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Bosque mixto joven en Furmigueiros, progresando excelentemente. 27 julio 2.018. |
Decíamos que los tres rivales, por no decir enemigos, de nuestro Ríu Las Fayonas habían sido el pastoreo, las talas y los incendios. Quizás sea el primero, el pastoreo, el que menos impacto ejerció sobre el bosque originario y más teniendo en cuenta que de algo tenían que vivir quienes nos precedieron ya que la ganadería era imprescindible, un sustento sin el cual nuestros abuelos no hubieran podido salir adelante.
Que yo sepa dentro de este valle nunca existió una braña, o una veiga como a veces la llamaban los nuestros. Las tres existentes estaban no en el interior si no en los bordes.
La Braña de Furmigueiros ( Furnigueiros, como la llamaban sus propietarios) estaba arriba, en el cordal de la sierra, aprovechando la collada que allí existía, a 1.422 m. de altitud. El punto más bajo de este tramo de la sierra donde el Pico Los Tsagozos llega a los 1.530 m. (por debajo de los 1.570 m. del Pico del Sestón) y el Pico´l Counio a los 1.595 m.
En el rellano de El Excabón de Bisulaz estaba El Pradón de Bisulaz del Teso de Sestu Rapáu, sobre los 1.360 m. de altitud. En el deslinde de 1.927 entre el Monte Oubacho y el Monte Munietsus se decía que se colocó un mojón de piedra a 53 metros de distancia, por debajo, de las rocas naturales de la Braña, a una altitud de 1.423 m. Pero esa medición resultó errónea, quizás debido a la maquinaria utilizada o a intereses de los Señores Condes.
Por su parte La Veiga Los Tsagozos se situaba en torno a los 1.450 m.de altitud, en un rellano del Cotarrón de La Candanosa con penetración hacia Los Tsagozos, de ahí el nombre. Era una pequeña veiga, tan pequeña que creo que no tenía cabana de piedra alguna, tal vez una de materiales más perecederos.
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Partes altas de Los Tsagozos, un mundo dominado por las grandas de origen ganadero. 27 julio 2.018. |
Ya hemos dicho que las actuales grandas que hay algo por encima de la senda son los restos evolucionados de las zonas de pasto utilizadas por el ganáu que pernoctaba en estas brañas. Zonas robadas al bosque que con muchos esfuerzos fueron transformándose en camperas y que posteriormente con su menor uso y la aparición de los recurrentes incendios han ido transformándose en grandas.
Quiero con ello decir, que la desaparición del robledal en lo alto de la sierra y esas progresiones desarboladas dentro del Ríu Las Fayonas hay que achacárselo mayoritariamente no a las talas si no a la actividad ganadera. Y eso es algo que nadie puede discutir. Pero esa superficie alterada es una pequeña parte de este gran valle.
Como podréis comprobar vosotros mismos cuando hagáis la Ruta, las vatsinas del Ríu Las Fayonas son muy pindias y muy estrechas y a pesar de estar en el solano del Monte, este no es un solano pleno como ya he dicho en otra parte.
Volveré a explicarlo: El valle del Ríu Las Fayonas es como un abanico desplegado. Todas sus vatsinas acaban confluyendo en un punto: el Ríu Las Fayonas, siguiendo por ese único curso hasta desembocar en el Ríu La Candanosa.
Desde Entramburríus de La Candanosa, su desembocadura, nadie se puede imaginar como luego el valle se va ensanchando, como en realidad lo hace, ya que hasta la confluencia de las vatsinas el Ríu Las Fayonas es bastante estrecho. Estrecho y muy arisco ya que La Pena Candanosa del Cotarrón de La Candanosa y el roquedo de debajo de la Granda de Sestu Rapáu lo bordean desde ambos lados.
Ese ensanchamiento provocó la existencia de diferentes ambientes. Salvo el entorno serrano de la parte superior, que sí es un solano pleno, en el resto de las vatsinas hay mucha humedad o al menos bastante más de la que suele haber en laderas con orientación al Sur.
