1/15/2025

La Ruta a Las Tsagunas 26 Hasta El Teso de Sestu Rapáu. Los Cerros 1.

Teso de Sestu Rapáu. 23 septiembre 2.000.

En el teso Que divide La Vatsina Tonante de la Vatsigata´l Xardón estamos a 1.160 m. de altitud y la senda se encuentra sobre un tseirón, que se prolonga algo hacia abajo, y sobre la madre de este.

El teso es relativamente corto ya que muere en el Escabón de Bisulaz, sobre el teso de mayor envergadura de esta zona, el de Sestu Rapáu. Está prácticamente desarbolado en la cara que mira para la Vatsigata y algo arbolada la que queda contra Tonante.

Decíamos que los farallones dispersos por la Vatsina Tonante eran atractivos y bonitos al contrastar con el bosque. Pero los que aquí hay , en las partes bajas, son un auténtico infierno, aunque no necesariamente feos u horribles.

Hay multitud de ellos, configurando numerosas vaguadinas, con una en La Hozcona de mayores dimensiones. Predominan las verticales, pero también las hay ladeadas. Una maraña donde lo que predomina es la roca pura y dura. Y digo que es un infierno porque aquí, hasta las partes bajas de la Granda de Sestu Rapáu, el arbolado brilla por su ausencia.

En esos escarpes solo hay algunos instalados en los cauces de las vaguadinas y otros pugnando por hacer lo mismo en sus cercanías, algo que les va a llevar mucho tiempo. Son mayoritariamente robles orocantabricos, con algún albar que se ha atrevido a acompañarlos.

Nada de esto vemos desde la senda pues queda bastante por debajo de ella. Solo algunas crestas que se pierden hacia abajo, secas y peladas en las que asoma la cuarcita.

Y nos metemos en la Vatsigata´l Xardón que como su nombre indica es una pequeña vatsina, que nace a los pies del Pradón de Bisulaz, no muy lejos de donde nos encontramos. A pesar de su tamaño, en su centro, tiene un marcado cauce. Eso sí, seco en verano.

Ladera izquierda de la Vatsigata´l Xardón , muy quemada y en recuperación. 27julio 2.018.

 

Otra imagen de la ladera izquierda de La Vatsigata´l Xardón. 27 julio 2.018.

Lo de xardón ya sabéis que se refiere a un acebo (ilex aquifolium), arbolito frecuente en las cercanías de las brañas y zonas de pasto porque el ganáu no se atrevía a ramonearlo por sus punzantes hojas. Aquí seguramente habría un xardón arbóreo, de grandes dimensiones, que llamaría la atención de los lugareños, de ahí el nombre. 

El nombre de esta vatsigata queda bien explicado con esta imagen, tomada en dicho lugar. 26 julio 2.016.

Los lugareños a los que me refiero serían de Oubachu, antepasados de los actuales arbetsones (arbetsones, gentilicio de los nacidos en Oubachu) que como su ganado deambularían por las partes altas de esta vatsina.

El Pradón de Bisulaz era la braña más importante de Oubachu y la que más alejada se encontraba del pueblo y estaba instalada en El Escabón de Bisulaz, aprovechando lo poco pendiente que era este lugar. Además de pastar en la pradera de la propia braña, que debía de ser excelente a tenor del nombre dado a la braña (Pradón), el ganáu también lo haría por todo el entorno.

La Vatsigata´l Xardón está en su totalidad dentro del Monte Munietsus, pero eso al ganáu ni fu, ni fa. Aprovecharían  la ladera izquierda de la Vatsigata donde había menos arbolado y seguramente la Grandina de Sestu Rapáu, un buen claro entre el arbolado, en la cabecera de la Vatsigata y cuyo origen parece estar relacionado directamente con la existencia de dicha braña.

El lugar estaba muy alejado y los Guardas Jurados de los Condes y de los posteriores propietarios del Monte, solo pasarían por allí en contadas ocasiones. Cuando lo hicieran se limitarían a espantar al ganado en dirección a su braña y poco más ya que eran vecinos o conocidos de los dueños de ese ganáu. 

