contra a la otra cabecera, que asciende más alto en dirección al Pico del Sestón (1.571 m.) no se le ve resto alguno.

Por fortuna el arbolado ya lleva un tiempo instalado en esas zonas altas. En el circo, camuflando los tseirones e incluso ocupando algunas partes del Pico del Sestón donde la roca madre aflora de vez en cuando, salpicado también por algunas pequeñas grandas.

En general la vatsina está muy colonizada, conformando un bosque joven con zonas muy densas y en proceso de expansión en pequeñas zonas aún sin colonizar. El teso contra la Vatsina Tixidal es más rocoso y desarbolado en el entorno de la senda de Las Tsagunas, y más abajo tiene algún tseirón pequeño. El cerro que la separa de La Penona es muy suave en sus partes altas, con grandas que se mantienen cerro abajo donde este se ensancha y se aterraza en algún punto. 

En el centro Vatsina da Eira, bastante arbolada. Foto Google.


Excelente bosque en el curso principal de Vatsina da Eira. 27 julio 2018.


El teso contra Vatsina Tixidal está aún muy desarbolado. 27 julio 2018.

El topónimo "da Eira" es, por supuesto, galego, los de Alguerdo llamaban a esta zona "O Chou d´Eira". Los "asturianos" solo le añadieron "vatsina", eliminando "o Chou" porque ignoraban su significado (posiblemente signifique "el lugar", "el lugar de la era" si lo dijéramos en castellano). Este añadido de "vatsina" se repite en algunos topónimos que ya hemos visto. Topónimos en los que, en su versión más arcaica, no aparecía, ni vatsina ni "valia", su equivalente en gallego. Aquí nos damos cuenta de ello al contrastar la toponimia gallega, la más antigua, con la asturiana, más reciente o al menos posterior a la que utilizaban los pueblos de Ibias.

Que duda cabe que la larga, en el tiempo, explotación maderera del Monte acabara repercutiendo, de alguna manera, en su toponimia. Ahora solo me centraré en lo que venimos diciendo. 

Si comparamos la toponimia del Monte Muniellos con la de otros lugares del entorno nos daremos cuenta de la meticulosidad de este en lo relacionado con los cursos, regulares o irregulares, de agua y sus dos vertientes. Todos o casi todos tienen un nombre, siendo los que comienzan por vatsina los más abundantes. En los otros montes aparecen muchos nombres pero no abundan tanto los que comienzan por Vatsina. A mi modo de ver esto está relacionado con la explotación maderera que sufrió Munietsus.

La BOSNA, la empresa de los que compraron el Monte a los Condes de Toreno en 1.901, igual que luego hizo Muniellos S.A., fraccionó en numerosas unidades la totalidad del Monte, de cara a una explotación más eficiente. Las vatsinas, con sus cursos, y los tesos, por su fácil localización y visibilidad tanto sobre el terreno como sobre los mapas, constituirían las separaciones entre esas unidades y para no liarse todos ellos tenían que tener un nombre. 

Bosque de Muniellos de la Bosna, muy antiguo y aún sin las divisiones que posteriormente se le hicieron.

Muchas vatsinas y tesos ya tenían esos nombres encabezando el nombre completo. La empresa lo respetó, eso sí castellanizándolos todo lo posible en su documentación. Pero había vatsinas y tesos que no tenían esos nombres. Los lugareños las conocían por algún elemento significativo enclavado en ellos que sí tenían un nombre propio. Lo que la empresa hizo fue simplemente añadirle a ese nombre, precediéndolo, la palabra "vallina". Los tesos serían llamados así: "teso" (o cerro) seguido del nombre de una de las vatsinas que deslindaba. 

Detalle del mapa.


Detalle del mapa.

"Vallina", lógicamente transformada en "vatsina", no tuvo mayores problemas en acoplarse a la toponimia popular ya que no alteraba en nada el sentido del topónimo. Teso sin embargo no corrió esa suerte y solo perduraron en la memoria colectiva, que eso es en esencia la toponimia, aquellos que ya se llamaban así desde tiempos lejanos. 

Detalle mapa.


Detalle del mapa.

Eira en gallego hace referencia al lugar, normalmente enlosado, donde se matsaba el cereal después de su siega para separar el grano de la patsa. En castellano a dicho lugar lo llamaban la era y en bable occidental l´era.

