10/05/2020

El Monte y el guía de Munietsus 48

 Fecha de publicación 15-noviembre-2020.

Rectas y altísimas guías de un mismo pie de umeiru. Entre Prau Nuevu y Burducéu. Mual. 29-julio-2020.

La madera que se utilizaba en las valladas tenía que ser la apropiada para resistir lo máximo posible. Una madera prácticamente sumergida en agua la mayor parte del tiempo. Tres árboles cumplían con este requisito: el roble, bien fuera el albar, el sapiegu o el carbatsu, el orocantábrica no serviría pues no crece lo suficiente, ni en altura ni en grosor. El freinu y el umeiru serían los otros dos.

 Los robles resisten muy bien el contacto permanente con el agua, como prueba su utilización en los barcos, en su parte sumergida, o en recipientes que contienen líquido y que además no le dejan "escapar", como si hace la faya, el bedul o el castaño, lo que los hace inservibles para tal fin. El roble también resiste mucho tiempo estando solo en contacto con el aire, pero se deteriora más rápido si tiene que soportar ambientes cambiantes de humedad y sequedad.

 Pero el roble tenía muchos "pretendientes": vigas en las casas y para las pontes (puentes), algunos aperos, así como otros vinculados a procesos fabriles, como la duela, los ligados a la industria de la madera o el ya mencionado de la industria naviera. La madera de roble era "muy cara" para utilizarla en las humildes valladas, por lo que su uso sería más bien reducido.

 Muy resistente al contacto con el agua era también la de freinu (fresno-fraxinus) que bordeaba todos los praus de ribera y que tenía un gran aprovechamiento, igualmente relacionado con la ganadería.   Todos los años se podaban y el ramaje se llevaba para el pueblo donde sus hojas se pelaban y se les daba, en fresco, al ganáu. A las vacas les encantaba y se relamían cuando la comían.

 Esta práctica hacía que los freinus tuvieran un tronco corto y que fueran poco utilizados en las valladas. Pero no penséis que los freinus son siempre así. Una cosa que me sorprendió durante un tiempo del Monte Munietsus fue la presencia en ambientes ribereños de freinus realmente asombrosos, con unas alturas impensables. Yo era joven entonces y creía que el freinu era un árbol domesticado, vinculado desde siempre a la ganadería. Pero allí, en Munietsus, fui descubriendo freinus con una altura espectacular y en lugares muy metidos en el bosque que demostraban claramente su origen silvestre.  

 Si vais a Las Tsagunas de La Candanosa y bajáis por la ruta que discurre pegada al río o simplemente internándose valle arriba desde Las Tablizas, lo podéis comprobar por vosotros mismos, siempre que el cansancio no embote los sentidos. El abandono de la ganadería también permite ver grandes ejemplares en el entorno de los pueblos, pero siempre más esparrados que los esbeltos del bosque de ribera. 

Soberbios excelsior en Riolago, Babia. 7-octubre-2017.

En Munietsus, Mual y toda la cuenca alta del Narcea solo tenemos una especie de freinu, el Fraxinus excelsior, pero más abajo, junto a este, aparecen ejemplares de Fraxinus angustifolia en enclaves algo más secos. 

Impresionante fraxinus excelsior en Caguatses d´Arriba- 1-abril-2018.


El mismo excelsior en detalle. 1-noviembre-2017.

¡Que sabia es la naturaleza y como las especies vegetales varían sus características para poder adaptarse a las diferencias!. 

 Conocí esta especie hace relativamente poco tiempo. Estando repartiendo correo por Villaquilambre, aquí al lado de León, me llamó la atención un grandioso árbol en la "sebe" de unos praus. Paré la moto y me acerqué a él.

Eran dos enormes ejemplares de una especie que me desconcertó mientras lo admiraba. De entrada parecía un freinu, por tener hojas compuestas por varios foliolos y su disposición, pero el tamaño de estos foliolos no tenían comparación con los del freinu que yo conocía, eran mucho más estrechos y pequeños.

