11/12/2024

La Ruta a Las Tsagunas 23 Sona la tona 2. Arde Munietsus. El Coto de Oubachu 1

EL Guía-Monitor y un colega en el Pico´l Counio, detrás el Tesu L´Estoupo, ambos del Monte Oubachu. 1987.

Y lo de Palestina es aún más sangrante. Estamos asistiendo en directo, con la televisión de por medio, al exterminio de todo un pueblo. Lo que ocurre allí no es una guerra, es un genocidio.

Hace poco me estremecí oyendo las declaraciones de un joven israelí llamado a filas. Decía que allí, en Gaza, no había inocentes. ¿Cómo se puede llegar a tal grado de deshumanización?. El Estado israelí, como decía nuestro cantautor Víctor Manuel aunque en otro contexto: "es un buen proyecto para el mal". Se está convirtiendo en un Estado totalitario, similar al de los nazis alemanes, donde no solo se persigue al musulmán si no a los judíos que piensan de otra manera. 

No hace mucho tiempo hubo un gobierno israelí que buscaba la coexistencia pacífica entre los dos pueblos, pero duró poco. Su primer ministro fue asesinado por uno de sus propios conciudadanos.

En aquel gobierno estaba Benjamín Netanjahu, que ahora es el paladín de los asesinos. Un "trepa" de mucho cuidado, encausado por varios casos de corrupción, que en una huida hacia delante trata de silenciarlo, enarbolando la bandera del Sionismo.

Israel lleva muchos años desoyendo las resoluciones de la ONU, matando y desposeyendo de sus tierras a sus legítimos propietarios y ocupando militarmente sus territorios. Todos sus dirigentes deberían ser juzgados por crímenes de guerra por Tribunales Internacionales, como se hizo en Nuremberg con los criminales nazis.

Sus colonos, que ocupan tierras de los palestinos exterminándolos físicamente, deberían ser juzgados por Tribunales Ordinarios por lo que son: vulgares asesinos y delincuentes.

Pero eso nunca ocurrirá porque esos monstruos del averno cuentan con la protección de los "Guardianes de Occidente". A los Estados Unidos de Norteamérica le interesa tener un fiel perro guardián de sus intereses en una zona del planeta donde confluyen tantos intereses geopolíticos y económicos, con el petróleo como telón de fondo.

Y mientras, el resto del mundo "civilizado" asiste impasible ante estas ejecuciones sumarias. Dicen algunos que Israel tiene derecho a defenderse, de enfrentarse a las acciones terroristas de Hamas, pero todos se olvidan de los palestinos. ¿Acaso no tienen ellos derecho a defenderse?. Son perseguidos, robados, torturados o simplemente eliminados, ¿alguien espera que sigan mostrando la otra mejilla?.

Es curiosa la doble vara de medir que utilizan los medios de comunicación en Occidente: llaman patriotas y defensores de la libertad a los ucranianos que luchan contra otros ucranianos y el ejercito ruso por la integridad territorial y la independencia de Ucrania y terroristas a los palestinos que luchan por la desocupación de sus territorios (Cisjordania) y de la masacrada Gaza. Ambos luchan por un fin semejante, utilizando lo que tienen a su alcance, unos un auténtico ejercito y otros solo grupos guerrilleros en la clandestinidad.

Todas las guerras son crueles y sin sentido. Deberíamos aprender a convivir entre nosotros de forma pacífica, respetando al otro. Todos saldríamos ganando.

Y mientras tanto que los que tienen las manos manchadas de sangre carguen a su espalda y su conciencia con los crímenes que han cometido. Que estos les persigan durante el resto de sus vidas y como todos ellos creen en una vida en el más allá, espero que Pedro Botero les tenga reservadas unas buenas calderas donde se asen por los siglos de los siglos. ¡Amén!.

"Solo le pido a Dios

que la guerra no me sea indiferente

es un monstruo grande y pisa fuerte

toda la pobre inocencia de la gente".

León Gieco. 

Bonito teixu en el pueblo de Oubachu. 28 julio 2.018.