Antes cuando el ganáu era llevado a pastar por los montes era muy frecuente que algunas reses acabaran pasando a pastar a los montes de las comunidades vecinas. Las vacas nada sabían de deslindes ni de nada parecido, para ellas "todo el monte era orégano" y además los montes no estaban cercados o delimitados físicamente.

Solo en algunos lugares donde el paso había que hacerlo por un único punto, dado lo escabroso del resto del terreno, se colocaba algún impedimento para impedir el tránsito. Por ejemplo aquí en Munietsus por detrás de La Pena L´Armadina, por donde pasaba la antigua  pista maderera, había una cancilla para que el ganáu de Mual no pudiera pasar a Las Tablizas. Ganáu procedente de la braña que los papudos (gentilicio de los nacidos en Mual) tenían entre Los Putseiros y Bisnuevo o de los praus de ambas zonas.

Otro ejemplo son Las Carriles, otro impedimento físico arriba en la sierra, que delimitaba el Monte La Vilietsa del Monte de El Vilar de Cendias y que servía para impedir que el ganáu transitara libremente entre ambos montes.

Pero las vacas son más ágiles de lo que parecen a simple vista. Incluso las más grandes y pesadas atraviesan lugares impensables y seguro que las de entonces eran algo más pequeñas. 

Para evitar que el ganáu se desperdigara o pudiera ser atacado por alguna "alimaña" existían las veceras. Los vecinos con ganáu se repartían entre si la vez para encargarse de dicha tarea. Teniendo en cuenta que quien tuviera más ganáu tendría más turnos que el que tuviese menos. Era una forma de economizar las labores.

Había veceras de vacas, de cabras y de ovejas, pero fueron desapareciendo en la fase final de la economía tradicional, caracterizada por el triunfo del individualismo y el retroceso de prácticas colectivistas. Se subía el ganado al monte y de vez en cuando alguien se acercaba a ver como estaba.

Con veceras , o sin ellas, cuando el propietario se percataba de la desaparición de una o de varias reses, comenzaba de inmediato su búsqueda.

Algunas veces las encontraba muertas, despedazadas por los tsobus, l´osu o por causas naturales. Pero en la mayoría de los casos el ganáu simplemente se había perdido y estaba en otro lugar, comenzando la búsqueda por los montes vecinos.

Por el contrario cuando algún vecino se percataba de la presencia en su monte de ganado de otro pueblo rápidamente hacía correr la voz en toda la redondada de dicho suceso, para que el propietario pasase a recogerlo. Nadie trataba mal a dicho ganáu y algunos incluso lo recogían y lo bajaban a su pueblo y lo alimentaban mientras tanto. El propietario pagaba un módico precio por lo gastado y las molestias ocasionadas y todos tan amigos. Nadie estaba libre de que a él le pasase lo mismo. ¡Hoy por ti, mañana por mí!.

En la década de los cincuenta del pasado siglo, la Administración a instancias de la empresa propietaria del Monte Munietsus, prohibió la práctica del pastoreo dentro de dicho Monte. La medida afectaba a las brañas arrendadas por los diversos pueblos del entorno. Pero solo a las más elevadas, las cercanas a la sierra, pues las más bajas ya hacía tiempo que habían desaparecido, devoradas por las talas madereras.

Pero durante bastante tiempo, e incluso en la actualidad, ganado de los pueblos limítrofes con Muniellos penetraban en él. Si lo hacían con el consentimiento de sus propietarios, la cosa no iba a más pues ellos se encargaban luego de sacarlo. Daba más guerra el ganáu que lo hacía por su cuenta, ya que una vez detectado  había que contactar con sus propietarios para proceder a su extracción.

Los Guardas de Munietsus tenían esto presente aún cuando yo empecé a trabajar como Guía- Monitor, como demuestra la anécdota que os voy a contar.

Mis amigos Jose (carnicero le llamábamos todos) y Carmen, con los que realizaba numerosas excursiones, me comentaron si podrían visitar Munietsus sin permiso acompañados del padre de Carmen, al que yo ya conocía y apreciaba por su cordialidad y que entonces vivía en Gillón. ¿Cómo me iba a negar?. Busque un día que librara Jaminón, el Guarda de Las Tablizas, por su rotunda negativa a permitir la entrada a quien no tuviese permiso.

