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A la izda vatse de Ríu Tixeirúa visto desde las Penas de Fonculebrera, a la dcha parte del Ríu La Candanosa. 29 julio 2018. |
Las siete Veigas de Munietsus con una vinculación con el río, veigas ribereñas, no se asientan todas ellas en vegas aluviales. A veiga dos Trabóis es la que a más altitud se encuentra, asentada en una hondonada de origen glaciar. Aquí no hay vega aluvial alguna, es zona de erosión fluvial. Su localización responde a varias causas. En Munietsus había muchas brañas y cada una, aparte de la campera, poseía una zona de irradiación por donde el ganáu podía deambular pastando y ramoneando. Alguerdo podía haber establecido, quizás, su braña en otro sitio. Tal vez más cercana a los altos serranos, ya que el pueblo quedaba al otro lado de la sierra. Bajarla hasta donde está servía para delimitar el espacio que utilizaba. De allí para arriba, abarcando todo el valle y sus afluentes, quedaba acotado a ganado de otros pueblos, en especial de Pousada Rengos que tenía su braña en la Veiga´l Tixidal, y para testimoniarlo de una forma clara no había como establecer allí su braña.
Su localización también permitía un acceso más rápido a terrenos más frescos que propician una regeneración acelerada de las plantas susceptibles de aprovechamiento por parte del ganáu. Además Alguerdo tenía su propia braña del otro lado de la sierra (una preciosa braña equinoccial con varias cabañas, barridas en parte por los incendios y un reciente alud de nieve) por lo que los accesos a la zona serrana ya los tenía asegurados. Lo que necesitaba era ampliarlos. Tener dos brañas cercanas era menos lógico que tenerlas más alejadas entre si ya que de este modo podían abarcar más espacio.
Igualmente influye en su localización la existencia en él de una relativa, por cierto muy relativa, planitud y sobre todo el ensanchamiento que presenta el valle de la Candanosa, que permite suelos no tan pendientes, con un buen aireamiento e insolación, en comparación con el resto del entorno.
También tenían poca vega aluvial la Veiga Las Gallegas y la Veiga Bisnuevo, pero ambas se beneficiaban, igual que la de los Trabóis, de un ensanchamiento notorio del valle, al situarse en la confluencia de numerosas vatsinas. Algo que también se daba en la Veiga Cruces y en la Veiga´l Tixidal. La fuerza de los regueiros, propiciada por las grandes pendientes, amainaba algo aquí, creando algo de vega aluvial y un terreno un poco más llaneado. Omente tenía dos brañas en Munietsus y sus paisanos tenían claro las diferencias que existían entre ellas, llamando A Veiga as Galegas a la situada en la ribera, con mucho la mejor y más productiva de las dos, y Braña os Pradallos y Pradallos d´Arriba al rellano y la ladera suavizada cercana a los altos de la sierra.
El Ríu Tixeirúa es el más largo del Monte Munietsus y el que posee más vega aluvial, destacando la rectilínea superficie entre el Teso los Ciervos y el Teso´l Cándanu. Ahí el valle se ensancha mucho más que en cualquier otra zona del Monte. La menor bravura del río y ese ensanchamiento propició una preciosa y larga vega aluvial, eso sí menos ancha por ejemplo que la de Mual, en donde teníamos dos veigas: Veiga la Folgueirosa y Veiga Samartino, con acceso no solo a la vega si no a laderas menos tendidas como es el caso del Ganzal de Samartino.