Hay quien dice que los causantes de la tona son también los causantes de uno de los mayores enemigos de nuestros montes. Algo de razón deben de tener porque es seguro que el primer fuego humano tendría su origen ahí, en el incendio provocado por un rayo.

Que un rayo pueda provocar un incendio en Munietsus me parece algo muy improbable. No diría que imposible porque para la naturaleza el término imposible carece de significado. Todo es posible si se dan las condiciones necesarias.

En la Iberia húmeda los incendios naturales son más una falacia que algo constatable. Detrás de los incendios que nos devoran los campos, los montes, las haciendas y en ocasiones hasta la vida humana, está la mano del hombre.

Antes en los pueblos y supongo que ahora también, cuando se producía un incendio intencionado, todos intuíamos quien lo había provocado y en la mayoría de los casos no alarmaba a nadie. En aquellos lejanos tiempos el monte tenía muy pocos amigos y a nadie parecía importarle lo que pudiera pasarle.

También había incendios que se originaban sin querer. Producían el mismo daño que los intencionados, pero la causa se debía a descuidos, accidentes o falta de experiencia.

Siendo yo muy niño, cuando mi familia aún vivía en Mual, estaba con otros nenos por la carretera del Counio, entre Rudarenas y La Fana Las Freitas. Alguien llevaba cerillas y nos dio por prenderle fuego a un ganzo que colgaba de un cortado de la parte de arriba. No pretendíamos nada en concreto, solo ver si se prendía y como se quemaba.

El ganzo chisporroteo al encenderse y produjo una fuerte llamarada, que de forma inmediata se propagó a otros ganzos que había por encima.

Como en todos los incendios todo ocurrió muy deprisa. Nosotros con ayuda de palos tratamos de apagarlo, pero las llamas se alejaron de nuestro alcance y petrificados y llenos de miedo solo pudimos ver como se desataba un poderoso incendio, que volvió a arrasar La Granda Espina, que estaba empezando a recuperarse del incendio anterior. 

La Granda Espina, por encima de La Fana Las Freitas, tanto a su izquierda como hacia la derecha. 31 julio 2.020.

Temerosos huimos carretera abajo, lejos del "fumo" que comenzaba a expandirse y acongojados porque éramos conscientes de haber cometido algo que no estaba bien.

Le habíamos prendido fuego al monte, casi un crimen para nuestras mentes infantiles y luego además el temor a nuestros padres cuando se enteraran de lo que habíamos hecho.

Lo que más me sorprendió es que nadie en el pueblo pareció darse por aludido. Nadie pregunto quien había sido el causante. La Granda Espina había vuelto a quemarse, ¿qué importaba?. El ganáu que a veces se llevaba allí a pastar unas horas se tendría que llevar al Paramio u a otro sitio, hasta que se recuperase aquella y además ya casi nadie lo hacía, preferían llevarlo a pascones o praus donde no hacía falta que alguien los vigilara. 

La Granda Espina, aún pelada pero en vías de regeneración arbórea. 31 julio 2.020.

Mala escuela la que no reprende por los malos actos. Deberíamos haber sido castigados, evidentemente no con golpes o bofetadas, si no con una buena reprimenda para que fuéramos conscientes y responsables de nuestros propios actos. A los niños hay que hacerles comprender que no todo está permitido, que no podemos hacer lo que nos venga en gana. Que hay que respetar todo lo que nos rodea. Tanto a las personas como al Medio Ambiente.

No nos vale ese: "¡libertad, carajo!". Enarbolado por alguien que defiende el liberalismo decimonónico y enemigo de la auténtica libertad. ¿Libertad para Qué?, ¿para seguir explotando al pobre pueblo argentino?, ¿para hacer lo que les venga en gana a los que tienen de todo?, ¿para seguir nadando en su riqueza y a los demás que les parta un rayo?. ¡En fin...!.

Lo más socorrido para explicar los incendios intencionados es atribuirlos a la mentalidad ganadera de nuestros antepasados: la Búsqueda de espacios despejados de arbolado donde pudiera crecer pasto que alimentara al ganáu doméstico. Mentalidad que perduraría incluso tras el cambio radical que se produjo en este sector con la estabulación del vacuno y su orientación hacia la producción de leche y sus derivados.