Pero, ¿dónde está la eira de este lugar?. Es impensable que aquí en pleno Monte Munietsus, rodeada e inmersa en el bosque y a bastante altitud existiera una instalación de este tipo. Las eras siempre están en el entorno directo de los pueblos, dentro de ellos. Creo que aquí ocurre lo mismo que con L´Era Farruco, de la que ya hemos hablado en otro capítulo. Estamos ante un topónimo comparativo, de semejanza. Algo existe en la zona que se puede comparar, al menos en algo, con una era.

Veréis, yendo por la senda de Fonculebrera en dirección a Las Tsagunas, justo antes de salir de la Vatsina da Eira hay un lugar precioso y lleno de encanto, del que quedé prendado desde la primera vez que lo vi. Un bonito tseirón enmarca por arriba y por los lados un espacio redondo asentado en una llanada, con un espacio más llano aún al lado de su borde inferior, donde ya se ha asentado algún que otro arbolillo pero que todavía se ve perfectamente, con esporádicas piedras por el entorno. En realidad se trata de la cubeta de un pequeño glaciar, un pequeño cuenco, y decir pequeño se queda corto porque todo él se ve con un solo golpe de vista, quedando muy al alcance de la mano. Ni que decir tiene que es el más pequeño que he visto en mi vida y el situado a menor altitud, en torno a los 1.240 m. 

Todo un gusto recorrer una senda llana, admirando la belleza de este precioso rincón. 26 julio 2016.


Tseirón por encima de la cubeta. 26 julio 2016.

Durante mucho tiempo creí que allí se encontraba la braña Los trabóis, de hecho el mapa del ICONA la sitúa por esta zona. Las piedras sueltas de la cubeta podían perfectamente ser los restos de una cabana y la campera podía estar en el teso contra La Penona, allí a su lado, donde se mantiene la llanada y donde abundan las folgueiras. 

Bedules saliendo en la campera que había en el teso llaneado contra La Penona. 26 julio 2016.

La cubeta dejaba parcialmente al descubierto su suelo rocoso, más visible tiempo atrás, constituyendo una especie de enlosado. Sí, creo que la cubeta sería la Eira de esta zona, un lugar con encanto que parece que no solo me engatusó a mí.

Zona de la cubeta. 26 julio 2016.


En rojo zona de la cubeta. Arriba Pico del Sestón y más a la dcha Pico Los Chagozos. 27 julio 2018.

 

Detalle de la zona de la cubeta. 27 julio 2018.


12/16/2022

El Monte y el Guía de Munietsus 97. Pena Belosa, Las Leiras, La Penona.

 

Las dos leiras de la Vatsina Bovia y una tercera en la Vatsina Piélago tal vez incluida en el topónimo Las Leiras. 27 julio 2018.

Me gustaría aclarar la localización de Pena Belosa (Pena Velosa) que aparece mal situada en muchos mapas y sobre todo porque también nosotros, mi hermano Naciu y yo, la teníamos mal ubicada en el mapa con los topónimos en bable occidental que los del Cuelmu habíamos enviado a la Consejería y que aparecen en el mapa de la Reserva con colores hipsométricos.

Tardé un tiempo en darme cuenta de ello, pues muchos de mis informantes de Mual o la localizaban mal o yo los interpretaba erróneamente. Solo hablando con los de Valdebóis y Alguerdo pude darme cuenta del error que habíamos cometido. Entonces yo creía que Pena Belosa era el pico que hay a continuación del Orriu Valcarcel, en dirección al Picu´l Counio. Pico situado a diferentes altitudes según los mapas (1.569 m. en el del IGN, 1.563 m. en el de colores hipsométricos y 1.581 m. en el del ICONA) y cuyo topónimo correcto es el de Pico Regueira d´Ovella. 

Pico Regueira d´Ovella desde Munietsus. La Pena Belosa de los mapas. 27 julio 2018.

El topónimo es, sin duda, galego, dado por los de Valdebóis y se repite aplicado a una braña, a una laguna y al mismo valle que desciende hacia el Río Viouga (le sobra la "a" inicial y la "s" final con la que aparece en muchos mapas), un afluente del Río Ibias. Los asturianos del Ríu Rengos, incluidos los de Mual y Oubachu sabían que Pena Belosa quedaba del lado de ese valle y lo aplicaban, por cercanía, a la zona de deslinde de la sierra en el entorno del pico. Los del IGN que aparte de diseñar los mapas también realizaban un trabajo de campo recopilando topónimos (lo normal es que este ya estuviera hecho con anterioridad) seguramente entrevistaron a "asturianos" por la importancia de Muniellos, y optaron por aplicarlo al pico. 