Detalle de las hojas con sus delgados y pequeños foliolos. 29-mayo-2018


1-diciembre-2017

A veces hay detalles que nada tienen que ver con la botánica y que nos sirven para acercarnos a descifrar, al menos, el género de un árbol. Veréis hay imágenes de la infancia que se te quedan grabadas en la mente de por vida. Yo recuerdo encontrarme, no una sino varias veces, a una persona mayor, un anciano o una anciana, sentada a la sombra en el corral o en la entrada de una "corte", con una gran cesta y un buen montón de ramaje y contenta por poder ayudar algo en los quehaceres de su familia.

Estaba pelando hojas de freinu y siempre me entretenía un rato observándola, sorprendiéndome la facilidad con que lo hacía. En muy poco tiempo llenaba la cesta, a lo que contribuía también el gran tamaño de estas hojas y que están en la base de su uso masivo como forraje. El ganáu come todo el conjunto de la hoja: los foliolos y los nutritivos tallos que los unen. Siendo, de las hojas de los árboles de la zona, la que mejor alimentaba al ganáu, eso sí, siempre en fresco.

Las hojas del freinu se pelan fácilmente si simplemente se presionan tirando hacia fuera del largo peciolo que lo une a la rama. Suena un suave "crac" y la hoja se desprende.

Acordándome de ese detalle decidí aplicarlo y efectivamente comprobé que era un freinu. Estuve unos días informándome sobre los fraxinus, visitando cada poco tan soberbios ejemplares.

En invierno tienen otro gran atractivo ya que cada pie tiene nidos de cigüeña blanca (ciconia ciconia), donde las adultas cuidan de las crías.


Con hojas desde lejos parece tratarse se un solo, aunque enorme, árbol. 26-octubre-2017.


Un ejemplar está formado por un solo tronco. 22-diciembre 2017.


El otro pie tiene desde abajo dos enormes guías (fijaos en el tamaño del boli).1-diciembre 2017.

 El freinu de hoja estrecha, que es lo que significa angustifolia, es típico de la España seca, a menor humedad ambiental mayor reducción de las hojas, siempre vinculado, como el otro, a ambientes ribereños, o al menos de vega. Pero también convive con el de hoja ancha en la España húmeda. Solo en zonas con altas precipitaciones la mayor adaptabilidad del excelsior impide su instalación y desarrollo. 

 Pero que no os engañe el tamaño de los foliolos, como me ha ocurrido a mí. Paseando por la Ruta Verde de Caguatses, la antigua vía férrea de la MSP readaptada para caminar o andar en bici, o en el tramo entre la villa de Cangas y el Monasterio de Corias, me fijé que había freinus con hojas más pequeñas que las que tienen nuestros freinus, sorprendiéndome que el angustifolia se instalara en ambientes tan húmedos, pero convencido de que eran de la nueva especie.

Diminutas hojas las de este excelsior. El Reguerón (Cangas). 31-julio-2018.


Por sus pequeñas hojas este freinu induce a confusión. La Cortina, Cangas.1-agosto-2019.

Pero que algún pie tuviera al mismo tiempo hojas de los dos tamaños me hizo desconfiar y pasado un tiempo decidí recurrir a otros elementos diferenciadores, todos fáciles de comprobar por un simple aficionado a la botánica como es mi caso.

Foliolos, unos estrechos y alargados y otros mas anchos. Caguatses d´Abaxu. 19-julio-2020.

 La hoja del angustifolia tiene menos foliolos que la del excelsior y aunque puede llegar a tener hasta once su número normal suele ser bastante inferior. El excelsior tiene bastantes más pudiendo llegar a los trece. y luego está el color de la yema.

Enorme esta hoja de excelsior, con foliolos muy alargados. Caguatses d´Abaxu. 10-julio-2020.

La yema es como un bultito instalado en la punta de las ramas o detrás del rabo del tallo de la hoja en su unión con la rama. Es un brote embrionario del que se desarrollarán posteriormente ramas, hojas y flores. en el excelsior la yema siempre es de un color negro, mientras que en el angustifolia es de un color marrón claro o solo ligeramente oscuro, siendo esto lo que mejor nos ayuda a diferenciarlos.

Yemas de angustifolia eclosionando.


Yemas del enorme fraxinus excelsior de Caguatses d´Arriba. 1-abril-2018.