De la noche a la mañana el monte perdió la importancia que había tenido desde épocas inmemoriales, algo que se acentuaría con el posterior derrumbe de esta actividad tradicional.

Hay quien le echa la culpa de los incendios precisamente a eso. Al desaparecer la presión antrópica sobre los montes, estos comenzaron poco a poco a recuperarse. Había muchos lugares donde la presión había sido tan grande que la recuperación natural solo se podía hacer por fases o etapas. Primero con el desarrollo de un potente estrato subarbustivo y posteriormente con la instalación del arbolado.

Acusar a los subarbustos y al matorral, una fase necesaria para la reinstalación del bosque, de ser los causantes de los incendios es una solemne mentira. La culpa de los incendios está exclusivamente en manos de quien los prende y de sus intenciones. Y estos pirómanos no siempre lo hacen por culpa de aquella mentalidad ganadera que hemos mencionado. Los motivos suelen ser muy variados.

A mediados de los años ochenta, justo antes de mi llegada como Guía-Monitor se originó un incendio en los Montes de Oubachu. Entre el Pico La Mesa, Chanetos y El Escabón de Bisulaz, o sea en las laderas altas de gran parte del solano del valle de Munietsus, por encima de la Reserva, que pertenecen a ese pueblo.

Los terrenos donde se originó el incendio estaban en un estado de incipiente recuperación forestal, con muchísimo matorral, por lo que se desató un colosal incendio. Creo que hasta vinieron soldados del ejercito, del cuartel de El Milán en Uviéu (donde actualmente está la Universidad d´Uviéu de Filosofía y Letras) a intentar sofocarlo.

Pero el incendio se extendió en todas direcciones, tanto hacia arriba como hacia abajo y también de forma lateral.

Afectó a la Vatsina Los Sagraus y parte de Fonculebrera. La ladera izquierda de la Vatsina Tonante y parte de La Matona de Tonante, hasta muy abajo, fueron literalmente arrasadas. Pasó a la Vatsigata´l Xardón y continuó, favorecido por las talas hechas en el Ríu Las Fayonas.

Cuando se encontraba con buena arboleda (lo de buena entre comillas porque la realmente buena ya no estaba allí, se había talado) el incendio disminuía o incluso se detenía, facilitando la labor de los "apagafuegos". Pero arriba cerca de los altos de la sierra, avanzaba vorazmente por las grandas existentes y acababa bajando, afectando incluso a zonas donde había arbolado.

Valle arriba se utilizó el quebrado Cotarrón de La Candanosa para detener su avance, aunque alguna lengua de fuego logró saltarla, pero con poco recorrido. 

Perdonad la calidad de la foto pero es de las más antiguas que tengo. En primer término el Cotarrón de La Candanosa, donde se notan los efectos del gran incendio. Está hecha desde Entrambus Picos de La Baxancada. 1987.

Fue el último gran incendio que padeció el Monte Munietsus, de otros anteriores, que seguro que los hubo, no tengo ningún dato. Sus secuelas las iremos viendo cuando continuemos describiendo el trazado de la senda. Pero ¿quién o quienes fueron los causantes de este incendio?

En aquel tiempo había, autorizado legalmente, un coto de caza privado en el Monte Oubachu. Algo que resulta inconcebible, ¡un coto en el corazón del Monte! . 

Señal sin leyenda de la existencia de un coto de caza privado. Partes altas de Decutsada. 28 julio 2.018.


Detalle de la señal de coto de caza privado. 28 julio 2.018.

En el Pico de Las Penas del Garabeño comenzaba el deslinde serrano entre ambos montes. Desde allí bajaba hasta el curso de La Candanosa, continuando por el Escabón de Bisulaz, las partes altas de la Vatsina Tonante y del Vatse de Fonculebrera. Así como una gran parte del Regueiro Decutsada y del Regueiru Porciles. O sea una gran extensión de terreno aguas vertientes al Ríu Munietsus. 

