12/15/2020

El Monte y el guía de Munietsus 50

Palenque de la Vallada´l Palenque visto desde su interior. 29-julio-2020.

 Siempre me ha parecido un grave error que se eliminara o se dejara desaparecer toda la infraestructura ligada a la tala de la madera. No para seguir talando si no para usarla con otros fines. Es cierto que el ICONA, organismo que compró el Monte a la empresa maderera, se encontró con ella en un estado de abandono pero bien pudo pensar a largo plazo.

En Las Tablizas había dos casas, una fue reformada y es la que existe en la actualidad. En su planta baja, la que está a nivel del terreno, es donde se recibe a los visitantes, exigiéndoles y comprobando el pertinente permiso, y en donde hay instalado algún panel con información sobre la Reserva, pocos porque la mayoría están en el Centro de Interpretación, situado entre la carretera del Counio y el pueblo de Oubacho.

La primera planta es, podríamos decir, la casa del guarda, con sus diferentes habitáculos, mientras que la segunda está reservada para la Administración del Principado, con algún despacho, creo que una cocina y habitaciones a su disposición.

Durante mi etapa como guía monitor utilicé un pequeño despacho en el inicio de esa segunda planta. Allí tenía almacenados los cuadernos que luego repartía entre los alumnos y algunos papeles relacionados con las visitas. Paredes enyesadas y blancas, muy lisas. Mobiliario moderno, de aspecto frío y tablas en el suelo de un excelente parquet instalado por una carpintería de Cangas.

La otra casa fue derribada y sus restos enterrados en un hoyo abierto en sus inmediaciones, Nadie pensó en darle a esta casa una nueva utilización.

Algo parecido se hizo con la gran nave de la serrería, donde el suelo cubierto de duro hormigón fue simplemente "tapado" por unos centímetros de tierra. El canal y la central fueron dejados a su suerte y solo recientemente se sacó la maquinaria de la central.

¿Por qué nadie pensó en recuperar y reutilizar todas aquellas construcciones?. La central, el canal y el banzáu, convenientemente restaurados, deberían volver a producir aquello para lo que fueron creados: energía eléctrica, para abastecer, al menos, a la casa. ¿Sabíais que Benjamín y su mujer tenían un generador, alimentado con combustible, para iluminar y hacer que funcionaran sus electrodomésticos?. Luego la energía eléctrica se obtuvo de la línea general, con un enganche cuyos cables van desde Mual a Las Tablizas, enterrados bajo la pista encementada.

Canal y central eran un perfecto ejemplo de una fuente de energía limpia y renovable, ahora que tanto se habla de ello y del fin de los combustibles fósiles, de los que el carbón solo es el primer ejemplo. Escolares, alumnos y adultos interesados los podrían visitar "in situ" y ver como es su funcionamiento. Nada mejor que "ver" para comprender.

Aspecto en julio de 2017 de la central.

 La serrería debería ser rehabilitada, no con las sierras que tenía si no con otras más sencillas y que pudieran transformar rollas en madera. Seguro que muchos visitantes de Munietsus estarían encantados con observar el proceso de transformación. Las rollas provendrían solo de árboles derribados por el viento, nunca se cortaría un pie vivo.

Si visitáis Munietsus veréis muchos puentes, imprescindibles para salvar los cursos fluviales. Los cuatro o cinco instalados sobre el río principal están hechos con material prefabricado y forrados con madera para que no den el cante. Pero sus suelos, las barandillas y los otros puentes, más pequeños, solo llevan madera. Una madera, la del suelo, cubierta con una malla metálica para evitar resbalones cuando se moja o se humedece, una práctica poco ecológica que antes se solucionaba haciéndole unos simples surcos.