Otro ejemplo de yemas de excelsior. Caguatses d´Arriba. Julio 2020.


Yemas de los grandes angustifolia de Villaquilambre, de color muy claro.


Yemas de angustifolia algo más oscuras. Navatejera (León).septiembre-2020

El bultito suele ser muy pequeño, aumentando de tamaño a medida que se acerca al punto de eclosión, así que no os sorprenda su tamaño cuando el freinu tenga hojas desarrolladas. Pero pequeño o grande nuestro freinu típico siempre lo tiene de un color negro, muy negro. La variabilidad en el tamaño de sus hojas parece estar relacionado con la respuesta individual ante diferentes ambientes, de suelos más o menos húmedos.

Diferentes hojas pero todas de fraxinus excelsior. Anverso. Caguatses d´Arriba. 12-julio-2020.


reverso de las mismas hojas.

Pero es sin duda el umeiru (Alnus glutinosa) el árbol más utilizado en las valladas y ello por varios motivos. Este árbol se encuentra a "pie de obra" pues como todo el mundo sabe es típico y exclusivo del entorno directo de ríos y riachuelos. Su alta resistencia al contacto con el agua estaba contrastada pues las pilastras de los puentes, que entran en contacto con el agua, se hacían con la madera de este árbol.

Para colmo de dichas, es un árbol que rebrota fácilmente después de ser talado, siempre que este se realice cuando no circule la savia. El mismo "tuero" del umeiru que quedaba tras ser cortado, no a ras del suelo si no algo elevado, pronto emitirá una nueva guía y solía servir para apoyar y sujetar los varales principales de la vallada (o los del palenque que luego explicaré), al tiempo que el tronco cortado podía utilizarse como un varal más, obteniéndose así un doble beneficio.

Rebrotes del umeiru talado. El original sin duda fue utilizado en la Vallada del Palenque de Mual ya que se encuentra un poco más arriba de esta. 29-julio-2020.

En mi relación con el río nunca había visto umeirus tan esplendidos como los que vi durante el recorrido por la Ruta del Vino por Santiso, en los alrededores de la misma villa de Cangas, hace poco tiempo, en julio de 2017. Durante mi juventud, como ya he contado en otra parte, iba muchas tardes con un amigo mío al río Narcea cerca de la villa. Él iba a pescar y yo iba de acompañante. En esa época los umeirus estaban poco desarrollados, eran pequeños y llamaban poco la atención.

Lo que sí me llamaba la atención eran sus raíces y cuando iba a bañarme al río siempre procuraba mantenerme alejado de ellas. El umeiru es un árbol que no posee una raíz principal que penetre mucho en el suelo, si no que predominan en él las raíces superficiales. En condiciones de inundación continuada emite raíces adventicias tiernas y ramificadas que van al agua del río al desnudo, sin enterrarse en las arenas del lecho, a buscar agua y sales minerales disueltas en esta, creando complejas marañas y conglomerados de raicillas.

Raíces adventicias que van a beber al río. La Cortina, Cangas. 1-agosto-2019.

Al salir de bañarme nunca me atrevía a salir por donde hubiera esas raíces, tenía miedo a que hubiera, allí escondidas, culebras, tatas "chaguanonas" o lo que mi imaginación juvenil pudiera pensar y creo que ese respeto o miedo sigue presente en mí.

Más raíces adventicias. El Reguerón, Cangas. 2-agosto-2019.

En Mual, excepto el tramo de Burducéu, donde se veían buenos umeiros a uno y otro lado del río, en el resto también los había, pero sueltos, muy desperdigados y de aspecto ruino por que en el entorno de los praus cercanos o pegados al río predominaban los freinus, debido a su utilización como alimento del ganáu.

He leído en algún sitio que las hojas del umeiru también se utilizaban como forraje, pero no tengo constancia de esto en nuestra zona. Pero igualmente eran podados. se les dejaba crecer por que ofrecían, junto a los salgueiros (Salix spp) y los freinus, una poderosa protección frente a las riadas tan numerosas del invierno, pero como es un árbol muy frondoso, todos los años eran podados para que su sombra no mermara la capacidad productiva del prau. Por algo el nombre del Umeiuru proviene del latín "umbra-ae" que significa sombra.

