1/30/2025

La Ruta a Las Tsagunas 27. Los sestos

 

Ancho lomo en Sestu Gordu. Visto desde el mirador natural de las Penas de Fonculebrera. 28 julio 2.018.


Los dos sestus que tenemos en el Monte Munietsus son largos tesos o dorsales con una característica común: la de ser muy anchos. Nada que ver con la estrechez que presentan los serrones, el cotarrón y la mayoría de los tesos llamados así.

Que el nombre abarca toda la dorsal queda de manifiesto en el de Sestu Gordu, desde su nacimiento en la sierra hasta muy cerca de su final en el Ríu Munietsus. Solo en esa parte final, donde el teso se vuelve muy estrecho y rocoso cambia el nombre y pasa a llamarse La Queiruela. En el resto de la dorsal aparecen nombres derivados de otras características del relieve: El Chanu, Pico y Cimeira, pero siempre seguidos de Sestu Gordu. 

El inmenso Sestu Gordu, separando Tixeirúa de Refuexu. Foto Google.

El de Sestu Rapáu es también largo y muy ancho, sobre todo el tramo entre El Escabón de Bisulaz y su final en el Ríu La Candanosa. En Bisulaz su anchura y tener menor pendiente explica la instalación de El Pradón, la braña de Oubachu. Desde ahí hasta su nacimiento en la sierra (Pico La Baxancada o Pico La Mesa) el teso va poco a poco difuminándose y perdiendo notoriedad.

Teso de Sestu Rapáu, culminando en el Pico La Mesa y separando el Ríu Las Fayonas de la Vatsigata´l Xardón, Tonante y Fonculebrera. Foto Google.


Aquí se ve mejor su perfil. Foto Google.

Pero este topónimo no aparece solo en Munietsus. En el vecino Monte Valdebóis, unido a la Reserva, tenemos localizados otros dos (puede que haya alguno más porque aquí la recopilación de topónimos no fue tan exhaustiva como en Munietsus, Mual o La Vilietsa).

El más significativo es El Sestón, un aumentativo de Sesto, que es igualmente un largo y ancho teso. Divide El Rigueiro Las Teixeiras (O Rigueiro As Teixeiras) y su continuación por el Vale de Pena Belosa, del valle de Valía Pla y demás vallinas (Valicata o Trouso, Vale Lamoco, Valicatoa,  Abedulía y A Pra Do Corno). Coronado por el Pico do Sestón, en los lindes con Munietsus. 

El Sestón. Donde lo corta la carretera hay un bonito mirador. Foto Google.

Por su parte el Sesto da Uz separa el valle donde está instalado el pueblo de Valdebóis (Vale da Costa) del Vale D´Outelo y su continuación por el Vale do Ravisto, que quedan contra el Puerto do Couño (Counio en bable occidental). El segundo nombre de este largo y ancho teso se deriva de la existencia en su parte inferior de una granda, dominada por los brezos, y ya sabréis que ganzo y uz son lo mismo, tanto en galego como en bable, al menos los de esta zona. La granda que antiguamente tendría buenos pastos, todavía es visible en la actualidad. 

Sesto da Uz. Lo de uz se debe a la granda de ganzos que hay en su inicio inferior. Foto Google.

Puede que algunos piensen que sesto (o sestu en su versión asturiana del bable occidental) es un topónimo exclusivamente galego, pero no es así. El mismo Teso de Sestu Rapáu era utilizado mayoritariamente por el pueblo de Oubachu, un pueblo donde se hablaba bable occidental y en el Monte La Vilietsa, donde los topónimos son también en esta fala, tenemos localizados otros dos sestos.

Cuando recopilé los topónimos de este Monte, también anexionado a la Reserva, utilicé la grafía sexto, que creo que fue un error ya que los hablantes no utilizaban realmente la x si no la s. Ambas suenan parecidas pero la x necesita una mayor pronunciación, algo que yo nunca escuché en mis informantes, fuesen galegos o asturianos.

Los cabreirus de La Vilietsa y Tsarón llamaban El Sesto La Porquera a la parte inferior de un teso largo que luego pasa a ser llamado Sierra Morena. El trozo del Sesto es bastante ancho, mientras que el de Sierra Morena es muy estrecho y además rocoso. Este teso separa el vatse más importante del Monte (Regueiro Porquera) del propio Ríu Ibias. 

Sesto La Porquera, ancho lomo que luego continúa por Sierra Morena. Foto Google.

Aquí sesto más que referirse a un teso largo parece hacerlo a un punto concreto, aunque elevado y ancho, similar a lo que decíamos antes de teso.