Vale de Pena Belosa, desde Ibias, a la izda, que más abajo recibe las aguas de su afluente el Vale de Pena Belosía. La línea blanca que se ve es la de la carretera. Foto Google.

Pero Pena Belosa no es ningún pico, ocupa la pared trasera del circo glaciar y su laguna (A lagúa de Pena Belosa) y la peña que sobresale por encima de ellos, recostados ambos, pared y peña, sobre el ramal que va al Pico Ciallo, al poco de iniciarse este y situado, por tanto, fuera de los límites del Monte Munietsus. Y ya puestos podríamos explicar el significado de este bello topónimo. 

Para no perderse- 0-circo glaciar A Lagúa de Pena Belosa. 1-Pena Belosa. 2-Pico Regueira d´Ovella. 3-La Penona. 4-Os Serrapos. 5-Pico Ciallo. 6-Pico Cazarnoso.7-Bovia del Munteiru.


Pena Belosa, claramente situada fuera de la sierra que deslinda Muniellos. Foto Google.

Beloso (o veloso) y su forma femenina belosa (velosa) es un nombre gallego que deriva del latino "villosus", que significa peludo, lleno de vello o de pelusa. Las paredes de Pena Belosa son totalmente verticales en la parte que se orienta más o menos hacia el Norte, encima del circo glaciar, lo que hace que esté casi siempre a la sombra. La falta de luz y la humedad hicieron crecer una pelusa de mofo (musgo) que cubre la mayor parte de la roca. Vista desde abajo, desde Valdebóis, el aspecto oscuro y peloso de aquella gran masa justificaría el nombre que le pusieron ya que la peña dominante de la zona, la cuarcita, destaca más bien por su color blanquecino. Este es seguramente su significado, pero fijaros en lo que son las cosas, beloso en vascuence significa precipicio grande, algo que se podría aplicar perfectamente a Pena Belosa.

Volviendo a terrenos del Monte Munietsus, en la Vatsina Bovia también hay restos de un antiguo circo glaciar y de erosión periglaciar. La hondonada está más marcada contra el Pico Regueira d´Ovella que contra Os Serrapos , los dos altos que enmarcan la cabecera de esta vatsina. 

Hondonada del circo de Vatsina Bovia, bordeada por la primera leira. 27 julio 2018.

Posee un gran tseirón en su cuenco, con cantos más o menos gruesos en el centro y gravas en sus lados, estando muy marcado en su parte derecha que había sido la más horadada por el glaciar. La presencia de piedras finas (gravas) ha permitido la colonización por parte del bedul en su lado derecho, el más avesíu, y por el quercus orocantabrico en su ladera izquierda, que están fragmentando el tseirón. Separado del cuenco en la ladera izquierda de la vatsina hay otro gran tseirón , este solo de gravas finas con su característico color blanquecino, que salta el teso y penetra algo en la Vatsina Bedulín y que se encuentra totalmente rodeado por matas arbustivas de roble orocantabrico. 

Las Leiras, una debajo del Pico Regueira d´Ovella y la otra en el teso de Os Serrapos. 27 julio 2018.


Segunda Leira sobre el teso de Os Serrapos y basculando algo contra la Vatsina Bedulín. 27 julio 2018.

Son Las Leiras, un topónimo galego al que los que falaban bable occidental solo le cambiaron el artículo ("as" por "la"). No necesitaba más cambios pues todos entendían su significado y además así se mantenía la honda belleza del nombre, o al menos eso es lo que a mí me parece. Los topónimos galegos son también bellos, muy bellos. Escuchad como suenan algunos en la lírica voz de Amancio Prada cuando canta: "adios ríos, adios montes, adios regatos pequenos...", los versos de la gran Rosalía de Castro. La belleza no conoce de distingos, de idiomas, de patrias, de nacionalidades...Creados para separarnos y enfrentarnos los unos con los otros y así hacer perdurar la dominación y la explotación. La belleza está ahí y solo tenemos que abrirnos a ella y disfrutarla.