En definitiva al umeiru no se le dejaba desarrollar toda su potencialidad y el que lo hacía era utilizado, o lo había sido, en las valladas y en las pilastras de las pontes.

También influyó en el poco desarrollo de los umeiros alguna plaga o enfermedad, que les afectó bastante a mediados de la década de los ochenta y que obligó a hacerles un seguimiento específico por parte del Ministerio de Medio Ambiente desde 1991. Desconozco las conclusiones pero parece que muchos fueron atacados por la bacteria Erwinia sbp. y otros por un hongo que provocaba unas exudaciones gomosas de color rojo oscuro y cortaba la circulación de la savia, provocando la muerte de la parte superior. Pero en este último caso el umeiru para equilibrar el sistema radical (las raíces) con el aéreo hacía brotar mucho follaje en las zonas inferiores y algunos conseguían sobrevivir al emitir nuevas guías. Todo ello retardaba su crecimiento y explicaba su reducido porte.

En el Ríu Munietsus no supera los 650 m. de altitud, estando ausente en la Reserva, algo curioso por que lo he visto a bastante nás altitud en el Naviegu, en Tsaciana o en León capital y he leído que puede llegar a los 1.700 m.

espectacular umeiru en el riu de Caguatses d´Abaxu- 24-diciembre-2017.

Este árbol presenta una singularidad que siempre nos ha atraído a los ecologistas y amantes de la naturaleza: en sus raíces superficiales, como las adventicias de las que ya hemos hablado, se desarrollan una especie de bolas fruto de la simbiosis que se produce entre el árbol y una bacteria (Frankia alni), un actinomiceto antes englobado dentro de los hongos y muy abundante en el suelo.

Se trata de una relación de ayuda mutua de la que ambos salen beneficiados. La bacteria fija en esas bolas el nitrógeno atmosférico que así quedará a disposición del árbol y a cambio recibe parte de los azucares y el carbono que el árbol produce con su fotosíntesis. Algo digno de admiración, mírese como se mire, porque además ese nitrógeno también fertiliza el suelo y contribuye a que otras plantas puedan crecer y ello es de agradecer en suelos tan "lavados" como estos. 

Y cuando parecía que los umeirus se empezaban a recuperar, sin duda beneficiados por una mejor calidad del agua de los ríos y por una menor presión antrópica, nos encontramos con un nuevo problema.

 Durante el corto paseo por la Ruta del Vino, justo al lado de la ermita y del museo, en el borde del río, se alzaban varios umeirus con un porte majestuoso, altos y esbeltos, una estampa digna de este bello árbol, nada que ver con los escuálidos portes que presentaban en mi juventud. Algo digno de ver y de admirar.

Pero pude ver también que uno o dos de ellos estaban completamente secos, desde la copa hasta el inicio del tronco. Sospeché inmediatamente de alguna nueva enfermedad o plaga, pero luego comentándolo con gente de la zona me dijeron que no había tal plaga si no que alguien les inoculó un herbicida que los había matado.

Detalle de los umeirus supuestamente envenenados. Santiso, Cangas. 30-julio-2017.

La causa era una especie de venganza de personas de la zona que tenían alguna huerta a la vera del río pero que la Administración del principado les prohibía cortar los umeirus que les daban sombra y les comían el terreno. Lo cierto es que la explicación me convenció porque el aliso es un árbol muy sensible a los herbicidas.

En una posterior visita a Cangas realicé una parte del tramo que aún no había hecho, el que va desde el Museo del Vino hasta el puente romano del Cascarín. Había ido con mi hermano Naciu y su mujer a ver la nueva "playa" de Cangas y enseñarle tres preciosas y misteriosas aún "duernas" de piedra, tal vez asociadas a alguna fuente, ya que alguna tiene agujero de desagüe.

Una de las duernas de piedra.