Ponte La Zreizal para acceder al Ríu Tixeirúa, zona "prohibida" de Munietsus por lo que no ha sido restaurada desde que el ICONA la hiciera de nuevo en los años 70. Julio 2017

 Pero, ¿de donde procede esa madera?, en algún lado se tuvieron que cortar esos maderos, con lo que el daño que supone para el Medio solo se ha cambiado de sitio. ¿No sería más ecológico y sensato utilizar árboles derribados por las inclemencias meteorológicas, muy frecuentes en Munietsus y algunos en lugares de fácil acceso en los que su extracción no supondría ningún problema?.

Algunos de los primeros puentes secundarios se realizaron in situ con robles caídos y todavía se conservan algunos de sus maderos. Sin embargo la madera nueva, que sabe Dios de donde procede, se deteriora con una rapidez asombrosa. A mí no me ocurrió con ningún visitante, porque siempre les advertía del posible peligro, pero oí hablar de uno que fue a apoyarse en la barandilla de un puente y acabó cayendo al río, y tuvo suerte porque lo hizo entre dos grandes rocas y el agua amortiguó el impacto. ¡Así que estáis avisados!. 

Viejos troncos del propio Monte sustituidos por otros foráneos de corta duración. Julio 2017

Como la producción superaría la demanda de la Reserva, con los excedentes se podría surtir a otras Reservas y espacios protegidos del principado. Pero ya sé que es predicar en el desierto, nuestros gestores públicos tienen de todo menos imaginación, por no hablar de su nulo sentido común, "tiran" con pólvora ajena y eso se nota perfectamente. 

Pensad en el dinero que habrá costado la reciente instalación para que personas minusválidas, en sus sillas mecánicas, puedan realizar una breve ruta río arriba. Sí, ya sé que fue sufragada por capital privado (un banco), pero casi se puede considerar como algo extravagante, sopesando costes y beneficios. ¿Cuántos minusválidos han aprovechado esa instalación?, creo que no habrán superado la media docena y por contra ¿cuántos árboles hubo que talar para conseguir la madera empleada en su construcción?. Seguro que ya le luce el pelo a quien haya tenido esta genial idea. Lo dicho solo se necesita imaginación y sentido común.

Tramo final de la extravagante nueva adaptación del camino para minusválidos. Julio 2017.

Pero volvamos a retomar el tema de los praus y las valladas. 

En Mual había y aún hay muchas valladas y valladinas, pero es una la que resalta, o mejor dicho resaltaba, sobre las demás y que podríamos denominar como "la madre de todas las valladas": la Vallada del Palenque. Situada un pelín por debajo de Burducéu, justo donde el cañón o angostadura del valle se empieza a abrir a la alargada vega de Mual. En donde se levantó la vallada el río aún bajaba rápido y encajonado, por lo que hubo que elevarla hasta un nivel realmente espectacular.

El topónimo "la vallada del Palenque" está formado por dos palabras. Al resto de construcciones similares también se les llama "valladas" y para diferenciar unas de otras se le añadía el nombre del poseedor del prau al que beneficiaba, o el nombre de la zona si era de varios. Pero Palenque no es el nombre de ninguna persona y tampoco parece que sea el nombre de un lugar concreto, ¿a que hace referencia?. 

Para un cangués de una peña de las que tiran voladores en las famosas fiestas del Carmen, un palenque es un volador o un cohete de gran potencia explosiva, habiendo incluso una peña con ese nombre: "El Palenque". También llamaban palenque, en Asturias, al palo con el que se golpeaba y cavaba en el juego del palitsu.

Pero el significado que nos interesa en esta ocasión es el que hace referencia a una empalizada, una especie de malla conformada por una agrupación de estacas de madera, unas clavadas verticalmente en el suelo, apoyándose sobre otra u otras dispuestas horizontalmente y sujetadas por apoyos laterales, permitiendo algún hueco de entrada para el agua.

Colocadas a la entrada de la presa o presas que nacían de una vallada, con la misión de evitar que en las crecidas, cuando el agua arrastra todo lo que se pone a su alcance, entrasen arenas, piedras y sobre todo ramas y hojas . Labor que seguiría cumpliendo el resto del año. Palenque sería pues ese filtro colocado a la entrada de las presas de las valladas.