El abedular dominaba en la parte alta de la Vatsina Bovia, pero luego retrocedía hacia el teso con la Vatsina Pielago. Vuelve con fuerza en la siguiente vatsina, la Vatsina Bedulín, donde hay un auténtico bosque de bedules. Aún son jóvenes pues seguramente fueron talados, pero con una densidad más que notable, algo a tener en cuenta porque es la última gran masa de estos árboles pues a partir de ahí es el solano el que limita su presencia, siempre en pequeño número, a lugares algo más húmedos o a donde otros árboles le brinden una menor insolación. Su importancia ya fue notada por los lugareños, algo que percibimos precisamente por el nombre que le pusieron. Curiosamente los de Alguerdo le llamaban O Bedular, un topónimo ya castellanizado pero que constata la extrañeza que les causaba ver tantos abedules en un solano. 

Justo en el centro Vatsina Bedulín. 27 julio 2018.

Esta vatsina, como la anterior Bovia y la posterior La Penona La Veiga Los Trabóis, es estrecha y poco marcada en el terreno, abriéndose algo más en su cabecera, donde Os Serrapos (1.543 m.) y el Pico La Lagúa (1.546 m.) la enmarcan. 

Partes altas de la Vatsina Bedulín. 27 julio 2018.


Partes inferiores de la Vatsina Bedulín, al lado del Ríu La Candanosa. 27 julio 2018.

Os Serrapos es un topónimo plenamente galego y no se si los del valle de Munietsus lo conocían. Yo lo he tomado prestado de la toponimia de Valdebóis, que lo localiza en ese lugar. Sí conocían los de Mual su versión en singular, El Serrapo (O Serrapo) que ya hemos visto, separando las partes altas de Regueira Las Tsagunas del valle La Candanosa. En ambos su vinculación con un pequeño tramo de la sierra o con uno de sus ramales, también pequeño, es algo más que evidente. Algo parecido ocurre con el Pico La Lagúa, llamado así porque a sus pies está la Lagua de Pena Belosa, ya en la vertiente de Valdebóis.

Lo que sí testimonian todos estos topónimos galegos, o levemente modificados, es que estos terrenos serranos, con mucha penetración en el valle de Muniellos, eran explotados y utilizados desde tiempos inmemoriales por comunidades que utilizaban la lengua galega. Gentes de Alguerdo y Valdebóis aquí en el Ríu La Candanosa, dos bellos pueblos de Ibias. Munietsus también es Moelos (nombre del Monte para los de Ibias) y es de justicia el reconocerlo. La toponimia nos ayuda a desfacer este entuerto, de ahí que sea tan apasionante y tan necesaria su conservación así como su estudio. En ella está sedimentada una parte de nuestros orígenes, siendo un aliado imprescindible, poco reconocido y usado, en la reconstrucción de nuestra Historia pasada. Una auténtica desgracia el que esté condenada a su desaparición, si es que ya no lo está en la actualidad. ¿Cuántas bellas palabras se están perdiendo en la noche de los tiempos?. Con ellas nuestros ancestros nos describían el paisaje y otras muchas cosas, que les había tocado vivir. Y se está perdiendo también, aunque se conserve el nombre, su localización en el espacio, algo que nos ayudaba a entender más a fondo su significado. ¡En fin...!

Sierra "palante" ya estamos en una de las más bellas estampas de toda esta zona, o al menos eso es lo que a mí me parece: La Penona. 

La Penona. 27 julio 2018.

En frío La Penona son dos afloramientos rocosos, como tantos otros de los que existen por nuestros montes. En Munietsus la roca predominante es la cuarcita, una roca muy dura, tanto o más que el granito o el mármol. Es una roca metamórfica de origen sedimentario, es decir se formó a través de la sedimentación de arenas ricas en cuarzo que fueron sometidas a altas temperaturas y altas presiones, provocando su recristalización. Lo normal sería pensar que la sedimentación acabe formando capas o estratos, en disposición horizontal, unas encimas de otras. Pero esta disposición original se vio afectada por los movimientos tectónicos.

Veréis, la capa rígida de la corteza terrestre, emergida o sumergida por mares y océanos, no forma un "continuum" rodeando el planeta. Más en profundidad esa masa sólida está cuarteada, formando placas tectónicas. Algunos dicen que esas masas flotan sobre un interior del planeta de naturaleza más líquida: el magma y que se mueven. En unos sitios se acercan y en otros se separan y al hacerlo provocan que unos trozos se levanten y otros se hundan. Los estratos rocosos responden, en función de su propia naturaleza, de muy diferente manera a las presiones a las que se ven sometidas. Unos se pliegan formando ondulaciones, otros se quiebran y se disponen de muy variadas formas.