El otro sesto del Monte La Vilietsa es El Sesto Las Funtaninas, Otro teso ancho y alargado que separa dos vatsinas del Regueiro Porquera: Vatsina´l Garabal de Vatsina Entrepenas. 

El Sesto Las Funtaninas. Foto Google.

También hay otro sesto en zona de bable occidental: El Sesto en Xedré, del que no poseo datos sobre su localización.

Quedaría por mencionar el nombre de un pueblo relativamente cercano a nuestro Monte, aguas abajo de La Venta, tras el desfiladero que hay en el Ríu Rengos (Narcea): Sasturrasu. Así lo llamaban nuestros paisanos y así lo debemos mantener. Pero el nombre que aparecía en los mapas nos ayudará a entender su significado. Aparecía como Sextorraso, al que luego se le cambió la x por una s quedando Sestorraso, que se acercaba más al real.

Curiosamente en el cartel a la entrada y salida del pueblo, en el que aparecen la versión nueva del nombre y la antigua, se ha cometido un error y aparece Sesturraso en lugar de Sasturraso. 

Entrada en Sasturrasu, bajando hacia Cangas. Foto Google.

En cualquier caso el nombre creo que se debe a que el pueblo está justo al pie de dos dorsales que bajan desde la Sierra de Pena Ventana (Sierra de Brigueda). Una de esas dorsales sería el sesto que muere cuando el terreno se vuelve llano (raso) en la pequeña veiga del pueblo. 

Una de estas dos dorsales estaría en el origen del nombre, donde el teso moriría quedando al raso. Foto Google.

Los mapas del IGN (Instituto Geográfico Nacional), escala 1: 50.000 que tengo del concejo de Cangas, que abarcan seis hojas, los tengo tan gastados, debido a su uso, que ya casi no se pueden utilizar. Gracias a las instrucciones que me dio mi hermano Naciu pude bajar a mi ordenador la hoja 75 (Gedrez) en su primera edición de 1953. Es una gozada porque se puede ampliar sin difuminación alguna y la información que contiene es sumamente interesante. Aparecen cosas que en otros mapas (por ejemplo los del ejercito) no salen y además presentes en una fecha relativamente antigua, al menos para mí que todavía no había nacido. 

Las seis hojas que abarcan todo el Concejo de Cangas en escala 1: 50.000 están sumamente gastadas.

Otra cosa que se agradece es que los topónimos, a pesar de estar castellanizados y mal situados en ocasiones (algo difícil de mejorar debido a la escala utilizada) suelen acercarse bastante a los originales, aunque también hay errores.

Me he entretenido durante un buen rato, en realidad varios días, buscando en él este topónimo de sesto y me he llevado la grata sorpresa de verlo aparecer en numerosos lugares, que paso a detallaros:

Muy cerca de Munietsus está Sexto Las Leiras (que sería Sesto As Leiras ya que en Munietsus también tenemos un lugar llamado As Leiras) que es el teso que cierra Valcarcel por su vertiente derecha, subiendo hasta el Pico Ciallo y bajando hasta la Sierra del Bonzón, San Clemente y el Río Ibias. 

En Folgueiras d´a Bionga, que en realidad es Folgueiras da Viouga (lo de Viouga es por el río, cuya cabecera principal nace en el Couño de Valdebóis) tenemos dos: Teso El Sextón y Sexto Carbueiro. 

Teso El Sextón y Sexto Carbueiro en Folgueiras da Viouga.

En nuestro Ríu Coutu, donde igualmente falaban bable occidental, tenemos cuatro sestos: tres cerca de Monesteriu (Sexto Ablanín, Sexto del Torno y Sexto Fuente Carmelo) y uno en Combu (Sexto de Balsadas). Mientras que en el vecino Ríu Arganza tenemos uno: Sexto de la Chinar en Fontes de Las Montañas. 

Tres sestos en Monesteriu: Sexto Ablanín, Sexto de Fuentecarmelo y Sexto del Torno.

Un sesto aparece en la zona galega de Valledor: Sexto de La Braña, en Villalaín. Y dos en la zona de Negueira de Muñiz, ya en la Provincia de Lugo: Sexto del Horrio y El Sextón en Ernes.

Esto anterior es lo que aparece en la hoja 75, supongo que en las hojas colindantes a esta aparezcan muchos más, sobre todo en el área de Ibias, Atsande...y en las comarcas vecinas de Galicia ya que el topónimo parece ser muy frecuente en todas esas zonas.

Hace ya muchos años que tenía ganas de hacerme con mapas del mismo Instituto pero a una escala más reducida y por lo tanto con mayor detallismo, a 1: 25.000, lo que significa que cada hoja a 1: 50.000 aparece llenando cuatro hojas de 1: 25.000.