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En la larga vega aluvial de Tixeirúa, la mejor de todo Munietsus, estaban las dos veigas. Foto Google. |
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La veiga del Ríu Tixeirúa es completamente recta entre el Teso Los Ciervos y el Teso L´Astaca. Luego con un pequeño giro a la derecha se prolongaba hasta la Vatsina´l Cándanu. Foto Google. |
La larga vega aluvial era toda ella una inmensa pradería, salpicada de cuando en cuando por algún árbol, con mayor presencia en torno al cauce fluvial, que a pesar de ser calmo en época estival, en otras podía ser bravío y circulaba varios metros por debajo del espacio llaneado. En ella había dos espacios que podríamos llamar centrales, en donde estarían la cabana del pastor y el abrevadero para que el ganáu pudiera beber y donde, con preferencia, pudiera pernoctar. Ambos espacios estaban situados en el margen derecho del Ríu Tixeirúa, donde la vega era más ancha, y cercana a dos vatsinas del avesíu, cuyos desagües ensanchaban aún más el espacio llaneado.
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Las dos veigas (vegas aluviales) del Ríu Tixeirúa. Foto Google. |
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Toponimia partes altas del Ríu Tixeirúa. |
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Toponimia partes bajas del Ríu Tixeirúa. |
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Ampliación del mapa anterior para una mejor visión de los topónimos y la forma del vatse. Sin escala. |
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Fotografía del mapa con la toponimia completa del Ríu Tixeirúa, sin escala. |
La más metida en el valle, la Veiga la Folgueirosa, estaba al lado de La Regueirona y poseía una excelente fuente, que se adaptó para que el ganáu, y en menor medida los pastores, pudiera beber limpias aguas. Seguro que la fonte tuvo que ver con la elección de este lugar como espacio central de la veiga. La vega se prolongaba valle arriba, contando también con buenos pastos, con progresiones laterales aprovechando las vatsinas existentes.
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La fonte estaba, más o menos, donde la marca roja. Foto Google. |
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La segunda parte de la vega aluvial tras el ligero giro por encima de la Veiga la Folgueirosa. Aquí la pradería continuaba hasta la Vatsina´l Cándanu e incluso más arriba. Foto Google. |
La Veiga Samartino estaba situada al lado del Regueiro de su mismo nombre, cuyas aguas surtían su abrevadero (como en el caso de A Veiga dos Trabóis) ya que las del río principal seguramente estuvieran más contaminadas y sucias. Extendía su campo de acción vega abajo, por ambos márgenes, como en el resto de esta, progresando por el Ganzal de Samartino que en sus buenos días poseería buenas zonas de pasto, además del acceso al monte que las circundaba.
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La Veiga Samartino, aún se nota algo de su campera central donde el Teso Fradalicos suaviza en una buena llanada. Foto Google. |
Si Munietsus no fuera propiedad de los Toreno desde muy antiguo, no sería descabellado pensar que aquí, en torno a esta excelente vega, pudiera haberse instalado una pequeña aldea. En nuestro concejo las hay en zonas con peores condiciones y menos recursos. Pensad en la Veiga´l Tachu, por no alejarnos de la zona. Aunque las distancias han influido mucho (la Vega de Tixeirúa está muy alejada de otros núcleos habitados), si bien esto también lo encontramos en otros pueblos (Xinestosu, Gillón, Monasteriu d´Ermu...).
El paisaje de las Veigas y su entorno ha cambiado mucho con el paso de los años. Las veigas, como brañas que eran, dejaron de existir en la década de los cincuenta del pasado siglo (1953). La empresa consiguió que la Administración Pública prohibiera el pastoreo dentro del Monte, algo que había perseguido desde el mismo día de su compra. La aceleración en la producción maderera que la empresa iba a poner en marcha desde el inicio de esa década (los primeros permisos de cortas, a la espera del Plan Dasocrático, coinciden con la fecha de la prohibición) no cuadraba con las brañas que había por el Monte, algunas situadas en zonas que se pensaba talar. Los pueblos que las usaban no tenían ningún documento de arrendamiento, ni de otro tipo. Solo la costumbre y un derecho consuetudinario, que entonces no valía un chavo, les había permitido seguir usándolas. Pero la empresa, como legítima propietaria (al menos legalmente) del Monte, hizo valer sus derechos, presionando a la Administración hasta que esta se los reconoció.