No se les escapaba nada a nuestros antepasados. Sin ese filtro la presa general se podía rellenar y obstruir con ramas, gravas, hojas...que en muchos casos también acabarían llegando a los propios praus  con los perjuicios que ello podía acarrear. Era más sencillo y menos costoso limpiar periódicamente ese filtro que hacer frente a todo lo anterior. Toda una lección de la infravalorada cultura popular, con artilugios sencillos, pero muy eficaces, llenos además de una gran capacidad inventiva.

Por ese detalle del filtro, el palenque y por su gran envergadura es por lo que decimos que esta vallada era la madre de todas las valladas.

Palenque y compuerta del desaguadero visto desde lo alto de este último

Como decimos todo en ella es de grandes dimensiones. El palenque, que le da el nombre, del lado de Tachurrosu, es el más desarrollado de todos los que hay en Mual. Las estacas verticales estaban apoyadas sobre dos o tres gruesos varales, pareados en horizontal, que a su vez se encajaban entre dos umeirus, uno a cada lado. Al menos uno de los varales tenía una esquina algo rebajada para encajar mejor.

Palenque visto desde la presa


Varales horizontales del palenque, pareados para aguantar más y sujetados por dos umeirus


Umeiru y varal que se apoyaba en él con un rebaje para encajar mejor.


Umeiru en el que se sujetaba la otra esquina del varal.


Interior del Palenque. Fijaros en la cantidad de ramaje y hojarasca que había retenido antes de la rotura de la vallada.

Tras el palenque estaba la compuerta del desaguadero, muy ancha, que dispondría de una gran tabla de madera, muy reforzada para resistir la presión cuando fuera colocada , para encajarse deslizándose por los surcos que posee en sus laterales, en las jambas de roca o pared que posee, y como remate cubierta por una larga piedra para darle mayor estabilidad. El agua volvía allí mismo al río por una zona de roquedo natural y algo adaptada. La mayor parte del agua se precipitaba a un hoyo circular y luego tras un recodo ya vertía al río.

Compuerta del desaguadero


Una esquina. Fijaros en el surco donde se insertaría una gran tabla para cerrar la compuerta.


La otra esquina, aquí el surco se ve mejor. La tabla de deslizaba por él, de arriba a abajo.


Gran tsousa muy trabajada que cubre la compuerta, la estabilizaba y facilitaba la tarea de colocación de la gran tabla.


La vegetación impide una visión clara de la zona de desagüe.

Lo curioso del caso es que la presa no disponía de compuerta para cerrarla cuando se quería dejar de regar. La presa sube de nivel, de altura, lo suficiente para que al abrir el desaguadero el agua saliera mayoritariamente por él. La poca que consiguiera pasar tenía a continuación varios surcos, abiertos o cerrados a mano, que vierten al desaguadero.

Tras la compuerta del desaguadero hay algo de repecho en la presa y luego unos surcos, cerrados con piedras...para facilitar la evacuación del agua.

La anchura del inicio de la presa es enorme y explica por qué no tenía compuerta y no se trazó, como el resto de presas, paralela al río, si no perpendicular a este durante un trozo, para continuar luego por las partes más altas de los tres praus que riega. En los dos primeros praus también hay presa central, derivada de esta, pues son bastante amplios. Esa disposición hacia arriba del inicio de la presa fue la que hizo inevitable la gran altura de la vallada para que el agua pudiera salvar el desnivel y seguir circulando.

Los dos primeros praus de Tachurrosu regados.


La división entre el primero y el segundo de los praus regados por la Vallada´l Palenque no tiene murias para aprovechar al máximo la producción de yerba.


Enorme anchura de la presa que sube a la parte superior del primer prau que riega.

No sé si la presa que va a Prau Nuevo tenía palenque en su inicio pues actualmente esa zona está totalmente arrasada. Sí tenía uno, más sencillo, cuando la presa, tras un trecho, llegaba al prau. Y allí, tras él, había un desaguadero, este sí con compuertas, una en la presa y otra en el desaguadero, ambas de modestas dimensiones. La propia presa antes de llegar ahí tiene algún que otro desagüe, manuales aprovechando suelos rocosos, pero no sé si son originales o posteriores.