Quería hacerme con todas las de nuestro Concejo, lo que supondría una porrada de hojas. Pero estando aquí en León y disponiendo de poco tiempo libre lo fui dejando pasar.

Hace poco tiempo y aprovechando una estancia en Uviéu, anoté las hojas que me interesaban y me dirigí a varias librerías donde antaño había conseguido los de 1: 50.000, pero no las tenían. En una de ellas me indicaron que fuera a la Delegación del IGN que había en esta ciudad, así que allí me dirigí.

Sobre la marcha decidí hacerme solo con las cuatro que correspondían a la de Gedrez. ¿Para qué hacerme con todas si muchas apenas si las utilizaría?, Además si necesitaba alguna más las podía solicitar a través de internet. 

Las cuatro hojas del número 75, con la de Xedré (75-I) desplegada. Escala 1:25.000.

En casa tenía hojas a escala 1: 50.000 hasta de Navarra, hojas que nunca iba a utilizar. Qué sentido tenía acumular papel y más papel y como os decía en otra parte, a mi edad, lo material va perdiendo valor.

Me vendieron las de la última edición, de 2.023, y me llevé la agradable sorpresa de ver la mayoría de los nombres de los pueblos y localidades en su grafía vernácula. Aunque el bable (en sus tres variantes) y el Eo-Naviego, siguen sin ser reconocidos como lenguas cooficiales, junto al castellano, en Asturias, en estos mapas, editados en Madrid, se han adelantado a algo que no tardará mucho en producirse y es curioso porque solo aparece la grafía asturiana o la galega.

Aparece por ejemplo La Riela, sin aparecer  a su lado su variante castellana (La Regla), algo que puede ser más que discutible. Lo lógico sería que aparecieran las dos variantes para no herir las sensibilidades de quienes están habituados a la variante castellana, que pese a lo que pueda parecer siguen siendo muchos.

Lo digo porque es la pura verdad. En mi pueblo muchos se enfurecieron cuando junto al nombre castellano de Moal aparecía el asturiano de Mual (en los carteles de los pueblos, que fueron sustituidos hace poco, aparecen los dos nombres).

El castellano que nos fue impuesto a sangre y espada, tildando a quienes no lo hablaban de paletos y burros, también forma parte de nuestra idiosincracia y  a fin de cuentas tanto el asturiano , fala del Eo-naviego como castellano son hijos de una misma madre y lo normal es que los hermanos se lleven bien entre si. Así que ante todo respeto entre las tres lenguas.

Yo procuro rescatar los topónimos originales con los que nuestros paisanos y paisanas designaban a todo lo que nos rodeaba. Es de justicia y además los siento como más propios, me llegan más al corazón y me evocan mejores sensaciones. Pero no desprecio al castellano, entre otras cosas porque es la lengua en la que me expreso.

Pero fuera de los nombres de las localidades, que ya gozan de reconocimiento oficial, el resto de topónimos que aparecen en estos mapas están a medio camino. Algunos aparecen en asturiano o galego, otros aún en castellano y otros que parecen estar asturianizados o galleguizados pero sin ser los originales. 

BOPA de 2.008 donde se establece el nombre oficial de los pueblos y otros lugares de Cangas.


Idem anterior.

Un largo camino por recorrer, pero al menos ya se están dando los primeros pasos. Sería de agradecer que se colocaran en su lugar y que se eliminaran los falsos. 

Bueno, a lo que iba ahora es que en estos mapas siguen apareciendo los sestos y que algunos lo hacen por primera vez. O sea que no aparecían en el de escala 1: 50.000. Para no resultar cansino solo os mencionaré uno en la Sierra del Pando (El Sesto), por encima de Combarru. Otro por encima de La Veiga´l Tachu (El Sesto) y tres en la zona del Ríu Xichón (Gillón): Sesto La Dinar en El Cotu, Sestos en Vidal y Sesto Queimadu (al que le sobraría la d) en Matiecha Vieja (Matietsa Viecha).

Como todos-as podemos comprobar, el topónimo Sesto aparece no solo en Munietsus si no en una amplia zona geográfica y su número no haría si no aumentar si conociéramos a fondo todos los topónimos de estos lugares ya que los mapas solo nos muestran una pequeña parte de los existentes. Seguro que tendríamos muchos más.

Ahora bien, por qué nuestros antepasados hacían estas distinciones, llamando a los tesos o cerros de distinta forma: serrones o cotarrones a los estrechos y rocosos, sestos a los anchos y alargados...