Lo cierto es que ya no me acuerdo bien de la excursión. No entramos por Las Tablizas y creo que estuvimos por Sestu Gordu y su entorno, mi sitio preferido de todo el Monte y que al bajar por el teso para coger el atajo que existía, debido a las prisas, no lo encontramos y acabamos bajando al Ríu Refuexu tras pelearnos con altas escobas. 

En Las Tablizas estaba Aladino Farruco sustituyendo a Jaminón y se sorprendió al vernos llegar. Le presenté a mis acompañantes y Aladino pensaba y así nos lo hizo saber, que estaban buscando ganáu extraviado cerca de Munietsus. Que eran conocidos míos y que yo los había acompañado en la búsqueda por la Reserva.

Como yo tenía algo de confianza con Aladino le dije la verdad, que ellos venían conmigo y que no buscaban ganado alguno. Que simplemente habíamos dado un largo paseo por el Monte. Aladino quedó un poco confuso pero no nos montó ningún número ni nos exigió permiso alguno.

La Braña del Pradón no se vio afectada por la prohibición del pastoreo dentro del Monte ya que estaba en el Monte Oubachu, pero también se abandonó. como la de Los Sagraos y La Brañina de Decutsada. Brañas que solo servían para pastorear y que fueron víctimas del cambio que se dio en la ganadería, orientada ahora a la producción de leche con ganado más estabulado y a la posterior disminución de la cabaña ganadera. Seguía activa para Oubachu su braña equinoccial de La Veiga´l Pumar.

En la Vatsigata´l Xardón, en el entorno cercano a la senda, hay buena arboleda, mejor que la de Tonante, con buenos robles en tamaño y mayor densidad, aunque también se aprecia las huellas del incendio. Con perspectivas veríamos que por debajo de la senda el buen arbolado se ciñe a la zona central de la Vatsigata y parte de su ladera derecha, mejorando aún más hacia abajo, antes de llegar al infierno rocoso. 

Inicio de La Vatsigata con huellas del incendio (casi todos los robles tienen una oquedad en el tronco, al ser heridos cuando eran muy jóvenes). 26 julio 2.016.

Tras el cauce central la senda experimenta una ligera subida y sigue siendo irregular. Luego comienza a llanear al atravesar una vaguadina casi inapreciable. 

La abundancia de tantas folgueras es una señal clara de que aquí hubo un incendio, que parece no haber afectado al primer roble. en el resto buena recuperación del robledal. 26 julio 2.016.


Al acercarnos al teso el arbolado mejora notablemente. 26 julio 3.016.

 Y casi sin darnos cuenta notamos que todo mejora: el suelo, la senda y hasta el arbolado. Desde que dejamos Decutsada no nos encontrábamos en un sitio tan precioso y acogedor como este. 

Ya estamos llegando al Teso de Sestu Rapáu. 26 julio 2.016.

Estamos en el Teso de Sestu Rapáu, pero lo cierto es que nadie se percataría de que estamos en un teso. Este cerro a diferencia del resto de los existentes en el Monte es muy ancho y como está muy arbolado por donde transita la senda, su bóveda nos impide tener referencias visuales externas que nos permitan darnos cuenta de que lo iremos circunvalando.

Solo hay otro teso con estas características en Munietsus: Sestu Gordu, tan ancho (o gordo como el mismo nombre indica) o más que en el que ahora nos encontramos.

Queda claro que algo querían decirnos nuestros antepasados utilizando nombres distintos para referirse a los cerros que separan valles, vatses y vatsinas. Nada sabían ellos ni de geología ni del resto de ciencias encargadas de estudiar la piel de la Tierra, pero si conocían las diferentes formas en las que esta se manifiesta en las zonas en las que habitaban o en las que visitaban de vez en cuando. 

Teso (o tesu), serrón, sesto (o sestu), cotarrón y serrapo, hacen relación, aquí en Munietsus, a la misma unidad de relieve, cuya forma viene determinada por dos características o condiciones: ser más alargada que ancha y estar a mayor altitud que los relieves que hay en sus dos lados.