Con vistas al Plan Dasocrático, que regularía la explotación, la empresa dividió el Monte Muniellos (sobre las 2.695 hectáreas que entonces poseía este) en tres Cuarteles (A, B y C). Cada Cuartel se dividió a su vez en cinco Tramos (I, II, III, IV y V) y cada Tramo en varios Rodales )a, b, c, d...). habiendo un total de 101 Rodales. Para haceros más fácil su comprensión os mostraré unas fotos de una fotocopia del mapa elaborado por la empresa con estas divisiones. Divisiones hechas sobre elementos significativos del relieve, utilizando sobre todo los cursos fluviales de ríos y arroyos y los tesos (cerros) que deslindan estos, fáciles de identificar sin necesidad de conocer a fondo el Monte, con nombres, eso sí, castellanizados y en muchos casos erróneos.
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Plano de ordenación del Monte Muniellos. |
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Cuartel A, separado del resto del Monte por el Ríu Munietsus y el Ríu Refuexu-Regueiro Pradallos, el más grande, con mucho, de los tres existentes. |
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Cuartel B entre el Ríu Refuexu y el Ríu La Candanosa. |
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Cuartel C ocupando todo el solano del Ríu Munietsus y del Ríu La Candanosa.
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Rodal a del Tramo IV del Cuartel C. El solano de Las Tablizas. |
En dicho mapa, en la zona que ahora nos interesa, ya aparece el trazado de las recientes pistas madereras realizadas para la primera tala de Muniellos S.A. en 1953. Aquí sí aparece el trazado de la principal vía de transporte, por la vertiente izquierda del Ríu Tixeirúa.
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Plano de ordenación en el Ríu Tixeirúa. |
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Trazado de las pistas para la corta de 1953. Corta que solo afectó a la Veiga La Folgueirosa y por encima de ella. |
Enfrente de la finalización del llaneado Teso Fradalicos, la pista cruzaba el río en una zona de la vega donde esta y el curso fluvial estaban al mismo nivel. Este paso natural ya sería utilizado por los pastores para acceder al espacio central de las Veigas y por el ganáu para desplazarse por ambos márgenes. Continuaría la pista por ese margen derecho y justo antes de llegar a La Regueirona, el desnivel respecto al cauce del río obligó la construcción de un puente para volver al margen izquierdo y continuar valle arriba, hasta un poco por encima del desagüe de la Vatsina Riusecu, metiéndose un poco por el Regueiro La Boizuna. La pista contaba con varios ramales (pistas de explotación y de saca) que facilitaban la ampliación de la zona explotada. Las talas se realizaron en los Rodales c y d del Tramo III, en torno al cauce de La Regueirona, parte del e, en torno a las partes bajas de la Vatsina La Bovia, y los Rodales a y b del Tramo II, en las partes bajas del solano del Teso´l Cándanu.
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Rodales afectados del Tramo II y III del Cuartel A afectados por las talas del 53. |
Desconozco el volumen del arbolado saqueado, pero este no debió de ser despreciable. Tened en cuenta que las cortas no solo afectaban al entorno de las pistas, mucho del terreno que se hallaba por encima de ellas también se talaba ya que solo había que empujar hacia abajo, hacia las pistas, las rollas podadas. Mi padre y otros "mozos" que trabajaron en Munietsus me dijeron que aquí no se utilizaron "treitas" (surcos longitudinales por los que se deslizaban los troncos). No me cabe duda que algunas de las calvas de la Vatsina´l Cándanu, por debajo de la "selva de Munietsus", que yo mismo recorrí, sean de esa época.