La cultura popular siempre tenía un fin práctico, no elucubraban conocimientos teóricos si no que buscaban otros que de una u otra forma les pudieran beneficiar al ser útiles.

Si analizamos la etimología de la palabra sesto lo podremos ver reflejado.

Dice el Diccionario de la Lengua Castellana de sexto (o sesta): "Que ocupa en una serie el lugar número seis". Y lo mismo cabría decir de su significado en Gallego o en asturiano ya que la palabra se deriva de la latina sextus.

¿Qué tiene que ver este significado con el de una unidad del relieve, que es lo que aquí proponemos?.

Para entenderlo es necesario conocer algunas cosas sobre el tiempo en la época romana. Los romanos disponían de todos los medios para medir el tiempo (relojes, calendario...). Pero no dividían el día en 24 horas como hacemos nosotros. Repartían el tiempo de luz (el día sin tener en cuenta la noche) en 12 partes iguales entre si, o sea en 12 horas que se expresaban con números ordinales (hora prima, hora secunda...). La hora prima es la primera del día, el amanecer y la hora duodécima es la última, la de la puesta del sol.

La duración de cada hora era la misma entre ellas pero era diferente según fuera la época del año. En invierno duraba unos 45 minutos y en verano llegaba a ser de hasta 90 minutos. 

Hechas estas anotaciones vamos con lo que realmente nos interesa. La hora sexta es la del mediodía, el momento en el que el sol està más cerca de su cenit, quedando totalmente sobre nuestra cabeza y no teniendo inclinación alguna, lo que posibilita la mayor insolación de los rayos solares y por lo tanto la mayor temperatura a lo largo del día.

Ese momento de máxima temperatura, la hora sexta, es utilizada, sobre todo en verano, para que las personas se tomen un descanso, apartándose del sol. Nuestra popular siesta viene precisamente de eso ya que la palabra siesta proviene del nombre romano de esa hora, la sexta.

Los animales domésticos, cabras, ovejas, caballos, vacas y hasta los perros también rehúyen esa máxima subida de las temperaturas y sestean buscando un lugar donde está se vea amainada. En los montes el lugar más propicio para conseguirlo se halla en las sierras o en los cerros donde siempre corre algo de brisa. Los rumiantes se asientan sobre sus cuatro patas y se dedican a rumiar durante un par de horas.

Los que nos precedieron llamaban sesto a los cerros donde el ganáu pudiera sestear cómodamente. Cerros que tenían que ser lo suficientemente anchos como para darles cabida y largos para permitirles alternar diferentes altitudes con el transcurrir de los días en busca de nuevos pastos.

1/15/2025

La Ruta a Las Tsagunas 26 Hasta El Teso de Sestu Rapáu. Los Cerros 1.

Teso de Sestu Rapáu. 23 septiembre 2.000.

En el teso Que divide La Vatsina Tonante de la Vatsigata´l Xardón estamos a 1.160 m. de altitud y la senda se encuentra sobre un tseirón, que se prolonga algo hacia abajo, y sobre la madre de este.

El teso es relativamente corto ya que muere en el Escabón de Bisulaz, sobre el teso de mayor envergadura de esta zona, el de Sestu Rapáu. Está prácticamente desarbolado en la cara que mira para la Vatsigata y algo arbolada la que queda contra Tonante.

Decíamos que los farallones dispersos por la Vatsina Tonante eran atractivos y bonitos al contrastar con el bosque. Pero los que aquí hay , en las partes bajas, son un auténtico infierno, aunque no necesariamente feos u horribles.

Hay multitud de ellos, configurando numerosas vaguadinas, con una en La Hozcona de mayores dimensiones. Predominan las verticales, pero también las hay ladeadas. Una maraña donde lo que predomina es la roca pura y dura. Y digo que es un infierno porque aquí, hasta las partes bajas de la Granda de Sestu Rapáu, el arbolado brilla por su ausencia.

En esos escarpes solo hay algunos instalados en los cauces de las vaguadinas y otros pugnando por hacer lo mismo en sus cercanías, algo que les va a llevar mucho tiempo. Son mayoritariamente robles orocantabricos, con algún albar que se ha atrevido a acompañarlos.

Nada de esto vemos desde la senda pues queda bastante por debajo de ella. Solo algunas crestas que se pierden hacia abajo, secas y peladas en las que asoma la cuarcita.

Y nos metemos en la Vatsigata´l Xardón que como su nombre indica es una pequeña vatsina, que nace a los pies del Pradón de Bisulaz, no muy lejos de donde nos encontramos. A pesar de su tamaño, en su centro, tiene un marcado cauce. Eso sí, seco en verano.

Ladera izquierda de la Vatsigata´l Xardón , muy quemada y en recuperación. 27julio 2.018.