Una vez allí decidimos ir hasta el Museo y volver por la carretera. Es un trayecto corto pero interesante. Pasado el puente romano y las últimas casas se ven, por encima del camino (adaptado para uso publico), unos grandes pinos y unos no menos grandes castaños, en los que se aprecia claramente los efectos del chancro. Aún dan alguna castaña pero tienen bastantes ramas secas y su muerte parece cercana. En toda esta zona y contra la Sierra del Pando, tanto por la parte del Narcea como por la del Naviegu había, y aún hay, grandes masas de castaños, predominando las de monte bajo, donde se practicaban cortas periódicas y rebrotes continuos. Un espectáculo que pronto formara parte de la historia.

Bosque de castaños en la Sierra del Pando, Cangas. 5-agosto-2017.

Y, de nuevo, a ambos lados del río volví a ver umeirus secos. De nuevo tuve dudas sobre la causa pues ya eran varios los afectados, pero daba la casualidad de que estaban al lado de güertas, algunas ya en proceso de abandono, por lo que seguí pensando que habían sido envenenados. Pero les hice fotos porque no las tenía todas conmigo.

Umeirus muertos. 7-octubre-2017.

Posteriormente también he visto umeirus secos en El Reguerón, a la salida de Cangas, donde los campos de fútbol y un centro educativo. Aquí no había güertas que pudieran explicar la causa.

En 1993 los umeiros de Inglaterra fueron atacados por un hongo muy virulento (Phytopthora alni) que provocó una gran mortandad. Más adelante se detectó en la Europa continental y, como no podía ser de otra manera, acabó llegando a España. Apareció primero en Galicia y luego se expandió hacia el Sur, zona del Aliste zamorano y hacia el Este. En Asturias lo hizo primero en la zona del Eo (río y ría) hacia 2007, pasó a la zona central y continúa su avance.

Umeirus atacados por el hongo y ya casi muertos. Aliste (Zamora). 15-junio-2019.

El contagio es muy fácil ya que es un hongo acuático que se desplaza por el agua, obviamente aguas abajo, porque él no nada, Para remontar los cauces fluviales se adhiere a cualquier cosa que haga ese trayecto: botas de pescadores, caminantes, excursionistas...ya en el entorno de los umeirus entra en ellos a través de las raíces. 

Es un parasito muy virulento, ya que además de cortar la circulación de la savia, provocando de nuevo la aparición de goma como marca de la casa, evita que el aliso llegue a rebrotar al provocar la pudrición de sus raíces.

Los primeros síntomas se ven en las hojas: más pequeñas de lo normal, amarillentas y que se caen antes de tiempo. Luego la corteza se resquebraja y aparece hasta varios metros de altura del tronco la mencionada goma y finalmente el árbol se muere y también sus raíces. Como en otros casos la enfermedad, una vez contraída, es imparable y no hay ningún antídoto eficaz.

Umeirus alistanos moribundos.

La única solución posible es seguir los pasos utilizados en el caso de la grafiosis del olmo: conseguir genotipos de umeirus resistentes a la enfermedad. Para ello habrá que recoger muestras de material vegetal de alisos vivos y sanos en zonas afectadas por la enfermedad. Someterlos a multiplicación vegetativa in vitro para enviarlos a un vivero-laboratorio donde se les introducirá el hongo y seleccionar los ejemplares resistentes. Posteriormente con estos clones iniciar repoblaciones. Pero de momento la búsqueda de estos umeirus ha resultado infructuosa.

Mucho me temo, pues, que la muerte de los umeirus en Cangas esté relacionada con esta enfermedad, sin desechar del todo que algunos hayan podido ser envenenados. Solo nos queda estar atentos a como evoluciona el asunto.

En Caguatses d´Arriba, Caguatses d´Abaxu y Mual no he visto ningún umeiru seco o afectado. La "planta destructora de plantas", que así se podría traducir el nombre griego de phytopthora, parece no haber llegado aún a la zona, aunque sospecho que solo es cuestión de tiempo. Disfrutemos mientras podamos de tan bello árbol.


espectacular bosque de ribera a la salida de Cangas, río abajo, donde el umeiru está muy presente con preciosos ejemplares. 1-agosto-2019.

 

Bonita hilera de umeirus en el río de Caguatses d´Arriba. 1-noviembre-2017.


      


       














    









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