En esas zonas había un inmenso e imponente robledal, heredero directo del originario bosque de Munietsus, muy poco alterado por actividades antrópicas.
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Excelente bosque contra el Teso de Sestu Rapáu. 27 julio 2.018. |
Lo escabroso, rocoso y pelado del tramo del Ríu Las Fayonas y la existencia de un frondoso bosque en el inicio y partes medias de las vatsinas, inhibió un aprovechamiento ganadero procedente del valle central de Munietsus.
Ni papudos ni gentes de la vega de Rengos mostraron interés por él, dadas sus condiciones físicas y medioambientales y esa es , en mi opinión, la razón por la que no había brañas dentro del valle del Ríu Las Fayonas. Había en el gran Monte zonas más aptas para su instalación.
Pero el entorno serrano y la progresión hacia abajo por los dos tesos que delimitan este valle, justo hasta donde se vuelven rocosos, son otro cantar y además les quedaban muy a mano a los dos pueblos más cercanos a ellos: Oubachu y Valdebóis, que fueron quienes instalaron las brañas de los bordes que hemos mencionado.
Seguro que el ganáu de estas brañas deambularía por todo su interior, ramoneando y mordisqueando el poco pasto existente.
El ganáu no suele estarse quieto y aunque frecuentaran más a menudo las camperas de la parte superior, no le harían ascos a desplazarse esporádicamente por su interior. si lo hacían en otros lugares no tenía por que ser este una excepción.
En Munietsus en zonas frecuentadas por el ganáu los campesinos utilizaban dos técnicas para su aprovechamiento.
Una ya la hemos mencionado: la creación de camperas artificiales. Algo que sin duda les ocasionaría grandes esfuerzos.
Primero, ayudados por el hacha y el fuego, tenían que desarbolar toda la superficie posible. Luego quemar todos los restos, que servirían para abonar el suelo, y cavar, aunque fuera mínimamente esos suelos y finalmente esparcir a voleo la argana, que eran las semillas de la yerba obtenida en los parreiros del pueblo donde esta se almacenaba.
Algo casi tan laborioso como cavar borrones para semar centeno, pues aquí el arbolado estaría más desarrollado que en los pascones comunales donde se hacía este proceso. Pero facilitado por una característica natural.
A partir de una determinada altitud, variable según las zonas, el arbolado no crece con el mismo vigor que en zonas más bajas. Las condiciones medioambientales hacen acto de presencia.
Los suelos no son tan gordos ni con tantos nutrientes ya que la erosión hídrica y eólica los arrastra hasta altitudes menores. Las temperaturas son más extremas, tanto las frías como las cálidas...Los árboles sufren esas condiciones y a partir de una determinada altitud desaparecen.
Ninguna altitud serrana de Munietsus llega a ese extremo, el de la desaparición del arbolado, pero sí que influye en su crecimiento, haciendo más fáciles las labores necesarias para su extirpación.
Por contra la yerba sí que se adapta perfectamente a esas condiciones ya que cuando el arbolado desaparece es ella, en compañía de los subarbustos, la que lo sustituye de forma natural.
Luego al salir la yerba, libre de competidores, sería el propio ganáu el encargado de su mantenimiento, pues tras ser pastado volvería a rebrotar y si algún árbol o subarbusto rebrotaba o nacía o lo ramoneaba el ganáu o lo arrancaba el pastor.
Esto es lo que hicieron en las actuales grandas, entre las que destaca la situada en la ladera Izquierda y el teso contra la Vatsina´l Garabeño de la Vatsina del Corno. Es el cerro más ancho y alomado de todo este valle y como ya dijimos la zona que mejores suelos tiene, aunque había muchos claros más.