Presa del lado de Prau Nuevo.


Uno de los desaguaderos manuales de esta presa.


Restos, solo un varal horizontal, del palenque que precede a las compuertas del desaguadero principal.


Compuerta del desaguadero, donde milagrosamente se conserva la "puerta", una laja de tsousa, muy trabajada, y no de madera como solía ser frecuente.


Otra vista de la compuerta, ahora abierta.


Y tras la compuerta el corto trayecto hacia el río del desaguadero, hecho, como es frecuente, sobre zona rocosa.

 Descubrí esta vallada de forma fortuita, fue un día que estando por Tachurrosu, después de beber agua en su fonte y ver el precioso rebotsu del que ya os he hablado en otra parte, me dio por internarme río arriba y cerca de él. No recuerdo el motivo, si es que había alguno, ya que muchas veces era disfrutar, viendo y sintiendo lugares que aún no conocía lo que me empujaba a ello.

Justo por debajo de la vieja pista maderera de Bisnuevo-Las Tablizas y el prau de mi familia circulaba el final de la gran presa que venía de la Vallada del Palenque, con un metro o algo más de desnivel entre ambas zonas. Era tan grande y con tanto caudal que parecía un pequeño río.

Presa, al pie del muro, al inicio del tercer prau regado de Tachurrosu.

 ¡Lo que son las cosas!, viéndola en la actualidad, ya sin agua, la presa no parece tan grande ya que solo alimentaba al tercero y último prau que llegaba hasta la Ponte Rucabo, aunque es probable que también alimentara a parte del prau que hay del otro lado del camino donde se combinaría con un pozo dado su menor caudal. La edad, como no podía ser de otra manera, influye en como vemos las cosas. De pequeño todo es mayor, las cosas se agigantan ante nuestra inexperta mirada. Algo parecido ocurre con los recuerdos que guardamos de nuestra primera juventud, aún muy mediatizados por las primeras y novedosas miradas. 

Yo había oído de mi madre que en cierta ocasión, allí en el camino de Tachurrosu, un guaje se había acercado sigilosamente, por detrás a un animal doméstico, no recuerdo si era un burro, un caballo o una vaca, y sin previo aviso le tocó "sus partes". Una simple chiquillada. Pero sobresaltado, el animal reaccionó instintivamente, propinándole tal coz que lo lanzó varios metros por el aire, yendo a aterrizar a la mencionada presa. Afortunadamente esta llevaba bastante agua y amortiguó su caída y además el golpe de la coz no había sido en seco, si no de refilón, por lo que solo sufrió un "mal trago" en la presa, de la que rápidamente fue sacado.

No sé si fue cierto o si formaba parte de esa sabia cultura popular que a través de cuentos y narraciones nos ayudaba a los peques a saber como comportarnos. Con esta sutil pedagogía ya no era necesario que algún adulto nos dijera: "no vayas tan pegáu a la vaca que te puede dar una patada", cuando ibas detrás del ganáu ya procurabas tú mantener una prudente distancia y por supuesto abstenerte de "tocarle los huevos" o sus partes intimas a cualquiera de ellos. 

Cogí la presa, que en la carril del segundo prau regado pasaba bajo tierra y por su reborde exterior continué durante un rato y luego ya me encaminé al cauce del río. Cuando llegué a la base de la vallada quedé gratamente sorprendido, era como una pequeña catarata de no menos de ocho metros de altura en la que el agua no se precipitaba con fuerza, si no que se filtraba y pingaba desde lo alto a través de los grandes varales que al estar tan colonizados por líquenes y musgos podías pensar que se trataba de rocas, pero que luego al tocarlos ya te dabas cuenta de su naturaleza vegetal. 