Todas ellas se asemejan a sierra, con la salvedad de tener una menor longitud. Una sierra es una alineación de picos y otros relieves también en alto pero menos protuberantes. El teso y los otros son dorsales que nacen en la misma sierra y descienden hasta morir en los ríos.

Cierto es que teso también alude a un solo altozano, a un elemento aislado que sobresale algo sobre todo su entorno. Debiendo admitirse, según sea cada caso, este otro significado. 

Al abarcar grandes superficies el nombre de sierra no suele ser frecuente en la toponimia popular. Las comunidades rurales solo daban nombre a aquello que los rodeaba y por donde solían transitar, aunque el significado de sierra era entendido por todos-as.

En todo Munietsus solo aparece una vez: Abedulín de Sierramala. La sierra mala hace referencia a la sierra que divide la cuenca del Río Narcea (Munietsus) de la cuenca del Río Navia (Río Viougas de Valdebóis en Ibias) que como bien dice es realmente escabrosa. Iría desde La Bovia del Munteiru hasta el Pico´l Counio.

Sierra procede del latín serra, con el doble significado que luego tendrá en todas las lenguas romances. Por un lado podía referirse a un instrumento de cortar y por otro a una cadena montañosa. El mismo nombre para dos realidades distintas, derivado sin duda de la semejanza existente entre una alineación de montañas con picos en forma de triángulo (muy frecuente en las sierras geográficas) y una herramienta con dientes con forma de triángulo. 

En nuestro Concejo de Cangas, todos nuestros mayores conocían la existencia de un amplio territorio al que llamaban Partiu Sierra, formado por todos los pueblos de los Ríus Antráu (Antrago), Ounón (Onón) y Narcea aguas abajo de la Villa, abarcando las siguientes Parroquias (así como los pueblos que las conforman): Xarceléi, Samartín de Sierra, Santiáu de Sierra, Mieldes, Tibongu, San Pedru Culiema, Carceda, Ounón, Maganes, Santianes, Tsinares, Robléu de Teinas y Ambres.

El nombre de Sierra seguramente se debe a que el territorio está surcado en su mayor parte por sierras y tesos más o menos suaves, muy antropizadas por las actividades humanas tradicionales (agricultura y ganadería, con predominio de la primera). Hay otras zonas en el Concejo con estas mismas características pero que no abarcan tanta superficie. Al estar este territorio algo alejado de las altas cimas de la Cordillera Cantábrica es lógico que predomine ese relieve alomado, aunque en las cabeceras de sus ríos el relieve es mucho más quebrado.

Serrapo también deriva de serra y debe de ser un diminutivo, al menos en Muniellos ya que cuando aparece lo hace sobre lugares no muy amplios en longitud.

Igualmente derivado de serra es serrón, manteniendo su doble significado. Según el Diccionario Español serrón es una sierra larga y algo curva por el lado de los dientes, que tiene un asa en cada extremo y que se emplea principalmente para talar árboles entre dos personas. Instrumento al que también se le llama tronzador (para trozar troncos u obtener tablas y tablones).

Según el Diccionario General de la Lengua Asturiana puede significar peñasco grande y abrupto o crestón de peña. Siendo crestón de roca el que más cuadra con los serrones de Munietsus: crestón muy alargado en el caso del Serrón del Níu L´Aigla, alargado en el Serrón de Las Berzas y menos alargado en el Serrón de Los Pradallos. 

Los tres serrones de Munietsus vistos desde el Teso de Sestu Rapáu. 27 julio 2.018.

Desconozco la etimología de cotarrón, pero en algunas zonas del Norte Peninsular, como Castilla y León, Cantabria y como vemos en Asturias-Galicia, cotarro y su versión femenina es un montículo o loma. El Cotarrón de La Candanosa es un aumentativo de cotarro ya que es bastante alargado y escarpado.

Volveremos más tarde , en el capítulo siguiente, sobre el significado del cerro que nos queda por ver y en el que ahora estamos, Sestu Rapáu, pero dejadme ahora centrarme en él.