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Partes medias de las vatsinas del Ríu Las Fayonas. La Candanosa, Vatsina´l Garabeño y Vatsina del Corno. 27 julio 2.018. |
La segunda técnica consistía en adehesar una parte del bosque en las zonas más cercanas a las camperas de las brañas. Lógicamente esta práctica se hacía cuando la braña estaba enclavada en zona boscosa. Las situadas a mayor altitud no lo necesitaban porque el arbolado ya había sido eliminado en su totalidad.
En este caso no se cortaban todos los árboles. Se dejaba entre ellos el suficiente espacio como para que creciese jugoso pasto, tras acondicionar el terreno y esparcir argana.
Puede que en esta técnica influyese la nebulosa en torno a la propiedad de Munietsus. Los campesinos de la zona usaban este Monte. Algunos pagando un pírrico arriendo y otros sin coste alguno.
Todos creían que el Monte era suyo o al menos que lo había sido en el pasado. Y como dice aquel refrán de que "el hábito hace al monje", ellos creían que al usarlo el Monte también era suyo y que podrían seguir usándolo siempre.
Pero al mismo tiempo también habían visto la otra cara de la moneda. Algunos pueblos habían pleiteado con los Señores Condes sobre la propiedad de diversos montes o sobre la necesidad que tenían de pagar un arriendo por algo que era suyo. Pero la justicia siempre acababa dando la razón al poderoso, a pesar de que este nunca presentó documento alguno que lo justificara.
Algunos Montes fueron devueltos a los pueblos, pero esto nunca ocurrió en la finca de Munietsus.
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Furmigueiros y Los Tsagozos con un bosque en plena recuperación. 27 julio 2.018. |
No se si conocéis una leyenda, por llamarla de alguna manera, que circulaba y era conocida por todos los campesinos de la redondada de Muniellos sobre como habían sido engañados por el Conde en lo referente a la propiedad de la tierra del Monte. Trataré de resumírosla.
El "Señor Conde", acompañado de un notario, varios operarios y un carro con sacos vacíos, vino y viandas, fue visitando uno por uno todos los pueblos que utilizaban una parte de Munietsus. Con los vecinos de cada pueblo se dirigía a las cercanías de esa parte del Monte y mandaba traer de él unos sacos de tierra, que se colocaban sobre el carro.
El Conde se ponía de pie sobre los sacos diciendo: "Vecinos de...(el pueblo que fuera),juráis que esta tierra es mía". Los vecinos creyendo que se refería a la tierra de los sacos contestaban "sí, lo juramos", Qué importancia tenían nueve o diez sacos de tierra
Mientras, el notario anotaba: "los vecinos de...reconocen que la tierra de...(el lugar de donde se había cogido la tierra) es del Señor Conde". Luego en ese mismo escrito los vecinos estampaban su firma. Tras lo cual el Conde invitaba a un convite a los reunidos.
Por supuesto que la leyenda tiene muchas variantes y es más larga pero en esencia es así. Y de esta burda forma fue como el Conde se fue haciendo con todas las partes del Monte, o al menos eso decían sus antiguos propietarios.
La situación de "no" pero "sí" sobre la propiedad de Munietsus se mantuvo durante mucho tiempo. Entonces el Monte solo podía servir como zona de pastos, aparte de la caza y de la utilización de madera para necesidades particulares.
Los montes de Muniellos ya eran utilizados por las comunidades colindantes antes de que los Condes se los robaran. Así que los Condes permitieron que los siguieran usando, reservándose, eso sí, la propiedad del terreno. De aquella su palabra bastaba para demostrar que el Monte era de su propiedad.
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Exuberante bosque mixto de Furmigueiros, al fondo La Candanosa. 27 julio 2.018. |
Las cosas cambiaron cuando los Condes descubrieron que podían obtener cuantiosas rentas vendiendo la madera del bosque. Además ellos no realizarían directamente la explotación. No necesitaban poner un "chavo" para iniciarla, ni arriesgar un capital en un negocio que bien podía acabar siendo un fiasco.