Las grandes moles de las Penas de Fonculebrera también pertenecen al Monte Oubachu. 28 julio 2.018.


Todo lo que vemos pertenece al Monte Oubachu. Partes altas de Decutsada coronadas por el Pico La Baxancada. A la izquierda rellano de Chanetos. 28 julio 2.018.

Allí, en unos pocos metros de la ladera estaba, del lado de abajo el Monte Munietsus, una Reserva Biológica, y del lado de arriba el Monte Oubachu, un coto de caza privado. Con solo dar unos pasos tan pronto estabas en una Reserva como en un coto.

El coto se extendía por el Vatse Cabreiruu y el entorno de La Veiga´l Tachu y Oubachu, pero era esta zona por donde más se cazaba. Supongo que todos-as sabréis el por qué. 

En un pequeño trozo arbolado del tseirón de La Baxancada. Propiedad del Monte Oubachu. 1987.


Es cierto que el coto es una herencia del tardofranquismo, cuya Administración tenía unas ideas sobre la conservación de la naturaleza ancladas en la prehistoria. El Coto de Caza Privado de Oballo, Nº 10.022 se legalizó en 1966, por un periodo de 15 años, siendo sus propietarios los Vega, afamados oftalmólogos carballones (d´Uviéu). 

Cartel ya muy desgastado que avisaba de la existencia del Coto de Caza Privado de Oubachu. en la entrada por La Veiga´l Pumar. 28 julio 2.018.

El cuento de siempre, "señoritos", gente pudiente que se permitían el lujo de disponer de un amplio espacio natural donde dar rienda suelta a sus instintos más violentos, disparando a cualquier animal salvaje que se pusiera por delante.

Para vigilar la extensa finca se contrató a dos personas de Oubachu como Guardas Jurados (llamados así porque tenían que jurar ante la autoridad competente, respetar y hacer respetar la "ley" dentro del coto). Se solía elegir como Guarda a personas que conocieran a fondo el Monte y los trucos que utilizaban los furtivos, porque ellos en su tiempo también lo habían sido, y además de los mejores. Iban armados y su labor era evitar que personas ajenas al coto cazaran dentro de él, así como acompañar y dirigir la cuadrilla de cazadores del coto cuando iban de cacería.

Chiquito y Aumente fueron los primeros Guardas Jurados del Coto de Caza Privado y debían de ser muy efectivos porque acabaron ascendiendo al pasar a ser Guardas forestales del Monte Munietsus, al servicio no ya de particulares si no de la propia Administración, cuando se fueron jubilando los antiguos Guardas de este monte, que eran de Mual.

Lo que no acabo de comprender es lo sucedido en 1.982. En ese año el Monte Munietsus, comprado años atrás por el ICONA, es declarado Reserva Biológica, un tipo de protección que garantizaba no solo la conservación de su flora si no también la de su fauna.

¿Cómo es posible entonces que la nueva Administración admitiese la renovación del Coto Privado de Caza de Oubachu por otros 10 años más?. ¿A quién se le ocurrió seguir permitiendo la existencia de un coto de caza privado, con todo lo que ello conlleva, en un lugar como aquel, en pleno corazón de una Reserva Biológica?. El cambio de régimen parece que solo afectaba al nombre, las cosas seguían estando igual que siempre. 

Que alguien fuera a explicarlo a los corzos, principal objetivo de los cazadores, que pueden deambular despreocupadamente por un paraje que está protegido, pero que se abstengan de hacerlo, allí mismo, por otro que es un coto de caza donde pueden ser abatidos.

En esta segunda etapa del coto, un nuevo socio se unió a los Vega, Francisco Álvarez Cascos, destacado político de las "Derechas nacionales (PP) y regionales (Foro). que seguro que todos conoceréis o habéis oído hablar de él. Era tan aficionado a pegar tiros por el monte que no renunció a una cacería en plena crisis medioambiental por el naufragio del Prestige, en noviembre de 2.002, siendo Ministro de Fomento, ministerio responsable de su control.

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