Las últimas cortas de las que se tienen noticias se hicieron en 1970, durante el ejercicio 69-70 (cada ejercicio era solo de un año, no de dos como parecen sugerir los dos años puestos. Ocurre como en las temporadas de fútbol o en los cursos educativos). La corta anterior, por tanto la penúltima, fue la del ejercicio 1968-69, que se realizó en los rodales a, b, y c del Tramo III de este Cuartel A, que es precisamente la que más afectó al área de las Veigas. La empresa estimó en 34,8 hectáreas la superficie talada, con una producción de 3.396 metros cúbicos de roble, 1.140 de faya y 1.748 de bedul, que exceden los 4.000 metros cúbicos que Patrimonio permitía para cada ejercicio, limitación que la empresa se pasaba por sus partes.
El Monte estaba consorciado con Patrimonio para su repoblación y el fin de la empresa estaba en ciernes, había que arrasar con todo y sacar el máximo provecho posible, algo que cuadra con el fin último de cualquier empresa privada y que la Administración Publica permitió, pese a paralizar cortas tan sangrantes como la realizada en el ejercicio 67-68 en la zona del Ríu Las Fayonas, donde ya llevaban talado 7.748 metros cúbicos de roble y 868 de bedul. La brigada del Patrimonio Forestal detuvo in extremis ese genocidio del arbolado. El expolio acelerado podría haber continuado pero en 1970 el Director General de Bellas Artes envió un telegrama al Gobernador Civil de Asturias ordenando la paralización de las cortas. Tras la declaración en 1964 del Monte como "paraje pintoresco el Ministerio de Educación Nacional había quedado como encargado de su tutela.
En la vega de Tixeirúa, como en el resto de las últimas cortas realizadas en Munietsus (Ríu Las Fayonas, Bisnuevo y Refuexu) la empresa aplicó las "cortas a hecho" que nosotros preferimos llamar "a matarrasa" porque define mejor esta horrible técnica. Patrimonio recomendaba cortas a hecho en fajas, siguiendo las curvas de nivel para mitigar en parte la erosión y dejando así siempre arbolado que garantizara la regeneración natural. Bien aplicado es una buena técnica que garantiza una mejor conservación de la faja que no se tala (la entresaca siempre provoca roturas y heridas en los árboles que no se cortan, provocadas por los árboles apeados con sus caídas) y si la faja no es excesivamente ancha pronto le llegan semillas que garantizan su repoblación natural. Yo la he visto aplicada en bosques de Sobrefoz (Beleño) o en el inmenso faéu de Irati (Navarra) con excelentes resultados, aprovechando la madera y garantizando su futuro, así como el del bosque.
Pero en el entorno de las veigas la matarrasa fue brutal y despiadada y aplicada a grandes superficies. No solo se cortaron árboles maderables si no que se arrambló con todo. Todo se cortaba, luego en las sierras de Las Tablizas ya se vería lo que podía aprovecharse. La corta fue además muy rápida, en solo una temporada se arrasaron las 34,8 hectáreas, o puede que más pues también se cortó arbolado en la otra parte del río como demuestra el mapa de vegetación elaborado por los biólogos que hicieron un estudio de la Reserva. Los llamados Avellanares secundarios (para diferenciarlos de los primarios que son los que de forma natural colonizan suelos poco desarrollados, como los cubiertos por tseirones) era entonces el resultado de aquellas talas.
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Avellanares secundarios en el centro de la imagen. Del mapa de vegetación de Jose Antonio Fernández Prieto y Álvaro Bueno Prieto. |
Talas que se hicieron además fuera de época, lo que provocó la ausencia de rebrotes en los tocones. Con modernas y potentes motosierras, talar y podar los troncos llevaba poco tiempo y con una gigantesca "oruga", dotada de poderosos "brazos" (con cables más gordos que el brazo de un adulto corpulento), se sacaba hasta las pistas todo lo cortado, incluso de zonas en apariencia inaccesibles, llenando de asombro a los mozos que trabajaban en las cortas. Para redondear la explotación se creó una infraestructura de pistas, acorde a la envergadura de la tares, por el que circularían los pesados camiones de saca y transporte de todo lo talado.
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Otro ejemplo del plano de ordenación. Tramo IV del Cuartel A. El Regueiro Bisnuevo. |
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