 

Otra imagen de la ladera izquierda de La Vatsigata´l Xardón. 27 julio 2.018.

Lo de xardón ya sabéis que se refiere a un acebo (ilex aquifolium), arbolito frecuente en las cercanías de las brañas y zonas de pasto porque el ganáu no se atrevía a ramonearlo por sus punzantes hojas. Aquí seguramente habría un xardón arbóreo, de grandes dimensiones, que llamaría la atención de los lugareños, de ahí el nombre. 

El nombre de esta vatsigata queda bien explicado con esta imagen, tomada en dicho lugar. 26 julio 2.016.

Los lugareños a los que me refiero serían de Oubachu, antepasados de los actuales arbetsones (arbetsones, gentilicio de los nacidos en Oubachu) que como su ganado deambularían por las partes altas de esta vatsina.

El Pradón de Bisulaz era la braña más importante de Oubachu y la que más alejada se encontraba del pueblo y estaba instalada en El Escabón de Bisulaz, aprovechando lo poco pendiente que era este lugar. Además de pastar en la pradera de la propia braña, que debía de ser excelente a tenor del nombre dado a la braña (Pradón), el ganáu también lo haría por todo el entorno.

La Vatsigata´l Xardón está en su totalidad dentro del Monte Munietsus, pero eso al ganáu ni fu, ni fa. Aprovecharían  la ladera izquierda de la Vatsigata donde había menos arbolado y seguramente la Grandina de Sestu Rapáu, un buen claro entre el arbolado, en la cabecera de la Vatsigata y cuyo origen parece estar relacionado directamente con la existencia de dicha braña.

El lugar estaba muy alejado y los Guardas Jurados de los Condes y de los posteriores propietarios del Monte, solo pasarían por allí en contadas ocasiones. Cuando lo hicieran se limitarían a espantar al ganado en dirección a su braña y poco más ya que eran vecinos o conocidos de los dueños de ese ganáu. 

Antes cuando el ganáu era llevado a pastar por los montes era muy frecuente que algunas reses acabaran pasando a pastar a los montes de las comunidades vecinas. Las vacas nada sabían de deslindes ni de nada parecido, para ellas "todo el monte era orégano" y además los montes no estaban cercados o delimitados físicamente.

Solo en algunos lugares donde el paso había que hacerlo por un único punto, dado lo escabroso del resto del terreno, se colocaba algún impedimento para impedir el tránsito. Por ejemplo aquí en Munietsus por detrás de La Pena L´Armadina, por donde pasaba la antigua  pista maderera, había una cancilla para que el ganáu de Mual no pudiera pasar a Las Tablizas. Ganáu procedente de la braña que los papudos (gentilicio de los nacidos en Mual) tenían entre Los Putseiros y Bisnuevo o de los praus de ambas zonas.

Otro ejemplo son Las Carriles, otro impedimento físico arriba en la sierra, que delimitaba el Monte La Vilietsa del Monte de El Vilar de Cendias y que servía para impedir que el ganáu transitara libremente entre ambos montes.

Pero las vacas son más ágiles de lo que parecen a simple vista. Incluso las más grandes y pesadas atraviesan lugares impensables y seguro que las de entonces eran algo más pequeñas. 

Para evitar que el ganáu se desperdigara o pudiera ser atacado por alguna "alimaña" existían las veceras. Los vecinos con ganáu se repartían entre si la vez para encargarse de dicha tarea. Teniendo en cuenta que quien tuviera más ganáu tendría más turnos que el que tuviese menos. Era una forma de economizar las labores.

Había veceras de vacas, de cabras y de ovejas, pero fueron desapareciendo en la fase final de la economía tradicional, caracterizada por el triunfo del individualismo y el retroceso de prácticas colectivistas. Se subía el ganado al monte y de vez en cuando alguien se acercaba a ver como estaba.

Con veceras , o sin ellas, cuando el propietario se percataba de la desaparición de una o de varias reses, comenzaba de inmediato su búsqueda.

Algunas veces las encontraba muertas, despedazadas por los tsobus, l´osu o por causas naturales. Pero en la mayoría de los casos el ganáu simplemente se había perdido y estaba en otro lugar, comenzando la búsqueda por los montes vecinos.

Por el contrario cuando algún vecino se percataba de la presencia en su monte de ganado de otro pueblo rápidamente hacía correr la voz en toda la redondada de dicho suceso, para que el propietario pasase a recogerlo. Nadie trataba mal a dicho ganáu y algunos incluso lo recogían y lo bajaban a su pueblo y lo alimentaban mientras tanto. El propietario pagaba un módico precio por lo gastado y las molestias ocasionadas y todos tan amigos. Nadie estaba libre de que a él le pasase lo mismo. ¡Hoy por ti, mañana por mí!.