Todos sabemos que el tiempo apura haciendo la Ruta. Ya hemos andado un buen rato pero lo que nos queda aún nos llevará bastante más. Y luego queda la vuelta, siempre valle abajo, que habrá que hacer a buen ritmo para estar a las 7 de la tarde en Las Tablizas.

Si habéis salido en torno a las 9 de la mañana de la casa del guarda sería conveniente que estuvierais en Sestu Rapáu antes de las 12 del mediodía o en torno a esa hora.

A pesar de las prisas os recomendaría que hicierais el tramo de todo el teso pausadamente. No digo que os paréis a descansar o echar un bocáu cómodamente sentados, si no que reduzcáis el ritmo de vuestro andar. Pasead tranquilamente por el teso, es otra forma de descansar, y fijaos en todo lo que os va envolviendo. 

Buena senda y buen arbolado. Un auténtico remanso de paz. 26 julio 2.016.

Merece la pena y no os defraudará. Veréis grandes albares por encima, por debajo y hasta en la misma senda. Aquí no llego la matarrasa de Muniellos S.A. que arrasó una parte del Ríu Las Fayonas pero sí las entresacas de épocas anteriores y puede que alguna paralela a la matarrasa, dada su cercanía a las pistas trazadas para extraer todo lo cortado. 

Hermoso ejemplar de roble adulto pegado a la senda justo antes de llegar al centro del teso. ¿Ojo a la herida del tronco en la base?. 26 julio 2.018.

Como en otros lugares de Munietsus, en las entresacas solo se cortaron los robles y también las fayas, que eran por cierto muy numerosas, que estaban sanas y eran maderables y se dejaron de lado todos los árboles que tenían alguna deficiencia.

El resultado es que a día de hoy la mayoría, por no decir todos los grandes albares con los que nos topamos, presentan síntomas evidentes de decrepitud, con oquedades en el tronco que presagian interiores huecos o llenos de madera descompuesta. Copas y ramas secas que anuncian el debilitamiento y la muerte a no tardar mucho de quienes lo padecen. 

Robles, quemados, secos y deteriorados en el mismo teso. 26 julio 2.016.

Encima de la senda se ven tres robles desplomados. Uno ya estaba completamente seco y ya no emitía rama alguna. Fue arrancado del suelo con parte de sus gruesas raíces, que ahora se retuercen y apuntan al sol. 

Buen arbolado rejuveneciéndose por encima de la senda un poco antes del teso. 26 julio 2.016.

Los otros dos eran más jóvenes y fueron tronchados a dos metros del suelo. Estos tenían ramas y hasta copa pero es probable que estuvieran heridos por el incendio del que ya hablamos. Porque esta es la plaga que padeció nuestro monte: talas e incendios.  

El incendio es el que explica que muchos de los robles jóvenes pero cercanos a la madurez, pongamos 40 años tengan algunas heridas. El fuego los lamio cuando eran pequeñines. No los quemó pero los marcó de por vida. 

Centro mismo del teso por debajo de la senda recuperándose de las múltiples heridas del antiguo incendio. 26 julio 2.016.

También hay otros árboles con deficiencias provocadas por fenómenos puramente naturales, pero esas son inevitables. Así que lo mejor que podemos hacer es dejar que el bosque siga regenerándose. Gracias a las prodigiosas cosechas de tsande y de fayucos, dejadas por estos árboles heridos, el futuro está asegurado. Alegrémonos nosotros viendo las altas densidades de robles nuevos que ya llevan unos años haciendo acto de presencia y por ver in situ todo este proceso. 

En la misma senda centro del Teso. 26 julio 2.016.

Y para terminar, que nadie espere ver aquí robles tan altos como los que habíamos visto en Decutsada. Estamos en un teso y la humedad no es tan abundante como en las cercanías de un regueiro. Pueden engordar tanto como allí pero nunca alcanzar sus vertiginosas alturas.

Y ¿qué me decís de la belleza que irradian todos los robles?, con heridas o sin ellas, a mí me parecen preciosos, así que no os ruboricéis si os apetece acariciarlos y sentirlos, al árbol no le molestará lo más mínimo notar otro ser vivo a su lado que no pretende hacerle daño alguno.                         

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