Vendían, durante un tiempo determinado de años, el vuelo (o sea los árboles) de una determinada parte del Monte o de este en su totalidad (incluyendo montes en los que los Condes tenían participaciones pero que no eran suyos en su totalidad) y otras posibles utilizaciones del suelo de esa zona.
Los "Señores Condes" no arriesgaban nada. Los costes de los caminos, de los habitáculos que se construyeron en Las Tablizas para alojar a operarios y directivos relacionados con la explotación, los costes del personal y de los medios empleados. Todo, absolutamente todo, correría a cargo del comprador y al finalizar el contrato todos los bienes que quedasen dentro del Monte pasarían a ser propiedad de ellos (creo que las casas tenían que indemnizarlas por su valor).
La nueva orientación del Monte hizo revalorizarse el valor del arbolado y del propio Monte, pasando a segundo plano el uso que tradicionalmente tuvo.
Fue entonces cuando quedó a las claras quien era el propietario de Munietsus. Si en una zona concreta del Monte confluían la existencia de una braña con una zona vendida para ser talada o entresacada, imagino que ya sabréis quien acabaría ganando.
De nada sirvió el Derecho Consuetudinario de uso que tendrían quienes llevaban la braña. Los propietarios del terreno, a nivel legal, eran los Señores Condes de Toreno, que habrían escriturado la finca a su nombre, aunque, lo repetimos otra vez, sin aportar la documentación necesaria. Entonces su palabra bastaba. y esa propiedad pasaría posteriormente a los empresarios que les compraron el Monte.
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Furmigueiros ya llega con su arbolado a la sierra. La Vatsina del Corno aún tiene muchas grandas. 27 julio 2.018. |
Y así fue como acabaron desapareciendo las brañas de las veigas bajas en todo Munietsus, ante el avance inexorable de las talas, que más tarde se extendió a las partes altas, si bien estas no fueron taladas en su totalidad ya que algunas no tenían arbolado o este era insignificante.
Pero a lo que iba es que durante la larga etapa de indefinición entre el uso y la propiedad del Monte, los usuarios de este se abstendrían de usarlo como si fuera de su plena propiedad. No se si me explico: los usuarios usaban el Monte pastoreándolo, pero no se atrevían a transformarlo como ellos hubieran querido ante la duda sobre su propiedad.
Si Munietsus fuera de su propiedad y ellos fueran plenamente conscientes de ello, seguramente el Monte estaría más desarbolado. Menos bosque y más terrenos con camperas.
También la lejanía del Monte respecto a los pueblos y lo accidentado de su geografía han influido en la preservación del bosque. Pero esos terrenos adehesados tienen más que ver con esto que os comento. No se atrevían a desarbolarlo, de ahí que lo adehesaran.
Este paisaje adehesado sería una característica propia del Monte Munietsus durante su larga etapa ganadera y algo que lo diferenciaría del resto de montes, mucho más desarbolados.
Su existencia aún se puede rastrear en algunas zonas de altitudes medianas, pero en la mayoría de los casos son imposibles de diferenciar de lugares donde se practicó la entresaca, sobre todo de la entresaca en grupos, ya que ambas han dejado un paisaje similar.
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En el avesíu del Cotarrón de La Candanosa, por encima de la senda, parece que hay instaladas algunas fayas. 27 julio 2.018. |
Al no haber brañas dentro del Ríu Las Fayonas, tampoco habría esos espacios adehesados. Pero en el entorno de la senda abundan pequeños claros entre el arbolado. Eso es algo que cualquiera puede ver, pues salta a la vista.
Pero, ¿cuál es su origen?. ¿Son derivados de entresacas en grupo o lo son de lugares adehesados para que hubiera más pasto?.
Para intentar responder tendremos que ver lo relacionado con las cortas madereras que hubo en este valle. Lo haremos en el siguiente capítulo para tener una visión más global.
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