En la década de los cincuenta del pasado siglo, la Administración a instancias de la empresa propietaria del Monte Munietsus, prohibió la práctica del pastoreo dentro de dicho Monte. La medida afectaba a las brañas arrendadas por los diversos pueblos del entorno. Pero solo a las más elevadas, las cercanas a la sierra, pues las más bajas ya hacía tiempo que habían desaparecido, devoradas por las talas madereras.

Pero durante bastante tiempo, e incluso en la actualidad, ganado de los pueblos limítrofes con Muniellos penetraban en él. Si lo hacían con el consentimiento de sus propietarios, la cosa no iba a más pues ellos se encargaban luego de sacarlo. Daba más guerra el ganáu que lo hacía por su cuenta, ya que una vez detectado  había que contactar con sus propietarios para proceder a su extracción.

Los Guardas de Munietsus tenían esto presente aún cuando yo empecé a trabajar como Guía- Monitor, como demuestra la anécdota que os voy a contar.

Mis amigos Jose (carnicero le llamábamos todos) y Carmen, con los que realizaba numerosas excursiones, me comentaron si podrían visitar Munietsus sin permiso acompañados del padre de Carmen, al que yo ya conocía y apreciaba por su cordialidad y que entonces vivía en Gillón. ¿Cómo me iba a negar?. Busque un día que librara Jaminón, el Guarda de Las Tablizas, por su rotunda negativa a permitir la entrada a quien no tuviese permiso.

Lo cierto es que ya no me acuerdo bien de la excursión. No entramos por Las Tablizas y creo que estuvimos por Sestu Gordu y su entorno, mi sitio preferido de todo el Monte y que al bajar por el teso para coger el atajo que existía, debido a las prisas, no lo encontramos y acabamos bajando al Ríu Refuexu tras pelearnos con altas escobas. 

En Las Tablizas estaba Aladino Farruco sustituyendo a Jaminón y se sorprendió al vernos llegar. Le presenté a mis acompañantes y Aladino pensaba y así nos lo hizo saber, que estaban buscando ganáu extraviado cerca de Munietsus. Que eran conocidos míos y que yo los había acompañado en la búsqueda por la Reserva.

Como yo tenía algo de confianza con Aladino le dije la verdad, que ellos venían conmigo y que no buscaban ganado alguno. Que simplemente habíamos dado un largo paseo por el Monte. Aladino quedó un poco confuso pero no nos montó ningún número ni nos exigió permiso alguno.

La Braña del Pradón no se vio afectada por la prohibición del pastoreo dentro del Monte ya que estaba en el Monte Oubachu, pero también se abandonó. como la de Los Sagraos y La Brañina de Decutsada. Brañas que solo servían para pastorear y que fueron víctimas del cambio que se dio en la ganadería, orientada ahora a la producción de leche con ganado más estabulado y a la posterior disminución de la cabaña ganadera. Seguía activa para Oubachu su braña equinoccial de La Veiga´l Pumar.

En la Vatsigata´l Xardón, en el entorno cercano a la senda, hay buena arboleda, mejor que la de Tonante, con buenos robles en tamaño y mayor densidad, aunque también se aprecia las huellas del incendio. Con perspectivas veríamos que por debajo de la senda el buen arbolado se ciñe a la zona central de la Vatsigata y parte de su ladera derecha, mejorando aún más hacia abajo, antes de llegar al infierno rocoso. 

Inicio de La Vatsigata con huellas del incendio (casi todos los robles tienen una oquedad en el tronco, al ser heridos cuando eran muy jóvenes). 26 julio 2.016.

Tras el cauce central la senda experimenta una ligera subida y sigue siendo irregular. Luego comienza a llanear al atravesar una vaguadina casi inapreciable. 

La abundancia de tantas folgueras es una señal clara de que aquí hubo un incendio, que parece no haber afectado al primer roble. en el resto buena recuperación del robledal. 26 julio 2.016.


Al acercarnos al teso el arbolado mejora notablemente. 26 julio 3.016.

 Y casi sin darnos cuenta notamos que todo mejora: el suelo, la senda y hasta el arbolado. Desde que dejamos Decutsada no nos encontrábamos en un sitio tan precioso y acogedor como este. 

Ya estamos llegando al Teso de Sestu Rapáu. 26 julio 2.016.