Evidentemente era verano y el lugar era encantador, aunque creo que no supe apreciarlo en su justa medida, ni darme cuenta de su auténtica singularidad. Eran tantas las maravillas y novedades con las que me encontraba cada día que aquella solo era una más.

La Vallada del Palenque tenía doble utilización. De ella partían dos presas, una por cada lado del río. La de la Vertiente izquierda servía para regar los praus de Prau Nuevu, los que hay entre el camino-pista que va a Las Tablizas y el cauce del río.

En realidad la presa del lado de Prau Nuevu no llegaba a regar los praus en su totalidad, pues tenían partes a mayor altura. Ya en el prau de Mingo pronto se transformaba en una presa central que solo regaba las partes bajas y más o menos llanas de este gran prau, probablemente el de mayor extensión de toda la vega de Mual.


Prau de Casa Mingo en Prau Nuevo con su gran presa.

La parte final, bajando, de este prau estaba al mismo nivel que la pista y el curtinal y en ella había una gran cabaña, una auténtica "corte" para el ganáu que salía a pastar en esa zona no regada por la presa y que dentro de ella se alimentaría con parte de la yerba recogida en el propio prau. Claro que solo durante el tiempo en que parte del ganáu de Casa Mingo era llevado a ese sitio. El resto del tiempo permanecería en la propia corte del pueblo, con salidas periódicas a otros praus y pascones cercanos y, acaso en tiempos más antiguos, a los pastos de media y alta montaña.

La cabaña y su entorno quedaban a mayor altura que la parte llana del prau.

Es probable que el topónimo "Prau Nuevu" se refiera a ese trozo de terreno no regado, que formaba parte del curtinal y que posteriormente se transformó en prau, de ahí el adjetivo "nuevu". Una transformación relativamente reciente vinculada al auge del ganáu bovino.

Algo más arriba de la entrada a la cabana del prau, este cede su lugar, en zonas también algo elevadas y con algo de pendiente, a varios praus de pequeño tamaño, que se prolongan hasta un poco más arriba del cortín de Cadenas, siempre delimitados por la pista.

Praus bordeando la pista en Prau Nuevo, a mayor altura que la parte llana del prau de Casa Mingo.

Para alimentar con agua a algunos de esos praus se recurrió a un sistema no muy frecuente en Mual, pero del que contamos con algunos ejemplos. Nos referimos a los pozos, pequeños embalses que recogían el agua de alguna fuente o surgencia de esta, la embalsaban y luego la soltaban a una presa que la llevaba al prau.

Los que quedan están hechos con cemento pero ignoro si ya existían antiguamente y los materiales empleados, pero parecen estar relacionados, también, con el auge del bovino.

Entre el Cortín de Cadenas y Burducéu contamos con uno de ellos, pegado a la pista por su lado de arriba, una zona que debido a la existencia de numerosas vatsinas y arbolado siempre rezumaba agua. La actual zona de descanso situada al lado del cortín tiene una fuente, bastante bonita por cierto, que se surte precisamente de esas aguas.

Pozo entre el cortín de Cadenas y Burducéu.


Fuente del área de descanso junto al cortín de casa Cadenas.

 La presa del pozo iba por la cuneta y luego, al lado del primer prau, cruzaba la pista por una presina como las que ya hemos descrito. Creo recordar que luego la madera de sus bordes fue sustituida por hormigón cuando se hormigonó la pista, pero manteniendo un surco que hacía las veces de presina. En otro arreglo posterior la cuneta fue dotada de desagües propios y se borró el citado surco.

Sin esa agua los praus languidecieron y en uno de ellos, el de más arriba, de Casa Castroneiru, yo mismo vi como su propietario plantó nogales, de incierto futuro pues los arbustos y otros árboles lo han colonizado por completo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Ruta a Las Tsagunas 36 El bosque mixto 2. Los Tsagozos.

Ladera derecha de Los Tsagozos, un bosque mixto en donde hasta parece que hay alguna faya. 27 julio 2.018. Nos preguntábamos en el capítulo ...