También es normal que la cuarcita presente una estructura uniforme, formando un bloque, grandes bloques muy compactados. Pero en algunos casos y fiel a su origen sedimentario, aparece formando estratos. Como ocurre aquí en La Penona. Estratos quebrados y muy ladeados, dispuestos casi de forma vertical, que creo no haber visto de una forma tan clara en ningún otro lugar de la Reserva. En Munietsus la cuarcita, muy erosionada, formó inmensos farallones, grandes moles y preciosas agujas en donde no se aprecia banda alguna. 

Estratos inclinados de La Penona. Foto Google.


En el centro los dos afloramientos de La Penona, uno con sus estratos ladeados. Foto Google 


Cuarcita con sus estratos dispuestos en vertical de forma muy clara, cerca de Valmayor fuera de la Reserva en el camino de Las Tablizas. 14 agosto 2022.

Las primeras bandas de La Penona (las superiores) apuntan de forma ladeada hacia el cielo, con hermosos salientes. El estrato que las precede parece ser menos rocoso y en él ya se ha instalado el arbolado. Tras este estrato algo hundido La Penona vuelve a izarse en una forma más rechoncha y de naturaleza totalmente rocosa. La vegetación sigue esa forma ladeada de los estratos, asentándose preferentemente en esa banda menos pétrea. Y el regato que ha ido horadando esos suelos rocosos también lo hace, para luego girar y bajar al valle principal. 

Estratos inclinados de La Penona que nacen en la Vatsina Bedulín y afloran en la Vatsina La Penona. 27 julio 2018


Fijaros como la Vatsina La Penona gira, obligada por los estratos inclinados. 27 julio 2018.

Al estar sobre la misma cima de la sierra, la parte que vierte sobre Munietsus, muy pendiente por cierto, es como un corte estratigráfico en el terreno, que nos permite ver de forma inmejorable esa disposición y esos estratos.

Si vais algún día a las Tsagunas de La Candanosa haréis bien en pararos, en el fuerte repecho que hay tras el cruce de sendas de Vatsina´l Piélago, eligiendo un lugar con buenas vistas, y volverse a contemplar el caprichoso y bello paisaje de La Penona. Además La Penona no se encuentra sola. Sierra arriba, contra el Pico Regueira d´Ovella, se intuyen los circos glaciares de Bovia y Piélago, pero de una forma imprecisa porque no tenemos la perspectiva necesaria, confundiéndose con las partes superiores de las vatsinas. Viéndose también los níveos tseirones, o parte de ellos, de Las Leiras, refulgiendo cuando el sol les pega de lleno. Sierra abajo se ven los tesos y bellos tseirones de la Vatsina Da Eira y sobre todo se ve como el arbolado, exuberante en el valle ya ha llegado a lo alto de la sierra, en Bedulín y La Penona. 

La Penona y varias vatsinas de La Candanosa. ¡Deslumbrante!. Foto Javier Pérez. 2012.

Toda una lección de la lucha y del triunfo de la arboleda en un medio tan hostil y tan bello como este. Recuerdo cuando el arbolado comenzó a prosperar en los agrestes y secos cerros que dividen las vatsinas y como las hojas de sus árboles se secaban mucho tiempo antes que las de sus vecinos instalados más cerca de los cauces y de las vertientes derechas de las vatsinas. La falta de suelo y de humedad reducía su ciclo vital de crecimiento. Pero ahí siguen y en la actualidad ya no hay tanto contraste y seguro que en adelante lo sea menos aún. El arbolado ha mejorado el suelo, tapizándolo, evitando la insolación que casi lo "chamuscaba" y reteniendo durante más tiempo el agua que cae del cielo como maná prodigioso.

Os recomiendo hacer la parada en la subida. En la bajada lo tendréis de frente, más a la vista, pero casi que no lo veréis pues la pendiente del repecho os obligará a no despegar la vista del suelo para ver donde pisáis, no vaya a ser que un traspiés o un resbalón os haga besar el suelo, sentaros dolorosamente en él o rodar un poco por la empinada ladera, algo peligroso y que a nadie le gusta experimentar.

Yo cuando caminaba como un "animal" (en toda la amplitud de su significado) había adquirido la rara habilidad de caminar sin apenas fijarme en el suelo, sobre todo cuando realizaba excursiones de largo recorrido y lo hacía en solitario. Una simple mirada de reojo me bastaba para ir acoplando mis pies a las irregularidades de este. Irregularidades que son como el pan nuestro de cada día por las sendas que transitan por Munietsus y que nos hacen pensar que estamos andando más de lo que dicen las mediciones.

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...