Estamos en el Teso de Sestu Rapáu, pero lo cierto es que nadie se percataría de que estamos en un teso. Este cerro a diferencia del resto de los existentes en el Monte es muy ancho y como está muy arbolado por donde transita la senda, su bóveda nos impide tener referencias visuales externas que nos permitan darnos cuenta de que lo iremos circunvalando.

Solo hay otro teso con estas características en Munietsus: Sestu Gordu, tan ancho (o gordo como el mismo nombre indica) o más que en el que ahora nos encontramos.

Queda claro que algo querían decirnos nuestros antepasados utilizando nombres distintos para referirse a los cerros que separan valles, vatses y vatsinas. Nada sabían ellos ni de geología ni del resto de ciencias encargadas de estudiar la piel de la Tierra, pero si conocían las diferentes formas en las que esta se manifiesta en las zonas en las que habitaban o en las que visitaban de vez en cuando. 

Teso (o tesu), serrón, sesto (o sestu), cotarrón y serrapo, hacen relación, aquí en Munietsus, a la misma unidad de relieve, cuya forma viene determinada por dos características o condiciones: ser más alargada que ancha y estar a mayor altitud que los relieves que hay en sus dos lados.

Todas ellas se asemejan a sierra, con la salvedad de tener una menor longitud. Una sierra es una alineación de picos y otros relieves también en alto pero menos protuberantes. El teso y los otros son dorsales que nacen en la misma sierra y descienden hasta morir en los ríos.

Cierto es que teso también alude a un solo altozano, a un elemento aislado que sobresale algo sobre todo su entorno. Debiendo admitirse, según sea cada caso, este otro significado. 

Al abarcar grandes superficies el nombre de sierra no suele ser frecuente en la toponimia popular. Las comunidades rurales solo daban nombre a aquello que los rodeaba y por donde solían transitar, aunque el significado de sierra era entendido por todos-as.

En todo Munietsus solo aparece una vez: Abedulín de Sierramala. La sierra mala hace referencia a la sierra que divide la cuenca del Río Narcea (Munietsus) de la cuenca del Río Navia (Río Viougas de Valdebóis en Ibias) que como bien dice es realmente escabrosa. Iría desde La Bovia del Munteiru hasta el Pico´l Counio.

Sierra procede del latín serra, con el doble significado que luego tendrá en todas las lenguas romances. Por un lado podía referirse a un instrumento de cortar y por otro a una cadena montañosa. El mismo nombre para dos realidades distintas, derivado sin duda de la semejanza existente entre una alineación de montañas con picos en forma de triángulo (muy frecuente en las sierras geográficas) y una herramienta con dientes con forma de triángulo. 

En nuestro Concejo de Cangas, todos nuestros mayores conocían la existencia de un amplio territorio al que llamaban Partiu Sierra, formado por todos los pueblos de los Ríus Antráu (Antrago), Ounón (Onón) y Narcea aguas abajo de la Villa, abarcando las siguientes Parroquias (así como los pueblos que las conforman): Xarceléi, Samartín de Sierra, Santiáu de Sierra, Mieldes, Tibongu, San Pedru Culiema, Carceda, Ounón, Maganes, Santianes, Tsinares, Robléu de Teinas y Ambres.

El nombre de Sierra seguramente se debe a que el territorio está surcado en su mayor parte por sierras y tesos más o menos suaves, muy antropizadas por las actividades humanas tradicionales (agricultura y ganadería, con predominio de la primera). Hay otras zonas en el Concejo con estas mismas características pero que no abarcan tanta superficie. Al estar este territorio algo alejado de las altas cimas de la Cordillera Cantábrica es lógico que predomine ese relieve alomado, aunque en las cabeceras de sus ríos el relieve es mucho más quebrado.

Serrapo también deriva de serra y debe de ser un diminutivo, al menos en Muniellos ya que cuando aparece lo hace sobre lugares no muy amplios en longitud.

Igualmente derivado de serra es serrón, manteniendo su doble significado. Según el Diccionario Español serrón es una sierra larga y algo curva por el lado de los dientes, que tiene un asa en cada extremo y que se emplea principalmente para talar árboles entre dos personas. Instrumento al que también se le llama tronzador (para trozar troncos u obtener tablas y tablones).

Según el Diccionario General de la Lengua Asturiana puede significar peñasco grande y abrupto o crestón de peña. Siendo crestón de roca el que más cuadra con los serrones de Munietsus: crestón muy alargado en el caso del Serrón del Níu L´Aigla, alargado en el Serrón de Las Berzas y menos alargado en el Serrón de Los Pradallos. 

Los tres serrones de Munietsus vistos desde el Teso de Sestu Rapáu. 27 julio 2.018.

Desconozco la etimología de cotarrón, pero en algunas zonas del Norte Peninsular, como Castilla y León, Cantabria y como vemos en Asturias-Galicia, cotarro y su versión femenina es un montículo o loma. El Cotarrón de La Candanosa es un aumentativo de cotarro ya que es bastante alargado y escarpado.

Volveremos más tarde , en el capítulo siguiente, sobre el significado del cerro que nos queda por ver y en el que ahora estamos, Sestu Rapáu, pero dejadme ahora centrarme en él.

Todos sabemos que el tiempo apura haciendo la Ruta. Ya hemos andado un buen rato pero lo que nos queda aún nos llevará bastante más. Y luego queda la vuelta, siempre valle abajo, que habrá que hacer a buen ritmo para estar a las 7 de la tarde en Las Tablizas.

Si habéis salido en torno a las 9 de la mañana de la casa del guarda sería conveniente que estuvierais en Sestu Rapáu antes de las 12 del mediodía o en torno a esa hora.

A pesar de las prisas os recomendaría que hicierais el tramo de todo el teso pausadamente. No digo que os paréis a descansar o echar un bocáu cómodamente sentados, si no que reduzcáis el ritmo de vuestro andar. Pasead tranquilamente por el teso, es otra forma de descansar, y fijaos en todo lo que os va envolviendo. 

Buena senda y buen arbolado. Un auténtico remanso de paz. 26 julio 2.016.

Merece la pena y no os defraudará. Veréis grandes albares por encima, por debajo y hasta en la misma senda. Aquí no llego la matarrasa de Muniellos S.A. que arrasó una parte del Ríu Las Fayonas pero sí las entresacas de épocas anteriores y puede que alguna paralela a la matarrasa, dada su cercanía a las pistas trazadas para extraer todo lo cortado. 

Hermoso ejemplar de roble adulto pegado a la senda justo antes de llegar al centro del teso. ¿Ojo a la herida del tronco en la base?. 26 julio 2.018.

Como en otros lugares de Munietsus, en las entresacas solo se cortaron los robles y también las fayas, que eran por cierto muy numerosas, que estaban sanas y eran maderables y se dejaron de lado todos los árboles que tenían alguna deficiencia.

El resultado es que a día de hoy la mayoría, por no decir todos los grandes albares con los que nos topamos, presentan síntomas evidentes de decrepitud, con oquedades en el tronco que presagian interiores huecos o llenos de madera descompuesta. Copas y ramas secas que anuncian el debilitamiento y la muerte a no tardar mucho de quienes lo padecen. 

Robles, quemados, secos y deteriorados en el mismo teso. 26 julio 2.016.

Encima de la senda se ven tres robles desplomados. Uno ya estaba completamente seco y ya no emitía rama alguna. Fue arrancado del suelo con parte de sus gruesas raíces, que ahora se retuercen y apuntan al sol. 

Buen arbolado rejuveneciéndose por encima de la senda un poco antes del teso. 26 julio 2.016.

Los otros dos eran más jóvenes y fueron tronchados a dos metros del suelo. Estos tenían ramas y hasta copa pero es probable que estuvieran heridos por el incendio del que ya hablamos. Porque esta es la plaga que padeció nuestro monte: talas e incendios.  

El incendio es el que explica que muchos de los robles jóvenes pero cercanos a la madurez, pongamos 40 años tengan algunas heridas. El fuego los lamio cuando eran pequeñines. No los quemó pero los marcó de por vida. 

Centro mismo del teso por debajo de la senda recuperándose de las múltiples heridas del antiguo incendio. 26 julio 2.016.

También hay otros árboles con deficiencias provocadas por fenómenos puramente naturales, pero esas son inevitables. Así que lo mejor que podemos hacer es dejar que el bosque siga regenerándose. Gracias a las prodigiosas cosechas de tsande y de fayucos, dejadas por estos árboles heridos, el futuro está asegurado. Alegrémonos nosotros viendo las altas densidades de robles nuevos que ya llevan unos años haciendo acto de presencia y por ver in situ todo este proceso. 

En la misma senda centro del Teso. 26 julio 2.016.

Y para terminar, que nadie espere ver aquí robles tan altos como los que habíamos visto en Decutsada. Estamos en un teso y la humedad no es tan abundante como en las cercanías de un regueiro. Pueden engordar tanto como allí pero nunca alcanzar sus vertiginosas alturas.

Y ¿qué me decís de la belleza que irradian todos los robles?, con heridas o sin ellas, a mí me parecen preciosos, así que no os ruboricéis si os apetece acariciarlos y sentirlos, al árbol no le molestará lo más mínimo notar otro ser vivo a su lado que no pretende hacerle daño alguno.                         

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...